INTRODUCCIÓN
La salud bucodental es un importante componente de la salud general y de la calidad de vida1-3. Sin embargo, las afecciones bucodentales representan un grave problema de salud pública a nivel mundial, colocándose entre las enfermedades crónicas más comunes que requieren de costosos tratamientos que exceden la capacidad de pago de las poblaciones más vulnerables4-6.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca a la salud bucodental como un derecho humano7, para muchos gobiernos y responsables de políticas sanitarias constituye un tema de baja prioridad. Situación que se traduce en un número importante de personas que aún sufren, innecesariamente, el profundo impacto en su salud general y en su calidad de vida de afecciones ampliamente prevenibles y tratables con medidas costo-efectivas7-11.
En los años 80s Nikias M.12 expresó que lo anterior era reflejo de que habíamos fallado en medir el impacto de las enfermedades bucodentales sobre la calidad de vida de las personas. A su vez, Reisine ST.13,14 enfatizó la necesidad de un enfoque integral para estudiar el impacto social y psicológico de estas afecciones, por lo que exhortó a complementar las mediciones clínicas de las necesidades en salud bucodental con datos obtenidos de los pacientes con el fin de capturar sus experiencias y preocupaciones15,16.
A partir de las consideraciones expuestas, un creciente reconocimiento de la importancia de la calidad de vida en el campo de la odontología ha llevado al desarrollo de varios instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida17-19. Sin embargo, la utilización de muchos de ellos está prácticamente limitada a sus autores20,21.
Algunos de los principales motivos de la reducida utilización de los instrumentos antes citados ha sido causa de debates. Entre ellos, la confusión y falta de entendimiento que existen con relación al uso del término “calidad de vida” para evaluar los valores y percepciones de los pacientes, así como la ausencia de un concepto y un enfoque unificados para su medición22.
En 1997, bajo el título "Measuring oral health and quality of life” se publicaron los resultados de una conferencia que reunió a los autores de 11 instrumentos de medición de la salud bucodental relacionada a la calidad de vida23. Según Locker et al.15, el documento de la conferencia se enfocó en presentar datos sobre el desarrollo, evaluación y resultados de los instrumentos, pero no abordó las preguntas fundamentales: ¿Qué realmente miden los instrumentos y cuáles son los principios en que se basan?15.
Con el objetivo de responder a estas preguntas, Locker et al.15 utilizaron los criterios propuestos por Gill et al.24 para examinar 5 de los instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida más utilizados. Entre sus conclusiones exponen que la afirmación de que dichos instrumentos miden calidad de vida está débilmente justificada y en algunos casos es inapropiada15.
Saber por qué y de qué manera la salud bucodental afecta la calidad de vida de las personas es útil de diversas maneras25. Esta información puede indicarnos la motivación de las personas para realizar su higiene dental personal, el tipo y patrón de utilización de los servicios y programas, así como, su satisfacción con los tratamientos recibidos26-28.
La presente revisión surge de la aparente falta de claridad y consistencia sobre el significado y la medición de la salud bucodental relacionada a la calidad de vida, así mismo, busca actualizar los conocimientos sobre las características generales y sicométricas de los instrumentos que surgieron de manera posterior a la conferencia "Measuring oral health and quality of life” realizada en 199723.
MATERIALES Y MÉTODOS
Búsqueda bibliográfica
Para realizar la primera búsqueda de literatura se utilizaron las bases de datos MEDLINE y GOOGLE académico. Posteriormente para localizar referencias individuales importantes se examinaron las listas de referencias bibliográficas de los artículos incluidos y las revisiones sistemáticas sobre el tema. Se recurrió a los autores de los artículos originales cuando los mismos no podían ser accedidos. El cuadro 1 resume el proceso de búsqueda realizado en la base de datos MEDLINE con los límites utilizados.
Criterios de inclusión para los artículos
Los instrumentos de medición de la salud bucodental relacionada a la calidad de vida fueron incluidos sólo si cumplían con los siguientes criterios establecidos con anterioridad:
1. Ser artículo original de validación de escalas para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida o conceptos tomados como similares: indicadores socio-dentales, salud bucodental subjetiva.
2. Presentar información de al menos 4 de las siguientes características: constructo a ser medido, definición del constructo, dominios o dimensiones del constructo, información sobre el origen de la estructura, consistencia interna, test-retest fiabilidad, validez para discriminar, validez de convergencia, respuesta al cambio.
3. Haber sido publicado entre el 01/01/1998 y el 30/06/2011.
4. Haber sido publicado en español, inglés o portugués.
5. Haber realizado estudios de tipo transversal, longitudinal o de intervención.
Recolección y análisis de la información
La recolección de información se realizó siguiendo las recomendaciones de Slaney K. y Maraun D.(29). La evaluación de las propiedades sicométricas tuvo en cuenta los criterios establecidos por Gill T. y Feinstein A. (24) para evaluar la validez de apariencia y los de Norman y Streiner D. (30) para asegurar que los instrumentos seleccionados cumplían con un nivel mínimo de propiedades sicométricas.
RESULTADOS
Fueron encontrados 233 artículos, todos publicados en el idioma inglés y ninguno de ellos tuvo como lugar de origen algún país de Latinoamérica. La figura 1 presenta el proceso realizado para la identificación de artículos y muestra como resultado la selección de 10 artículos que fueron objeto de los análisis posteriores.
Características generales
La posterior revisión de los artículos seleccionados agrupó a dos de ellos por tratarse del mismo estudio y complementar la información solicitada en los criterios de inclusión.
Con relación a las características del tipo de instrumento, 4 de los 9 artículos analizados utilizaron instrumentos de medición genéricos que exploraban el perfil de salud31-38. También se encontraron instrumentos específicos: 6 de los 9 eran específicos en cuanto a la población que estudiaba31,35-39 y 5 de los 9 en cuenta a una condición específica o problema de salud33-35,37,39.
Las edades no contempladas por los instrumentos de medición analizados fueron los menores de 5 años y adolescentes de 15 años.
Todos los instrumentos de medición seleccionados fueron multidimensionales y muchos de ellos31,35,37-40 tuvieron como base de su estructura a instrumentos de medición previos y a la clasificación de deficiencias y discapacidades. El cuadro 2 resume las características generales de los 9 instrumentos de medición analizados.
Validez de apariencia
En el cuadro 3 se presentan los resultados de la validez de apariencia según los criterios establecidos por Gill T. y Feinstein A.(24), donde se colocó: No para indicar los artículos que no cumplían con los criterios; Sí para aquellos que cumplían y; Parcialmente para aquellos que no cumplían por completo.
Resultados de la evaluación de las propiedades sicométricas
En el cuadro 4 se presentan los resultados de la evaluación de las propiedades sicométricas según Norman y Streiner(30) para asegurar que los instrumentos seleccionados cumplían con un nivel mínimo de propiedades sicométricas. Se colocó un signo de acierto en aquellos estudios que presentaron información sobre los criterios establecidos y un signo negativo para aquellos que no lo mencionaron.
DISCUSIÓN
Al menos 9 instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida fueron publicados después de la publicación en 1997 de los resultados de la conferencia "Measuring oral health and quality of life”23, lo que confirma el creciente interés de la profesión odontológica hacia el tema. Pero el idioma de publicación y el origen de los artículos ponen en evidencia que esta área de la salud no ha recibido suficiente atención en la región de Latinoamérica.
En concordancia con lo expresado por Gill M. y Feinstein R.24 en una evaluación de instrumentos para medir calidad de vida, la presente revisión muestra que el desarrollo de cada nuevo instrumento ha pasado a formar parte de un complejo proceso caracterizado por pasos que requieren mucho tiempo y trabajo. Entre ellos, la selección y reducción de ítems, pre-test, evaluación de la reproducibilidad y validez. Pasos todos que desde el punto de vista cuantitativo les han proporcionado propiedades indispensables para la utilización de los mismos.
Sin embargo, la exploración de las propiedades cualitativas de los artículos analizados31-40, en particular la evaluación de la validez de apariencia, no se abocaron a responder la pregunta expuesta por Locker D. et al.15: ¿Qué miden los instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida?
Si bien la presente revisión de la literatura y el análisis resultante de ella muestra un creciente consenso sobre la multidimensionalidad de la medición de la calidad de vida, no refleja claridad ni acuerdo explícitos sobre los términos “calidad de vida” y “salud relacionada a la calidad de vida”, o si los mismos deben ser tomados como conceptos similares o diferentes. Asimismo, la mayoría de los autores no conceptualizaron el constructo a medir y no se presentó realmente coincidencia alguna entre aquellos que lo hicieron.
Otro punto a destacar es que, si bien la mayoría de los artículos mostró una adecuada correlación entre los ítems que componen, las dimensiones de los instrumentos, sólo en dos de los artículos la selección de dichas dimensiones y de los ítems que las componen derivaron de entrevistas y análisis cualitativos32,33. Esto sugiere que la mayoría de los instrumentos siguen centrados en las opiniones profesionales, en vez de que sean los pacientes, como usuarios principales, los que lleven la iniciativa y la creación de los valores que rijan los instrumentos. Mientras estos aspectos no sean atendidos, es probable que las dimensiones medidas no sean las más adecuadas para reflejar las prioridades, percepciones y sistemas más relevantes a los usuarios.
Entre las limitaciones de la presente revisión se cita en primer lugar el componente de subjetividad, posiblemente acentuado en tanto que esta revisión ha sido realizada desde la perspectiva individual en lugar de en equipo de trabajo. Así también, la evaluación de la validez de apariencia puede ser juzgada como frágil y superficial. Sin embargo, la revisión fue llevada a cabo bajo criterios específicos, claramente establecidos y conformados antes de comenzar la revisión. Esto permite minimizar los sesgos respecto de las evaluaciones sobre propiedades sicométricas cuantitativas y cualitativas de los instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida.
En general los problemas de confusión y la falta de consenso sobre el término salud bucodental relacionada a la calidad de vida exigen que el debate que lleva años en medicina se traslade a la odontología para obtener mayor claridad y abarcar los dominios más adecuados en su medición.
Si bien la profesión odontológica ha mostrado un gran avance hacia una medición más integral de las necesidades en salud bucodental de la población, es necesario que pase de centrarse en pacientes enfermos y teorías de discapacidades, a incorporar pacientes sanos y teorías basadas en los recursos y capacidades en sus mediciones de la salud bucodental relacionada a la calidad de vida.
Del mismo modo sigue existiendo el desafío de expandir la utilización de los instrumentos para medir la salud bucodental relacionada a la calidad de vida, que si bien inicialmente presentan propiedades sicométricas adecuadas requieren de validación a través de su uso en poblaciones y contextos diversos. Finalmente, existe una urgente necesidad de realizar investigaciones sobre el tema en países de Latinoamérica y de identificar las escalas o modificarlas para que sean más adecuadas para nuestro contexto y a las características de los sistemas de salud de la región, así como a los aspectos socioeconómicos y culturales de la población.