INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el campo de investigación sobre la comprensión lectora y el pensamiento crítico ha recibido mucha atención y se ha convertido en un área popular en la psicología cognitiva. Los cognitivistas modernos han desarrollado nuevas tendencias y teorías que proporcionan modelos teóricos para explicar y conceptualizar la comprensión lectora a través de la utilización de un compendio de conceptos relacionados, como el pensamiento crítico, el conocimiento previo, la realización de inferencias y las habilidades metacognitivas (Zabit, 2010).
La literatura indica que no existe un consenso en cuanto a la definición de pensamiento crítico. Minter (2010) manifiesta una multiplicidad y variación de definiciones de pensamiento crítico que reflejan la forma en que los educadores y académicos lo definen. Romeo (2010), por su parte, explicó que falta un marco aceptado para el pensamiento crítico, por lo que no existe una definición teórica ampliamente reconocida y aceptada. Algunos educadores y psicólogos tratan el pensamiento crítico como un concepto limitado, mientras que otros lo ven como un constructo amplio. Para Beyer (1987) el pensamiento crítico en un sentido estricto como pensamiento convergente, en contraste con el pensamiento creativo, que es divergente.
McPeck (1981) concibe el pensamiento crítico como “la propensión y la habilidad para participar en una actividad con escepticismo reflexivo” (p. 8). Ennis (1993) contradice esta definición al afirmar que “el pensamiento crítico debe ir más allá del escepticismo” (p. 180). Así, una de las principales diferencias entre las definiciones de pensamiento crítico de Ennis es que la definición más amplia incluye elementos creativos, pero la más estrecha intentaba excluirlos.
Por su parte, Lewis y Smith (1993) indican que, aunque Ennis no utiliza el término resolución de problemas en su definición de pensamiento crítico, se refiere a los pasos habituales en la resolución de problemas como actos creativos que forman parte de su definición. Por su parte, Idol y Jones (2013) señalan que el uso del término “pensamiento crítico” generalmente refleja la definición amplia de Ennis.
Otro estudioso que ha proporcionado una definición amplia del pensamiento crítico es Facione (1984), quien desarrolló una definición de pensamiento crítico que incorpora la evaluación y la resolución de problemas. Así, afirmó que “aprender la construcción de argumentos significa aprender las metodologías que generaciones de investigadores han refinado para las necesidades específicas de cada disciplina” (p. 259).
Clase y Bonk, (citado por Duron et al., 2006) han encontrado que, aunque existen muchas estrategias para desarrollar el pensamiento crítico, el que tiene mayor impacto es cuando el docente hace preguntas a los estudiantes, y que el nivel de pensamiento de estos debe ser directamente proporcional al nivel de las preguntas formuladas. Cuando los maestros planifican sus clases, deben considerar el propósito, el nivel y el tipo de preguntas que mejor ayuda a conseguir el objetivo planteado. Además, todos los estudiantes necesitan experiencia para abordar cuestiones complejas. Por ello, es muy importante que el docente planifique bien sus clases para poder ofrecer a los alumnos este tipo de experiencias o prácticas. Para hacerlo, los maestros deben estar capacitados en la formulación de preguntas complejas. Esta es una tarea difícil para el docente e implica su compromiso.
La relación entre el pensamiento crítico y la lectura está bien establecida en la literatura. Por ejemplo, Norris y Phillips (1987) señalan que leer es algo más que decir lo que está en la página. Además, Ruggiero (2011) y Beck (1989) afirman que no hay lectura sin razonamiento. Por su parte, Liu (2010) estableció claramente que el leer es un procedimiento del pensamiento para construir significado.
Norris y Phillips (1987) manifestaron que el pensamiento crítico proporciona un medio para explicar la capacidad de resolver un texto ambiguo y así generar interpretaciones alternativas, a la luz de la práctica y la teoría del mundo. Esta práctica suspende la decisión final hasta encontrar más información disponible y aceptar las explicaciones alternativas con mayor fundamento. Concluyen que el pensamiento crítico es el proceso que utiliza el lector para comprender.
La teoría de esquemas proporciona fundamentos poderosos para establecer vínculos entre los antecedentes individuales de los estudiantes, el conocimiento de una materia específica y el pensamiento crítico (Aloqaili, 2012). Según Anderson (2018) hay seis formas en que los esquemas funcionan en el pensamiento y en el recuerdo de la información del texto. Es obvio, con base en las funciones de los seis esquemas, que el saber previo tiene un papel trascendente en el establecimiento de conexiones entre el pensamiento crítico y el procesamiento de la información del texto. Esta conexión, en consecuencia, lleva al lector a conseguir el grado de comprensión crítica. El conocimiento y las habilidades de pensamiento pueden verse como interdependientes (Nickerson et al., 2014).
La comprensión en sí misma ha sido vista como un proceso de pensamiento crítico. Así, Aloqaili (2012) afirma que, a partir de una descripción de la teoría de esquemas de la lectura, la comprensión puede conceptualizarse como un acto de pensamiento crítico. Asimismo, Lewis y Smith (1993) argumentan que ver la lectura como un acto de pensamiento crítico se vuelve más sostenible cuando algunos de los componentes del proceso de lectura se aceptan como automáticos y necesarios (procesos automáticos como la identificación de palabras, la derivación del significado para la mayoría de las palabras y la asignación de importancia), pero no lo suficiente para construir la comprensión del texto. Según la teoría de esquemas, la comprensión e interpretación del texto son relativas, lo que significa que no se pueden llegar a conclusiones definitivas. Sin embargo, los lectores deben tratar de llegar a una comprensión coherente y consistente del texto que se lee.
Con el fin de mejorar la capacidad de los lectores para lograr y practicar la comprensión como un acto de pensamiento crítico, los investigadores han demostrado que "el pensador crítico utiliza su conocimiento metacognitivo y aplica estrategias metacognitivas de manera planificada y con propósito a lo largo del proceso de pensamiento crítico" (Rhoder & French, 1992, p. 191). Por su parte, Djamdjuri y Maeleni (2021) concluyeron que la implementación del Aprendizaje Basado en Problemas en un curso de lectura en línea tuvo un impacto positivo y algunos obstáculos. Este es apropiado para promover las habilidades de pensamiento crítico de los estudiantes y resolver problemas con mayor facilidad, aunque con más esfuerzo. Los estudiantes pueden estudiar más enfocados, aprenden a comprender, analizar y a no memorizar para buscar información de forma independiente y adquirir habilidades de búsqueda de información.
Taylor et al. (2000) establecieron conexiones entre la elaboración de inferencias y el pensamiento crítico para promover la comprensión lectora. En ese sentido, presentaron la idea de que las habilidades de inferencia y razonamiento están estrechamente relacionadas con las características y habilidades de otros lectores que afectan la comprensión del texto. Afirman que, para tener éxito, los lectores deben tener las habilidades de inferencia y razonamiento para establecer conexiones significativas entre la información del texto y el conocimiento previo relevante. Un elemento central de estas habilidades es saber qué constituye una relación inferencial o causal/lógica y ser capaz de reconocer o construir una cuando sea necesario para conformar una representación mental relacionada con el texto.
Hyde y Bizar (1989) argumentaron que el pensamiento inferencial contiene dos tipos: extraer inferencias y llegar a conclusiones. El pensamiento inferencial consiste en reunir fragmentos de información individuales para derivar un significado mayor del que uno podría esperar al centrarse simplemente en los fragmentos mismos. Al leer un pasaje, se infiere mucho, es decir, se obtiene mucho más significado que una interpretación literal de las palabras. Otro tipo de pensamiento inferencial es obtener una conclusión, lo cual implica tomar fragmentos de información y sintetizarlos en una idea significativa que es mayor que los fragmentos separados.
El estudio responde a la urgente necesidad de concientizar a la comunidad universitaria sobre la difícil situación que atraviesan los estudiantes al inicio, en el proceso y en la última etapa de su formación académica, sobre todo, en dos aspectos fundamentales: bajo nivel de comprensión lectora y pensamiento crítico, características relevantes en su desarrollo personal y profesional. Así, en una sociedad democrática y compleja, en un mundo globalizado y en constante cambio, es requisito primordial que todo individuo desarrolle estas habilidades para un mejor desenvolvimiento en cualquier área de su vida. Precisamente, para profundizar este trabajo, se estudió dos variables: por un lado, el pensamiento crítico; y, por otro lado, la comprensión lectora, donde fue necesario tomar en cuenta su nivel lingüístico, cognitivo, perceptivo, de actitud y sociológico, además de sus saberes previos.
Enseñar a los estudiantes a ser pensadores críticos y lectores críticos presupone un entorno en el que los alumnos, basándose en sus conocimientos y experiencias, se esfuerzan por reconocer cómo se puede utilizar la información para desarrollar, reconocer o criticar patrones generales de conocimiento.
Al respecto, Cárdenas (2016) afirma que el trabajo de Morin (1999), especialmente, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, sirve de guía para estimular el cambio en los sistemas educativos y formar profesionales íntegros que sean capaces de vivir bien en sociedad. Asimismo, Rizo-Cruz (2019) sostiene que tanto investigadores como profesores toman en cuenta el pensamiento de Morin para evitar reduccionismos epistemológicos, ya que su espíritu integrador es un estímulo para fortalecer el carácter inclusivo de la formación superior. El protagonismo atribuido a la lectura se ha fundamentado respecto a las actividades prácticas potenciales que puede proporcionar para ampliar el repertorio de palabras y estructuras de los alumnos o las oportunidades que ofrece para la exposición a la entrada
Por todo ello, el propósito fundamental de esta investigación fue determinar en qué medida se relaciona el pensamiento crítico con la comprensión lectora del libro a través de la lectura de Los siete saberes necesarios para la educación del futuro (1999), del autor Edgar Morin, filósofo francés, reconocido en el mundo académico, que realizó diversos estudios en el área educativa. Además, teniendo en cuenta que las bases conservadoras de la educación dieron un giro hacia un enfoque diferente debido a las innovadoras ideas de Morin al rediseñar el proceso educativo como una ruta para una nueva construcción social, ética y cultural.
METODOLOGÍA
Esta investigación es de tipo básica, pues establece una serie de proposiciones coherentes del tema propuesto. Responde a un alcance de estudio correlacional, por analizar la interrelación de las variables en un momento dado. Su diseño es no experimental de corte transeccional.
La población, materia de estudio, estuvo compuesta por 923 estudiantes de la asignatura de Comunicación oral y escrita, correspondiente al semestre académico 2020-I. La muestra óptima, seleccionada por un muestreo no probabilístico intencional, la conformaron 125 participantes de diferentes carreras profesionales de una universidad privada de Lima, Perú.
La técnica para recolectar los datos fue el cuestionario, tomando como unidad de análisis a cada estudiante. Luego de informar detalladamente las condiciones y características del recojo de información, los participantes respondieron al instrumento denominado cuestionario de Pensamiento Crítico, elaborado por Santiuste Bermejo et al. (2001), que comprende dos dimensiones: sustantiva y dialógica. Este instrumento está compuesto por 32 ítems y por una escala de respuesta de 1 a 5: (5) Siempre (4) casi siempre, (3) algunas veces, (2) casi nunca, y (1) nunca.
Del mismo modo, se elaboró otro cuestionario de 20 preguntas de Comprensión lectora sobre el texto Los sietes saberes necesarios para la educación del futuro, elaborado por los autores de la investigación y validado por expertos en la materia.
Con ambos instrumentos, se recopiló la información utilizando los dos cuestionarios con una duración de aplicación de 40 minutos. En el proceso de análisis de los datos, se tabuló y crearon cuadros unidimensionales y bidimensionales para un cuidadoso análisis de las variables con sus debidas interpretaciones. Finalmente, tras evaluar la normalidad de los datos, se buscó establecer la relación que existe entre ellas, de acuerdo las técnicas estadísticas no paramétricas.
RESULTADOS
Según los resultados, luego de la aplicación del instrumento, el 50, 4% de estudiantes casi siempre presenta pensamiento crítico, el 40% algunas veces, el 7,2% siempre lo presenta, mientras que el 2,4% casi nunca. Este resultado indica que los estudiantes logran un nivel aceptable de pensamiento crítico (57,6%) con tendencia a subir, porque algunos estudiantes lo logran algunas veces (Tabla 1).
fi | % | |
---|---|---|
Nunca Casi nunca Algunas veces Casi siempre Siempre | 0 3 50 63 9 | 0,0 2,4 40,0 50,4 7,2 |
Total | 125 | 100.0 |
El 1,6% tiene una excelente comprensión lectora, el 16% de estudiantes presenta buena comprensión, mientras que el 59,2 % es de regular resultado y, por último, el 23,2 es de bajo nivel (Tabla 2). Se concluye que los estudiantes tienen un nivel de comprensión lectora aceptable en un buen porcentaje (76,8%). Cabe resaltar también que, en el aspecto cuantitativo, la nota más alta fue 13, con un 26.4% de los estudiantes, seguida de 12 (20.8%) y 14 (12%).
La prueba t para dos muestras relacionadas será la prueba a utilizar para demostrar la influencia de un variable sobre la otra variable o sobre sus dimensiones. Como regla de decisión se consideró que a un nivel de significancia de 0.05, se rechaza la hipótesis nula (Ho) si el valor calculado de t con 248 grados de libertad es mayor o igual a 1.65107.
Dado que 2,732 > 1.65107, se rechaza Ho (Tabla 3). Por ello, la comprensión lectora influye significativamente en la dimensión sustantiva del pensamiento crítico, a través del texto Los siete saberes necesarios de la educación del futuro, en los estudiantes de la asignatura de Comunicación oral y escrita.
Diferencias relacionadas | tt | gl | Sig. (bilateral) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Media | Desviación típ. | Error típ. de la media | 95% Intervalo de confianza para la diferencia | ||||||
Inferior | Superior | ||||||||
Par 1 | Comprensión Lectora - DS | 7,08 | 11,955 | 1,069 | 64,9646 | 69,19 | 62,732 | 124 | ,000 |
En vista que 41.653 > 1.65107, se rechaza Ho (Tabla 4). Por lo tanto, la comprensión lectora influye significativamente en la dimensión dialógica del pensamiento crítico, a través del texto Los siete saberes necesarios de la educación del futuro, en los estudiantes de la asignatura de Comunicación oral y escrita.
Diferencias relacionadas | t | gl | Sig. bilateral | ||||||
Media | Desviación típ. | Error típ. de la media | 95% Intervalo de confianza para la diferencia | ||||||
Inferior | Superior | ||||||||
P | Comprensión Lectora | 22,5 | 6,038 | ,540 | 21,427 | 23,565 | 41,653 | 124 | ,000 |
Para corroborar si la comprensión lectora no influye significativamente en la dimensión sustantiva del pensamiento crítico, se utilizará la regresión simple y se evaluará el coeficiente de determinación.
Donde:
x i : variable comprensión lectora
= Regresoras
Para determinar la mayor contribución de la variable Comprensión Lectora se utilizará el coeficiente de determinación:
Los resultados de R2 para cada dimensión indican que la comprensión lectora contribuye en 13.9% a explicar el comportamiento de la dimensión sustantiva del pensamiento crítico; es decir, la comprensión lectora no determina el pensamiento crítico sustantivo o, en todo caso, su contribución es baja (Tabla 5).
Finalmente, para comprobar la hipótesis general: la comprensión lectora influye de manera significativa en el pensamiento crítico, a través del texto Los siete saberes necesarios de la educación del futuro, en los estudiantes de la asignatura de Comunicación oral y escrita. (µcl ≥ µdd), a un nivel de significancia de 0.05, se rechaza la hipótesis nula (Ho) si el valor calculado de t con 248 grados de libertad es mayor o igual a 1.65107.
Dado que 65.838 > 1.65107, se rechaza Ho (Tabla 6). La comprensión lectora influye significativamente en el pensamiento crítico, a través del texto Los siete saberes necesarios de la educación del futuro, en los estudiantes de Comunicación oral y escrita (µcl< µdd).
DISCUSIÓN
En comparación con los resultados obtenidos de otras investigaciones, se puede mencionar que Putra (2019), quien corrobora el resultado de la presente investigación al hallar que el pensamiento crítico tiene relación con la comprensión lectora de los estudiantes de una de las madrazas en Lubuk Linggau, Sumatra del Sur. Sin embargo, en su investigación la habilidad de pensamiento crítico de los estudiantes tuvo un efecto significativo con una contribución del 48,4 % hacia la comprensión lectora. Por su parte, Mohseni et al. (2020) en sus resultados de los análisis de la prueba t de muestras pareadas demostraron que tanto el entrenamiento metacognitivo como el desarrollo del pensamiento crítico lograron mejoras significativas en la comprensión de textos de lectura general y argumentativos desde la prueba previa a la prueba posterior, y que ambos superaron al grupo control en la comprensión de las pruebas posteriores de textos generales y argumentativos.
Por otro lado, tanto Sánchez (2013) como Escandón (2018) coinciden con este estudio, dejando en claro que la comprensión lectora es la base para el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante, cualquiera sea su rol en la sociedad. Más, aun, en estos tiempos de constante cambio, urge actuar de manera reflexiva antes de tomar decisiones o responder a situaciones beligerantes.
Otro autor, Din (2020) reveló que los jóvenes universitarios manifiestan una cualidad auténtica del pensamiento crítico; sin embargo, su grado de pensamiento crítico y su cabida para manifestarlo en su habilidad de lectura crítica no corresponden con su condición sobre el pensamiento crítico. Así también, Handayani et al. (2019) en sus resultados mostraron que el aprendizaje colaborativo es significativamente efectivo para mejorar la comprensión lectora y el pensamiento crítico de los estudiantes.
Por su parte, Heidari (2020) reveló que no existía una diferencia significativa entre los estudiantes de pensamiento crítico alto y bajo en términos de elementos de lectura textualmente explícitos, pero para los elementos de lectura textualmente implícitos y basados en guiones, los dos grupos diferían significativamente. Asimismo, Rouijel et al. (2019) investigaron si la instrucción explícita de habilidades de pensamiento crítico puede afectar la capacidad de los estudiantes para usar habilidades de pensamiento de orden superior en la comprensión de lectura. Concluyen afirmando que las habilidades de pensamiento crítico de orden superior son enseñables. Sin embargo, los resultados informan que las habilidades de pensamiento de orden superior respecto a la comprensión de lectura se desarrollan independientemente de las de orden inferior.
Otros autores como Vega (2016), Ruiz et al. (2017) y Guadarrama (2018) coinciden con este trabajo en cuanto a la importancia de la comprensión lectora de Los siete saberes necesarios para la educación del futuro de Morin (1999) como guía para el desarrollo del pensamiento crítico y refuerzo del carácter integrador de la educación universitaria para la formación de profesionales virtuosos, competentes y capaces de vivir en la sociedad del futuro que avanza con cambios vertiginosos.
Por otro lado, Armadana (2019) buscó investigar las actividades realizadas por el profesor en la activación del esquema para promover el pensamiento crítico de los estudiantes. La respuesta de los estudiantes en la activación del esquema del maestro necesitaba conocer sus puntos de vista. Los datos mostraron que el 69,2 % de los estudiantes está de acuerdo en que la activación del esquema puede promover su pensamiento crítico en la comprensión de lectura. Del mismo modo, García y Villón (2018) concluyen que, debido a que la lectura es un proceso metacognitivo, surge un enérgico enlace con las destrezas del pensamiento. Por su parte, Sahibzada et al. (2020) administraron la prueba T de muestras pareadas y sus hallazgos indican que existe una mejora importante en las pruebas posteriores con respecto a las áreas de comprensión de lectura y pensamiento crítico en el grupo de narración de cuentos. Sin embargo, la mejora es mayor en la sección de comprensión de lectura que en el pensamiento crítico.
El pensamiento crítico es un procedimiento intelectualmente disciplinado y complejo, profundamente reflexivo y racional, donde se integran diversas acciones, como el análisis, las percepciones y los razonamientos que confluyen para tomar una decisión y solucionar problemas (Agredo & Burbano, 2013). Es una forma de sistematizar, de comprender y evaluar las ideas de otros individuos y los propios. Por ello, el pensamiento crítico es uno de los conceptos principales y de rápido crecimiento en la educación. Hoy en día, su papel en el aprendizaje y la enseñanza es de gran importancia. Para adquirir fluidez en un idioma y poder pensar críticamente y expresar pensamientos los estudiantes necesitan practicar actividades orales usando habilidades de pensamiento crítico (Muhammadiyeva et al., 2020).
El pensamiento crítico desarrollado en los individuos le permite comprender su realidad y tomar las mejores decisiones por la reflexión y análisis que ejecuta ante los desiguales contextos que se presentan. Por ello, Bezanilla et al. (2019) sostienen que el pensamiento crítico es una competencia que se exige a los estudiantes en su vida personal y profesional. Por esta razón, las escuelas básicas y las universidades deben esforzarse al máximo para incluirlo en sus planes de estudios, programas y clases. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer ya que no existe una definición clara de esta competencia, y además se necesita potenciar nuevas metodologías activas para su desarrollo.
CONCLUSIONES
La conclusión del presente estudio señala que la comprensión lectora se relaciona significativamente con el pensamiento crítico, a través del texto Los siete saberes necesarios de la educación del futuro, en los estudiantes de la asignatura de Comunicación Oral y Escrita de una universidad privada de Lima.
Si una persona desarrolla el pensamiento crítico y la comprensión lectora tendrá una visión más clara de su realidad. Así, comprenderá, de manera holística, no solo el texto, sino al autor. Por ello, en una sociedad cambiante, compleja y globalizada es urgente tener una actitud reflexiva y analítica y, sobre todo, estar preparado para enfrentar la incertidumbre.
Gracias a Los siete saberes necesarios de la educación del futuro se reflexionó sobre la problemática educacional que se refleja actualmente y la que debería ser tomada en cuenta para convivir en armonía. Pensar críticamente es una forma de lograrlo.