INTRODUCCION
La Organización Mundial de la Salud define calidad en la atención sanitaria a aquella con “un alto nivel de excelencia profesional usando eficientemente los recursos con un mínimo de riesgos para el paciente, para lograr un alto grado de satisfacción por parte de éste y produciendo un impacto final positivo en salud” 1. La calidad se puede definir también como “el conjunto de propiedades y características de un producto o servicio que le confieren su aptitud para satisfacer unas necesidades expresadas o implícitas”2.
Una manera de llegar a la calidad asistencial es aplicar la medicina centrada en la persona. Esta puede ser medida por varios dominios: satisfacción del paciente, experiencia de la enfermedad y expectativas de mejora, la persona en su totalidad, búsqueda de puntos en común, promoción de la salud y mejora de la relación médico-paciente3.
Los factores que intervienen en la insatisfacción son numerosos. Los relacionados al paciente pueden ser de índole demográfico (edad, sexo, dependencia económica), cultural (idioma, formación académica), clínico (comorbilidades, nivel de salud autopercibida, limitaciones físicas)4. También intervienen factores relacionados a los profesionales de la salud (empatía, capacidad de escucha y comunicación) y la infraestructura física (comodidades, accesibilidad, turnos de espera)5. En Escandinavia, la presencia de practicantes de Medicina en atención primaria fue bien valorada por los pacientes6. El idioma se ha visto como una barrera en la comunicación entre pacientes y personal de salud en Holanda, afectando el nivel de satisfacción. Ese estudio recomienda que la formación del médico debe incluir aspectos relacionados a la comunicación7. La calidad de vida, sobre todo la relacionada a la salud, es otro factor que influye en la satisfacción en las consultas médicas8.
Para medir la satisfacción de los pacientes existen diseños de investigación cualitativa y cuantitativa2. Para el segundo tipo de investigación se han desarrollado diversos cuestionarios donde se incluyen todas las dimensiones identificadas en estudios en varios países. Uno de ellos es el cuestionario de Baker, ideado inicialmente para evaluar al médico y luego se adaptó para enfermería9,10. Se ha adaptado al castellano y consta de tres dimensiones: cuidados ofrecidos por el profesional, tiempo dedicado a la consulta y profundidad de la relación con el profesional. Un estudio con el cuestionario de Baker realizado en un poblado cercano a Barcelona, España, halló que la dimensión que refleja menor satisfacción es el «tiempo dedicado a la consulta». Este parámetro mide el tiempo dedicado en consulta o esperando en la sala de espera o en días de espera hasta conseguir que los visiten en sus casas9.
La calidad de vida puede influir en el nivel de satisfacción, por lo que es importante medirla simultáneamente. El EuroQol-5D (EQ-5D) es un instrumento que evalúa la cantidad y la calidad de vida con el fin de evaluar las intervenciones sanitarias. Sirve también de referencia para el análisis de la salud de los pacientes y su evolución. Consta de cinco dimensiones, consideradas muy relevantes de la calidad de vida relacionada con la salud: movilidad, autocuidado, actividades habituales, dolor/malestar y ansiedad/depresión. Es un cuestionario genérico, estandarizado, autoadministrado, fácil de responder y requiere poca carga cognitiva. Se lo considera sencillo, válido y fiable para medir la calidad de vida en el ámbito de la atención primaria, tanto en sujetos sanos como enfermos de cualquier patología. No tiene alta sensibilidad para medir la salud o el seguimiento de pacientes individualmente, tampoco es un instrumento de cribado o diagnóstico11,12.
Las unidades de salud familiar del Ministerio de Salud Pública ejercen la atención primaria en el Paraguay. El propósito de esta investigación fue determinar el grado de satisfacción de sus usuarios utilizando el cuestionario de Baker. Se aplicó además un ítem de valoración subjetiva de la propia salud (escala 1-5: donde 1 es muy mala y 5 es excelente) y tres preguntas abiertas para expresar lo que gusta más y menos del centro de salud y cómo se podría mejorar13.
Esta investigación se justificó porque los estudios de satisfacción de pacientes realizados en el país hasta la fecha se han centrado en centros hospitalarios y no se cuenta con datos correspondientes a las unidades de salud familiar14. En este contexto el presente estudio se realizó con el objetivo de determinar el nivel de satisfacción de los usuarios de seis unidades de salud familiar del Departamento Central, Paraguay, en 2020, utilizando el cuestionario de Baker. Además, describir las características demográficas e indagar la calidad de vida con el cuestionario EQ-5D.
METODOLOGIA
Diseño y participantes. Se aplicó un diseño observacional, prospectivo, multicéntrico. La población de estudio se constituyó con varones y mujeres mayores de 18 años, usuarios de 6 unidades de salud familiar localizadas en Costa Fleitas, Pai Ñu, Mbocayaty, Caacupemí y Yukyty (Distrito: Areguá) y Yukyty (Distrito: Asunción) en 2020. Se incluyeron a los pacientes que aceptaban participar de la encuesta. Se excluyeron a aquellos con analfabetismo, con dificultad para entender los idiomas castellano y guaraní, deterioro cognitivo e discapacidad visual o de escritura9.
Recolección de datos. Se aplicó un muestreo no probabilístico, por conveniencia. Para el reclutamiento se solicitó permiso a las autoridades sanitarias. Posteriormente, en las salas de espera de las unidades de salud familiar y antes de que los pacientes entren a las consultas del médico, los autores del proyecto de investigación entregaron a los pacientes una hoja de información del estudio. Una vez explicados los detalles y aclaradas las dudas en idioma nativo y firmado el consentimiento informado, se entregó a los pacientes las encuestas con bolígrafos y planchetas. Las encuestas llenadas se depositaron en un buzón de donde fueron recolectadas al final de la jornada.
Variables. Se midieron las demográficas: edad, sexo, localidad, nivel educativo, tipo de ingresos económicos. Se utilizaron 2 instrumentos de medición:
Cuestionario de Baker: es un instrumento que evalúa la calidad de la atención a nivel comunitario. Consta de 18 preguntas que evalúan tres dimensiones: cuidados ofrecidos por el profesional, tiempo dedicado a la consulta y profundidad de la relación con el profesional. Las respuestas se registran en escala de Likert.
Cuestionario EQ-5D: permite evaluar la calidad de vida. Consta de preguntas que miden 5 dimensiones: movilidad, autocuidado, actividades habituales, dolor/malestar y ansiedad/depresión. Cada una tiene 3 opciones de respuesta.
Ambos instrumentos fueron sometidos a evaluación de la consistencia interna obteniéndose un valor alfa de Cronbach = 0,78.
Manejo de datos. Las variables fueron trascriptas a planilla electrónica y sometidas a estadística descriptiva con Epi Info 7©: las cualitativas en frecuencias y porcentajes, mientras que las cuantitativas en medidas de tendencia central y de dispersión. Las respuestas del cuestionario de Baker fueron dicotomizadas en el percentil 60 para obtener la frecuencia de sujetos satisfechos (P≥60) e insatisfechos (P≤59)13. Las respuestas del cuestionario EQ-5D se dicotomizaron en 1 = sin problemas y 2 + 3 = con problemas12. Finalmente se aplicó la prueba chi cuadrado para indagar la distribución de frecuencias entre las variables considerando a la satisfacción como la dependiente.
Para calcular el tamaño de muestra se utilizó el programa estadístico Epi Dat 3.1©. Como no se disponen de datos nacionales se esperó una frecuencia de satisfacción del 50 %. Para un universo de 500 adultos afectados a las 6 unidades de salud familiar, precisión 5 %, IC 95 %, el tamaño mínimo calculado fue 218 encuestas.
Aspectos éticos. Se respetó la confidencialidad de los datos personales. Los pacientes podían decidir voluntariamente participar de la investigación. No se realizó ningún tipo de discriminación al momento de seleccionar a los sujetos. Esta investigación no implicó daño a los pacientes ni tuvo costo para los mismos. Los pacientes fueron informados en su idioma nativo de las encuestas a realizar. Se respetó la decisión de no participación sin aplicar represalias a aquellos que se negaban. Los resultados del estudio fueron entregados a la Dirección de las unidades de salud familiar para la toma de decisiones. Los autores declaran que no tienen conflictos de interés comercial. El protocolo fue evaluado por el Comité de Investigación y el Comité de Ética de la Universidad Privada del Este (Paraguay).
RESULTADOS
La muestra final estuvo conformada con 343 encuestados (Figura 1).
Los sujetos procedían de seis unidades de salud familiar del Departamento Central del Paraguay (Tabla 1).
Unidades de salud familiar | Frecuencia (%) |
---|---|
Costa Fleitas | 78 (22,8) |
Pai Ñu | 67 (19,5) |
Mbocayaty | 61 (17,8) |
Caacupemí | 51 (14,9) |
Yukyty (Areguá) | 50 (14,5) |
Yukyty (Asunción) | 36 (10,5) |
Las características demográficas y la calidad de vida determinada por el cuestionario de EQ-5D se describen en la Tabla 2.
Características demográficas | Mujeres (n = 257) | Varones (n = 86) |
---|---|---|
Edad (años)* | 45 (28-57) | 47 (32-61) |
Solteros y viudos (n 128) | 91 (71 %) | 37 (29 %) |
Casados y concubinados (n 215) | 166 (77 %) | 49 (23 %) |
Educación primaria (n 128) | 101 (79 %) | 27 (21 %) |
Educación superior (n 215) | 156 (73 %) | 59 (27 %) |
Con ingresos propios (n 188) | 126 (67 %) | 62 (33 %) |
Sin ingresos propios (n 155) | 131 (85 %) | 24 (15 %) |
Buena calidad de vida (n 145) | 116 (80 %) | 29 (20 %) |
Mala calidad de vida (n 198) | 141 (71 %) | 57 (29 %) |
*mediana (rango intercuartílico)
Con el cuestionario de Baker se halló una frecuencia de satisfacción en 167 (49 %) sujetos (gráfico 1). Se realizó análisis bivariado para determinar los factores asociados a la insatisfacción (Tabla 3).
Factores de riesgo | Insatisfechos (n = 176) | Satisfechos (n = 167) | valor p* |
---|---|---|---|
Edad ≤59 años (n 262) | 135 (52 %) | 127 (48 %) | 0,8 |
Edad ≥60 años (n 81) | 41 (51 %) | 40 (49 %) | |
Sexo femenino (n 257) | 141 (55 %) | 116 (45 %) | 0,02 |
Sexo masculino (n 86) | 35 (41 %) | 51 (59 %) | |
Casado/concubinado (n 215) | 115 (53 %) | 100 (47 %) | 0,2 |
Soltero/viudo (n 128) | 61 (48 %) | 67 (52 %) | |
Con ingresos propios (n 188) | 85 (45 %) | 103 (55 %) | 0,01 |
Sin ingresos propios (n 155) | 91 (59 %) | 64 (41 %) | |
Mala calidad de vida (n 198) | 102 (52 %) | 96 (48 %) | 0,9 |
Buena calidad de vida (n 145) | 74 (51 %) | 71 (49 %) |
*prueba chi2
DISCUSION
La frecuencia de satisfacción (49 %) detectada en esta muestra no difiere mucho de otros estudios, aunque los mismos son de otros países, muchos de ellos sudamericanos. El nivel de satisfacción en atención primaria en diversas partes del mundo es variable pues depende de factores étnicos, culturales y de desarrollo tecnológico de cada país5,15,16. En España se halló entre 10-55 % de percepción de satisfacción según diferentes regiones17,18. En Sudáfrica, la satisfacción con la atención primaria fue 90 %19 mientras que en Suecia fue del 70 %20. En Puebla, México, la satisfacción global alcanzó 60 %, siendo 74 % con enfermería, 65 % con los médicos y 59 % con personal de apoyo1. En Brasil, la satisfacción se detectó en 76 % y fue muy influenciada por la atención humanizada de las unidades de atención primaria de ese país21.
La satisfacción es un concepto multifactorial y es una de las metas del profesional de salud. Se la puede definir como la diferencia cognitiva entre la expectativa concebida y la atención percibida. Integra componentes cognitivos y afectivos, de ahí que un concepto más integral de satisfacción en la atención es el de un estado emocional susceptible de ser medido, que surge del acto de comparar las expectativas con los resultados en la atención sanitaria17,18. Evaluar la satisfacción en los centros de atención primaria de salud es muy importante porque se trata del primer contacto de los pacientes y la puerta de entrada y seguimiento de los mismos en el sistema sanitario de un país. Se espera que a mayor satisfacción del paciente con el personal de salud, mayor sea el cumplimiento y la adherencia al tratamiento22,23. Además, menos son los reclamos y quejas por mala práctica y efectos adversos1.
En esta muestra llamó la atención el elevado porcentaje de participación del sexo femenino. Este fenómeno se debería a que las encuestas se aplicaban mayormente en los puestos de salud y es sabido que las mujeres acuden con más frecuencia por varios motivos: talvez disponen de más tiempo para las consultas ya que no tienen horarios laborales rígidos y porque llevan a sus niños a los controles pediátricos. La predominancia de este género podría significar un sesgo de opinión por lo que se recomienda para futuras investigaciones realizar las encuestas en los hogares y fuera del horario laboral. Aun así, es reconocido que las mujeres tienden a ser más exigentes y, por ende, más insatisfechas con la atención en salud1. Conste que la mayoría de los reportes de nivel de satisfacción incluyen con mayor frecuencia a las mujeres20,24.
La calidad de vida autopercibida por los usuarios de las unidades de salud familiar fue predominantemente mala (57 %). Si bien este factor no se relacionó a la insatisfacción con la atención, merece una evaluación más profunda y de carácter cualitativo11. No se puede descartar el efecto que tuvo la pandemia del SARS-CoV-2 en el estado de bienestar de los pacientes durante el 2020, pues existen reportes en el país que demostraron la elevada ansiedad y estrés en las personas, debidos a esta situación epidemiológica25,26. Sería interesante replicar esta investigación fuera del periodo de pandemia y en otros Departamentos del Paraguay.
La falta de ingresos económicos propios fue un factor relacionado a la insatisfacción con la atención, probablemente porque obliga a muchos pacientes a solventar por su cuenta muchos estudios diagnósticos o comprar medicamentos que el sistema de salud público no les puede proporcionar. Este hallazgo coincide con estudios realizados en pacientes hospitalizados14,27. No obstante, se requieren más estudios con enfoque económico para aclarar esta asociación porque otros estudios demuestran que los pacientes con ingresos propios tienden a ser menos conformistas y más exigentes4.
La Organización Panamericana de la Salud promueve la evaluación y monitoreo de los objetivos de los sistemas de atención primaria en Latinoamérica. El desafío es mejorar el acceso oportuno a la atención sanitaria, ampliar la diversidad de profesionales en la atención preventiva, el control de las enfermedades crónicas y coordinación entre los diferentes niveles de atención28. Estos aspectos todavía no fueron medidos en el impacto en la población paraguaya, sobre todo a través de indicadores de satisfacción.
La identificación del nivel de satisfacción de los pacientes de la atención primaria en salud es una herramienta clave para la evaluación de la práctica asistencial, la investigación clínica y la toma de decisiones en políticas de salud y en gestión sanitaria9,29. Por otro lado, el paciente satisfecho colabora con su cuidado de la salud facilitando la gestión de los servicios sanitarios10,19. La atención primaria en salud es aquella que afecta a los individuos dentro de su comunidad, proceso cuya calidad, medida en esta investigación por la satisfacción, nunca había sido medida en el Paraguay.
Las limitaciones de este estudio fueron el carácter transversal y observacional del diseño. Además, el muestreo no aleatorio y la falta de inclusión de más varones en la muestra dificulta la generalización de los resultados. Dado que la encuesta se llenó antes de entrar a la consulta médica, pudo haber sesgos en la percepción de factores como el tiempo de consulta o la relación establecida con el médico. Pero como fortalezas se deben señalar el muestreo multicéntrico y el tamaño de muestra adecuado. Además, es el primer estudio de este tipo en las unidades de salud familiar del Departamento Central del Paraguay.