INTRODUCCIÓN
Las vacunas contra la infección por el virus SARS-COV-2 que produce la enfermedad COVID-19, se utilizan desde diciembre de 2020. Los datos actuales han demostrado que las vacunas han logrado disminuir las formas graves de la enfermedad, permitieron disminuir la hospitalización y la mortalidad 1,2,3,4,5.
Al 8 de febrero de 2022, se ha reportado en el mundo 396.558.014 millones de casos de COVID-19 en el mundo y 5.745.032 muertes. Al 7 de febrero de 2022 se han administrado un total de 10.095.615.243 dosis de vacunas 2.
Actualmente las vacunas son las mejores herramientas de salud pública para proteger a las personas del COVID-19, retrasar la trasmisión y disminuir la aparición de nuevas variantes 2,3,4,5. En todo el mundo se utilizan vacunas de diferentes plataformas para hacer frente a la pandemia del COVID-19 (2). Las vacunas contra el COVID-19 proporcionan un elevado nivel de protección contra las formas graves de la enfermedad y la muerte causadas por variantes preocupantes. Con relación a la variante ómicron, los datos preliminares con que se cuenta hacen pensar que la vacuna podría ser efectiva contra las formas graves de enfermedad 2. Sin embargo, las vacunas podrían no ser tan efectivas para prevenir infecciones asintomáticas 2,3.
Las vacunas disponibles en el Paraguay son: Sputnik V, vacuna a virus inactivado Sinopharm, covaxin, coronavac, Pfizer BioNtech, Moderna, AztraZeneca (6,7). En febrero de 2021, se recibieron las primeras dosis de vacunas anti COVID-19, compuestas por 4 000 dosis de la vacuna Sputnik V. La vacunación que se lanzó el 22 de febrero de 2021 fue dirigida primeramente a los profesionales de la salud de primera línea en la atención de los pacientes con COVID -19, posteriormente para los demás profesionales de la salud y adultos mayores, maestros, militares, las personas con comorbilidad, luego en septiembre 2021 se liberó para los adultos mayores de 18 años. En octubre 2021, se inició la aplicación de la tercera dosis, en noviembre 2021, se habilitó la tercera dosis para los mayores de 18 años y para los niños desde los 12 años de edad. En febrero 2022 se inició la vacunación de los niños entre 5-11 años 6,7.
En el Paraguay, al 1/02/2022, se han reportado 589.318 casos confirmados y 17.386 fallecidos, el 50% de los nuevos infectados corresponde a la nueva variante OMICRON. El 80% de los hospitalizados y fallecidos se da en pacientes no vacunados 6.
El éxito de un programa de vacunación depende de la proporción de la población que desee vacunarse. Los factores conocidos de rechazo a recibir la vacuna son el miedo a los efectos adversos, la falta de información sobre la vacuna, el descreimiento sobre la utilidad de la vacuna 8,9,10,11,12,13,14,15,16. El objetivo del estudio es evaluar la frecuencia de aceptación de la vacuna contra el COVID-19 e identificar los factores asociados con la falta de vacunación en una población de adultos encuestados en enero 2022.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio descriptivo transversal anónimo a través de una encuesta en línea en enero 2022. Fueron incluidos adultos de ambos sexos que aceptaron participar del estudio y que formaban parte de los contactos de los investigadores y sus respectivos contactos (muestreo en bola de nieve).
Se recopiló información sobre las características sociodemográficas, dosis de la vacuna contra el SARS-COV-2 recibidas, efectos adversos presentados, antecedentes de infección previas por COVID-19, antecedentes de vacunaciones previas, intención de vacunarse y de vacunar a sus hijos, motivo de rechazo a la vacuna contra COVID-19.
Los datos se registraron en una planilla electrónica Microsoft Excel, posteriormente fueron analizadas con EPIINFO 2007, utilizando estadística descriptiva. Los resultados se expresaron en forma de proporciones para las variables cualitativas y como media y desviación estándar para las continuas.
Las personas fueron informadas del protocolo de investigación con el fin de colaborar con el llenado del cuestionario. Fueron respetados los tres principios básicos de la bioética.
RESULTADOS
Participaron del estudio 549 personas, 73,8% de sexo femenino, 64,5% entre 35 a 64 años de edad, 86,6% de nivel de educación universitario, el 52,1% del departamento central, 40,4% era personal de salud. Central. Tabla 1
Características demográficas | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Sexo | ||
Femenino | 405 | 73,8 |
Masculino | 144 | 26,2 |
Edad | ||
Menor de 18 años | 3 | 0,5 |
18-34 años | 156 | 28,4 |
35-64 años | 354 | 64,5 |
65 años o mayor | 36 | 6,6 |
Nivel de educación más alto que ha completado | ||
Primario | 8 | 1,5 |
Secundario | 71 | 12,9 |
Universitario | 470 | 85,6 |
Lugar de residencia | ||
Asunción | 182 | 33,1 |
Central | 286 | 52,1 |
Interior | 81 | 14,8 |
Grupo vulnerable | ||
Personal de salud | 222 | 40,4 |
Con enfermedad de base (diabetes, hipertensión arterial, alguna enfermedad crónica) | 116 | 21,1 |
Docente | 70 | 12,7 |
El 93,1% de los participantes refirió haberse vacunado contra COVID-19. El 62,7% recibió las tres dosis, ninguna dosis 38 personas (7,5%). El efecto de la vacunación fue informado como muy leve (43,2%) o ningún efecto (21,4%). En un subgrupo de personas se preguntó su intención de recibir la tercera dosis, el 8% refirió que no la iba a recibir y el 6% no saber si la iba a recibir (Tabla 2).
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Se vacunó contra COVID-19 | ||
NO | 38 | 6,9 |
SI | 511 | 93,1 |
Vacuna (n=511) | ||
Pfizer | 149 | 27,1 |
Covaxin | 69 | 12,6 |
Moderna | 39 | 7,1 |
Sputnik | 37 | 6,7 |
Sinopharm | 5 | 0,9 |
N° de dosis de la vacuna recibida (n=511) | ||
Una | 3 | 0,5 |
Dos | 164 | 29,9 |
Tres | 344 | 62,7 |
Efectos de la vacunación (n=511) | ||
Grave (necesidad de consultar o internarse) | 4 | 0,8 |
Moderado (dolor de cabeza, cuerpo, fiebre por algunos días) | 176 | 34,6 |
Muy leve (dolor en el lugar de la vacunación) | 220 | 43,2 |
Ninguno | 109 | 21,4 |
Se va a poner la tercera dosis (n=214) | ||
NO | 17 | 8 |
NO SE | 13 | 6 |
SI | 184 | 86 |
El 68,9% de los participantes refirió tener hijos, el 97,1% de ellos le hace vacunar a sus hijos, el 87,1% le vacunaría a su hijo contra COVID-19. El 96,9 % de los encuestados recibió otro tipo de vacuna, una minoría (2%) se declaró como anti vacuna (Tabla 3).
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Tiene hijos | ||
NO | 171 | 31,1 |
SI | 378 | 68,9 |
Vacuna a sus hijos (n=378) | ||
NO | 11 | 2,9 |
SI | 367 | 97,1 |
Le vacunaría a su/s hijo/s contra COVID 19 (n=378) | ||
NO | 33 | 8,7 |
No está seguro/a | 16 | 4,2 |
SI | 329 | 87,1 |
Ha recibido otras vacunas en su vida | ||
NO | 17 | 3,1 |
SI | 532 | 96,9 |
Se declara como anti vacuna | ||
NO | 538 | 98,0 |
SI | 11 | 2,0 |
La valoración de las medidas preventivas que están realizando y las impuestas por el gobierno muestra que la mayoría tiene una buena percepción de las medidas que está realizando (puntaje entre 8 a 10), sin embargo, la valoración de las medidas impuestas por el gobierno fue menor (entre 5 a 8). Figura 1.
El 51,2% de los participantes refirió haber contraído COVID-19, de ellos la mayoría la calificó como muy leve o leve. El 10,3% requirió hospitalización (Tabla 4) .
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Ya tuvo COVID-19 | ||
No | 202 | 36,8 |
No se | 65 | 11,8 |
Sí | 281 | 51,2 |
Si ya tuvo COVID-19, califique su enfermedad (n=278) | ||
Muy leve | 70 | 25,2 |
Leve | 86 | 30,9 |
Moderado | 101 | 36,3 |
Grave | 22 | 7,9 |
Se hospitalizó por COVID-19 (n=278) | ||
No | 253 | 89,7 |
SI | 29 | 10,3 |
Finalmente se consultó sobre algunas sugerencias para estimular la vacunación entre los no vacunados, 41 personas mencionaron que necesitaría evidencias que demuestre que la vacuna funciona, 40 personas consideraron importante el acceso fácil y rápido a los lugares donde será administrada la vacuna y 21 personas refirieron que necesita evidencia que la vacuna es segura. Ver Tabla 5
Items | Frecuencia |
---|---|
Evidencias que demuestre que la vacuna funciona | 41 |
Acceso fácil y rápido a los lugares donde será administrada la vacuna | 40 |
Evidencia que demuestre que la vacuna es necesaria en mi lugar de trabajo, escuela o para otras actividades | 22 |
Información sobre los efectos secundarios y posibles reacciones a la vacuna | |
Evidencia que demuestre que la vacuna es segura | 21 |
No me voy a inyectar 5G | 1 |
Horarios fuera del trabajo, a partir de las 19 | 1 |
Mayor tiempo de estudio | 1 |
Nada aumentará la posibilidad de inocularme | 1 |
Nada, no es necesaria, ya tuve la enfermedad | 1 |
No se puede vacunar para prevenir una vacuna viva activa. El contagio es la vacunación. El protocolo oficial está desarrollado para que la enfermedad evoluciones a sus estados más complicados. | 1 |
Nunca | 1 |
Que sea una vacuna y que como todas se responsabilizan de ello sin tener que firmar yo nada... | 1 |
Tarde para demostrar que es segura... Ya demostró todo lo contrario | 1 |
DISCUSIÓN
Las vacunas contra el SARS-COV- 2, el virus que causa la enfermedad Covid-19, han prevenido la infección y la hospitalización y muerte causadas por las variantes del SARS-CoV-2, incluidas las variantes B.1.1.7 (alfa) y B.1.617.2 (delta). También puede prevenir la transmisión progresiva al reducir las infecciones sintomáticas y las infecciones asintomáticas (previene el número de personas infecciosas) y al reducir la propagación progresiva de las personas que se han infectado a pesar de la vacunación 16,17,18,19,20,21.
Para que la población quede protegida debe vacunarse en un número suficiente para que se produzca la protección de grupo, que dependerá de la población vacunada y de la población que haya padecido la infección (sintomática o asintomática), de la eficacia y duración de su inmunidad, así como de la capacidad del virus para reproducirse (R0).
En el Paraguay, las vacunas están ahora disponibles para todos los adultos mayores de 18 años como el paso final de los planes de asignación por etapas para mejorar las tasas de distribución y administración de las vacunas y en febrero 2022, se ha iniciado la vacunación para los niños 5 a 11 años 7. Actualmente en el Paraguay, la mayoría de las hospitalizaciones por COVID-19 grave y la mortalidad se dan en la población no vacunada o en personas con dosis incompleta. En el Reino Unido y en otras partes del mundo, la incidencia de hospitalizaciones y muertes relacionadas con la COVID-19 se ha mantenido baja, especialmente entre los adultos vacunados 1.
En nuestro estudio, más del 90% de los participantes refirió haberse vacunado contra el COVID-19, el 62,7% ya había recibido las tres dosis. Estos hallazgos podrían explicarse porque los encuestados pertenecían sobre todo a los grupos vulnerables, quienes recibieron primeramente la vacuna y posteriormente la tercera dosis, establecida como política de salud pública para luchar contra la pandemia de parte de las autoridades sanitarias 7.
Las vacunas autorizadas utilizan una variedad de plataformas diferentes (ARNm, vector viral, proteína/péptido y virus inactivado), con diferentes niveles de eficacia según las plataformas, se ha reportado respuestas de anticuerpos más altas a las vacunas de ARNm y a la vacuna de subunidades de proteína Novavax que a las vacunas de virus inactivados y con vectores virales21. Se han informado eficacias que varían entre el 60 % y el 94 % para las diversas vacunas, pero debido a las diferencias en el diseño del ensayo, el criterio de valoración medido, la población estudiada y la prevalencia de las variantes del SARS-CoV-2 en el momento del ensayo, no es posible hacer comparaciones directas entre las diferentes plataformas de vacunas 18,19,20,21.
El control a largo plazo de la pandemia de COVID-19 depende en parte del desarrollo y la aceptación de la vacuna contra el SARS-COV-2. Un segmento de la población de Paraguay rechaza las vacunas, las preocupaciones sobre la seguridad y eficacia de la vacuna, se esgrimen como las principales causas de rechazo en este estudio. En nuestro estudio el 6,9% de los participantes no había recibido ninguna dosis. El miedo a los efectos adversos y el descreimiento sobre la efectividad de la vacuna fueron las principales causas de la no aceptación a la vacuna, una minoría de los encuestados se consideró anti vacuna. En un subgrupo de personas se preguntó su intención de recibir la tercera dosis, menos del 10 % manifestó que no la iba a recibir.
En Australia, Edwards et al realizaron una encuesta a 3000 adultos, el 7% tenía altos niveles de vacilación y el 6% eran resistentes. Las mujeres que vivían en áreas desfavorecidas fueron las más probables de ser vacilantes o resistentes para recibir la vacuna comparado con los grupos con más altos ingresos, las que tenían más alto cumplimiento de las medidas sanitarias fueron las más probables de aceptar la vacuna 14. Murphy et al en una encuesta realizada en una población adulta de Irlanda y el Reino Unido, encontraron que la vacilación / resistencia a la vacuna fue del 35% y el 31% de estas poblaciones 15. En Irlanda los que tenían más probabilidades de aceptar la vacuna, eran las mujeres, el tener ingresos altos y residir en la ciudad, comparada con aquellos que rechazaban la vacuna que tenían etnia no irlandesa, ingresos más bajos, una enfermedad subyacente. En el Reino Unido eran más probables de no aceptar las vacunas: las mujeres y tener una edad menor de 65 años 15. Silva et al encontraron en Estados Unidos en estudiantes universitarios, que las tres principales preocupaciones relacionadas con la vacuna contra el COVID-19, fueron la seguridad (37%), la eficacia (24%) y la información limitada (16%) (8).
Los efectos adversos informados por los participantes fueron muy leves (43,2%) o ningún efecto (21,4%), solo 4 manifestaron efectos adversos que necesitaron internación. Actualmente ya se cuenta con suficiente información sobre las vacunas utilizadas contra el COVID-19. Entre el 14 de diciembre del 2020 y el 31 de enero del 2022 se administraron más de 539 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 en los Estados Unidos. Los efectos secundarios a la vacuna reportados fueron en su mayoría leves como dolor o inflamación en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, escalofríos o fiebre que desaparecen en pocos días. Se documentó una mayor reactogenicidad de los regímenes heterólogos de inducción y refuerzo en comparación con la vacunación homóloga 21.
Sesenta y seis casos de anafilaxia se informaron sobre 17. 524 676 vacunas de ARNm en los EE. UU, hasta febrero de 2021. Se cree que esto puede estar relacionado con los componentes a base de polietilenglicol de estas vacunas. La mayoría de los casos fueron en mujeres (63 - 66), de las cuales el 92% de los pacientes recibieron adrenalina como tratamiento de emergencia. No se reportó muertes por anafilaxia después de la vacunación contra el COVID-19 (21). También se informaron en Estados Unidos casos de miocarditis y pericarditis después de la vacunación con BNT162b2 o ARNm-1273 (ambas vacunas de ARNm) 21.
En marzo del 2021, la Agencia Europea de Medicamentos reporto que en un número pequeño de personas vacunadas con la vacuna AZD1222, presento eventos de trombocitopenia y trombosis con 30 muertes en personas vacunadas, lo que resulto en restricciones basadas en la edad para el uso de la vacuna AZD1222 22.
Las reacciones alérgicas graves relacionadas con la vacunación son poco frecuentes, las personas que presentan estos efectos no deberían recibir otra dosis de la misma plataforma. Como se puede apreciar las vacunas contra el COVID-19 son seguras 3.
Cuando se consultó sobre algunas las sugerencias para estimular la vacunación entre los encuestados, 41 personas mencionaron que necesitaría evidencias que demuestre que la vacuna funciona, 40 personas consideraron importante el acceso fácil y rápido a los lugares donde será administrada la vacuna y 21 personas refirieron que necesita evidencia que la vacuna es segura. Estas sugerencias podrían ser implementadas por las autoridades responsables de la vacunación, quienes deberían brindar información clara, precisa, basada en la evidencia a la población sobre la efectividad y seguridad de las vacunas y con ello luchar contra la desinformación y lograr así una mayor aceptación de la vacuna.
Para enfrentar la resistencia a vacunarse, deberían implementarse estrategias para hablar con estas personas, conocer lo que ellos piensan sobre las vacunas, comprender las razones que los induce a la no aceptación de la vacuna 18), indagar si tuvieron una mala experiencia con el sistema de salud. También para aquellas personas que no creen en la efectividad de las vacunas, mostrarles las evidencias científicas que demuestran que las vacunas son eficaces y efectivas. Así mismo, para aquellas personas que rechazaron la vacuna por el temor a los efectos adversos, informarles que las vacunas son seguras. Hay que desterrar los mitos con una información clara sobre la vacuna 21).
En Israel, uno de los primeros países que consiguió vacunar a la mayoría de la población adulta, los datos iniciales mostraron una eficacia de la vacuna de dosis única contra nuevas infecciones del 51 % a los 13 a 24 días después de la inmunización, la carga viral en individuos infectados, medida por transcripción inversa-PCR para SARS-CoV-2, fue menor en los que habían sido vacunados que en los no vacunados 12 días después de la vacunación 21.
En los EE. UU., hubo una reducción del 82 % de casos nuevos en los profesionales de la salud vacunados en comparación con trabajadores de la salud no vacunados. La efectividad de la vacuna contra la infección tras dos dosis de BNT162b2 o mRNA-1273 entre el personal sanitario fue del 90 %. En los adultos de 65 años o más que recibieron BNT162b2 o mRNA-1273, la efectividad de la vacuna contra la hospitalización por COVID-19 fue del 95 % después de dos dosis y del 64 % después de una dosis. La efectividad de la vacuna contra la infección en una gran cohorte de 49 220 trabajadores de la salud de EE. UU, superó el 96 % después de dos dosis de BNT162b2 o mRNA-1273 21.
Chile, que había vacunado al 50% de la población (87% de los cuales recibieron CoronaVac), sufrió 70.000 nuevos casos por día en junio de 2021, la efectividad de la vacuna fue del 66% para la prevención de COVID-19 confirmado por laboratorio. Se necesitan más datos sobre la eficacia y la efectividad de estas vacunas 21.
A principios de noviembre de 2021, la variante B.1.1.529 (ómicron) se identificó por primera vez en Sudáfrica y se ha convertido rápidamente en la variante dominante en casi todo el mundo y es causa del 50 de los nuevos infectados en nuestro país (4,6). Se ha reportado la eficacia de la vacuna BNT162b2 (Pfizer - BioNTech), para evitar las internaciones por Covid-19, que se considera causado por la variante ómicron comparada con la tasa asociada con la variante delta a principios de año. La adición de una dosis de refuerzo de la vacuna puede aumentar la eficacia de la vacuna 17.
Para mejorar la aceptación de la vacuna, una barrera importante que hay que abordar, en la población, es la desinformación. Deben implementarse esfuerzos para abordar las dudas sobre las vacunas y fomentar la confianza en las vacunas, las estrategias de comunicación basadas en la evidencia son fundamentales 9-15).
Este estudio presenta limitaciones porque la población del interior del país estuvo representada en un bajo porcentaje y a la muestra que estuvo conformada sobre todo por el grupo vulnerable que puede conducir a sesgos sobre la frecuencia real de la aceptación de la vacuna. Aumentar la inclusión de la población rural del país podría darnos una mejor información sobre la aceptación la vacuna contra el COVID-19 y las causas de rechazo.
CONCLUSIÓN
Comprender las causas de la falta de aceptación de las vacunas es fundamental para lograr los umbrales de inmunidad comunitaria de COVID-19 y con ello lograr el control de la pandemia.
Es fundamental considerar la indecisión ante las vacunas en la población y abordarla adecuadamente para promover estrategias para mejorar la adherencia a los programas de vacunación.