INTRODUCCIÓN
Actualmente, el inglés es considerado como un idioma oficial para uso diario en varios sectores a saber: finanza, comercio, comunicación internacional (Sprachcaffe, 2017), tecnología (Graddol, 2006; Delfín, 2007) y ciencia. La importancia del aprendizaje y conocimiento del idioma no solo es resguardada en comprender a las diferentes culturas sino también ayuda a aumentar las oportunidades laborales (Santana et al., 2016; Chávez et al., 2017) dentro de un mundo tan competitivo. Unas de las variables individuales que ayudan u obstaculizan en el aprendizaje de una lengua extranjera es la actitud que posee el individuo durante el proceso de acumulación de conocimientos.
La actitud es considerada como una variable de comportamiento en el individuo que define la forma de accionar ante una situación determinada, o bien, como predisposiciones a actuar de un individuo (Katz y Stotland, 1959 citado en Erwin, 2001) de forma positiva o negativa (Prat & Soler, 2003). Mientras que Allport (1935) citado por Albarracín et al. (2005) lo definen como un estado mental y neurofisiológico de disponibilidad que ejerce una influencia sobre las reacciones del individuo hacia todos los objetos o situaciones. Así mismo, el autor Lasagabaster (2003) entiende a la actitud como un papel vital en el aprendizaje de idiomas combinándolos con el factor de la motivación. Autores como Ibáñez (2004) y Méndez (2007) diferencian a las actitudes en tres dimensiones: cognitivo, emocional y conductual. La primera cognitiva, entendido como el estado mínimo del individuo para poseer una actitud acerca del objeto (Triandis, 1974) cuyos indicadores incluyen al entendimiento “forma de entender las cosas, cotejar, juzgar, inducir y deducir otras de las que ya conoce” según la Real Academia Española (2006), conocimiento como la competencia, saber y resultado de las actividades (Ander-Egg, 1999) y capacidad entendida como parte de la inteligencia o elementos dependientes a ella (Prellezo, 2008). La segunda emocional comprendida como sentimiento (agrado o desagrado) hacia la formación de una actitud (Méndez, 2007) y los indicadores que lo conforman son: motivación, como el motivo o la razón que provoca la realización o la omisión de una acción (Significados.com, 2017), predisposición comprendida como inclinación del ánimo de una persona hacia un cierto objeto o situación (Pérez y Merino, 2013), satisfacción conocida como un sentimiento de bienestar al cubrir una necesidad o deseo (Real Academia Española, 2006) y curiosidad, un impulso para observar y experimentar (Canda, 2000). Finalmente, la última dimensión conductual, es el componente que conduce como resultado de los sentimientos formados al inicio (Méndez, 2007) y los indicadores de ésta son: voluntad, aspiración de una persona para lograr una meta (Manzaneda y Madrid, 1997), interés, reacción positiva del individuo entorno a objetos o situaciones (Prellezo, 2008), participación, hecho realizado por una persona capaz de tomar decisiones (Ander-Egg, 1999) y, por último, compromiso, un deber ético del sistema educativo (Prellezo, 2008).
Algunos estudios relacionados al tema de investigación se encontraron en estudios de Delfín (2007), Chávez et al. (2017) e Insfrán (2019) sobre actitud de los estudiantes universitarios hacia el aprendizaje del inglés, Iriarte (2014) sobre actitudes y su relación con el aprendizaje del inglés en los estudiantes de la secundaria, Lasagabaster (2004) en actitudes hacia el inglés como lengua extranjera por medio de grupos de discusión y Arana (2008) en actitudes hacia la educación bilingüe.
Por consiguiente, la pretensión de la investigación es analizar las actitudes con respecto al aprendizaje de inglés en estudiantes universitarios paraguayos, haciendo hincapié en alumnos del primer semestre de la carrera de Administración de Empresas en una universidad privada del Paraguay.
METODOLOGÍA
La metodología utilizada en este trabajo de investigación se basó en un enfoque cuantitativo, no experimental, de corte transeccional y descriptivo. La población estuvo conformada por 150 estudiantes y utilizada la totalidad como muestra, del turno mañana, tarde y noche de la carrera de administración de empresas de una universidad privada del Paraguay, cuyo dato fue proporcionado por el director de la carrera mencionada. El instrumento desarrollado por Iriarte (2014), compuesto por 33 preguntas cerradas tipo Likert de 5 puntos y clasificadas en tres dimensiones: cognitivo (9 ítems), emocional (12 ítems) y conductual (12 ítems), fue enviado vía email a los 150 estudiantes en el mes de julio 2020. Ver cuadro 1.
El único criterio de inclusión fue: pertenecer como alumno activo del 1er semestre de la carrera de administración de empresas de la universidad considerada como sujeto de estudio. El proceso se asentó en los siguientes pasos:
Ajustes del instrumento.
Envío del cuestionario a los participantes vía email.
Recepción de los resultados de la encuesta.
Tabulación y análisis de los datos obtenidos para su posterior presentación.
Por consiguiente, un total de 150 estudiantes respondieron a la encuesta con el fin de analizar las actitudes que poseen hacia el aprendizaje de un idioma extranjero.
RESULTADOS
Un total de 150 estudiantes del primer semestre de los tres turnos (mañana, tarde y noche) de la carrera de Licenciatura de Administración de empresas de una universidad privada del Paraguay, participaron en dicha investigación. Las medias de las puntuaciones generales de las tres dimensiones fueron: cognitiva (x̄: 3,93), emocional (x̄: 4,26) y conductual (x̄: 4,20).
P1 | Entiendo con facilidad cuando mi profesor se expresa en inglés. |
P2 | Cuando mi profesor utiliza imágenes para presentar el tema entiendo mejor. |
P3 | Entiendo con facilidad al leer un texto en inglés. |
P4 | Veo películas en inglés, para aprender y conocer el idioma. |
P5 | Los contenidos en el área del inglés son muy significativos. |
P6 | La información que obtengo, aumenta mi conocimiento en inglés. |
P7 | Construyo una conversación en inglés respetando el orden lógico. |
P8 | Comprendo el tema de inglés en forma precisa. |
P9 | Analizo cada actividad al realizar en inglés. |
Fuente: Elaboración propia en base a Iriarte (2014) e Insfrán (2019)
En el Gráfico 1, se visualiza a la P2 “Cuando mi profesor utiliza imágenes para presentar el tema entiendo mejor” con la mayor puntuación (x̄: 4,59), seguido de la P6 “La información que obtengo, aumenta mi conocimiento en inglés” con (x̄: 4,40). No obstante, la P7 “Construyo una conversación en inglés respetando el orden lógico” alcanzó un promedio de respuestas de solo (x̄: 3,41).
P10 | Las canciones en inglés me motivan para seguir aprendiendo el idioma. |
P11 | Cuando escucho hablar inglés a mi profesora, me siento motivado para imitar las pronunciaciones del idioma. |
P12 | El querer otras culturas me motivan para aprender mejor el inglés. |
P13 | Siento que tengo predisposición para aprender el idioma inglés. |
P14 | Me inclino más a aprender el inglés que otros cursos, porque pienso que es importante. |
P15 | Soy un buen alumno en el curso de inglés a pesar de que es difícil para mí. |
P16 | Me siento satisfecho cuando puedo cantar un karaoke en inglés. |
P17 | Me siento contenido cuando intervengo una y otra vez en las clases de inglés. |
P18 | Siento alegría cuando tengo conversaciones en inglés con mis amigos. |
P19 | Siento curiosidad por descubrir el significado de nuevas palabras en inglés para aumentar mi vocabulario. |
P20 | Cada tema presentado en inglés despierta mi curiosidad para seguir aprendiendo. |
P21 | Investigo el significado de una nueva canción en ingles que escucho a través de emisoras locales (radio planeta, studio92). |
Fuente: Elaboración propia en base a Iriarte (2014) e Insfrán (2019)
En cuanto al gráfico 2, se observa que la P12 “El querer otras culturas me motivan para aprender mejor el inglés” posee el mayor promedio de (x̄: 4,7) seguido de la P10 “Las canciones en inglés me motivan para seguir aprendiendo el idioma” con (x̄: 4,69), mientras que la P15 “Soy un buen alumno en el curso de inglés a pesar de que es difícil para mí” obtuvo la menor media de respuestas (x̄: 3,73).
P22 | Tengo mucha voluntad para aprender y entender las clases de inglés. |
P23 | El querer hablar el inglés hace que mi esfuerzo día a día más por aprender. |
P24 | Aunque me es difícil memorizar los verbos en inglés. Tengo muchas ganas de aprenderlos. |
P25 | Me interesan bastante los temas desarrollados en la clase de inglés. |
P26 | Me interesa ser el mejor en el curso de inglés. |
P27 | Es muy interesante si la clase de inglés se desarrolla con multimedia, DVD. |
P28 | Participo voluntariamente en todas las clases de inglés. |
P29 | La participación en clase me ayuda superar mis temores y seguir aprendiendo mejor el inglés. |
P30 | La participación es importante para mí, porque me permite tener fluidez en el idioma inglés. |
P31 | Los trabajos de inglés que me dejan para casa me comprometen a hacerlo correctamente. |
P32 | Siento el mismo compromiso con el curso de inglés que con otras asignaturas, como Matemática y Comunicación. |
P33 | Asumo conscientemente el compromiso de aprender el inglés adecuadamente. |
Fuente: Elaboración propia en base a Iriarte (2014) e Insfrán (2019)
En el gráfico 3, se presentan los dos ítems con la media de puntuaciones más alta, la P33 “Asumo conscientemente el compromiso de aprender el inglés adecuadamente” (x̄: 4,57) y P22 “Tengo mucha voluntad para aprender y entender las clases de inglés” (x̄: 4,45). Finalmente, la menor media de puntuaciones fue para la P28 “Participo voluntariamente en todas las clases de inglés” (x̄: 3,75).
DISCUSIÓN
Al estudiar un idioma extranjero, como es el caso del inglés, se debe tener en cuenta ciertas variables como la generación o edad de los estudiantes, motivación, facilidad lingüística, modo de aprendizaje, estilos cognitivos, actitudes y personalidad (Insfrán, 2019), como también, estrategias didácticas utilizadas y el manejo de las tecnologías de informaciones y comunicaciones (TIC) por parte del docente. Sin duda alguna, el inglés forma parte de la malla curricular de muchas carreras universitarias, más aún, cuando se trata de estudios enfocado a lo empresarial.
No obstante, existen leyes y normativas en Paraguay que menciona sobre las lenguas extranjeras, como la Ley 4251 de Lenguas dentro de la Ley de Educación Superior de la República del Paraguay (Congreso de la Nación Paraguaya, 2011) y los criterios de calidad para evaluar la carrera de Administración de empresas propuesta por la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES), exigiendo un 18% de la totalidad de horas en la enseñanza de un segundo idioma (ANEAES, 2014). Por lo tanto, el inglés representa una asignatura vital dentro de la malla curricular de la carrera de administración de empresas.
En cuanto a la dimensión cognitiva, se demuestra que los estudiantes del primer semestre de la carrera de Administración de empresas de la universidad estudiada, entienden mejor cuando el profesor utiliza imágenes para presentar el tema, correspondiente a la P2 ( x̄: 4,59), es decir, las estrategias didácticas no dejan de lado al componente visual y sin duda alguna, estudiar un idioma no se debe enfatizar únicamente en la conversación y lectura como parte del aprendizaje, sino que éste debe complementarse con gráficos, figuras o dibujos para su comprensión. En la dimensión emocional, se encuentra el factor de la cultura como una forma de motivar a los estudiantes en querer aprender el inglés para una mejor comunicación, refiriéndose a la P12 con (x̄: 4,73). Definitivamente, este ítem puede relacionarse con la globalización como ser: los viajes de placer, viajes de negocios, hacer negocios en el exterior o comunicarse con amigos de no habla hispana. Por último, en la dimensión conductual el estudiante entiende y asume responsablemente el compromiso de aprender el inglés en forma adecuada P33 con (x̄: 4,57). Además, comprenden que la participación es crucial para obtener fluidez en el idioma P30 con (x̄: 4,43), pero tampoco hacen el esfuerzo de participar activamente en la clase de inglés P28 con (x̄: 3,75).
En comparación con otras investigaciones, el autor Delfín (2007) ha afirmado que el interés para aprender un idioma “inglés” en estudiantes universitarios viene de la auto instrucción y la forma adecuada de adquirir dicho conocimiento, al igual que en el presente estudio, la P33 “Asumo conscientemente el compromiso de aprender el inglés adecuadamente” (x̄: 4,57), ha resultado ser con la media más alta dentro del componente conductual. Al mismo tiempo, González y Sierra (2008) confirman la existencia de la motivación de los estudiantes para practicar el inglés a través de la participación. Sin embargo, el resultado obtenido de nuestra investigación apunta que existe poca participación voluntaria (P28) para aprender el idioma, indicando así la más baja frecuencia de respuesta (x̄: 3,75) en la dimensión conductual. No obstante, Iriarte (2014) confirma una relación significativa entre los componentes cognitivo, emocional y conductual en el aprendizaje del inglés. En nuestro estudio, estas dimensiones han alcanzado las medias de frecuencia de 4 aproximadamente, entendiendo así que para lo cognitivo (x̄: 3,93), emocional x̄: 4,26) y conductual (x̄: 4,20).
En base a los resultados de la investigación, se puede concluir en tres aspectos: En primer lugar, las tres dimensiones estudiadas (cognitivo, emocional y conductual) han alcanzado un promedio general de (x: 4,13), bastante equitativa entre sí. Segundo, los estudiantes se encuentran muy motivados, comprometidos y con gran curiosidad de aprender el inglés utilizando algunas herramientas digitales (YouTube, whatsapp, aplicaciones del móvil, entre otros) y la gamificación. Definitivamente, el docente es la pieza clave en el proceso de la enseñanza-aprendizaje, no solo en actualizar los contenidos del programa, sino en activar la creatividad, innovar nuevas estrategias didácticas efectivas y manejar las TIC (clases en las modalidades del e-learning, m-learning, entre otros).
En cuanto a los objetivos específicos, se han alcanzados a identificar los indicadores más relevantes en las actitudes que posee los participantes, resumiéndolos en la motivación y curiosidad (dimensión emocional) y compromiso (dimensión conductual).
Finalmente, se concluye que existe una actitud positiva en los estudiantes respecto al inglés en sus aulas que favorecen el aprendizaje y estos resultados ponen en evidencia la necesidad desarrollar e implementar políticas pedagógicas coherentes por parte de los docentes que promuevan dichas dimensiones de manera favorable como ir al cine, inmersiones vía música, viajes de estudios, intercambios entre otras actividades pedagógicas (Dörnyei, 2006 & Gardner, 2007).