La hiperbilirrubinemia es muy común en los neonatos. En un gran porcentaje de casos no requiere tratamiento1. Sin embargo, un grupo de neonatos pueden desarrollar hiperbilirrubinemia severa, que necesitara tratamiento por sus potenciales complicaciones; la encefalopatía bilirrubinica aguda, la cual puede o no evolucionar hacia una forma crónica (Kernicterus). Entre estos extremos se encuentra toda una afectación del sistema nervioso central conocido como disfunción neurológica inducida por bilirrubina (BIND, por sus siglas en ingles) que puede producir diversos grados de discapacidad2,3.
Se han elaborado diferentes guías de manejo neonatal al alta con el objetivo de identificar a los neonatos en riesgo de desarrollar hiperbilirrubinemia severa para evitar el diagnóstico tardío. Todas recomiendan la evaluación de la bilirrubina antes del alta del neonato4,5. Basado en los niveles de bilirrubinemia al alta y relacionadolo con la edad en días de los neonatos, Bhutani y cols. elaboraron un nomograma con el objetivo de identificar aquellos en riesgo de desarrollar hiperbilirrubinemia severa6. Hay evidencias que con la implementación de las guías de manejo la incidencia de hiperbilirrubinemia severa disminuyó7. La búsqueda visual de ictericia, no es un método fiable, de manera que la medición de la bilirrubina sérica (Bs) constituyó por mucho tiempo en la única forma de determinar los niveles. Esta acción implicaba la recolección de sangre vía punción venosa o capilar a nivel del talón, por medio de un procedimiento invasivo y doloroso para el recién nacido5,8.
La introducción de la medición transcutánea de la bilirrubina (BTc) en el año 1980 constituyó sin duda un avance importante en el manejo neonatal, disminuyendo el número de venopunciones y también los costos9,10. Es un instrumento no invasivo que con el tiempo se ha ido incorporando los avances tecnológicos para mejorar la fiabilidad y precisión del instrumento. Numerosos reportes han demostrado sus ventajas, seguridad y técnica. Existen en el mercado variaciones en cuanto a la técnica, principio de acción, lugar de la toma entre otros. Yamana y cols. en Japón demostraron que los valores más fiables utilizando el Bilicare TM se obtiene tomando a nivel de la fosa escafoides11.
La medición de la BTc se ha utilizado asociada con la Bs junto con la medición del monóxido de carbono al final de la respiración (ETCO, por sus siglas en inglés), permitió identificar a los pacientes con hemolisis en forma precoz12.
Sin embargo, a pesar de las ventajas aún no se ha generalizado su uso. En este número de la revista Pediatría, la Dra. Alfieri y cols. presentan los resultados de la implementación de un BTc (Bilicare TM) como screening de la bilirrubina en neonatos nacidos en un hospital universitario de acceso público. Encontraron una moderada correlación con los niveles séricos de bilirrubina tomados 30 min después de la determinación transcutánea. Este constituye el primer estudio de implementación de esta importante herramienta en el manejo neonatal en el país. Recientemente Chokemungmeepisarn P y cols. en un estudio en neonatos mayores de 35 semanas de edad gestacional Tailandia utilizando Bilicare TM y bilirrubina sérica 30 minutos después, similar a la técnica utilizada por Alfieri y cols. en Paraguay, encontraron una correlación r= 0,84. El punto de corte +3 mg/dl mostro una sensibilidad del 100% con la bilirrubina sérica y detecto con una precisión del 92,5% a los neonatos con hiperbilirrubinemia que necesitaron fototerapia13.
Actualmente la medición de la BTc se implementa en pretérminos, como screening o en la unidad de cuidados intensivos neonatales para evaluar la necesidad de extraer sangre para la determinación sérica. La utilización en pacientes con fototerapia está en estudio, pero los resultados preliminares son alentadores14-16.
En Paraguay no se dispone de datos a nivel país de la prevalencia de hiperbilirrubinemia severa, así como de afectación neurológica atribuible a la hiperbilirrubinemia. En el año 2005 la Dra. Benitez Leite y cols, realizó una encuesta en Asunción a profesionales médicos que realizan atención inmediata del recién nacido, (pediatras y neonatólogos) con el objetivo de evaluar el conocimiento de la guías de manejo de la hiperbilirrubinemia de la Academia Americana de Pediatría (APP) publicada el año anterior. Solo el 16% de los encuestados manifestaron haberla leído. La evaluación de la ictericia al alta lo realizaban solo el 16% de los encuestados17.
Es imperativo que las maternidades del país puedan así adherirse a las recomendaciones basadas en evidencias de realizar el screening del riesgo de hiperbilirrubinemia a todos los neonatos antes del alta hospitalaria, con una herramienta segura y fiable como el bilirrubinometro transcutáneo.