INTRODUCCIÓN
Los trastornos mentales como la ansiedad y la depresión se encuentran en varios tipos de grupos de pacientes con distintas afecciones físicas, en los diferentes servicios de un hospital como nefrología, quemados, pacientes trasplantados, pacientes con problemas respiratorios, cardiovasculares y oncológicos1.
Actualmente la OMS señala que entre las causas más importantes de discapacidad se encuentra la de naturaleza psiquiátrica, y que la depresión se convertirá en segunda discapacidad a nivel mundial en los próximos años(2).Un aspecto fundamental para los trastornos de ansiedad y depresión es el diagnostico precoz y correcto, de manera que se pueda tratar oportunamente previniendo los deterioros tanto físico, social y cognitivo2.
La prevalencia de la depresión y ansiedad en pacientes hospitalizados varía de acuerdo a los diferentes estudios y las poblaciones estudiadas, así en un estudio realizado en Paraguay en la cátedra y servicio de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Asunción se menciona que en el adulto mayor la prevalencia de ansiedad y depresión es mayor, sobre todo en mayores de 45 años, ya sea por las enfermedades crónicas que padecen o el entorno social en que se encuentran teniendo así más factores de riesgo que lo lleven a un estado de ansiedad y depresión durante su estadía en el hospital; de ahí la importancia de reconocer los factores de riesgo de depresión para así poder detectar a tiempo y mejorar la condición de vida del paciente3.
En México, se encontró que el 45,83% de los 120 pacientes estudiados en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde cumplió los criterios para diagnóstico de depresión, siendo los índices más altos (49,1%)en individuos con educación primaria4. La frecuencia de depresión en los adultos mayores del Hospital José Soto Cadenillas, Chota en el 2017 fue de 83,7%5.
Varios estudios han informado relación entre las características sociodemográficas y la predisposición en desarrollar ansiedad y/o depresión. Muñoz et al1, mencionaron que cualquier tipo de padecimiento afectivo es más frecuente en las mujeres que en los varones, debido a la existencia de diferencias biológicas entre ambos, dependientes de cambios hormonales y de estado de ánimo. Grau et al (2003) encontraron que las mujeres adultas mayores presentaban un riesgo mayor de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión que los hombres en su estudio de seguimiento de pacientes posterior al alta hospitalaria6.
En cuanto a la procedencia, Muñoz et al demostraron que las personas que viven en áreas urbanas tienen un mayor porcentaje de presentar trastornos de ansiedad y depresión que las que viven en área rurales7. El estado civil es otro factor que fue asociado a esta afección según Wagner en México en el 2012, encontrando mayor prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión en personas separadas, que nunca se casaron, viudos y divorciados8.
La seguridad social también se ha identificado como factor asociado como en el estudio realizado en Perú donde se compararon dos hospitales con y sin seguro social, encontrándose una mayor prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión en pacientes que no contaban con seguro social1.
La larga estancia hospitalaria puede desencadenar trastornos de ansiedad y depresión, por ende, es de suma importancia brindarle al paciente una atención holística, integral con un acompañamiento psicológico de manera que no afecten su proceso de recuperación9,10. El acompañamiento familiar es un factor importante en los pacientes con periodo de hospitalización prolongada11.
Para el paciente el ingreso a un hospital implica un cambio en sus hábitos diarios, un cambio de ambiente en el cual no está acostumbrado, generando así una nueva rutina que lo somete a un mayor grado de estrés. A diferencia del personal de blanco que está acostumbrado a este tipo de sometimiento y no le genera el mismo impacto psíquico10.
Un diagnóstico oportuno, es el primer paso para generar programas de intervención, que pueden ser de mucha utilidad para la recuperación del paciente, y acortar el tiempo de hospitalización, así que el primer paso es utilizar instrumentos de evaluación fáciles de aplicar y económicos, con adecuadas propiedades psicométricas, para que los resultados sean confiables, como el Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS), que es un instrumento elaborado como un cuestionario para identificar casos clínicos de ansiedad y depresión en pacientes de consulta externa. Gracias a la facilidad y rapidez de aplicación, se ha utilizado en una variedad de poblaciones clínicas en donde la ansiedad y depresión coexisten con la manifestación de enfermedades12,13.
Esta investigación se justifica en la importancia de determinar si hay una predisposición a trastornos de ansiedad y depresión en pacientes con un periodo de hospitalización prolongada, teniendo en cuenta que el ingreso hospitalario somete al paciente a un proceso de estrés que posteriormente puede llevar a una ansiedad y como consecuencia depresión. Con ello se pretende que dentro de los protocolos de manejo de estos pacientes se incluya una atención holística y un acompañamiento continuo psicológico-psiquiátrico por medio de los profesionales encargados del área de la salud mental.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño: estudio observacional descriptivo, prospectivo, de corte transversal.
Población de estudio: Pacientes adultos con periodo de hospitalización prolongada en el servicio de Clínica Médica del Hospital Nacional de Itauguá entre agosto a octubre del 2019.
Criterios de inclusión: Pacientes adultos con periodo de hospitalización prolongada (con más de 7 días de hospitalización) en el servicio de Clínica Médica del Hospital Nacional de Itauguá, que accedieron a participar del estudio previa firma del consentimiento informado, sin antecedente de patología psiquiátrica previo al ingreso.
Criterios de exclusión: Pacientes con menos de 7 días de internación, que se rehusaron a participar del estudio o con diagnóstico de trastornos psiquiátricos previos.
Muestreo: Muestreo no probabilístico de casos consecutivos.
Variables: demográficas (sexo, edad, estado civil, procedencia, nivel académico, situación laboral) acompañamiento familiar y nivel de conocimiento sobre la patología, predisposición para desarrollar ansiedad y depresión.
Instrumento de medición: Se utilizaron cuestionarios pre fabricados como el de HADS que es una escala estandarizada, aunque no es diagnóstica, que sirve para detectar alta probabilidad de ansiedad y depresión. Es un cuestionario sencillo, breve y muy fácil de aplicar, con especificidad del 94%. Consta de 14 preguntas, siete de ansiedad, y siete de depresión; que se evalúa con la siguiente puntuación: 0-7 ausencia de rasgos de ansiedad y depresión, 8-10 casos probables, mayor o igual a 11 puntos indica alta probabilidad de ansiedad y depresión. Además se utilizó una encuesta sobre los aspectos demográficos, sociales, educacionales, y socioeconómicos.
Gestión y análisis de datos: Los datos recolectados fueron introducidos en una hoja de cálculo(Excel 2010)y posteriormente analizados con el programa estadístico Epi Info 7 (CDC, Atlanta).Las variables cualitativas se expresaron en frecuencias y porcentajes, y las cuantitativas como media y desvío estándar. Para establecer la asociación entre las características sociodemográficas y conocimiento sobre su patología y entre la presencia de ansiedad y depresión se utilizó chi cuadrado a un nivel de significancia de 0,05.
Aspectos éticos: Se respetó la autonomía de los pacientes, proporcionando a los sujetos en estudio la información necesaria sobre la investigación, y la firma de un consentimiento informado. Se resguardaron los datos personales de los participantes. Los resultados de esta investigación serán de mucha utilidad para la comunidad científica ya que no se cuentan con datos estadísticos actuales, y de esta forma se contribuirá a lograr una atención integral de los pacientes.
RESULTADOS
Se incluyeron en el estudio 70 pacientes con hospitalización prolongada, mayor proporción (50%) de pacientes con estado civil soltero, de área urbana (52,8%), nivel educativo primario (51,4%), con actividad laboral (61,4%) y el 70% afirmó conocer su patología de base. La frecuencia de predisposición a desarrollar depresión fue del 37% y de ansiedad de 30%. Tabla 1.
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Estado civil | ||
Soltero | 35 | 50% |
Casado | 27 | 38,5% |
Otros | 8 | 11,3% |
Procedencia | ||
Urbana | 37 | 52,8% |
Rural | 33 | 47,1% |
Nivel educativo | ||
Ninguno | 2 | 2,8% |
Primario | 36 | 51,4% |
Secundario | 27 | 38,5% |
Universitario | 5 | 7,1% |
Situación laboral | ||
Empleado | 43 | 61,4% |
Desempleado | 27 | 38,5% |
Conoce sobre su afección | ||
Conoce | 49 | 70% |
Desconoce | 21 | 30% |
Depresión | ||
Sí | 26 | 37% |
No | 44 | 63% |
Ansiedad | ||
Sí | 21 | 30% |
No | 49 | 70% |
No se encontró asociación entre las características sociodemográficas y los trastornos de depresión. Aunque se encontró mayor porcentaje (28,57%) de predisposición a desarrollar depresión en los pacientes con estado civil casado (46,43%) que los solteros (28,6%), y en los pacientes procedentes del área rural (45,45%) que los del área urbana (29,7%), la diferencia no fue significativa.Tampoco se encontró una relación entre las características sociodemográficas y la predisposición al desarrollo de ansiedad. Tabla 2
Características | Depresión | Ansiedad | Valor p |
---|---|---|---|
Estado civil | 0,327 | ||
Soltero (n=35) | 10 (28,6%) | 8 (22,9%) | |
Casado (28) | 13 (46,4%) | 10 (35,7%) | |
Otros(viudo, separado, divorciado)(n=7) | 3 (42,9%) | 3 (42,9%) | |
Nivel educativo | 0,742 | ||
Ninguno (n=2) | - | - | |
Primario (n=36) | 14 (38,9%) | 11 (30,6%) | |
Secundario (n=27) | 10 (37%) | 8 (29,6%) | |
Universitario (n=5) | 2 (40,0%) | 2 (40%) | |
Conocimiento sobre su patología | 0,73 | ||
Conoce bien (n=49) | 21 (42,9%) | 12 (36,4%) | |
Desconoce (n=21) | 5 (23,8%) | 9 (24,3%) | |
Procedencia | 0,17 | ||
Rural (n=33) | 15 (45,4%) | 13 (30,2%) | |
Urbana (n=37) | 11 (29,7%) | 8 (29,6%) | |
Trabajo | 0,62 | ||
Desempleado (n=27) | 11 (40,7%) | 13 (32,5%) | |
Empleado (n=43) | 15(34,9%) | 8 (26,67%) | |
Sexo | 0,66 | ||
Femenino (n=30) | 12(40%) | 16 (32,6%) | |
Masculino (n=40) | 14(35%) | 5 (23,8%) | |
Edad (media ± DE) | 53,6±15,6 | 48,2±16,8 | 0,161 |
Se encontró una asociación altamente significativa entre ansiedad y depresión; el 100% de los pacientes con predisposición a desarrollar ansiedad presentaron tendencia a adquirir depresión, comparado al 10,2% de los pacientes sin predisposición a la ansiedad que tuvieron predisposición de desarrollar depresión. Tabla 3
DISCUSIÓN
En la presente investigación se demostró que el 30% de los pacientes con hospitalización prolongada presentaron predisposición al desarrollo de ansiedad y el 37% tendencia al desarrollo de depresión. La frecuencia hallada de ansiedad en nuestro estudio es similar al estudio realizado por Gómez Vilaseca et al. (2015)10) quienes encontraron una prevalencia de ansiedad de 32,6% en pacientes sometidos a hemodiálisis, sin embargo la frecuencia de depresión en este estudio fue del 46,9%, mayor a nuestro resultado. Vilchis-Aguilaet al.(2010)(11) obtuvieron como resultados, 34,8% de ansiedad y 8,7% de depresión en pacientes que acudieron a la sala de urgencias por cualquier motivo médico.
En este estudio no se encontraron asociaciones entre las características sociodemográficas y los trastornos de ansiedad y depresión. Grau et al. (2003)6 en su estudio de seguimiento de pacientes posterior al alta hospitalaria, encontraron que las mujeres adultas mayores presentaban un riesgo mayor de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión que los hombres. Muñoz et(1) al mencionan que cualquier tipo de padecimiento afectivo es más frecuente en las mujeres que en los varones. Los datos de la ENEP revelan que la prevalencia de presentar trastornos de ansiedad en la mujer fue de 18,5% y en el varón de 9,5%.
En nuestro estudio, a pesar de que los pacientes con estado civil casado presentaron mayor frecuencia de predisposición a desarrollar depresión comparado a los de estado civil soltero, la diferencia no fue significativa. En contraste a la investigación realizada por Wagner at al8 en México en el 2012 que reveló una mayor prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión en personas separadas, que nunca se casaron, viudos y divorciados. El hecho de vivir solo, involucra no tener el apoyo de alguna persona en momentos de enfermedad o tristeza, y la presencia de una o más enfermedades crónicas, agudiza los sentimientos de minusvalía y baja autoestima, por tanto se presenta la depresión como un trastorno crónico, que muchas veces pasa desapercibido.
En cuanto a la procedencia en esta investigación se obtuvo una mayor predisposición de adquirir trastornos de ansiedad y depresión en pacientes procedentes del área rural. Esto se deba probablemente a que en las áreas rurales se dispone de mayor espacio físico y áreas verdes con más posibilidad de recreación y el estar lejos del hogar durante su hospitalización lejos de los familiares aumente el riesgo de desarrollar estos trastornos. El acompañamiento familiar en estos pacientes con periodo de hospitalización prolongada influye tanto en su recuperación física como emocional, según el estudio realizado en el hospital de clínicas Dr. Manuel Quintela en Uruguay11. Por el contrario, el estudio realizado por Muñoz et al.1demostró que las personas que viven en áreas urbanas tienen un mayor porcentaje de presentar trastornos de ansiedad y depresión que las que viven en área rurales.
Se encontró que existe una asociación altamente significativa entre ansiedad y depresión en nuestro estudio. Todos los pacientes con predisposición a desarrollar ansiedad presentaron una tendencia a adquirir depresión. Solo el 10,2% de los pacientes sin predisposición a desarrollar ansiedad tuvieron tendencia a desarrollar depresión.
La principal limitación de este trabajo fue el tipo de muestreo que podría no ser representativa de todos los pacientes con hospitalización prolongada, ya que la población estudiada es la que acepta por voluntad propia la participación en este estudio, fueron excluidos aquellos con secuelas neurológicas, y que no accedieron a la realización de la encuesta. Cabe mencionar que el periodo de tiempo con el que contamos para la realización del mismo no fue el suficiente para llegar a un tamaño de muestra pretendido. Además con el test estandarizado solo se identifica pacientes con predisposición a desarrollar estos trastornos, se necesitaría interconsulta por el equipo de psiquiatría para establecer el diagnóstico.
En conclusión, en este trabajo se demostró un menor porcentaje de lo esperado a presentar trastornos de ansiedad y depresión en relación con los factores de riesgo en pacientes con periodo de hospitalización prolongada en el Hospital Nacional de Itauguá del periodo de agosto a octubre del año 2019.No hubo asociación significativa entre los factores sociodemográficos y la predisposición al desarrollo de ansiedad y depresión. Sin embargo se ha encontrado como era de esperarse una relación altamente significativa entre los pacientes con predisposición a ansiedad y los que tienen predisposición a depresión. Todos los pacientes con ansiedad presentaron depresión, pero solo un 10% de los pacientes sin ansiedad presentaron depresión. Recomendamos seguir con este tipo de investigación y ampliar el periodo del estudio.