INTRODUCCION
La aparición de los dispositivos móviles digitales (teléfonos inteligentes y tablet) ha supuesto un cambio importantísimo en los hábitos de conducta y de comunicación de las personas y han convertido en el epicentro del interés de una gran mayoría de niños y jóvenes. En concreto, son las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales las que polarizan su interés, hasta el punto que el VI Estudio anual de Redes Sociales, de enero de 2015, indica que el 97% de los jóvenes entre 14 y 17 años usa estas aplicaciones a diario1.
En Paraguay, el 77 % de los niños y jóvenes que tienen entre 8 y 18 años cuentan con un aparato celular propio. El 14 % usa el teléfono de sus padres, el 2 % utiliza el de sus hermanos, el 2 % usa el de algún amigo o compañero, y solo el 5 % no utiliza aparatos electrónicos2. En el 2017 la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (Senatics) realizó una encuesta sobre el uso de internet en Paraguay. Los datos fueron que el 43,2% de los encuestados declararon tener una conexión a internet en el hogar, mientras que el 94,2% comentó que tiene teléfonos celulares inteligentes (smartphones)3.
Los niños y adolescentes menores de 18 años representan aproximadamente uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo. Por otro lado los defectos de refracción no corregidos son la principal causa de discapacidad visual4). La OMS mediante la iniciativa del programa VISION 20/20, busca la disminución de la ceguera evitable a través de la detección precoz en la edad escolar. Teniendo en cuenta que para el desarrollo de los defectos refractivos influyen factores externos modificables, se debería tener como objetivo la prevención, atención y tratamiento oportuno4.
En la población entre 9 y 14 años con miopía, se ha reportado que el tiempo dedicado a la lectura y escritura se relaciona significativamente con la progresión de miopía5. En un estudio en adultos se encontró que la exposición al uso de computadora más de 30 h/semana incrementa el riesgo de desarrollo o progresión de la miopía6. También se corroboro una menor incidencia de desarrollo de miopía en jóvenes que realizaron actividades al aire libre5.
El objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de alteraciones de la visión y su relación con la utilización de aparatos electrónicos en adolescentes de dos escuelas de San Lorenzo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional, descriptivo, prospectivo, con componente analítico. Fueron incluidos Adolescentes de 12 a 18 años de edad de dos escuelas de San Lorenzo de octubre a diciembre del 2018. Se excluyeron aquellos que presentaban patologías oculares que podrían dificultar la realización del Test de Snellen. El muestreo fue no probabilístico de casos consecutivos. El Reclutamiento se realizó de la siguiente manera: se seleccionaron dos escuelas públicas de la Ciudad de San Lorenzo; la escuela Mcal. José Feliz Estigarribia Nro. 276 y la escuela San Antonio Fe y Alegría. Previa autorización de los directivos de dichos centros educativos, se solicitó el consentimiento informado por escrito a los padres o encargados y consentimiento verbal de los participantes, se recogieron los datos por medio de una encuesta cerrada que proporciono información sobre uso de aparatos electrónicos y síntomas oculares. Posteriormente una de las investigadoras midió la visión por medio de la Tabla de Snellen. La evaluación se realizó individualmente, ambos ojos por separado y con anteojos los que ya lo utilizaban. La aplicación de la Tabla de Snellen se realizó en una habitación con buena iluminación y ventilación y a 6 metros de distancia. Posteriormente los participantes con la prueba alterada, fueron citados al consultorio oftalmológico para su evaluación con el especialista. Las Variables estudiadas fueron: Edad, sexo, antecedentes de consulta previa, antecedente familiar, la visión, actividades al aire libre, tipo y tiempo de uso de aparato electrónico, horas de sueño, uso de redes sociales, síntomas oculares, dificultad para la visión lejana y cercana, tiempo dedicado a las tareas escolares y a la lectura. En relación al cálculo de tamaño de muestra, para un intervalo de confianza de 95% y una amplitud de 0.10, se incluyeron a 300 adolescentes de 12 a 18 años de edad, que fueron seleccionados en forma aleatoria de las escuelas participantes. Los datos fueron analizados en el sistema SPSSV 21, las variables cualitativas, fueron expresadas en porcentajes y las cuantitativas en medianas con rangos intercuartilicos La relación entre variables cualitativas se realizó utilizando la prueba de Chi cuadrado y el Test de Fisher y entre las variables cuantitativas por la U de Mann Whitney. Se respetaron los principios éticos de Autonomía, ya que para el ingreso de los pacientes al estudio se solicitó el consentimiento informado por escrito, tanto de sus padres como de los adolescentes. Beneficencia, la inclusión de los pacientes en el estudio no constituyó ningún riesgo para los mismos. Justicia, todos los pacientes tuvieron la misma oportunidad de ingresar al estudio sin discriminación de ninguna clase. El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética institucional.
RESULTADOS
Cumplieron los criterios de inclusión 300 adolescentes. Los datos demográficos, así como evaluación oftalmológica previa, antecedentes familiares y porcentaje de alteración del test de Snellen practicado en la escuela se encuentra en la Tabla 1.
Edad (mediana-P25-P75) | 14 (13-16) |
Sexo femenino | N (%) 176 (58.7) |
Sin evaluación oftalmológica previa | 194 (64,6) |
Test Snellen Alterado | 22 (7,3) |
Antecedentes familiares de utilización de anteojos | 104 (34,6) |
En el grupo de adolescentes que no habían tenido antes evaluación oftalmológica, tenían visión alterada en el 6,3% (19/194), frente al 1% (3/106) de aquellos que fueron evaluados alguna vez.
Los adolescentes con antecedentes familiares de uso de anteojos (n= 104), el 5,6% (17/104) presentaron alteración de la visión frente al 1,6% /5/114) en el grupo sin dichos antecedentes familiares p= 0,0001 (Test de Fisher)
En cada grupo con y sin visión alterada detectada por la prueba de Snellen, se analizaron las horas de uso de diario de aparatos electrónicos, las dedicadas a tareas no académicas y horas al aire libre. Tabla 2.
Visión Normal n=278 | Visión alterada n= 22 p | |||||
Horas de uso aparatos electrónicos Mediana (P25-P75) | 4 (1-10) | 8 (6 - 15) 0,0001 1 | ||||
Tiempo de tareas no académicas Mediana (P25- P75) | 2 (1-5) | 3 (1-5) 1 | 0,0001 1 | |||
Horas al aire libre Mediana (P25- P75) | 4 (1-10) | 2 (1-4) 1 | 0,0001 1 |
1 = U Mann Whitney
Los 22 participantes con el test de Snellen alterado, 17 fueron evaluados por la oftalmopediatra. Las patologías encontradas están en la Tabla 3.
n | % | |
---|---|---|
Astigmatismo | 6 | 27,2 |
Miopía | 5 | 22,7 |
Ambliopía | 2 | 9 |
Toxoplasmosis activa | 1 | 4,5 |
Sano | 3 | 13,6 |
No Acude | 5 | 22,7 |
Total | 22 | 100 |
Se indago sobre el uso de redes sociales. El 100% de los adolescentes las utilizaba. El 68,3% (190/278) tenían más de una, el 24% (67/278) utilizaban solo WhatsApp, el 5,8% (16/278) Facebook y el 1,7% (5/278) Instagram.
DISCUSIÓN
Con este estudio la frecuencia de alteración de la visión diagnosticada mediante el Test de Snellen es ligeramente superior a lo reportado por Molina y colaboradores realizado en la escuela primaria Ignacio Agramonte en el 2015 donde informa un valor del 2 al 5%6.
Se observó que aquellos adolescentes con alteración de la visión utilizaban más horas de aparatos electrónicos y más de una red social diariamente; este hallazgo es significativo comparando con aquellos que presentaban visión normal, esta cuestión se ajusta al VI estudio anual de redes sociales realizado en enero del 2015 donde se indica que el 97% de los jóvenes utilizan estas aplicaciones en forma diaria1.
En un estudio realizado por la Senatic en donde se evaluó las costumbres de uso de TIC en adolescentes, se encontró que 77% de niños y jóvenes contaban con un celular propio2, en el presente estudio todos los pacientes que tenían la visión disminuida contaban también con un celular propio.
Aquellos adolescentes que tenían más actividades al aire libre presentaban menos síntomas oculares y visión normal comparando con aquellos que tenían menos actividades al aire libre, siendo este hallazgo estadísticamente significativo. Los síntomas oculares que se describen, se relacionan con el uso de la visión cercana. Este factor ha sido estudiado en diferentes investigaciones donde se demuestra una relación directa entre el tiempo dedicado a trabajos en visión próxima y la aparición de síntomas, especialmente en el inicio de miopía o de su progresión6,7,8. Se vio además que los adolescentes con visión disminuida dedicaban mayor cantidad de horas diarias a tareas fuera del horario académico, coincidiendo esto con la literatura7.
Se vio que la mediana de edad de los pacientes con alteración de la visión fue de 14 años, con un predominio del sexo femenino dato concordante con otros trabajos8.
Un dato llamativo fue que 7 de cada 10 adolescentes no habían consultado con un oftalmólogo previamente. Ninguno de los adolescentes evaluados en el servicio de oftalmología tuvo anteriormente una evaluación oftalmológica, considerando que el hospital se encuentra en una zona cercana a la escuela y la consulta es gratuita. Esto evidencia la falta de control precoz, incluso existiendo antecedentes familiares de 1er grado con uso de anteojos hecho este que debería alertar a los padres para realizar una consulta antes de que existan síntomas. Los factores hereditarios influyen en el estado refractivo de los pacientes. En el presente estudio 1 de cada 3 pacientes tenia familiares con antecedente de uso de anteojos, cuyo dato es concordante con la literatura en cuanto a factores hereditarios9.
Aquellos detectados con visión disminuida presentaron en un alto porcentaje síntomas oculares, principalmente errores refractivos en el hallazgo oftalmológico que coincide con los trabajos reportados en donde los síntomas oculares se asocian con estos8. Se encontró que el defecto de refracción más frecuente fue el astigmatismo que coincide con Jiménez, Hernández, en un estudio sobre la ambliopía en escolares en el municipio de Caimito en Cuba del 20139; también con Arellano y colaboradores en el artículo sobre problemas refractivos en estudiantes de medicina en Chimborazo- Ecuador del año 20137.
Entre los diagnósticos encontrados, pudo detectarse como hallazgo casual un adolescente diagnosticado con toxoplasmosis activa en el ojo de menor visión. En un estudio previo realizado por una de las autoras, en el mismo hospital donde se realizó el presente trabajo, se encontró una prevalencia de toxoplasmosis ocular del 0,8 % en un periodo de 3 años (2011 -2015), todos en etapa tardía y con graves lesiones de corioretinitis10.
Tras los diagnósticos establecidos se indicaron anteojos en los adolescentes que lo necesitaban. El paciente con toxoplasmosis activa se derivó al servicio de infectología para tratamiento y seguimiento conjunto con oftalmología.
Este estudio tiene la limitación de incluir una muestra que no representa a la población de adolescentes del país. Es necesario realizar un estudio con mayor numero de pacientes, para una mejor evaluación del impacto de la utilización frecuente de los dispositivos electrónicos, sobre la salud visual Sin embargo, destaca la necesidad de detección de alteración de la visión por medio de medición de la agudeza visual a través del test de Snellen en las escuelas y colegios, que podría realizarse por los maestros, previa capacitación, con el fin de detección oportuna de los vicios de refracción en los niños y adolescentes, ya que se vio que la frecuencia de consulta para control oftalmológico es muy baja, a pesar de contar con un servicio de oftalmología en su localidad. La realización de tamizaje en las escuelas contribuirá a disminuir la incidencia de alteración en la visión.
CONCLUSIÓN
La frecuencia de alteración de la visión en los adolescentes es de 7,3%. Los adolescentes con una visión alterada tuvieron más horas diarias de utilización de aparatos electrónicos, todos utilizaban más de una red social en forma diaria y se observó que la mediana de horas que pasaban al aire libre fue menor en los mismos.