Introducción
El derecho a prácticas pre-profesionales amparado bajo la Ley Peruana permite que el estudiante de último año de la carrera de medicina humana comience a participar en procedimientos e intervenciones asistenciales de salud bajo la guía de un médico tutor1; si bien estas actividades permiten al practicante experimentar situaciones noveles, fascinantes y cruciales en su formación profesional, también le exponen a una serie de agentes biológicos, físicos y/o químicos que pueden desencadenar accidentes ocupacionales que terminen comprometiendo el estado de salud del estudiante2. Ante esta situación se ha desarrollado e implementado un conjunto de medidas de protección denominadas bioseguridad, comprendida por equipos de barrera, prácticas de higiene y estandarización en la eliminación de deshechos, cuya finalidad esta en disminuir la probabilidad de padecer algún accidente relacionado3,4.
En el ámbito laboral un bajo nivel de conocimiento puede influir de manera negativa sobre el juicio de una persona respecto a las características y severidad de un riesgo, elevando la probabilidad de presentar accidentes laborales5,6, Estudios previos realizados en Latinoamérica han reportado un porcentaje considerable de internos de medicina humana con bajo nivel de conocimiento en bioseguridad, Moreno et al en un estudio realizado en Colombia reporto un nivel de conocimiento alto del 27,8 % en estudiantes de medicina, siendo un 72,2 % para los niveles medio y bajo7, a su vez, Flores et al reporto una frecuencia del 43 % para bajo conocimiento en bioseguridad en internos de medicina en el Perú8. El contexto de la pandemia COVID-19 ha llevado a hospitales y universidades Peruanas a implementar intervenciones educativas en bioseguridad previas al inicio del internado medico con finalidad de salvaguardar al practicante, sin embargo, un estudio en el Perú realizado en internos de medicina reporto una frecuencia del 41,3 % para un nivel de conocimiento bajo en bioseguridad, siendo esta similar a cifras nacionales reportadas previo inicio de la pandemia9.
Dada la necesidad de las universidades en salvaguardar la integridad de sus alumnos, los médicos tutores asignados se encuentran bajo el compromiso de identificar aquellos estudiantes que puedan presentar falencias en su etapa formativa y requieran intervenciones educativas en bioseguridad para lograr una mejor percepción del riesgo laboral y disminuir los accidentes asociados a estos, en especial ante el contexto de una Pandemia10,11, por lo que el presente estudio se propone a identificar los factores asociados a bajo conocimiento en bioseguridad en internos de medicina de una universidad Peruana.
Metodología
Diseño del estudio: El estudio es de corte observacional, analítico, transversal y Prolectivo. La recolección de los datos se realizó durante los meses de mayo y junio del año 2021. Se empleó la lista de cotejo STROBE para evaluar la validez interna del estudio 12. Población: Se trabajó con una población objetivo de 521 de internos de medicina humana de la universidad privada san juan bautista durante el año 2021. Muestreo y estimación de la precisión: Se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia donde se obtuvo una respuesta de 374 estudiantes, se emplearon como criterios de inclusión el llenado el consentimiento informado y finalizar el cuestionario, como criterios de exclusión se tomó haber realizado rotaciones al extranjero durante internado médico y haberse retirado del internado medico; con lo cual se trabajó con total muestral de 336 internos de medicina. Para estimar la precisión de la muestra se tomó en consideración un tamaño poblacional de 521, un tamaño muestral de 336 internos de medicina, una proporción esperada del 43 % para un nivel de conocimiento bajo en bioseguridad según Flores et al8) e intervalos de confianza del 95 % para lo cual se obtuvo una precisión del 3,15 %, la cual se consideró optima por ser inferior al 5 %. Variables e instrumentos: Se empleó un cuestionario virtual distribuido via correo electrónico institucional a los internos de medicina el cual se encontraba anexado en una base de datos en formato Excel; posteriormente se trasladó la data al formato SPSS v26 para el análisis estadístico. Se trabajaron con variables tales como edad, género, estado civil, tenencia de hijos, diagnóstico de COVID-19 en los últimos 12 meses, centro de internado médico, convivencia con personas con riesgo de sintomatología de gravedad para COVID-19 y conocimiento en bioseguridad, donde para este último se empleó un instrumento tipo cuestionario unidimensional confiable con una consistencia interna del 0,78 empleando el coeficiente de Kuder Richardson-2013) y valido por juicio de expertos, compuesto por 10 ítems con un valor de dos puntos por cada respuesta correcta, se tomó como un nivel de conocimiento bajo puntajes de 0 al 10 puntos, regular de 11 a 15 puntos y alto de 16 a 20 puntos.
Análisis estadístico: El análisis de las variables cualitativas se resumirá en mediante tablas de frecuencias absolutas y relativas. El análisis de las variables cuantitativas se resumirá mediante la media o mediana como medidas de tendencia central y la desviación estándar o rango intercuartilico como medidas de dispersión.
Para el análisis de las variables independiente y co-variables respecto a la variable dependiente se empleará la prueba chi cuadrado de independencia, en caso de presentarse 1 o más casillas con valores esperados menores a 5 se procederá a emplear la prueba exacta de Fisher, en ambos casos se establecerá una asociación estadísticamente significativa cuando se presente un p- valor menor a 0,05.
Para determinar la fuerza y dirección de la asociación entre la variable independiente y co-variables respecto a la variable dependiente, se estimará la Razón de Prevalencias cruda con intervalos de confianza al 95 %, trabajando un modelo de regresión log binomial. Posteriormente se estimara la Razón de Prevalencias ajustada con intervalos de confianza al 95 % para la variable independiente y dependiente, con aquellas co-variables que presenten un asociación estadísticamente significativa, para esto se empleara un modelo log binomial múltiple14.
Cuestiones éticas: El presente estudio conto con la aprobación del comité de ética institucional en investigación de la universidad privada San Juan Bautista (CIEI), con número de registro 326-2021. Para alinearse a los criterios estipulados en la declaración de Helsinki el presente estudio facilito a los participantes un consentimiento informado donde se les explico el uso de los datos registrados y las medidas de confidencialidad empleadas para salvaguardar la privacidad y anonimato del individuo.
Resultados
De la población de 521 internos de medicina humana de la universidad Privada San Juan Bautista, se logró abarcar a un total 374 participantes, de los cuales 24 manifestaron su negativa en participar en el estudio mediante el consentimiento informado, y 14 presentaron cuestionarios incompletos, terminándose con una población diana de 336 internos.
Se reportaron frecuencias para los niveles de conocimiento en bioseguridad alto, medio y bajo del 44,6 %, 26,8 % y 28,8 % respectivamente, la edad en años presento una media y desviación estándar de 26,32 +/- 2,28, La distribución según género fue de 50,9 % y 49,1 % para hombres y mujeres respectivamente, el estado civil de los encuestados fue de 88,4 % en estatus de solteros y 11,6 % casados, no se identificaron resultados para las categorias separados, divorciados ni viudos, la cantidad de encuestados con hijos fue del 9,8 %. Respecto a la distribución por sedes de internado medico se reportó un 32,7 % para hospitales y 67,3 % para centros de salud; a su vez, se reportó un acceso a Equipo de Protección Personal (EPP) por parte de los establecimientos de salud hacia los internos del 44,3 %, el diagnostico con COVID-19 en los internos fue del 36,3 % en los últimos 12 meses, y un 61,6 % reporto presentar familiares con riesgo para síntomas de gravedad por Sars-Cov-2 (Tabla 1).
Se encontró que el estado civil casado, el convivir con personas con riesgo para síntomas graves de covid-19, el realizar el internado médico en un centro hospitalario, el haber sido diagnosticado con COVID-19 se asociaron de manera estadísticamente significativa con el bajo conocimiento en bioseguridad a modo de factor protector, donde tanto la razón de prevalencia cruda y ajustada con sus respectivos intervalos de confianza presentaron valores inferiores a la unidad (Tabla 2).
Discusión
El presente estudio encontró una relación para el conocimiento bajo en bioseguridad con las siguientes características, estado civil, diagnóstico de COVID-19 en los últimos 12 meses, lugar de internado médico, y convivir con personas con riesgo para síntomas graves de COVID-19.
Moreno et al reporto una frecuencia del 13,6 % para un nivel de conocimiento bajo en estudiantes de medicina humana de una universidad colombiana, lo cual resulta menor a los resultados obtenidos en nuestro estudio, las diferencias entre los resultados se podrían explicar por la presencia de una intervención educativa para conocimiento en bioseguridad en el 82,1 % de los encuestados previo llenado del cuestionario, así como un tamaño muestral pequeño de 56 participantes7. Los resultados de nuestro estudio presentaron diferencias con el trabajo de Flores et al, quien presento una frecuencia del 57 % para un nivel de conocimiento alto en internos de medicina del Perú, siendo superior a la identificada en nuestro estudio, esta variación se pudo presentar pues se trabajo con un instrumento de medición diferente, se empleó un tamaño muestral pequeño y se recolecto los datos seis meses después de iniciado el internado médico8. A su vez la adaptación a la virtualización de la educación en pregrado ha limitado la asistencia los estudiantes a los hospitales y aumentado los niveles de procrastinación académica, lo cual también podría explicar las diferencias entre nuestros resultados15. Ganoza et al en el contexto de la pandemia por coronavirus reporto un nivel bajo en bioseguridad del 9,5 % la cual es inferior a la obtenida en nuestro estudio, esto probablemente se deba por la diferencia entre los tiempos de la recolección de la información, ya que el presente estudio recolecto los datos pasada la mitad del año lo cual explicaría por qué presenten un menor nivel de conocimiento bajo9.
El estar casado conlleva a presidir un núcleo familiar en el cual las interacciones interpersonales entre la pareja e hijos llevan al desarrollo de vínculos afectivos fuertes que propician el progreso colectivo según las necesidades de la persona y de su familia16, en el contexto de la pandemia una de las principales preocupaciones es transmitir la infección a un familiar, lo cual conlleva a una mayor preocupación por aprender las medidas de bioseguridad17, esto podría explicar porque el estar casado y convivir con personas con riesgo para síntomas de gravedad por COVID-19 son un factores protectores para un bajo conocimiento en bioseguridad. En el contexto del aprendizaje producto de una experiencia, la adquisición del conocimiento requiere una motivación que permita al individuo desear repetirla o evitarla18, en el contexto del presente estudio la experiencia de cursar la sintomatología de la enfermedad COVID-19, aunada a la elevada probabilidad de representar una fuente de contagio para familiares, probablemente haya llevado a los estudiantes a un reforzamiento positivo para aprender las normas de bioseguridad para evitar repetir un contexto similar19, por otro lado, el realizar las prácticas en un hospital expone al interno a una mayor posibilidad de participar de intervenciones más complejas en las que se requiera un mayor conocimiento en bioseguridad, lo que podría explicar el porque es un factor protector para un bajo nivel de conocimiento en bioseguridad20.
Dentro de las limitaciones del presente estudio se contó con que tenía un diseño unicentrico, esto implica que solo se realizó en internos de medicina de una sola facultad, lo cual podría afectar al momento de extrapolar los datos a la población de internos de Lima metropolitana y Nacional, el muestreo no probabilístico por conveniencia podría afectar la representatividad de la muestra lo cual podría afectar la precisión de los estadístico que se plantean presentar como estimadores poblacionales. El estado civil casado, el convivir con personas con riesgo para síntomas graves de COVID-19, el realizar el internado medico en un centro hospitalario y el haber sido diagnosticado con COVID-19 en los últimos 12 meses tienen una relación inversamente proporcional con el conocimiento bajo en bioseguridad en internos de medicina en el contexto de la pandemia COVID-19.
En conclusión, el estado civil casado, el convivir con personas con riesgo para síntomas graves de COVID-19, el realizar el internado médico en un centro hospitalario y el haber sido diagnosticado con COVID-19 en los últimos 12 meses tienen una relación inversamente proporcional con el conocimiento bajo en bioseguridad en internos de medicina en el contexto de la pandemia COVID-19. Como recomendaciones se sugiere elaborar un instrumento que permita evaluar la percepción de riesgo laboral en el contexto del proceso medico asistencial tanto para los internos de medicina humana como el personal profesional. Asimismo, se recomienda instaurar una evaluación de conocimiento en bioseguridad previo ingreso al internado medico con la finalidad de mencionar que el nivel de conocimiento en bioseguridad podría estar directamente relacionado con la percepción de riesgo laboral, lo cual ayudaría a disminuir los accidentes laborales.