INTRODUCCIÓN
La dispepsia es un síndrome que incluye una serie de trastornos crónicos y recurrentes del tracto digestivo superior, que se caracteriza por la sensación de plenitud, eructos, molestias en el epigastrio, náuseas, entre otros síntomas1,2. Su causa generalmente es multifactorial2,3. Algunos factores que contribuyen pueden ser disturbios de la motilidad, hipersensibilidad visceral, una permeabilidad de la mucosa elevada y disturbios del sistema nervioso autónomo y entérico3. Con la dispepsia no investigada se incluyen pacientes que presentan síntomas, ya sea de forma recurrente o episodios aislados, que no se han realizado una endoscopia digestiva alta para determinar la etiología4.
Para el diagnóstico de la dispepsia, si bien es un diagnóstico típicamente clínico5, Para hablar de una dispepsia funcional, según los criterios de Roma IV6, se necesita la presencia de uno o más de los siguientes: plenitud postprandial, saciedad temprana y dolor o quemazón epigástricos, sin evidencia de ninguna enfermedad estructural que pudiera justificar los síntomas, luego de una evaluación rutinaria; estos deben cumplirse durante los últimos 3 meses y los síntomas deben haber comenzado al menos 6 meses antes del diagnóstico3,5-8.
Se estima una prevalencia del 10-20% de dispepsia sin investigar3,9. En un meta-análisis donde la prevalencia de dispepsia era del 40%, fueron sometidos a una endoscopia digestiva alta y se encontró que la esofagitis eruptiva era la alteración más prevalente entre ellos, seguida de una ulcera péptica10; Otra de las causas más frecuentes relacionada con este síndrome es la bacteria Helicobacter pylori que se encuentra en el 20% de las biopsias o pruebas específicas para detectar la bacteria en los pacientes con dispepsia10,11; también se vio en algunos pacientes con dispepsia, aunque con una prevalencia relativamente baja, del 4-6%, la presencia de cáncer gástrico12.
La importancia de realizar un diagnóstico oportuno y seguimiento de una dispepsia no investigada radica en que tan solo 40% de los pacientes que lo presentan buscaran atención con un médico de atención primaria13, donde es de vital importancia que se diferencie entre dispepsia secundaria de una dispepsia funcional, que puede encontrarse presente en menos del 25% de ellos(10, 13), y en el caso de no observarse ninguna causa, se denominaría una dispepsia funcional, que si bien no afecta la sobrevida de los pacientes, tiene un impacto negativo en la calidad de esta y en su productividad14.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional descriptivo de corte transversal en estudiantes del ciclo preclínico de la Universidad del Pacifico de Asunción, Paraguay, quienes aceptaron someterse al test diagnóstico y completar un cuestionario sobre los síntomas y factores de riesgo para adquirir dispepsia.
El tamaño de muestra se estimó para una población de 430 estudiantes, teniendo en cuenta una prevalencia esperada del 20%3,9,15 y un intervalo de confianza del 95%, que arrojó una muestra de 156 estudiantes.
Luego de firmar el consentimiento, se procedió a utilizar lancetas para punzar un dedo del alumno y obtener muestras de sangre, las cuales fueron recolectadas y depositadas en los casettes para su análisis; pasado 15 minutos, se le informaba el resultado al alumno y se procedió a completar una encuesta donde se recababan síntomas y factores de riesgo relacionados con el H. Pylori.
El test consistió en el OnSite H. Pylori Ab Combo Rapid Test, de CTK Biotech inc, que utiliza la técnica de inmunoensayo cromatográfico de flujo lateral para detectar de forma cualitativa la presencia de anticuerpos IgG, IgM, IgA en suero, plasma o muestras de sangre completa, con una sensibilidad del 86,7% y especificidad del 91%.
La variable dependiente fue el diagnóstico de dispepsia no investigada, que fue medida con los criterios de Roma. Tabla 1.
Se utilizó Microsoft Excel para la tabulación de datos y creación de gráficos. Las variables cualitativas fueron analizadas con frecuencia y porcentajes; y las variables cuantitativas con media y desviación standard. Para la asociación de variables cualitativas se aplicó la prueba de chi cuadrado tomando como nivel de significancia un valor p<0,05.
RESULTADOS
Participaron del estudio 156 alumnos con una edad media de 22,1 años, el 65,4% (102/156) era del sexo femenino, el 51,1% provenía del departamento Central. Entre los factores asociados a la dispepsia se encontraron anticuerpos anti H. Pylori en el 14% (22/156), 52,6% bebe frecuentemente gaseosa, 71,2% bebe alcohol, 13,5% es fumador y 44,9% consume frecuentemente AINES. Tabla 2.
Características sociodemográficas | n (%) | |
---|---|---|
Sexo femenino | 102 | 65,4 |
Edad (media) | 22,1 | |
Procedencia | ||
Central | 86 | 55,1 |
Asunción | 54 | 34,6 |
Cordillera | 6 | 3,8 |
Resto del país | 10 | 6,4 |
Anticuerpos anti-H. Pylori | 22 | 14 |
Antecedente personal de infección por H. pylori | 12 | 7,7 |
Se alimenta fuera de su casa | ||
Todos los días | 39 | 25.0 |
Al menos una vez a la semana | 83 | 53.2 |
Los fines de semana | 15 | 9.6 |
Solo consume alimentos preparados en casa | 19 | 12.2 |
Bebe frecuentemente gaseosa | 82 | 52.6 |
Bebe alcohol | 111 | 71.2 |
Fumador | 21 | 13.5 |
Fuente de agua para beber | ||
Mineral (botella) | 104 | 66.7 |
Canilla | 48 | 30.8 |
Pozo | 4 | 2.6 |
Consume AINES (aspirina, ibuprofeno, diclofenac, etc) | 94 | 60.3 |
Nunca | 41 | 26.3 |
Un día por mes | 45 | 28.8 |
Dos a tres veces al mes | 47 | 30.1 |
Un día por semana | 11 | 7.1 |
Más de un día por semana | 12 | 7.7 |
Consume carne | 148 | 94.9 |
Tipo de carne que consume | ||
Carne vacuna | 142 | 9.6 |
Pollo | 131 | 2.6 |
Pescado | 87 | 1.3 |
Porcina | 75 | 48,1 |
Ovina | 23 | 14,7 |
Caprina | 15 | 9,6 |
Antecedente familiar de cáncer de estomago | 12 | 7,7 |
Abuelos | 8 | 5,1 |
Madre | 1 | 0,6 |
Tíos | 3 |
En la Tabla 3 se presenta la frecuencia de síntomas asociados a dispepsia. La prevalencia de dispepsia no investigada fue de un 32,7% (51/156).
En los últimos 3 meses, sufrió de | Frecuencia | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
Nunca | Un día/mes | 2 a 3 veces/mes | Un día/ semana | Más de un día/semana | Todos los días | |
Acidez, molestia o dolor de tipo quemazón en el pecho | 73 (46,8) | 40 (25.6) | 23 (14,7) | 7 (4,5) | 12 (7,7) | 1 (0,6) |
Dolor en el epigastrio | 90 (57,7) | 37 (23,7) | 16 (10,2) | 5 (3,2) | 7 (4,5) | 1 (0,6) |
Las características de las molestias se pueden observar en la Tabla 4. En el 25,7% la molestia fue moderada o severa, el 25,0% consume antiácidos para calmar el dolor y el 10,9% buscó ayuda médica por el dolor.
Características de los síntomas | n | % |
---|---|---|
La molestia desaparece completamente en el mismo día | 71 | 45.5 |
Severidad de la molestia en el epigastrio | ||
severa | 4 | 2.6 |
moderada | 36 | 23.1 |
suave | 19 | 12.2 |
muy suave | 10 | 6.4 |
Consume antiácidos para calmar el dolor (Alkaseltzer, entre otros) | 39 | 25.0 |
El síntoma es aliviado con el antiácido | 37 | 23.7 |
Utiliza algún medicamento natural | 12 | 7,7 |
La molestia se alivia normalmente después de evacuar gases | 40 | 25.6 |
La molestia aumenta de intensidad durante el día | 12 | 7.7 |
El dolor lo obligó a buscar ayuda médica | 17 | 10.9 |
Momento del día cuando la molestia es más intensa | ||
Cuando tiene hambre | 32 | 20.5 |
Mientras come | 2 | 1.3 |
Luego de comer | 83 | 53.2 |
Fue diagnosticado alguna vez con | ||
Gastritis | 53 | 34,0 |
Reflujo gastroesofágico | 17 | 10,9 |
Ulcera gástrica | 3 | 1,9 |
El abuso de AINES se asoció (valor p = 0,002) con la presencia de dispepsia, el 45,6% de aquellos que informaron consumir AINES frecuentemente presentaron dispepsia no investigada comparado con el 22,1% que no abusan del consumo. La frecuencia de dispepsia fue mayor en los estudiantes que presentaron anticuerpos anti H. pilori pero la diferencia no llegó a ser significativa (p=0,06). Los otros factores estudiados no se asociaron con la dispepsia. Tabla 5.
Factores | Con dispepsia no investigada (n=51) | Total | Valor p |
---|---|---|---|
Anticuerpos anti H. Pylori | |||
Si | 11 (50%) | 22 | 0,062 |
No | 40 (29,9%) | 134 | |
Abuso de AINES | 0,002 | ||
Si | 32 (45,7%) | 70 | |
No | 19 (22,1%) | 86 | |
Tabaquismo | 0,117 | ||
Si | 10 (47,6%) | 21 | |
No | 41 (30,4%) | 135 | |
Consumo de alcohol | 0,789 | ||
Si | 37 (33,3%) | 111 | |
No | 14 (31,1%) | 45 | |
Consumo de agua de pozo o canilla | 0,147 | ||
Si | 21 (40,4%) | 52 | |
No | 30 (28,8%) | 104 | |
Bebe frecuentemente gaseosa | 0,782 | ||
Si | 26 (31,7%) | 82 | |
No | 25 (33,8%) | 74 | |
Antecedente familiar de cáncer de estomago | 1,0 | ||
Si | 4 (33,3%) | 12 | |
No | 47 (32,6%) | 144 |
DISCUSIÓN
La dispepsia no investigada fue en el estudio 32%, prevalencia que se encuentra dentro de lo concluido en estudios realizados por Oustamanolakis y Tack 9 y también por Lúquez Mindiola A et al15.
En cuanto a la prevalencia de infección por H. pylori, en nuestra muestra fue de tan solo 14%, valor por debajo de lo observado en otras investigaciones, como la de Khoder et al. (41.4%, 145/350)16. La diferencia podría explicarse por el método que utilizamos para determinar la infección por esta bacteria; si bien la detección de anticuerpos en plasma es una forma bastante sensible y específica, al ser cualitativa, no tenemos forma de determinar si los anticuerpos presentes en los estudiantes eran IgA, IgG, o IgM, algo que era un factor limitante al momento de hablar de una infección aguda, crónica, o incluso inexistente; cosa que, comparando con otros métodos ya sea como el test de la ureasa, la detección cuantitativa de anticuerpos en plasma o muestras de heces, o incluso biopsias gástricas, son muchos más específicas para este fin17, habría que tener en cuenta también la edad de los estudiantes, ya que se ha observado también que la prevalencia de infección aumenta a medida que aumenta la edad de los pacientes; y que según lo concluido por Breckan RK18, en adolescentes y adultos jóvenes se podría esperar una prevalencia aproximada del 20%.
Es importante mencionar que la prevalencia de H. pilori fue mayor en los estudiantes con dispepsia comparado a los que no tenían dispepsia, 50% vs 29,9%, pero la diferencia no llegó a ser significativa, probablemente por el número pequeño de muestra. El estudio realizado por Rodríguez-García y Carmona-Sánchez18 describe mayor quejas en pacientes positivos para H. Pylori comparando con los que no tenían (64.6 vs 54.4%, respectivamente, p=0.01, RR 1.51, 95% CI 1.08-2.13).
Otro aspecto que llama la atención es que el 40% de los refieren beber agua ya sea de pozo o de la canilla directa presentó dispepsia comparado al 28,8% de los beben agua en botella. Este factor es considerado de riesgo, pues está demostrada la persistencia de H. pylori incluso en aguas tratadas, y con mayor prevalencia en aguas sin tratar19,20.
En cuanto a los factores asociados y predisponentes en la fisiopatología de la dispepsia, que son el consumo de alcohol, tabaco y el abuso de los AINES, entre otros; en los estudiantes no se encontró asociación con el tabaco y alcohol, contrario a lo concluido por Ford et al21, quienes encontraron una mayor prevalencia de dispepsia en pacientes con consumo excesivo de alcohol y fumadores (OR 1.25; IC95% 1.12-1.40). Algo que se debe tener en cuenta es que los estudiantes no especificaron la cantidad de alcohol ni la cantidad de cigarrillos consumidos por semana, ni tampoco la edad en la que empezaron a exponerse a estos factores. El consumo excesivo de AINES se asoció con la presencia de dispepsia que se adecua a lo expuesto por Ford et al. (OR 1.59; 95% CI 1.27 - 1.99), ya que es conocido la fisiopatología del abuso de AINES en la mucosa gástrica y las complicaciones que esto implica.
Para concluir es importante resaltar la prevalencia de la dispepsia no investigada, es importante adjudicarte una causa si existiese, o si no, categorizarla como dispepsia funcional y poder actuar al emplear medidas terapéuticas pertinentes para aliviar la vida de los pacientes, ya que esta, si bien no aumenta la morbimortalidad de ellos, si influye en su calidad de vida. Es importante también tomar medidas para la detección y oportunidad erradicación de infección por H. Pylori, que, si bien en nuestra muestra no mostró asociación, es un factor conocido por causar problemas gastrointestinales, como así lo son el consumo excesivo de tabaco y alcohol. Y sin dejar de lado, el abuso de los AINES, que se relaciona directamente con el empeoramiento de los síntomas e incluso evolución a otras patologías más serias.