INTRODUCCIÓN
El uso de drogas ilícitas por adolescentes es preocupante, ya que puede acarrear, a largo plazo, consecuencias devastadoras para el individuo en todos los aspectos de su vida.
Entre los factores posiblemente implicados en el inicio o aumento de consumo de estas sustancias pueden citarse desorganización comunitaria, falta de pertenencia a la vecindad, leyes y normas favorables al consumo de drogas, y fácil acceso a éstas. También se citan familias disgregadas o disfuncionales, el abandono escolar y antecedente de conductas problemáticas y antisociales en edades tempranas; además de amigos y conocidos que consumen drogas1-3.
Los factores asociados a consumo de drogas ilícitas en la población adolescente de áreas marginales y vulnerables podrían diferir de aquellos factores de riesgo para consumo de sustancias ilícitas encontrados en adolescentes de otros estratos sociales.
El objetivo de este reporte es presentar la prevalencia de consumo de drogas ilícitas y factores de riesgo asociados a consumo de drogas en adolescentes en situación de vulnerabilidad que habitan en zonas marginales de área urbana de la capital del país.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio de prevalencia, observacional con componente analítico., retrospectivo realizado de agosto a octubre de 2019, en los barrios San Felipe y Santa Ana de la ciudad de Asunción- Paraguay. Ambas zonas son consideradas con elevados índices de pobreza y marginalidad. La población consistió en adolescentes de 12 a 18 años. El cálculo de tamaño muestral se realizó en base a los datos de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos del Paraguay, que reportan 408 adolescentes en las edades objeto de estudio, en los barrios ribereños de Asunción en el año 2019. En base a dicha población se calculó con 95% de confianza, precisión de 5% y proporción de 3%, resultando un tamaño muestral necesario de 40 sujetos de estudio. Muestreo no probabilístico. Se aplicó encuesta auto administrada con las variables de interés. Para realizar la encuesta, los investigadores acudieron a los domicilios particulares de los adolescentes, solicitando la participación en la investigación. Fueron incluidos todos aquellos que aceptaron participar en el estudio, previo consentimiento de los padres y asentimiento de los encuestados. Cada adolescente decidió libremente el tiempo necesario para responder el cuestionario y se evitó en todo momento realizar preguntas a viva voz, a fin de respetar la confidencialidad de los datos vertidos en la encuesta. El instrumento constó de 15 preguntas, todas ellas de opciones cerradas, las cuales fueron contestadas en presencia del investigador. Luego de ser respondidas, las encuestas fueron selladas y trasportadas de esa manera al centro de investigación. Para el análisis de los resultados se utilizó paquete estadístico SPSS -21 con prueba de Chi cuadrado para asociaciones, considerándose significativo el valor p < 0,05.
Asuntos éticos
El presente protocolo fue aprobado por el Comité de Investigación de Pediatría del Departamento de Pediatría del Hospital Nacional de Itauguá.
RESULTADOS
Luego de excluir siete encuestas por no contar con datos completos, ingresaron al estudio 47 adolescentes.
Las características demográficas se muestran en la tabla 1.
Un total de 15/47 adolescentes reconocen haber consumido drogas ilícitas, correspondiendo al 32% de la población encuestada.
El tipo de droga consumido fue: marihuana cuatro (8,5%), marihuana/ crack dos (4,3%) y crack nueve (19%). Los restantes 32 adolescentes niegan consumo de drogas.
El lugar donde consiguen la droga es principalmente en casa de vecinos nueve (19%), en el propio domicilio uno (2%), boliches cuatro (9%) y a través de amigos uno (2%)
De los que consumen drogas, siete (15%) lo hacen al menos una vez por día, cuatro de ellos (9%) al menos 3 veces al día y los restantes cuatro (9%) más de tres veces por día.
Los motivos alegados para consumo son: sensación de libertad absoluta cuatro (8%), porque lo hacen sus amigos uno (2%), para olvidar problemas tres (6%) y les hace sentir bien siete (15%).
La tolerancia familiar de padres y hermanos para consumo de sustancias ilícitas fue de siete (14%), mientras que los amigos que toleran esta práctica son ocho (17%).
Del total de la población encuestada, 36 (77%), perciben el consumo de drogas como peligroso.
Los consumidores reportaron problemas ocasionados por uso de sustancias. Entre ellos se citan: arresto carcelario dos (4%), participación en asalto seis (12%), violencia contra miembros de su familia tres (6%), internaciones siete (15%), peleas con terceros siete (14%).
Trece (28%) de los adolescentes, también reconocen consumir alcohol.
Los factores asociados al consumo de sustancias ilícitas por el adolescente también fueron estudiados y se evidencian en la tabla 2.
DISCUSIÓN
La etapa de la adolescencia implica grandes cambios físicos, psíquicos, sociales y afectivos que pueden marcar, en forma positiva o no, la vida futura del individuo4.
En esta etapa del desarrollo el adolescente puede ser fácilmente influenciable por el entorno, adoptando conductas que pueden ser de riesgo, en su afán de ser aceptado por la familia, los amigos y la sociedad. Entre las conductas de riesgo que pueden desarrollarse se encuentra la adicción a consumo de drogas5-7.
El informe sobre el consumo de drogas en las Américas 2019 realizado por El Observatorio interamericano sobre Drogas (OID) de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) revela tendencias preocupantes en el consumo de drogas lícitas e ilícitas en los diferentes países; lo que convierte a esta conducta adictiva en un problema de salud pública8.
La preocupación por el uso de drogas ilícitas en la adolescencia se origina en el hecho de que se conoce que las sustancias sicotrópicas pueden dañar el sistema nervioso en forma permanente y a largo plazo. Su consumo por periodos prolongados promueve cambios estructurales y funcionales en el cerebro; este daño, a su vez, favorece la aparición de adicciones, instalando un círculo vicioso difícil de romper9,10.
El abuso continuo de drogas puede ocasionar alteración de los niveles de glucosa, disminución de la perfusión y atrofia cerebral. El sitio anatómico o fisiológico donde ocurre el daño, dependerá de la sustancia química utilizada 11-14.
Además de los efectos deletéreos a nivel del SNC, las drogas pueden ocasionar daño en otros aparatos y sistemas: enfermedades cardíacas, presión arterial alta y trastornos del sueño.
Diversos trabajos locales y mundiales han abordado la problemática del consumo de drogas, realizando encuestas poblacionales en adolescentes y jóvenes escolarizados, con prevalencias variables de consumo según sustancia investigada y país de origen de la investigación. La prevalencia de consumo en dichos estudios varía ente 3 a 6%15-17. Estas prevalencias pertenecen a grupos poblacionales no focalizados en población vulnerable.
En nuestro país, en un estudio realizado por investigadores del Ministerio de Educación y Cultura, la prevalencia de consumo de drogas encontrada fue de 0,3 a 3%, dependiendo de la sustancia consumida18. Dicho estudio no fue focalizado en adolescentes en estado de vulnerabilidad social y económica, lo que explicaría la baja prevalencia encontrada.
Otros autores reportan prevalencias mucho más elevadas, llegando incluso a 48% de consumo, cuando el estudio se realizó en población vulnerable19-21.
En nuestra población de estudio encontramos un 32% de prevalencia de consumo de drogas ilícitas lo cual podría deberse a que la investigación se realizó en zona marginal, tal como lo han hecho otros autores19-21. Esta situación llama la atención sobre la investigación de este fenómeno en área focalizadas en el problema, a fin de realizar intervenciones eficaces que tiendan a solucionarlo, allí donde se conjugan diversos factores de riesgo como parte de su vida cotidiana.
La sustancia que más se consume en nuestra población es el “crack” (producto de degradación de la cocaína), a diferencia de otros estudios que mencionan a la marihuana en primer lugar22.
No tenemos la certeza de por qué el consumo de esta sustancia es el preferido en nuestra población, pero una explicación podría ser el precio accesible y la alta comercialización del mismo en zonas marginales.
Los factores de riesgo para consumo de sustancias son diversos, entre ellos destacan la tolerancia al uso de drogas por la familia y los pares. Cabe resaltar también otros condicionantes como consumo de alcohol, violencia familiar, abandono escolar 1,23,24.
Entre otros factores de riesgo, también se citan: ambiente familiar, social, escolar, a lo que se suma la búsqueda de emociones, el consumo de tabaco y alcohol por los amigos cercanos y el escaso control parental17. Coincidimos con otros autores estudiosos del tema en la importancia de la familia, ambiente social y consumo de alcohol por el adolescente como factores de riesgo para consumo de drogas ilícitas. 21,25.
La educación familiar y desaprobación para uso de drogas, además de una buena relación familiar, fueron factores protectores para impedir el consumo de sustancias, según otros autores19,23.
En nuestra población de estudio, uno de los factores de riesgo para consumo de drogas fue, claramente, el consumo familiar y la tolerancia hacia el consumo por otros miembros de la familia, coincidiendo con los autores precitados.
La prevalencia real de consumo de drogas por adolescentes que viven en áreas marginales, y los factores de riesgo que los impelen al uso de dichas sustancias no han sido suficientemente investigados, siendo estos temas difíciles de ser abordados por las diferentes aristas que lo componen, y donde las intervenciones serán difíciles de realizar ya que precisan de políticas públicas definidas y dirigidas no sólo a combatir el microtráfico de estupefacientes, sino también a combatir las otras variables socio-económicas y ambientales que las originan.
En nuestra población ser de sexo masculino, el abandono escolar y consumo de alcohol por el adolescente y drogas por los padres son factores de riesgo para consumo de drogas ilícitas.
Nuestra prevalencia de consumo es similar a la reportada en otros estudios enfocados a adolescentes que viven en un ambiente marginal donde los factores de riesgo citados se encuentran exacerbados y forman parte de su vida cotidiana, a lo que se agrega fácil acceso a drogas ilícitas.
Debilidades del estudio
La escasa población podría arrojar algunos factores de riesgo falsamente positivos. Al ser una encuesta sobre un tema considerado “tabú”, los datos podrían estar sub reportados.
CONCLUSIONES
Un tercio de la población estudiada reveló que consumen drogas al menos una vez al día. El sitio de adquisición de la droga es en el entorno ambiental cercano (vecino, familia)
Los problemas ocasionados por el consumo de drogas son principalmente protagonizar actos violentos e internaciones por exceso de consumo.
Los factores asociados al consumo en nuestra población fueron: pertenecer al sexo masculino, consumo de drogas por familiares, abandono escolar, y consumo de alcohol por el adolescente.