INTRODUCCIÓN
La innovación desempeña un papel fundamental en el crecimiento sostenible de la economía global (Botella y Suárez, 2012). Se manifiesta como un sistema dinámico y complejo que surge de interacciones dentro y entre empresas, así como con la tecnología (Hernández-Barahona et al., 2022).
En el ámbito del desarrollo humano, se subraya la importancia de integrar la innovación como un componente esencial en el comportamiento, cuyo cambio resulta de la interacción con demandas y recursos que promueven el compromiso (Carr et al., 2016; Kwon y Kim, 2020). A pesar de la extensa literatura existente sobre innovación, su concepto ha adquirido cierta ambigüedad (Kahn, 2018). La falta de una orientación clara hacia la innovación en diferentes sectores por parte de algunos innovadores ha llevado a que la implementación de este factor no alcance las expectativas deseadas (Vera et al., 2019).
El desarrollo de innovaciones entre distintas regiones del mundo genera brechas significativas entre países al aplicar sistemas globales de medición (Baca, 2019; Grajales y Osorno, 2019). Debido a esto, el término innovación y su aplicación deben definirse dentro de fronteras científicas asociadas a contextos territoriales específicos (Vernaza et al., 2020). La gestión y desarrollo de la innovación tienen implicaciones distintas según las condiciones socioeconómicas de cada país, ya sea desarrollado o en vías de desarrollo. Hamel (2006) destaca que la gestión de la innovación se vuelve una ventaja duradera cuando cumple con al menos una de tres condiciones: basarse en un principio novedoso que desafíe la ortodoxia de gestión, ser sistémica al abarcar diversos procesos y métodos, y formar parte de un programa continuo de invención donde el progreso se acumula con el tiempo.
En el ámbito turístico, la innovación es un tema de creciente interés y complejidad (Camisón y Monfort-Mir, 2012; Hjalager, 2010, 2015; Martínez-Román et al., 2015; Plyusnina y Ruban, 2017; De Larrea et al., 2021). En destinos turísticos, el desarrollo de nuevos productos y servicios se vuelve crucial para la competitividad. Sánchez et al. (2021) destacan que la oferta y demanda turística evolucionan constantemente, requiriendo propuestas innovadoras para captar la atención de los mercados.
La capacidad de innovar, es clave también para el marketing, sobre todo, al tiempo de promocionar el destino desde un enfoque experiencial (Hernández et al., 2020) donde las aportaciones de la demanda pueden aparecer de forma disruptiva (Fernández et al., 2017) y tienden a incentivar la innovación sobre todo en regiones como América Latina (AL) (Pietrobelli et al., 2018).
Esta investigación busca reforzar la necesidad de establecer un modelo de innovación regional con indicadores adaptados a la realidad de los destinos en la región. Se basa en el análisis del estado actual de la innovación en América Latina, considerando avances, desafíos estructurales y la perspectiva de innovación en destinos turísticos. El resultado es la propuesta de un modelo regional con indicadores específicos para medir la innovación. Este aporte científico presenta una propuesta teórica y sistémica con el objetivo de potenciar las capacidades innovadoras de los destinos turísticos en América Latina, adoptando un enfoque territorial regional.
METODOLOGÍA
El presente estudio se fundamentó en un enfoque cuali y cuantitativo, transversal, descriptivo y exploratorio. En cuanto a los aspectos cualitativos, se llevó a cabo una revisión de literatura, mientras que los aspectos cuantitativos se aplicó una encuesta dirigida a expertos.
La investigación se basa en una revisión bibliográfica realizada entre el 2022 y 2023. Se examinaron documentos en revistas de gran impacto (Scopus, Web of Science y Google Scholar), así como documentos oficiales, sitios web y artículos regionales relacionados con el tema. Se utilizó la estrategia de García (2022) que consta de cinco criterios: idioma, confiabilidad, campo de investigación, tema específico y dimensión temporal (ver tabla 1).
Y se aplicó el modelo de Integrative Literature Review (ILR) desarrollado por Torraco (2005) (ver figura 1). Se formularon preguntas clave para responder: ¿Cuál es el concepto y enfoque de la innovación en América Latina?, ¿Cuáles son los factores que representan las brechas más significativas en innovación en América Latina, en comparación con otras regiones globales? y ¿Qué elementos integran los modelos de gestión de la innovación en los destinos turísticos y cómo se relacionan entre sí?
Criterio | Aplicabilidad en el estudio |
Idioma | Inglés y español |
Fuente | Artículos científicos (principalmente de base de datos indexadas en Scopus, Web of Science y Google Scholar), tesis doctorales, capítulos de libro, informes técnicos de organismos oficiales, y una búsqueda complementaria en revistas especializadas de impacto regional para comprender la realidad del tema, de acuerdo con el área de estudio. |
Campo de investigación | Documentos que abordan la innovación en el campo de las ciencias sociales. |
Tema | Las fuentes consultadas, deben relacionarse específicamente a la innovación en el turismo o empresas relacionadas con este sector, bajo el contexto de AL. |
Dimensión temporal | Debido a la naturaleza de evolución constante de la variable innovación, se consideraron los documentos publicados en los últimos 10 años. |
Fuente: Elaborado a partir de García (2022)
Se seleccionaron 7 expertos a través del método Delphi mediante los coeficientes de conocimiento (Kc) y de argumentación (Ka). Se validaron los indicadores mediante dos rondas de preguntas a expertos. La primera evaluó cualitativamente la pertinencia, basándose en la literatura y aportes de expertos. Y la segunda, una evaluación cuantitativa (1=mínima a 10=máxima relevancia) en 42 indicadores en relación con América Latina. Se empleó las estadísticas mediante el SPSS v23. Finalmente, se preservó el anonimato de los expertos involucrados.
RESULTADOS
La innovación en América Latina: un estado de la cuestión
La literatura científica relacionada a la innovación en AL es todavía incipiente, sobre todo en artículos de impacto mundial, los cuales contrastan los esfuerzos de gestión y medición desde un enfoque comparativo global. Por esta razón, los datos fiables que permiten levantar una línea base sobre los avances en materia innovación dentro de esta región, se encuentran -en gran medida- en reportes de organismos oficiales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Foro Económico Mundial (WEF), el Índice Global de Innovación GII, y el Banco Mundial.
En efecto, la gestión de la innovación en AL, se presenta de manera distinta a las de otras regiones del mundo en la literatura científica, y el enfoque de sus sistemas, prevalece en los ámbitos de la investigación y la transferencia de tecnología, con profundas limitaciones en la dimensión de desarrollo. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL (2021), la región aún mantiene una escasa inversión en I+D, y pese a los avances en la institucionalidad pública y de apoyo, las políticas a favor de la ciencia, la tecnología y la innovación, no trascienden en el desarrollo productivo y social. Por ejemplo, desde inicios del segundo milenio, Asia Pacífico lideró el crecimiento mundial gracias a la inclusión de la innovación como política central de desarrollo, mientras en AL y el Caribe, las innovaciones se vieron estancadas (Qureshi et al., 2021), debido a que, aún les resulta complejo a los países en vía de desarrollo, lograr avances en sus sistemas de innovación (Olavarrieta y Villena, 2014; Nunes et al., 2022).
Según Fernández (2017), los procesos relacionados con la innovación y el financiamiento en I+D (investigación más desarrollo) en esta región del mundo, son liderados por la empresa; sin embargo, la mayoría de ellas, presenta un nivel muy bajo o la inexistencia total de niveles de innovación. Esta afirmación se relaciona con los hallazgos previos de Botella y Suárez (2012) quienes indicaron que la inversión en I+D+i (Investigación + Desarrollo + innovación) en AL, se sitúa por debajo de la media poblacional, su peso económico y nivel de desarrollo. Es claro, que el panorama regional se mantiene, y que los avances en materia de innovación, les resulta una tarea compleja para los países de la región (CEPAL, 2021).
Aboal et al. (2015) afirman que el enfoque latinoamericano es principalmente de adopción, adaptación y asimilación de innovaciones extranjeras, sobre todo de tipo incremental, es decir, resultan novedosas para las empresas y los países en vía de desarrollo, sin que esto signifique, una innovación para otras regiones del mundo. En este sentido, la comprensión del concepto de innovación en esta región, aún se encuentra en un estado de construcción. Hasta ahora, su utilidad es infravalorada en la conformación de políticas públicas por parte de las instituciones competentes, aun cuando la evidencia científica, la plantea como un elemento determinante para alcanzar el desarrollo territorial (Castellacci y Natera, 2011; Qureshi et al., 2021).
En términos de medición, las capacidades de la innovación en AL, han estado históricamente sujetas a evaluación con indicadores internacionales (Quintero et al., 2021). Hasta ahora, las principales limitaciones de la región en materia de innovación, se concentran en la formación del recurso humano, el desarrollo e impactos de la investigación y aspectos institucionales (Aguilar-Barceló e Higuera-Cota, 2019). Estas barreras se presentan de forma transversal en los diversos sectores generadores de ingresos en la región. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, 2022) de las 18 economías de ALyC, Chile ocupó el primer lugar en el 2021, y se encuentra en el puesto 53 del GII (Índice Global de Innovación). Sin embargo, es importante hacer énfasis en el hecho de que, esa posición en el ranking mundial, no se relaciona directamente al campo turístico, sino a la calificación obtenida en base a indicadores de los diversos sectores que sostienen sus economías.
En este contexto, desde inicios del siglo XX, AL viene arrastrando un déficit en la generación de innovaciones debido a las limitaciones científicas y tecnológicas del capital humano y la baja inversión (tres veces menor a la de la Unión Europea que bordea el 0,07% del PIB) ralentizando el crecimiento del sector empresarial, y particularmente el sector de los servicios donde se observa un bajo nivel de competitividad, sumado al débil sistema de protección de patentes (Banco Mundial en América Latina y el Caribe, 2013). Sin duda, la inversión público-privada en I+D, es clave para acortar la brecha entre AL y otras regiones del mundo, líderes en el ámbito de la innovación. Aunque se ha avanzado en este tema, en Latinoamérica aún existen grandes deficiencias en la calidad de su gestión (Chevalier, 2020), al tiempo que, unos países se observan mayormente comprometidos que otros, por ejemplo, Statista (2022) reportó con fuente en el GII, que los países líderes en el ranking de innovación en AL son, Chile, México y Costa Rica.
Enfrentar los desafíos en el desarrollo de las capacidades innovadoras, depende en gran medida de la existencia de un Sistema Regional de Innovación (SRI) que fortalezca principalmente la gestión de la innovación turística de los destinos desde la política pública. Los SRI deben ser una prioridad. Por otra parte, es imperativa la necesidad de unir esfuerzos para lograr mejores resultados en este campo, de hecho, aunque el enfoque de innovación en AL se comprenda principalmente bajo el criterio de adopción de nuevas tecnologías, la CEPAL (2019) reconoce la cooperación internacional como un componente clave para el desarrollo tecnológico en las medianas y pequeñas empresas (MiPymes) de esta región del mundo. Es claro entonces que el ecosistema innovador en AL es superfluo, es decir, no predomina el desarrollo de las innovaciones (tecnológicas y no tecnológicas) sino su adopción, asimilación y adaptación.
Modelos de Gestión de la Innovación en Destinos Turísticos: Un enfoque regional para América Latina
La gestión de la innovación turística en los destinos con un enfoque integral se presenta de forma compleja y poco estudiada en la literatura científica. Sin embargo, en los últimos años, se ha convertido en una importante línea de investigación para el desarrollo del sector (Camisón y Monfort-Mir, 2012; Hjalager, 2010, 2015; Martínez-Román et al., 2015; Plyusnina y Ruban, 2017; De Larrea et al., 2021). De hecho, el estudio de la innovación en la literatura científica tiende a concurrir mayormente en la gestión de los llamados Destinos Turísticos Inteligentes (DTI) (Sigalat-Signes et al., 2020) que se apoya principalmente en el uso eficiente de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), es decir, la innovación centrada principalmente en el desarrollo de las capacidades tecnológicas del destino (Trunfio y Campana, 2019; Williams et al., 2020).
En contraste a esa corriente de interpretación, las implicaciones generales de este término, traspasan las fronteras tecnológicas para el mejoramiento o introducción de nuevos procesos y servicios, abordando aspectos sociales, organizacionales y de mercadotecnia. Por ejemplo, Gardiner y Scott (2018) presentan un enfoque de negocios para la gestión de la innovación en los destinos basado en la conjugación de los mercados y experiencias nuevas y existentes. En efecto, Bagiran (2018), plantea la idea de que, los destinos también pueden ser comprendidos como sistemas locales de innovación, donde el conocimiento de los involucrados internos puede desempeñar un papel importante en su conformación y evolución como producto turístico. Esta aseveración, reafirma el Modelo de Innovación Turística Local propuesto por Prats et al. (2008) que sitúa el territorio como el punto de partida para la gestión y el destino de los impactos generados, el modelo se representa en cuatro bloques claves; (1) los agentes turísticos que deben estar integrados por empresas turísticas, la administración pública, los centros de investigación y formación y la comunidad local en conjunto con algunos agentes externos y de soporte; (2) los elementos relacionales que se dividen por una parte en la estructura relacional restringida a las conexiones internas del destino o sistema y por otra parte, la calidad de los vínculos relacionales entre los actores; (3) el macroentorno conformado por cinco dimensiones (política, económica, tecnológica, social, histórica); (4) los impactos, los cuales son fuertemente condicionado por la calidad de los elementos que conforman los tres bloques anteriores y determinan la efectividad en la generación de conocimientos y las capacidades de innovar logrando una ventaja competitiva que propicie la riqueza colectiva y garantice la sostenibilidad del destino.
Vera et al. (2019) presentan un modelo basado en la combinación armónica de las áreas de innovación, dimensiones temporales y sectoriales. Aunque el modelo puede presentar limitaciones en cuanto a sus componentes, resalta la importancia de gestionar la innovación no solo para el disfrute del visitante in-situ durante su permanencia en el destino, sino también la conexión previa con él y el seguimiento de la experiencia en el contexto post visita. En el contexto territorial de AL, las capacidades de innovación de los países son muy limitadas y desiguales, como se lo ha discutido anteriormente, lo cual debe ser considerado al momento de planificar un sistema local que permita innovar, por lo cual, es necesario integrar elementos de carácter regional para su gestión.
En este epígrafe, se ha hecho énfasis en la necesidad de combinar aspectos regionales y locales para la gestión de la innovación en los destinos turísticos de AL. Los aportes teóricos realizados en los modelos analizados, ponen en contexto la necesidad de incorporar aspectos supraterritoriales relacionados con el macroentorno, para el fortalecimiento de la institucionalidad y la cooperación internacional, como base para el desarrollo de los sistemas locales de innovación (microentorno), sin dejar de lado la evaluación de los impactos generados sobre el destino al momento de su implementación. En este contexto, en el presente artículo se propone la integración de estos criterios en un modelo regional para la gestión de la innovación en destinos turísticos de AL (MRGIDT-AL).
El MRGIDT-AL se compone de tres bloques, el primero es el macroentorno sobre el cual se deben desarrollar las capacidades regionales mediante herramientas de cambio que fortalezcan la institucionalidad y promueva acuerdos para la cooperación internacional, la elaboración de manuales y guías para la gestión, la formación del talento humano, así como el desarrollo y la asimilación de nuevas tecnologías. El segundo bloque se centra en el microentorno como un sistema local de innovación considerando como aspecto clave la visita, para la cual se debe innovar en las dimensiones de producto y procesos en tres etapas esenciales (antes, durante y después). Finalmente, el tercer bloque orienta la evaluación de los impactos generados en los dos bloques anteriores, mediante un sistema de indicadores (ver figura 2).
Sistema de indicadores para la evaluación de los impactos de la gestión de la innovación en los destinos turísticos de AL
Los indicadores son herramientas de medición de desempeño e impactos, en este sentido, deben ser claros y de fácil comprensión (Pérez, 2002) y deben ser correctamente definidos en cuanto al contexto de medición, así como al objeto de estudio (Heath, 2012). En este estudio, la identificación de los indicadores se desarrolla a partir del sistema de indicadores propuestos por Vera et al. (2019) el cual ofrece una perspectiva de la medición de innovación tecnológica de un territorio a través de un sistema de indicadores, el cual ha sido enriquecido con otros aportes como el Manual de Oslo 4ta edición (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico [OECD] y Eurostat, 2018), Sistema Europeo de Indicadores Turísticos (ETIS) (Comisión Europea, 2016), Gestión sostenible de destinos turísticos: la implementación de un sistema de indicadores de turismo en los destinos de la provincia de Barcelona (López et al., 2018) y Diseño de un sistema de indicadores, amparado en los 17 objetivos del desarrollo sostenible (ONU) para la creación de un indicador sintético en destinos turísticos litorales (De Oliveira, 2019).
En base a ello se levantaron criterios relacionados a la innovación permitiendo establecer un sistema de indicadores el cual fue sujeto al criterio de expertos para establecer su pertinencia y peso sobre la realidad de los destinos turísticos de AL. La valoración de los expertos en la escala de puntuación (1 [nada importante] y 10 [muy importante]) permitió inicialmente determinar el nivel de relevancia que tiene cada indicador.
La tabla 2 revela que la formación innovadora asociada a nuevos y mejorados procesos y productos ha tenido la media más alta (x̅: 9,00), seguido del uso de las TIC por empresas turísticas (x̅: 8,86) y certificaciones y/o reconocimientos en productos y/o procesos relacionados con la gestión de la innovación turística (x̅: 8,71). La valoración de los indicadores por parte de los expertos exhibe una media superior a 5 en todos los casos, evidenciando así un nivel de importancia relativa en el conjunto de todos los indicadores considerados para la validación. Sin embargo, es importante señalar que la desviación estándar presenta valores superiores a 1, indicando una dispersión amplia de los datos. En el caso de los indicadores, esta dispersión se convierte en una característica flexible para su aplicación.
A partir de los 42 indicadores originalmente propuestos, se determinaron 38 indicadores válidos para evaluar la innovación en destinos turísticos mediante el análisis factorial. Este proceso permitió clasificar la varianza de los indicadores en cinco grupos de componentes, los cuales explican la totalidad de la relación entre ellos. En el primer grupo, se identificó una concentración total del 28,65%, equivalente al 68,21% en las sumas de extracción de cargas al cuadrado (SEC2) y un 38,41% de varianza en la suma de rotación de cargas al cuadrado (SRC2). En el segundo grupo, se observó una concentración total del 6,10%, con una varianza del 14,52% en la SEC2 y una varianza del 37,81% en las SRC2, lo que lo posiciona como un componente significativo. Los demás grupos presentaron concentraciones inferiores al 4% y varianzas por debajo del 8,5% en las SEC2, con una varianza menor al 11% en las SRC2. Por lo tanto, se determinó que los indicadores de estos grupos (3, 4, 5) no son relevantes para el sistema.
Además, en sinergia con los aportes de Vera et al. (2019) y Zambrano y Loor (2022), quienes fundamentan la importancia de la asignación de responsabilidades a los diversos sectores (Gobierno (G), Empresa (E), Academia (A) y Sociedad Civil (SC)) como un elemento necesario para el éxito en la implementación de las actividades de innovación; bajo ese enfoque, se determina la responsabilidad de los diversos sectores, según la naturaleza de cada indicador.
Indicador | Media | σ |
---|---|---|
Certificaciones y / o reconocimientos en productos y / o procesos relacionados con la gestión de la innovación turística. | 8,71 | 1,113 |
Herramientas como Speed Thinking, Design Thinking. | 7,43 | 2,370 |
Convenios Gobierno Empresa-Universidad para el desarrollo de la innovación en el territorio. | 8,57 | 1,988 |
Inversión en I + D + i. | 6,71 | 2,928 |
Empresas que desarrollan alianzas estratégicas con organizaciones prestas a la innovación. | 7,29 | 1,113 |
Desarrollo e implementación de Innovaciones tecnológicas y no tecnológicas. | 7,57 | 1,272 |
Programas de control y aseguramiento de la calidad en el turismo a través de la gestión de la innovación. | 8,29 | 1,380 |
Campañas de marketing para comunicar los valores corporativos y apoyar a los proveedores locales y a los trabajadores. | 7,86 | 2,734 |
Formación innovadora asociada a nuevos y mejorados procesos y productos. | 9,00 | 1,000 |
Uso de las TIC por empresas turísticas. | 8,86 | 1,345 |
Empresas que desarrollan alianzas estratégicas con organizaciones prestas a la innovación. | 6,86 | 1,773 |
Capacidad Tecnológica de las empresas de servicios turísticos. | 7,86 | 2,193 |
Red Wifi con QoS garantizado en lugares públicos de afluencia turística (parques, museos, muelles, etc.) así como en empresas turísticas hoteles, restaurantes, tiendas, etc.) | 8,00 | 2,449 |
Aplicaciones móviles desarrolladas direccionadas con la gestión turística. | 6,57 | 3,457 |
Existencia de Near Field Communication (NFC), Quick Response (QR), Radio Frequency Identification (RFID), en los sitios turísticos del destino. | 7,86 | 2,734 |
Política pública de turismo sostenible | 6,71 | 2,628 |
Datos abiertos (OD). | 6,00 | 2,449 |
Seguimiento de marca y medios a través de redes sociales para conocer la frecuencia de uso. | 6,71 | 2,752 |
Gestión de la innovación en CRM (Gestión de la relación con el cliente) y estrategias de marketing. | 6,71 | 2,628 |
Normas y políticas de planificación que exigen una evaluación del impacto ambiental, económico y social. | 7,00 | 2,309 |
Sistema para hacer el seguimiento, informar al público y responder a problemas de índole ambiental, económica, social, cultural, turística y de derechos humanos. | 7,71 | 2,059 |
Emplear acciones encaminadas para la protección, conservación y gestión de la biodiversidad y de los paisajes locales. | 7,71 | 1,604 |
Grado de información en la plataforma compartida por empresas, organizaciones e Instituciones para facilitar la gestión de la innovación. | 7,14 | 1,864 |
Porcentaje de ahorro logrado con las nuevas tecnologías. | 7,14 | 2,193 |
Las empresas del destino ofrecen iguales oportunidades de empleo y formación, seguridad ocupacional y sueldos justos para todos. | 6,43 | 2,507 |
El destino se encuentra satisfecho por los impactos generados por el turismo. | 7,57 | 2,507 |
Empresas que desarrollan nuevas tecnologías. | 6,57 | 2,820 |
Número de acuerdos para la evaluación de la cooperación entre estos actores clave para la promoción de la innovación. | 6,14 | 2,268 |
Número de innovaciones tecnológicas ejecutadas en el territorio en los últimos 5 años. | 6,43 | 1,718 |
Número de programas liderados por el sector público, privado, academia o la sociedad civil sobre programas de aseguramiento y control de calidad basados en la innovación. | 6,71 | 2,498 |
Número de programas o proyectos registrados vinculados a la innovación. | 7,00 | 1,826 |
Porcentaje de empresas que gestionan sus productos turísticos a través de las TIC. | 7,29 | 2,059 |
El destino utiliza aplicaciones móviles para el seguimiento del tráfico en tiempo real. | 6,57 | 2,936 |
Número de KBPS disponibles flujo por terminal cuando el área está al 20% de su capacidad de usuarios habituales. | 5,71 | 2,870 |
Número de aplicaciones móviles diseñadas para facilitar la interacción del turista con el destino. | 6,29 | 3,352 |
Adquisición de Bienes de Capital, Hardware y/o Software por parte del sector público o empresarial. | 5,86 | 2,673 |
Incorporación de estructuras organizativas modificadas significativamente e implementación de orientaciones estratégicas nuevas o sustancialmente modificadas en organizaciones e instituciones públicas o privadas. | 6,86 | 2,854 |
Introducción al mercado de un producto o servicio turístico nuevo | 7,71 | 2,752 |
Utilizar nuevos equipos, nuevos insumos, nuevas soluciones tecnológicas o nuevo software. Incluye modificaciones en la logística de insumos o de productos terminados (por ejemplo, introducción de GPS o códigos de barra) | 7,00 | 2,887 |
Introducción en la empresa de métodos de venta o distribución nuevos o mejorados de manera significativa con el objetivo de mejorar la satisfacción del cliente, aumentar el nivel de ventas o incursionar en nuevos mercados | 6,29 | 2,928 |
Personal involucrado en actividades I+D | 6,14 | 3,237 |
Capacitaciones ejecutadas con los diversos actores turísticos, orientadas a mejorar la innovación turística en el destino | 6,57 | 3,047 |
Referencia: σ = desviación estándar Fuente: Elaboración propia (2023)
En la tabla 3, se presenta que aquellos con varianza superior a 0,9 puntos se consideran más urgentes y pertenecen a la jerarquía 1; los que tienen un peso entre 0,8 y 0,9 forman la jerarquía 2, destacando por su importancia para la innovación en el destino, aunque su implementación no es inmediata; la jerarquía 3 abarca indicadores con un peso entre 0,7 y 0,8, asignándoles una relevancia aceptable con la posibilidad de implementación a mediano y largo plazo. Es relevante señalar que los indicadores seleccionados provienen de los grupos 1 y 2 que surgieron del análisis factorial y que concentran la mayor varianza.
La jerarquía 1, con 16 indicadores (peso ≥ 0,900) del grupo 1, destaca como la más relevante para evaluar el destino. La jerarquía 2, con 16 indicadores (peso 0,800-0,899), incluye 15 del grupo 1 y 1 del grupo 2. La jerarquía 3, con 6 indicadores (peso 0,700-0,799) del grupo 1, tiene una importancia menor. La distribución de responsabilidades entre gobierno, empresa y academia destaca su rol crucial en la gestión de la innovación turística, mientras que la sociedad civil tiene un papel más pasivo al absorber las innovaciones de los otros sectores, siguiendo la propuesta de Zambrano y Loor (2022).
DISCUSIÓN
Las desigualdades económicas y tecnológicas entre las regiones del mundo se originan en disparidades en la generación de conocimiento de los países. En el ámbito de la innovación, América Latina (AL) muestra una posición débil a nivel global, atribuible a las limitadas capacidades tecnológicas del talento humano y la escasa inversión en I+D en comparación con las regiones desarrolladas, corroborando investigaciones previas (Soumitra y Wunsch, 2020; CEPAL, 2021; Haefner et al., 2021).
La falta de respaldo sólido a proyectos de I+D se atribuye principalmente a la carencia de políticas públicas robustas y a la ausencia de un Sistema Regional de Innovación (SRI) que facilite la cooperación internacional para el desarrollo de las capacidades innovadoras de los países en la región. Desde esta perspectiva, la colaboración internacional en el desarrollo de nuevos productos y procesos, junto con una política pública efectiva para fomentar la innovación, deben sentar las bases de un SRI que aborde principalmente las brechas tecnológicas y la escasa cultura innovadora en la región.
Por otro lado, los escasos avances en el ámbito innovador en AL se manifiestan principalmente en el sector empresarial, destacando la limitada capacidad del gobierno para establecer un ecosistema propicio para la innovación y el desarrollo de infraestructuras tecnológicas. Aunque la gestión de la innovación en un destino depende de la eficiente colaboración de diversos sectores, no solo el empresarial, es evidente que el desarrollo de capacidades innovadoras no ha sido una prioridad en la política pública ni se ha cumplido rigurosamente en ciertos países de la región. En muchos casos, estos desafíos se ven agravados por factores psicosociales, como señalan Zapata-Cantu y González (2021), quienes afirman que la inestabilidad política y la corrupción en AL han sido barreras fundamentales para el progreso en innovación. Además, se suma a estos problemas la deficiente coordinación entre los sectores público y privado, tanto a nivel local como en un contexto supraterritorial.
En el contexto de las habilidades del talento humano, los gestores deben volverse cada vez más competitivos para hacer frente a entornos innovadores altamente dinámicos, tecnologías competidoras y paisajes políticos que experimentan cambios drásticos. Como indican Pagani et al. (2021), el proceso de innovación demanda inversiones y estructuras que no siempre están disponibles en las organizaciones o países de la región, exigiendo así una capacidad de gestión excepcional.
Pese a las profundas brechas existentes en el campo de la innovación entre AL y otras regiones desarrolladas, su lento desarrollo ha sido un tema poco estudiado en la literatura científica bajo un enfoque territorial, acarreando una interpretación distorsionada de su concepto y el estancamiento de las actividades relacionadas con la innovación. En este sentido, el papel de la academia para la efectividad en los procesos de I+D, y la necesidad de que la sociedad civil desarrolle habilidades para la adopción, adaptación y asimilación de nuevas tecnologías y procesos, es vital.
Otro aspecto que se analiza en la investigación aborda la gestión de la innovación en destinos turísticos, reconociéndola como un factor esencial para el desarrollo local, aunque el término sigue siendo -en muchos casos- utilizados sin mayor reflexión, y la ausencia de un marco teórico específico que justifique su aplicación (Hjalager, 2010; Triunfo y Campana, 2019), por esta razón, comprender los factores y las tipologías de innovación en los destinos, representa uno de los principales desafíos no solo para los académicos, sino también para los gestores, quienes deben definir el proceso evolutivo del turismo en la complejidad de la interacción hombre-tecnología (Trunfio y Campana, 2019). En este sentido, la gestión efectiva de la generación de ideas de servicio, el desarrollo de nuevos productos y la prestación creativa de servicios para la innovación es de gran importancia para las empresas de hostelería y turismo (Shin y Perdue, 2022).
En el contexto de esta investigación, el modelo se divide en tres bloques fundamentales. El primer bloque, el macroentorno, se centra en fortalecer las capacidades regionales a través de herramientas de cambio que impulsen la institucionalidad y fomenten acuerdos para la cooperación internacional. Aquí, el SRI adquiere especial relevancia, ya que, como señala Reyes (2022), la institucionalidad vinculada a la ciencia, la tecnología y la innovación no presenta un desarrollo uniforme en los países latinoamericanos, y su integración podría superar las deficiencias regionales de innovación, haciéndolos más competitivos.
El segundo bloque se enfoca en el destino de visita como un microentorno donde se configura un sistema local de innovación, considerando crucial la innovación en las dimensiones de producto y procesos en tres etapas esenciales (antes, durante y después de la visita), según lo planteado por Blanco (2015).
El tercer bloque guía la evaluación a través de un sistema de indicadores. Los dos primeros bloques resaltan los aspectos de gestión, haciendo hincapié en las unidades de gobierno a nivel regional y local para garantizar su correcto funcionamiento, como propone Annamalah et al. (2023) y Szromek et al. (2023). Este bloque se orienta hacia la evaluación de los dos primeros mediante sistemas de medición basados en indicadores, adaptados a la realidad de las capacidades actuales de la región. Los indicadores propuestos en el modelo de gestión del destino se presentan como una alternativa para el crecimiento regional equilibrado de la competitividad en los destinos turísticos, y a su vez, deberán adaptarse periódicamente, de acuerdo con los avances que resulten de la implementación del modelo. En este sentido, los indicadores no solo serán una herramienta de medición, sino que también actuarán como motor de cambio y mejoras para los destinos que los implementen adecuadamente.
La evaluación de los expertos ha llevado a la identificación de 38 indicadores propuestos para evaluar la gestión de la innovación en destinos turísticos de América Latina. No obstante, se observa que la mayoría de estos indicadores están vinculados al componente tecnológico. Esto refuerza la noción de que la innovación turística en América Latina sigue siendo predominantemente entendida desde la perspectiva tecnológica. Este hallazgo está en consonancia con las percepciones de estudiosos del tema, reafirmando así las contribuciones encontradas en la literatura científica y discutidas en este artículo.
El estudio se sustenta con la teoría de Szromek et al. (2023) quien menciona que una de las áreas que enfrentan problemas similares y buscan soluciones innovadoras son los destinos turísticos, es decir, pueblos y ciudades que reciben turistas. Estas soluciones organizativas pueden adoptar diversas formas que inician desde la mejora de los recursos naturales hasta la optimización de los servicios turísticos, con la finalidad de garantizar servicios de calidad que satisfagan las necesidades del mercado, haciendo que las experiencias sean más satisfactorias permitiendo el posicionamiento y la sostenibilidad del destino.
Se concluye que la esencia de estas innovaciones reside en la colaboración estrecha entre diversas partes interesadas que comparten principios fundamentales en la búsqueda de soluciones innovadoras. El enfoque integral presentado en este modelo no solo resulta pertinente para los encargados de la gestión de destinos turísticos, sino también para las autoridades gubernamentales, la academia, las empresas turísticas y privadas, entre otros actores.