INTRODUCCIÓN
La ausencia de dolor orofacial es uno de los parámetros necesarios para gozar de salud bucodental1. Sin embargo, el dolor tiene un impacto considerable en la vida de numerosas personas en todo el mundo, y los profesionales de la salud consideran la gestión clínica del dolor como una prioridad fundamental2.
El dolor orofacial es un dolor localizado en la región comprendida por encima del cuello, delante de las orejas y debajo la línea orbitomeatal, así como también el dolor dentro de la cavidad oral3. Se ha estimado que entre 13 y 26 % de la población general ha experimentado algún tipo de dolor orofacial, aunque estas cifras pueden variar según las regiones4, siendo su evaluación, diagnóstico y manejo un proceso complejo, multifactorial y multidisciplinar5,6.
Aunque principalmente el dolor oral es de origen odontogénico7, muchos dolores faciales tienen otros orígenes, debido a la diversidad de estructuras de la región de la cabeza y el cuello (por ejemplo, ojos, oídos, glándulas salivales, músculos, articulaciones, membranas de los senos, vasos sanguíneos intracraneales)8,9 o pueden ser referidos desde otros sitios10.
El dolor orofacial crónico podría definirse como aquel dolor orofacial que ha estado presente, de manera intermitente o continua por 3 o más meses. Adicionalmente, esta persistencia de dolor puede combinarse con otros signos de “cronificación”, tales como una fuerte asociación con problemas psicosociales, cambios frecuentes de profesional médico u odontológico y la extensión del dolor a otras zonas. Se ha estimado que la prevalencia del dolor orofacial crónico, excluyendo trastornos de dolor de cabeza, es de entre 7 y 11 %11.
A pesar de las diversas clasificaciones12, en un nivel más básico, podría clasificarse el dolor orofacial como principalmente somático, visceral, neuropático y psicológico3. Los somáticos incluyen dolores musculoesqueléticos: ej., dolores musculares, dolor de la articulación temporomandibular (ATM), dolor óseo y periósticos, y dolor periodontal. Los dolores viscerales incluyen dolores pulpar, de las mucosas, neurovascular, de las glándulas salivales, etc. El dolor neuropático se origina en la lesión o alteración de las vías del dolor, principalmente la lesión de un nervio periférico debida a una cirugía o un traumatismo e incluyen las neuralgias y neuropatías que afectan la zona. Por último existen un amplio grupo de trastornos mentales que pueden relacionarse con el dolor, afectando la percepción que tiene el paciente de la intensidad del dolor y su respuesta ante este3,13. También existen factores de riesgo como el dolor crónico generalizado, el sexo femenino, la edad y la percepción subjetiva de la experiencia del dolor y el estrés9,14-16.
Siendo el dolor orofacial una causa frecuente de consulta y debido a las consecuencias ocasionadas en los que la padecen y ante la falta de datos existentes de la población paraguaya, que difiere de las demás poblaciones debido a su conformación socio-cultural y económica, se planteó como objetivo realizar una prueba piloto para determinar la frecuencia de dolor orofacial en una población mayor de 35 años y de esta manera establecer directrices que permitan llevar a cabo estudios de mayor envergadura, que reflejen con mayor exactitud los datos sobre esta afección.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio piloto de tipo observacional descriptivo de corte transverso en pobladores del área metropolitana de Asunción. Fueron seleccionados a través de un muestreo por conveniencia 189 hombres y mujeres mayores de 35 años que aceptaron formar parte del estudio y que en el momento de la encuesta no se encontraban consultando en alguna unidad de salud.
Se aplicó un cuestionario estructurado basado en el estudio de Lipton et al.17, a través del cual se interrogó sobre los eventos de dolor orofacial que hubieran presentado en los últimos 6 meses, aspectos descriptivos del o los eventos dolorosos orofaciales experimentados, tales como localización, duración, intensidad y ausentismo laboral debido a la consulta, además de variables demográficas. Antes de iniciar la encuesta se explicaron los objetivos del estudio a los participantes y se les informó que la participación era voluntaria. Los datos de identificación de los participantes se mantuvieron de forma confidencial.
Toda la información fue auto-reportada por los entrevistados y no se realizó ningún tipo de examinación clínica ni diagnóstico de acuerdo a lo respondido. Los datos fueron tabulados en una hoja de cálculo y los resultados presentados, usando herramientas de estadística descriptiva y analítica. Se utilizó la prueba del Chi-cuadrado para determinar si existe asociación entre tipo de dolor orofacial y sexo, con un nivel de confianza del 95%.
RESULTADOS
Se encuestaron a 189 sujetos de los cuales el 61,9 % fue del sexo femenino, el 46,6 % tuvo un nivel educativo universitario (Tabla 1) y el 39,2 % de los encuestados residió en Asunción. El 45,0 % tuvo entre 46 y 56 años de edad, siendo el promedio 50 años (DT=9,2).
Variables | Dolor orofacial | Total | ||
---|---|---|---|---|
Sí | No | No responde | ||
Sexo | ||||
Femenino | 51 (43,6) | 59 (50,4) | 7 (6,0) | 117 (100,0) |
Masculino | 25 (34,6) | 40 (55,6) | 7 (9,7) | 72 (100,0) |
Grupo etario | ||||
35 a 45 | 30 (49,2) | 25 (41,0) | 6 (9,8) | 61 (100,0) |
46 a 56 | 33 (35,8) | 19 (55,3) | 3 (8,9) | 85 (100,0) |
57 o más | 13 (30,2) | 27 (62,8) | 3 (7,0) | 43 (100,0) |
Nivel educativo | ||||
Primario | 11 (64,7) | 5 (29,4) | 1 (5,9) | 17 (100,0) |
Secundario | 35 (42,2) | 43 (51,8) | 5 (6,0) | 83 (100,0) |
Universitario | 29 (32,9) | 51 (58,0) | 8 (9,1) | 88 (100,0) |
No responde | 1 (100,0) | 0 (0,0) | 0 (0,0) | 1 (100,0) |
Total | 76 (40,2) | 99 (52,4) | 14 (7,4) | 189 (100,0) |
El 40,2 % (76/189) experimentó algún tipo de dolor orofacial en los 6 meses previos a la encuesta y de éstos, 38 reportaron que las primeras manifestaciones del dolor ocurrieron aún antes. La mayoría de los encuestados reportó que el dolor al masticar o morder fue el tipo de dolor orofacial más frecuente (Figura 1). Se encontró una asociación significativa entre sexo y dolor en la articulación temporomandibular (p=0,026) y ardor en la lengua o alguna otra parte de la boca (p=0,029).
El 54,5 % (103/189) de los encuestados mencionó que consultó con un odontólogo en los últimos 6 meses. Sin embargo, de los 76 sujetos que reportaron dolor orofacial en los últimos 6 meses 34,2 % (26/76) no consultaron con un odontólogo. El 36,9 % (38/103) manifestó que el motivo principal de consulta fue por razones estéticas, el 26,2 % (27/103) por dolor o molestias y 24,3 % (25/103) por tratamiento de caries (Tabla 2).
Variables | Dolor orofacial | Total | ||
Sí | No | No responde | ||
¿Consultó con un odontólogo en los últimos seis meses? | ||||
Sí | 50 | 47 | 6 | 103 |
No | 26 | 52 | 8 | 86 |
Motivo de consulta* | ||||
Estética | 10 | 27 | 1 | 38 |
Dolor/Molestia | 22 | 5 | 0 | 27 |
Tratamiento de caries | 14 | 9 | 2 | 25 |
Implantes | 6 | 4 | 2 | 12 |
Otro | 7 | 5 | 1 | 13 |
Control | 1 | 0 | 0 | 1 |
¿Cuándo fue la última vez que consultó con un odontólogo? (n = 86) | ||||
6 meses a 1 año | 6 | 8 | 0 | 14 |
1 a 2 años | 7 | 16 | 2 | 25 |
2 a 5 años | 3 | 12 | 2 | 17 |
Más de 5 años | 7 | 10 | 0 | 17 |
*Mas de una opción podían ser marcada
En cuanto al comportamiento temporal (periodicidad) de acuerdo con la región anatómica afectada, los pacientes reportaron mayormente dolor intermitente (iba y venía) en las siguientes regiones: ardor en la lengua o en alguna otra parte de la boca (78,6 %), dolor en la articulación de la mandíbula o delante del oído (77,8 %) o dolor sordo y persistente en la cara o mejillas (66,7 %).
Lo respondido sobre la duración del dolor en la ATM, ardor en la lengua y dolor sordo y persistente en la cara y mejilla experimentado en los últimos 6 meses se detalla en la Tabla 3. En la mayoría de los casos, el dolor tuvo una duración de 1 a 5 días. Los dolores más prolongados eran menos frecuentes. La intensidad del dolor en ATM y el dolor sordo y persistente en cara y mejillas se indagó a través de una escala analógica, obteniéndose los valores descriptos en la Tabla 4.
Tipo de dolor orofacial | Duración (días) | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
1-5 | 6-15 | 16-30 | Más de 30 | Todos los días | NS/NR | |
Dolor en la articulación de la mandíbula o delante del oído (n=30) | 63,3 | 16,7 | 3,3 | 3,3 | 3,3 | 10,0 |
Ardor en la lengua o en alguna otra parte de la boca (n=14) | 64,3 | 21,4 | - | - | - | 14,3 |
Dolor sordo y persistente en la cara o mejillas en más de una ocasión (n=6) | 50,0 | 33,3 | 16,7 | - | - | - |
En 16 personas que han referido padecer dolor orofacial durante 2 o más meses diferentes, se ha encontrado que el 37,5 % (n=6) ha consultado con el odontólogo para tratar dicho dolor y 25,0 % (n=4) realizó interconsulta con algún médico. Asimismo 43,8 % (n=7) refirió que al experimentar dolor orofacial les preocupó el estado de salud de sus dientes y/o encías y 50,0 % (n=8) refirió que al experimentar dolor orofacial les preocupó su estado de salud en general. Además, el 43,8 % (n=7) mencionó que debido a la consulta odontológica tuvo que faltar, llegar tarde o salir temprano del trabajo y 43,8 % (n=7) que uno de los motivos principales para no consultar con el odontólogo fue la falta de tiempo, seguido por el miedo (25,0 %) y la falta de recursos económicos (18,8 %).
DISCUSIÓN
Los datos utilizados en el presente estudio se basaron en los reportes de síntomas experimentados por los participantes sin examinación física o clínica. Esto podría resultar en un sesgo de los estimadores reportados. Sin embargo, el dolor de cualquier tipo es un fenómeno subjetivo, por tanto, los clínicos y los investigadores pueden obtener información básica sólo a través de reportes individuales. La prevalencia del dolor orofacial varía de un lugar a otro y entre diferentes grupos de edad 18-24. En el presente estudio se encontró una frecuencia de 40,2 %, cifra más alta que lo reportado por otros estudios en poblaciones similares (Tabla 5). Diaz Guzmán et al.19 reportaron una prevalencia de 51,0 % en personas que acudieron a una clínica odontológica universitaria en busca de atención. Una cifra alta es esperada en centros de atención sanitaria pero una cifra alta en la población general es preocupante desde el punto de vista epidemiológico.
Estudio | País | N | Edad | Prevalencia Orofacial (%) | Prevalencia de Dolor Odontogénico (%) |
---|---|---|---|---|---|
Presente estudio | Paraguay | 189 | ≥35 | 40,2 | 27,5 |
Lipton et al. 17 | E. E. U. U. | 42370 | ≥18 | 22 | 14 |
Horst et al. 18 | E. E. U. U. | 1668 | ≥18 | 16,1 | 9,1 |
Diaz Guzmán et al. 19 | México | 915 | ≥15 | 51,04 | 22,8 |
Ravaghi et al. 20 | Canadá | 5284 | 6 - 79 | 12 (solo dolor oral) | - |
Bastos et al. 21 | Brasil | 3353 | ≥20 | - | 18 |
Chung et al. 22 | Corea del Sur | 1032 | ≥55 | 42 | 27 |
Macfarlane et al. 23 | Reino Unido | 1510 | 18-65 | 19 | 7 |
Montero et al. 24 | España | 540 | 35-44 | 32 (solo dolor oral) | - |
El 65,8 % (50/76) de los pacientes que reportaron dolor orofacial consultaron con un odontólogo en los últimos 6 meses, sin embargo, sólo 22 refirieron haber consultado por dolor o molestia. El dolor es uno de los motivos más frecuentes para consultar con un odontólogo. Adicionalmente, el dolor incorrectamente diagnosticado o mal controlado en odontología es el principal evento adverso informado por odontólogos y por pacientes9 y aunque este trabajo se limitó a una encuesta exploratoria es importante destacar la importancia de una historia clínica cuidadosa25. Así, para un correcto diagnóstico y manejo del dolor, varios autores sugieren tener en cuenta el momento de aparición del dolor, localización, duración, entre otros factores 2,7,10,14.
En cuanto a los dolores sufridos en los 6 meses previos al momento de aplicación del cuestionario, los más frecuentes han sido los dolores agudos (dolores al masticar o morder, dolores de origen dentario en primer lugar y dolor a causa de ampollas, llagas o ulceraciones en los labios o en la boca en tercer lugar). Estos datos concuerdan con los encontrados por otros autores que consideran que los dolores de tipo odontogénico siguen siendo la principal causa de dolor en la región orofacial2,7,15.
Los dolores en la articulación temporomandibular o delante del oído se encuentran en segundo lugar de los dolores más frecuentes con un 15,9 % (30/189) de la población y afectaron a cuatro veces más mujeres que a hombres. El dolor en la articulación temporomandibular corresponde a la segunda condición musculoesquelética más común (después del dolor lumbar crónico) que produce dolor y discapacidad8. Lipton et al.17, reportaron porcentajes más bajos que el presente estudio y dos veces más frecuente en mujeres que en hombres.
Para considerar un dolor como crónico, el síndrome doloroso debe estar presente durante más de 12 semanas o persistir más allá del tiempo de curación esperado26. El dolor orofacial agudo (afecciones como úlceras aftosas y pulpitis irreversible) es manejado y comprendido fácilmente por la mayoría de los odontólogos, mientras que el dolor orofacial crónico, que tiende a ser refractario, es a menudo confuso, con un diagnóstico difícil y multidisciplinario donde el éxito de tratamiento es limitado3. Además, este tipo de dolor repercute negativamente en la personalidad y forma de vida del enfermo por sus consecuencias físicas, psíquicas (depresión e hipocondría), sociales (aislamiento) y económicas (consultas con varios tipos de especialista, compra de medicamentos)27.
Otro punto a tener en cuenta es que los encuestados han afirmado padecer de más de un tipo de dolor en forma conjunta (46 %), así tanto los dolores odontogénicos como los no odontogénicos pueden llegar a coexistir por lo que se hace necesario distinguir ambos tipo de dolores para evitar un tratamiento odontológico innecesario y organizar la derivación adecuada para el paciente. Debido a la complejidad de la zona donde cursa el dolor, el diagnóstico puede ser erróneo o ineficaz repercutiendo en la cantidad de visitas y profesionales de la salud que el paciente debe acudir25 lo que implica un mayor costo económico a nivel personal y público10,27.
En el presente trabajo se ha observado que 16 pacientes han reportado padecer dolores por 2 o más meses diferentes y muchos de ellos han buscado ayuda tanto en odontólogos como en médicos en variadas ocasiones y que dichos dolores han creado preocupación, tanto por su estado de salud bucodental como general. Además, se ha encontrado que los encuestados han alegado ausentismo laboral a causa del dolor y la imposibilidad de asistir a consulta debido a la falta de tiempo o por el coste económico de las consultas.
El dolor en la región orofacial es psicológicamente importante, ya que está implicado en funciones biológicas vitales como comer, beber, hablar y el comportamiento sexual26 y cuando este dolor se vuelve crónico muchas personas tienen dificultades para comprender la causa, lo que genera confusión y ansiedad, por lo que el especialista debe estar preparado para dar explicaciones claras y contrarrestar los sentimientos negativos del paciente28.
CONCLUSIONES
Dentro de las limitaciones del presente estudio, podemos concluir que existe una alta frecuencia de dolores en la región orofacial. Los dolores al masticar o morder seguido dolores de la articulación temporomandibular y dolor a causa de ampollas, llagas o ulceraciones en los labios o en la boca son los más frecuentes. Se reportó la presencia en forma conjunta más de un tipo de dolor en una proporción relativamente alta.