INTRODUCCIÓN
Los implantes dentales son sustitutos radiculares colocados en los huesos maxilares con la finalidad de reponer uno o más dientes faltantes y devolver la funcionalidad y estética perdidas por su ausencia, especialmente a medida que avanzan en edad (1-3). Son colocados en diversos tipos de pacientes con diversas patologías, siendo los criterios de contraindicación absoluta escasos.
A pesar de esto, existen factores de riesgo que podrían alterar el éxito del implante. Entre los factores sistémicos que ponen en riesgo la colocación de un implante están: la mayor edad de los pacientes y la presencia de enfermedades sistémicas, como la diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiacas3-6.
El hábito de fumar constituye un factor de riesgo para la salud general y bucal, puede estar relacionados con enfermedades como periodontitis y cáncer oral(6 ) además de ser un factor de riesgo para la perimplantitis6-9.
Los implantes pueden tener diferentes dimensiones y formas, que varían en largo y ancho y que permiten mayor diversidad de restauraciones protésica post implante10,11. La modificación en cuanto al largo y ancho se dieron debido a las diversas situaciones anatómicas del reborde alveolar y la cercanidad de estructuras como el seno maxilar y el nervio alveolar inferior12,13. Algunos autores mencionan que implantes de entre 10 mm y 13 mm de largo presentan los mejores resultados a largo plazo, siempre y cuando estén acompañados con diámetros regulares14.
En la actualidad, los implantes cortos son una alternativa para afrontar situaciones clínicas dificultosas, permitiendo evitar estructuras vitales, eliminando la necesidad de realizar procedimientos quirúrgicos complejos, aumentando las posibilidades de colocación, la disminución del tiempo y de los costos14,15.
En cuanto al diámetro de los implantes, el implante de diámetro regular presenta 5% más de sobrevida al compararse con implantes de diámetro reducido6,16-18. En el año 2000, Polizi et al. sugerían que mientras mayor es el diámetro del implante, mayor será la superficie de contacto y por lo tanto existirá mayores posibilidades de éxito en el tratamiento19. Desde el punto de vista biomecánico, Vigolo & Givani concluyeron en que implantes estrechos presentan una resistencia a la fractura 25% menor que los implantes de diámetro regular20.
Regeneración Ósea
La regeneración ósea en implantología es muy utilizada en pacientes que tienen falta de hueso. A la hora de colocar los implantes dentales es fundamental tener en cuenta los factores protésicos y la necesidad de un buen soporte óseo21.
En cuanto a las características del paciente implantado, la edad avanzada y la menopausia producen pérdida de la masa ósea, por lo cual, la evaluación individualizada de las condiciones locales y generales es fundamental para lograr la osteointegración, teniendo en cuenta la reducción de la disponibilidad de hueso en esas etapas de la vida21,22.
Los tipos de procedimientos de regeneración ósea son: el levantamiento de seno maxilar, el injerto de hueso autólogo y hueso particulado. El hueso autólogo, es considerado el «Gold standard» por sus propiedades osteogénicas y biocompatibilidad, pero entre sus desventajas tenemos la morbilidad del sitio dador y la concomitante reabsorción ósea23-25. Por lo tanto, el uso de sustitutos óseos es una propuesta interesante para los pacientes y cirujanos26,27. En Estados Unidos los aloinjertos son usados frecuentemente en mezclas con hueso autólogo y otros materiales diversos28. Sin embargo, los beneficios de su uso muchas veces son cuestionados a pesar de tener una amplia historia de seguridad29.
El objetivo general del trabajo fue: Describir las características clínicas de los pacientes de la cátedra de Implantología Oral, los tipos de implantes más utilizados, las zonas edéntulas más implantadas y los procedimientos de regeneración ósea más frecuentes.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional descriptivo retrospectivo, se analizó 139 historias clínicas de pacientes que acudieron a la cátedra de Implantología de la Universidad Autónoma de Asunción desde el año 2012 al 2018, de las cuales 98 cumplieron con los criterios de inclusión, tales como antecedentes médicos y plan de tratamiento completo, además que hayan sido sometidos a la colocación de por lo menos un implante o a una cirugía de regeneración ósea. El tipo de muestreo utilizado fue el no probabilístico por conveniencia. Se analizaron las variables cualitativas aplicando frecuencia, y a las variables cuantitativas, media, desvío estándar entre otras. Se utilizaron para estos análisis la planilla Excel y el programa Epiinfo v7.1 (CDC, Atlanta, US).
Se mantuvo la confidencialidad de los datos, se manejaron códigos a fin de cumplir con los principios éticos de investigación de acuerdo a los criterios de Bioética de Beachamp & Childress.
RESULTADOS
Del total de 98 historias clínicas analizadas, 59 (60,2%) correspondieron a pacientes de sexo femenino y 39 (39,8%) de sexo masculino. La edad promedio de los pacientes fue de 44,2 años (DE+/- 12,6). En cuanto a las enfermedades y hábitos, los fumadores en un 9,1%, fueron los de mayor predominancia. (Ver la Figura 1).
En cuanto a los implantes, hemos observado que, en los 98 pacientes, se realizaron 217 implantes debido a que cada paciente se realizó más de un implante. Se colocaron 141(64,9%) implantes cilíndricos M4 (Marca Miss) y 76 (35,1%) implantes cónicos M7 (marca Miss).
De acuerdo con la longitud el 47% fue de 11,5mm; el 22% fue de 13 mm; el 17% fue de 10mm, el 9% fue de 16mm y el 5% fue de 8mm. (Ver Figura 2).
De acuerdo a su diámetro encontramos que el 55% fueron de 3,75mm; el 33% fueron de 3,3mm; el 7% de 4,2 mm y el 5% de 5mm. (Ver Figura 3)
En cuanto a la colocación de implantes, de acuerdo a su posición anatómica, se encontró que en el maxilar superior se colocaron 129 implantes (59,60%) mientras que en el inferior 88 (40,50%). (Ver Figura 4) La zona posterior fue la de mayor demanda con 144 (66,3%) mientras que la anterior 73 (33,7%). En la zona del primer molar inferior derecho se colocaron 24 implantes, siendo éste el sitio el más frecuente.
De los 217 implantes realizados 55 (25,34%) fueron rehabilitados protésicamente, de éstos 4 (7,27 %) con prótesis de acrílico y 51 (92,72%) con prótesis de cerámica. Los demás implantes quedaron en proceso de rehabilitación.
Finalmente, en el gráfico 5 se observan los tipos de procedimiento de regeneración ósea de 24 pacientes, haciendo salvedad de que algunos pacientes se realizaron más de un tipo de procedimiento, observándose como el más frecuente al levantamiento de senos maxilares en un 50% de los pacientes, aplicación de injerto particulado en un 41,6% y por último injerto en bloque en un 16,6%.
DISCUSIÓN
El presente estudio aporta varios datos sobre cuál es la situación clínica de los pacientes que acuden en demanda de implantes dentales y a su vez cuales son los implantes que más se utilizan. La edad media de los pacientes que acudieron a la clínica con necesidad de implantes fue de 44,3 años, la cual es similar a lo reportado por otros autores, que mencionan que existe mayor necesidad de realizarse el implante, sobre todo por estética y por funcionalidad, a medida que aumenta la edad(1-).
Las enfermedades sistémicas, como enfermedades cardiacas y diabetes, si bien no se ha relacionado con el fracaso o el éxito del implante, es importante tener en cuenta que esta patología debe estar bien controlada para realizar el procedimiento a fin de evitar distintas dificultades, tal como mencionan otros autores de trabajos4 similares.
En cuanto a la hipertensión, se ha observado que solo el 6,1% de los pacientes poseen esta patología, mientras que Domínguez obtuvo un 56,94%4.
Sobre la frecuencia de tabaquismo en este estudio se encontró 9,1% de pacientes que fumaban, aunque las cifras generalmente son menores según otros autores2,4.
Teniendo en cuenta las características de los implantes utilizados, las dimensiones que predominaron en este trabajo fueron las de longitud y diámetro medio, longitud de 11,5mm en un 47% y diámetro 3,75 mm en un 55%.
Otros autores mencionan también el uso más frecuente de implantes medios, sin embargo se han reportado mayor fracaso en los implantes menores de 10 mm por lo que se asegura el éxito con los implantes más largos1,2,4.
La zona posterior fue la que tuvo más demanda de implantes, con 144 (66,3%) coincidiendo con Peñarocha que obtuvo una mayoría de implantes posteriores del 51,24%2. Los primeros molares inferiores del lado derecho son los dientes que primeramente se pierden, por esto, esa zona es la de mayor demanda de implantes, coincidiendo con lo reportado por otros autores3.
CONCLUSIÓN
Los pacientes que acuden a la cátedra de Implantología poseen características clínicas particulares, como por ejemplo la edad adulta, estos en su mayoría en buenas condiciones de salud, pero otros con morbilidades como: diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiacas. Se recomienda su control para evitar complicaciones o fracaso del implante.
La gran diversidad en longitud y diámetro de los implantes es una gran ventaja para cada situación específica de cada tratamiento. Aun así, los diámetros y longitudes medias son predominantes en la clínica de Implantología de la Universidad Autónoma de Asunción. El sector posterior es el que más demanda de rehabilitación posee, debido a la pérdida prematura de las piezas dentarias de esa región.
La regeneración ósea, en cualquiera de sus tipos, ayuda en gran forma a la rehabilitación final del paciente. Es importante realizar en el futuro investigaciones para medir el éxito o fracaso de los implantes realizados con miras al desarrollo de nuevas tecnologías y a mejorar la calidad de los tratamientos de los pacientes.