INTRODUCCIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adolescencia “es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, de 10 a 19 años, y es una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano1. Los adolescentes sufren cambios físicos y emocionales; dada esta situación es indispensable poner atención sobre distintos aspectos de la salud oral y general; por consiguiente esta etapa es la ideal para la implementación de buenos hábitos, de manera a posibilitar una óptima salud oral2.
Los adolescentes son propensos a presentar problemas de salud oral3, siendo la caries dentales una de las causas más importantes de dichos problemas. La mala higiene oral contribuye la aparición de la caries dental y se encuentra asociada a una mala alimentación, pocas horas de sueño y falta confianza en sí mismo4.Como resultado, la presencia de patologías orales pueden impactar negativamente en la calidad de vida de los adolescentes5. De ahí que la salud oral se debe considerar como parte del desarrollo integral, ya que se consideran una población de riesgo, por dicho motivo se sugiere que cuenten con acompañamiento continúo de la familia, la sociedad y el estado6.
En el reporte de “Salud bucal de las Américas” se determinó que existen disparidades en el nivel de salud oral, lo que lleva a pensar que esta epidemia silenciosa afecta a grupos específicos de la población7. Con respecto a la caries dental a los 12 años, Paraguay en el año 2008 presentaba un índice CPO-D de riesgo moderado con un valor de 2,798 y en el año 2017 el riesgo fue bajo con un valor de 2,079.
Al mismo tiempo, tener mayores conocimientos sobre salud oral redundará en cambios de actitudes positivas y motivación para el desarrollo de conductas saludables aumentando la predisposición del individuo para realizar tareas de prevención oral10,11.Así también, tener conocimientos acerca de salud oral se asoció con mejores prácticas de medidas de higiene oral12, pues esto ayudaría a prevenir enfermedades orales13.Por tanto, el cambio e implementación de hábitos saludables debe ser parte del contexto de vida individual y colectiva14.
En este estudio se planteó como objetivo relacionar el nivel de conocimiento sobre salud oral con el índice de caries dental en adolescentes de 12 a 15 años, matriculados en la Escuela Básica Nº 80 “General José Eduvigis Díaz” de Pirayú (Paraguay), en el año 2016. Si bien, los adolescentes sufren cambios trascendentales en el proceso de ser adultos, es en esta población donde se debería reforzar los mecanismos de la educación para la salud y la adquisición de buenas prácticas. Implementar un programa sostenido de hábitos de higiene oral, alimentación saludable e identificación de factores de riesgo para caries y enfermedad periodontal, resultará en una salud integral del individuo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio transversal, con 70 adolescentes de 12 a 15 años de la Escuela Básica Nº80 “General José Eduvigis Díaz” de la ciudad de Pirayú del Departamento de Paraguarí-Paraguay, matriculados en el año 2016 del 7mo al 9no grado, de los turnos mañana y tarde. Las variables consideradas fueron: conocimientos sobre salud bucal, índice CPO-D, índice de caries dental, edad en años y sexo.
Se entregó un cuestionario con 12 preguntas sobre conocimientos de salud bucal relacionado a caries dental, gingivitis, higiene bucodental, cariogenicidad de los alimentos, acción del flúor en la cavidad bucal y permanencia de los dientes en boca. Se utilizó el cuestionario de Dho15,que fue aplicado en adultos correntinos en Argentina, que analizó los conocimientos de salud bucal en relación con el nivel socioeconómico. El puntaje de la escala fue de 0 a 28 puntos, cuanto más elevado el puntaje indicó mayor conocimiento. Se consideraron con conocimiento suficiente puntajes(60% de respuestas correctas, lo que equivale a (17 puntos. Se realizó la inspección bucal siguiendo los criterios de la OMS, estandarizados para este tipo de evaluaciones orales7.
Se realizaron charlas sobre prevención de la salud como parte del programa del Ministerio de Salud y Bienestar Social. Se contó con la ayuda del odontólogo encargado de dicha escuela, previamente entrenado. Se solicitó autorización del director de la escuela y a los docentes. Los padres consintieron la participación y formaron parte aquellos adolescentes que asintieron formar parte del estudio.
Los resultados se presentaron en tablas, se utilizaron medidas de tendencia central y dispersión para variables cuantitativas; frecuencia y porcentaje para variables cuantitativas. Se aplicaron las pruebas t de Student previa comprobación de normalidad con la prueba de Kolmogorov-Smirnov y homogeneidad de varianza con el test de Levene para contrastar la puntuación promedio del conocimiento por sexo, la prueba U de Mann-Whitney para contrastar índice CPO-D por sexo, índice CPO-D por nivel de conocimiento e índice de caries por nivel de conocimiento. Todos con un nivel de confianza del 95%. Se utilizaron los programas Microsoft( Excel e Info Stat/L
RESULTADOS
Participaron del estudio 70 adolescentes de 12 a 15 años matriculados en la escuela pública de la ciudad de Pirayú. El 18,6% tenía 12 años, el 34,3% tenía 13 años, el 31,4% tenía 14 años y el 15,7% tenía 15 años. el 62,9% fueron varones y el 37,1% fueron mujeres. El índice CPO-D fue de 2,24 indicativo de bajo riesgo y el índice de caries de 1,17. Presentaron al menos un diente perdido el 42,8% de los adolescentes (Gráfico 1).
El puntaje promedio fue de 17,31 (DE=4,48) en el cuestionario de nivel de conocimientos sobre salud oral. El 45,7% obtuvieron conocimientos insuficientes (Gráfico 2).
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas al comparar la distribución del puntaje promedio de conocimientos e índice CPO-D por sexo ni al comparar por edad (Tabla 1).
Presentaron al menos un diente perdido el 42,8% de los adolescentes. El 93,98% de pérdidas dentarias correspondió a primeros molares permanentes. En cuanto al tipo de piezas dentarias, los molares fueron los dientes más perdidos (Gráfico 3).
El índice CPO-D por nivel de conocimientos sobre salud oral no resultó estadísticamente significativo (p=0,723), así como tampoco el índice de caries por nivel de conocimientos (p=0,590).
DISCUSIÓN
Se planteó como objetivo relacionar el nivel de conocimientos sobre salud oral con el índice de caries dental en adolescentes de 12 a 15 años, matriculados en una escuela de Pirayú, Paraguay en el año 2016, pero no se encontró relación entre el índice de caries y el nivel de conocimientos sobre salud oral.
En base a las respuestas de los adolescentes, del estudio el 45,70% tiene conocimientos insuficientes sobre los causales de caries e incluso como mejorar esta situación, mientras que un estudio similar realizado en adolescentes paquistaníes presentaron resultados semejantes16, por lo cual se debería insistir en la responsabilidad para con su propia salud oral, pudiéndose indicarla necesidad de insistir en programas preventivos apoyados por los docentes y las familias. Con respecto a los factores que favorecen la aparición de caries dental, el 100% marcó las opciones correspondientes al consumo de azúcar y bacterias, y un 71,4% a la mala higiene; mientras que en el Valle del Cauca, Colombia los adolescentes atribuyen a la mala higiene un 65%, a las bacterias un 18% y al consumo de azúcar un 7%17. El 50% de los adolescentes paraguayos utiliza hilo dental en coincidencia con poblaciones similares de brasileros (51%)18) y colombianos (55%)17.
El índice CPO-D obtenido en este estudio (2,24) fue ligeramente superior al obtenido a nivel nacional en el año 2017 en adolescentes de 12 años pero ambos presentan riesgo bajo (9) .Pero fue superior al índice CPO-D en niños mexicanos de 12 años (1,4(1,7)19, muy superior al índice de niños de 6 a 12 años de la ciudad de Sátão, Portugal(0,93(0,63)20, similar al índice niños de 12 años que acudieron a escuelas públicas y privadas dede Santa Cruz do Sul, Rio Grande do Sul, Brasil (2,5)21, ligeramente inferior a adolescentes de 18 años lituanos (2,93(.2,81)22.Asimismo, en este estudio el índice CPO-Dse encuentra en un nivel de riesgo de caries bajo, mientras que Sanabria-Castellanos et al. reportan nivel intermedio8, en el mismo nivel que Alaska, Perú, Venezuela, Chile, Ecuador, España, Italia, Rusia y Uruguay. El índice de caries de este estudio (1,17) fue ligeramente inferior al 1,40 reportado en niños y adolescentes en orfanatos de la ciudad de Jodhpur en Rajasthan, India23.
Es importante destacar que un elevado porcentaje (93,98%) de perdidas dentarias corresponde a los primeros molares permanentes, se debe considerar su importancia debido a que constituyen las piezas dentarias muy importantes para la masticación y su presencia resulta fundamental para el correcto desarrollo de la oclusión24. Dicho porcentaje resulta más elevado al que fuera reportado en adolescentes de 12 a 14 años matriculados en una escuela básica rural cubana, donde la pérdida de primeros molares fue del 19,4%25.En el estudio de Brennan et al.11) se ha reportado que aquellas personas con educación terciaria y nivel de ingresos familiares elevados, tenían menos dientes cariados y perdidos, con un índice CPO-D más bajo.
CONCLUSIÓN
En los adolescentes de la escuela de Pirayú, el nivel de conocimientos sobre salud oral no presentó relación con el índice de caries que tuvieron ni con el nivel de severidad de caries de riesgo bajo, pero un poco menos de la mitad perdió al menos un diente permanente. El nivel de conocimientos sobre salud oral fue suficiente en un poco más de la mitad. Se deben reforzar los programas de prevención primaria y secundaria, a fin de evitar pérdidas dentarias a tan temprana edad.