La formación de postgrado en la educación superior del siglo XXI debe enfatizar en una sólida formación priorizando los procesos de aprendizaje con un carácter eminentemente productivo, con un egresado dotado de los recursos intelectuales y humanos que le garanticen actualizarse durante toda su vida profesional.

Resulta incuestionable el papel de la educación de posgrado en el desarrollo del capital humano, como un proceso vinculado a fortalecer y mantener las competencias profesionales que garanticen la calidad del desempeño laboral.

En las ciencias médicas existen principios que rigen la educación de posgrado y condicionan la organización, ejecución, control del proceso docente educativo como son: a) La integración docente-asistencial-investigativa. b) La vinculación estudio-trabajo y teoría con la práctica. c) La enseñanza tutorial, así como la educación continuada y permanente.

La Educación Médica está planteada como un proceso continuo que se inicia con la formación de grado con la obtención de título de médico; el propósito fundamental en esta constituye la formación del profesional que al egresar sea capaz de ejercer la medicina en el nivel primario de atención, para luego continuar su formación y perfeccionamiento a través de distintos medios.

La constante evolución y diversificación de la medicina como consecuencia de la incorporación de avances científicos tecnológicos, los cambios epidemiológicos y el aumento de las demandas sanitarias por parte de la comunidad requieren de una actualización constante.

En ese sentido, la finalidad de la etapa de formación en postgrado de Medicina y Ciencias de la salud, a través de sus distintos programas y actividades, es formar a profesionales especializados en sus distintas disciplinas, con conocimientos y habilidades clínicas que le permitan establecer las mejores decisiones en el momento de tratar a un paciente.

Los programas de posgrado organizados y desarrollados por organismos universitarios especialmente destinados a este propósito, contribuyen efectivamente al desarrollo de la medicina y a elevar el nivel de atención médica especializada requerida en respuesta a las necesidades de la sociedad.

Para lograr este objetivo la Facultad de Ciencias Médicas (FCM-UNA) crea inicialmente la Escuela de Postgrado en 1990 ¹, la cual se convierte posteriormente en Dirección en el año 2004 (DPG/FCM-UNA); la misma tiene el propósito de contribuir a la sistematización en el funcionamiento, implementación y perfeccionamiento de los programas de formación especialistas, maestrías y doctorados, cursos de capacitación y educación médica continua ².

De igual manera estimula y colabora en el diseño, supervisión, inicio de los programas, evalúa, certifica y otorga con rigor académico los diplomas que acreditan la formación y el grado académico alcanzado.

De igual manera, los programas de posgrado que se desarrollan en la FCM-UNA contribuyen a fortalecer la formación y el desarrollo académico de las instituciones que funcionan como asiento de los mismos; Hospital de Clínicas como sede central y las externas como el Hospital Militar, el Hospital Nacional de Itauguá, el Hospital General de Luque, el Hospital Materno Infantil San Pablo, Hospital del Trauma, Instituto de Medicina Tropical, Fundación de Ojos, y el Complejo Santo Domingo.

Poseer el estatus de Hospital Escuela involucra varios aspectos como el control de la atención médica, la enseñanza con la aplicación de protocolos y la capacitación continua del personal de blanco involucrado en los programas que en conjunto logran fortalecer los servicios mejorando la seguridad y el manejo de los pacientes que acuden a los mismos.

Actualmente la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, cuenta con 52 programas de Especialización, 2 Maestrías y 1 Doctorado en proceso de habilitación y se encuentra abocada a la actualización y acreditación de dichos programas en consonancia con la Ley Vigente y el Plan estratégico institucional con el afán de seguir acrecentando la calidad de la Educación Superior como uno de los principales pilares institucionales.

Es digno de mencionar que a la fecha han sido acreditadas 4 Especialidades Médicas: Cirugía, Pediatría, Gineco-Obstetricia, Nefrología Pediátrica y la Maestría en Docencia Médica Superior, motivo de orgullo institucional y compromiso.

Por otro lado, la mejora de la Calidad Educativa no solo demanda contar con programas actualizados requiere además que los docentes se encuentren capacitados para afrontar los actuales desafíos educacionales, en ese sentido se ofrecen los cursos de Formación Basada en Competencias impulsando la transformación educativa e innovando los programas de estudio.

Es además conocido que el incremento del número de egresados de las carreras de Medicina no acompañado por un aumento proporcional en el número de ofertas de Posgrado, por un lado, y la concentración de las residencias y planes de especialización en pocas instituciones educativas por el otro, constituyen un reto a la Educación Médica Paraguaya.

Algunos de los desafíos próximos de la Facultad de Ciencias Médicas en la formación especializada lo constituyen la construcción del Hospital de Simulación, la internacionalización de los alumnos de posgrado y el fortalecimiento de la investigación institucional de forma a contribuir en la generación de conocimiento.

En este sentido, desde la base epistemológica de las ciencias médicas y de la salud, deben considerarse el fuerte impacto de los nuevos conocimientos, el acceso a el desarrollo de las tecnologías, las exigencias siempre crecientes de la sociedad acerca de los problemas de la salud y la calidad de vida de la población como puntos focales a tener en cuenta.

Finalmente, con estas líneas quiero saludar a todos los estudiantes de los programas de Postgrado, a docentes, administrativos y personal de Blanco que colaboran de una u otra manera en la formación de los especialistas.