Introducción
Los sistemas silvopastoriles, al ser producto de la relación entre la biología, la sociedad y la cultura, poseen carácter histórico; y presentan además una enorme diversidad (Russo, 2015) en los cuales árboles, pasturas y animales de producción se combinan y manejan de manera racional e integral para lograr mejorar a mediano o largo plazo, la productividad, la rentabilidad y la sustentabilidad de la explotación. Implica el conocimiento y el ensamble de todas las variables que afectan a cada uno de sus componentes, sin olvidar los recursos: suelo y agua (Martin y Agüero., 2009).
El componente leñoso del sistema brinda a los animales protección contra el viento, sombra que disminuye 2ºC o 3ºC las altas temperaturas y la incidencia de radiación solar, factores que también pueden incidir en el crecimiento y la calidad del forraje consumido por los animales en pastoreo como mencionan Ibrahim et al. (2006).
Bajo la copa de los árboles los animales tienen más tiempo dedicado a pastorear y rumiar, por lo tanto, mayor consumo de alimento, mayor ganancia de peso y de producción de leche, además de disminuir la tasa de mortalidad de animales jóvenes (terneros, corderos) debido a una mejor condición y mayor producción de leche de las madres, menores dificultades al parto y mejoras en el peso al nacimiento dicho por Alonso (2011).
Los árboles también brindan beneficios a la pastura; Obispo et al. (2008) demostró que el contenido de proteína cruda y la digestibilidad del pasto Guinea (Panicum maximum) aumentó con la densidad del sombreado de árboles, mejorando la calidad como alimento para rumiantes, lo mismo ocurre con el pasto Buffel (Cenchrus ciliaris) cuya área foliar y niveles de proteína cruda aumentan bajo citada condición (Ribaski y Menezes, 2002).
Los sistemas silvopastoriles en el Chaco paraguayo por lo general cuentan con los algarrobos como componente arbóreo, del mismo modo requieren de forrajes que soporten sombreamiento y buena calidad nutricional (Piñeros et al., 2011).
Los algarrobos (Neltuma spp.) según Fontana et al., (2018) pertenecientes a la familia de Fabaceae, poseen un buen desarrollo en suelos sueltos, bien drenados y profundos, adaptados a la aridez, generando heterogeneidad espacial y modifican el microclima y suelo en zonas áridas y semiáridas (Meloni et al., 2017). Resisten heladas en su etapa adulta y sus raíces son capaces de explorar el suelo a grandes profundidades en busca de agua, además de tener la capacidad de tolerar condiciones edáficas desfavorables como salinidad (Toll Vera et al., 2016) y alcalinidad (Torre, 2006). Neltuma ssp. sinónimo del género Prosopis según el catálogo de plantas vasculares de la Flora del Conosur del Instituto de Botánica Darwinion.
El algarrobo es uno de los árboles que domina el paisaje chaqueño, por sus adaptaciones especiales al clima, pues cuando se presenta una elevación en el promedio de temperatura, produce hojas nuevas a partir de su material de reserva, y cuando llegan las lluvias, presenta el follaje plenamente desarrollado y aprovecha mejor el agua para producir sus frutos (Guyra Paraguay, 2012).
Haciendo un manejo de la regeneración con poda, se pueden formar árboles con troncos de 2 a 3 m de altura en pocos años. La capacidad de regeneración de los algarrobos puede ser aprovechada para mejorar la calidad de la pastura y del suelo, y al mismo tiempo crear un ingreso adicional obtenido de la venta de madera y leña (Arano y De Egea., 2013).
Otros beneficios de los algarrobos son: el control de vientos, reducción de evaporación, sombra para animales que les aporta bienestar, refugio para aves, pastura más palatable, producción de madera y protección a pastura en época de heladas (Carranza y Ledesma., 2009; Fraccia, 2010). El Sistema silvopastoril mediante regeneración natural de algarrobos es la estrategia más barata y fácil para introducir árboles en las fincas ganaderas (Murillo-Quiroz, 2021; Peña Bazán, 2021; Lezcano et al., 2020).
Para el establecimiento de este sistema de árboles dispersos en los potreros, se permite el desarrollo controlado de las diferentes especies arbóreas o arbustivas que aparecen en los potreros sin que hayan sido sembradas por el hombre, donde las semillas han sido trasportadas por animales, el agua o el viento. Se seleccionan los árboles o arbustos valiosos de acuerdo con su uso: madera, leña, frutos para alimentación humana y/o animal, forrajeros, leguminosos o que dan sombra. También para la protección de fuentes de agua y zonas frágiles.
Según Uribe et al., (2011) para un buen manejo se realiza control manual con machete o sierra, se controla las cepas que quedan de árboles pequeños o arbustos grandes, se deben hacer podas de formación a los árboles durante su desarrollo para estimular su crecimiento vertical y permitir la entrada de luz del sol para los pastos y podas a los árboles maduros para un manejo adecuado de la luz solar. También se deben cortar las ramas a ras del tronco con sierra y aplicar cicatrizante para evitar infecciones y lesiones por hongos.
El objetivo fue evaluar la regeneración natural de algarrobos (Neltuma spp.) integrados a sistemas silvopastoriles del Chaco Central Paraguayo como respuesta manejo silvicultural.
Materiales y Métodos
Antecedentes y localización de la investigación:
Esta investigación se llevó a cabo en el marco del Proyecto Monitoreo del manejo de la regeneración de algarrobos integrados a sistemas silvopastoriles del Chaco Central financiado por el Rectorado de la Universidad Nacional de Asunción para el monitoreo de parcelas permanentes de sistemas silvopastoriles establecidas para la medición y evaluación de regeneraciones y arboles adultos de Neltuma spp. en el Chaco Central en el año 2021. El trabajo fue realizado en tres localidades del Distrito de Mariscal Estigarribia, en el Departamento de Boquerón, ubicado a 430 km de la ciudad de Asunción (Figura 1).
Estas parcelas fueron establecidas en el año 2015, las misma estaban constituidas por una asociación de algarrobos y pasturas con la finalidad de producción ganadera de bovinos para producción de leche.
Se midieron los ejemplares de algarrobos desde brinzales y latizales (a partir de 1 m de altura) hasta árboles adultos (DAP>10) de tres parcelas permanentes establecidas en el año 2015, las cuales fueron georreferenciadas.
Las mismas cuentan con una dimensión de 100 m x 100 m, con una distribución de 30 árboles en cada potrero. Se realizó la identificación de los árboles por las chapas metálicas que fueron colocadas en la primera medición. Las variables remedidas fueron el diámetro a la altura del cuello (DAC), diámetro a la altura del pecho (DAP) y la altura total de todos los árboles (AT) las cuales fueron anotadas en una planilla de campo diseñada para tal efecto.
Cálculo de incremento en diámetro de los árboles:
Con los datos registrados de la medición de los individuos de algarrobo en regeneración, fue calculado el incremento del diámetro a la altura del cuello (DAC), y en el caso de los individuos adultos el diámetro a la altura del pecho (DAP) mediante las fórmulas (Juárez Félix, 2014):
Cálculo de variables dasométricas:
Se aplicaron las ecuaciones expuestas en la Tabla 1 para la determinación de las variables dasométricas, almacenamiento de carbono y dióxido de carbono conforme a las recomendaciones del IPCC (2006) y Sato et al., (2015) en cada una de las tres parcelas estudiadas.
El incremento de las variables dasométricas se realizó por diferencia entre los valores finales e iniciales obtenidos en los inventarios forestales llevados a cabo en el 2015 y 2021, respectivamente. En cuanto a la caracterización del componente animal, se procedió a la identificación de las razas bovinas presentes en los potreros y la determinación de la carga animal.
Variables | Fórmulas | Descripción |
Área Basal (m²/ha) (Juarez Félix, 2014) | G = área basal (m²), π = 3,1416, DAP = Diámetro a la Altura del Pecho (1,30 m) | |
Volumen de fuste (m³/ha) (Juarez Félix, 2014) | V = G * f (*)* h | V = volumen del fuste (m³), G = área basal (m²), f * = factor de forma de especies chaqueñas igual a 0,811 (Quinteros, 2001) y h = altura de fuste (m). |
Ajuste de la densidad de la madera (Reyes et al., 1992) | Pe= 0,0134 + 0,8 * X | Pe= densidad de la madera seca en kg/m3 X= densidad de la madera a 12% de contenido de humedad |
Biomasa (t/ha) (Brown, 1997) | BF = (V * Pe)/1000 | BF = biomasa del fuste (t) V = volumen del fuste (m3) Pe = densidad aparente de la madera (kg/m3) |
Biomasa Total (t/ha) (IPCC, 2006) | BT = BF * FEB | BT = biomasa total en toneladas (t); BF = biomasa del fuste en toneladas (t); FEB= Factor de expansión de biomasa FEB= (3,4) valor que se utiliza para todas las especies de árboles (Wolf 2004); |
Biomasa Total (t/ha) (Sato et al., 2015) | BT=0,069*(DAP2*altura total)0,9932 | BT = biomasa total en toneladas (t); DAP = Diámetro a la Altura del Pecho (1,30 m). |
Carbono Aéreo Total (tC/ha) | CAT = BT * 0,5 | CAT = carbono aéreo total en toneladas de carbono (tC) BT = biomasa total en tonelada (t) Factor de conversión=0,5 (debido a que la materia seca contiene en promedio 50 % de carbono almacenado, según la IPCC, 2003). |
Carbono Radicular (tC/ha) | CR = 0,24 * (CA) | CR = carbono radicular en tonelada por hectárea CA = carbono aéreo en tonelada por hectárea (t/ha) Relación media entre biomasa bajo/sobre el suelo de 0,24 para bosque semiárido (IPCC, 2003). |
Carbono Total (tC/ha) (IPCC, 2003) | CT= CAT + CR | CT = carbono total en toneladas de carbono (tC); CAT = carbono aéreo total en toneladas de carbono (tC); CR = carbono radicular en tonelada de carbono (tC). |
Carbono equivalente (tC/ha) (IPCC, 2003) | CO2e = CT * 3,667 | CO2e: Dióxido de carbono extraído de la atmosfera CT: carbono total 3,667, factor basado en la razón de las masas atómicas de carbono (12) y de oxigeno (16), utilizado por el IPCC en la guía para inventarios nacionales de gases de efecto invernadero |
Para la determinación de las propiedades físicas de los suelos de los potreros en el estudio se realizó la determinación de la densidad aparente, textura y color, en tanto que para el análisis de las propiedades químicas se determinó el pH, el contenido de materia orgánica, carbono, nitrógeno, potasio, fósforo, aluminio y sodio. Para esta determinación se realizaron 4 muestras compuestas en cada potrero a dos profundidades (0 a 10 cm y 10 a 30 cm). Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio del Área de Suelos y Ordenamiento Territorial de la Facultad de Ciencias Agrarias, UNA.
Resultados
Fueron registrados un total de 81 individuos, correspondientes al género Neltuma y un promedio de 27 individuos por hectárea, además de Capparis retusa, Sideroxylon obtusifolium y Aspidosperma quebracho blanco. Con relación a los individuos de algarrobo (Neltuma spp.) vivos, la parcela 2 fue la más afectada por la mortandad o raleo de los individuos considerando la primera medición llevada a cabo en 2015 (Figura 2).
La parcela 3 presentó la mayor diferencia en incremento diamétrico, esto podría atribuirse a la alta cantidad de individuos muertos o raleados, quedando en pie los de mayor categoría diamétrica, seguido de la parcela 2 y siendo la parcela 1 la que presentó menor crecimiento diamétrico (Figura 3).
El promedio de las variables dasométricas de los algarrobos (Neltuma spp.) en las tres parcelas estudiadas considerando el área basal fue de 11,99 m2/ha, del volumen de fuste de 10,93 m3/ha y del volumen total 75,48 m3/ha. Tal como se puede ver en la Tabla 2, las parcelas 1 y 3 poseían valores similares entre si y diferentes de la parcela 2.
Variables dasométricas | Parcela 1 | Parcela 2 | Parcela 3 |
---|---|---|---|
Área basal (m2/ha) | 19,29 | 1,8 | 14,87 |
Volumen de fuste (m3/ha) | 17,06 | 3,43 | 12,31 |
Volumen total (m3/ha) | 122,47 | 13,12 | 90,85 |
En cuanto a las características fenológicas de los algarrobos presentes en las tres parcelas, cuyos valores se reflejan en la Figura 4, 11% con fruto, 9% con flores y frutos, 6% sin flores ni frutos. Esta información es de suma utilidad al momento de la planificación para la colecta de vainas, considerando que poco más del 10% entra en la etapa de fructificación en el mes de septiembre.
A continuación, se detalla la distribución de cantidad de individuos en floración, sin flor ni futo, con flor y fruto, y con frutos. Tal como se aprecia en la Figura 5, la mayor cantidad de los algarrobos en las tres parcelas se encontraban en etapa de floración al momento del inventario forestal.
En relación al estado sanitario de los algarrobos, tal como se detalla en la Figura 6, la mayor parte de los individuos inventariados se encontraban enfermos, presentando síntomas asociados con cancros y exudados en la corteza y ramas con con lianas y plantas epífitas. totalizando 59 ejemplares. Además, se registró la presencia de kavichu´i (Polybia sp.) en los individuos arbóreos, así como asociaciones de líquenes con la corteza de los árboles.
En cuanto a los cuidados silviculturales, el inventario forestal elaborado reportó que aproximadamente 2 de cada 10 algarrobos (Figura 7) recibió poda sanitaria o poda de formación, evidenciándose por otro lado que varios individuos sufrieron mortandad debido a trabajos realizados con maquinarias en el campo realizados por el personal del estabecimiento, al margen del presente estudio.
A continuación, en la Tabla 3 se exhiben los resultados de biomasa de fuste, biomasa radicular, biomasa aérea, biomasa total según las ecuaciones del IPCC, biomasa según las ecuaciones de Sato et al. (2015), carbono acumulado total y dióxido equivalente total conforme a las recomendaciones del IPCC y Sato et al. (2015) en cada una de las tres parcelas. Estos resultados apuntan a que la utilización de las ecuaciones de Sato et al. (2015) presentan resultados con menor variabilidad que las fórmulas recomendadas por el IPCC, y que difieren significativamente una de otra, por lo que se recomienda el ajuste de modelos alométricos para la aplicación a potreros bajo sistemas silvopastoriles.
Biomasa de fuste (t/ha) | Biomasa radicular (t/ha) | Biomasa aérea (t/ha) | Biomasa total IPCC (t/ha) | Biomasa (Sato et al., 2015) (t/ha) | Carbono total IPCC (t/ha) | Carbono total Sato et al. 2015 (t/ha) | CO2eq (IPCC) (t/ha) | CO2eq (Sato et al., 2015) (t/ha) | |
Parcela 1 | 6,44 | 15,45 | 1,54 | 16,99 | 8,49 | 8,50 | 4,24 | 31,16 | 15,56 |
Parcela 2 | 1,80 | 4,31 | 0,43 | 4,74 | 12,14 | 2,37 | 6,07 | 8,69 | 22,26 |
Parcela 3 | 8,93 | 21,42 | 2,14 | 23,56 | 12,48 | 11,78 | 6,24 | 43,20 | 22,89 |
El componente herbáceo de las tres parcelas bajo sistema silvopastoril estuvo integrado por pasturas identificadas como Gatton panic, en este sentido la ganadería chaqueña es altamente dependiente de los pastos. Esta pastura forrajera de la especie Panicum máximum que tiene excelente adaptación al suelo fértil y al clima semi-árido del Chaco paraguayo. La parcela 2 contenía mayor contenido de materia seca así como mayor acumulación de carbono que las otras dos parcelas, esto puede atribuirse a una menor distribución arbórea en el predio (Figura 8).
Los potreros 1 y 3 se encontraban en reposo al momento del monitoreo con régimen rotativo, en tanto que en la parcela 2 fueron encontrados animales pastando y bajo sombra. En las tres parcelas estaban destinadas a la cría de bovinos de la raza lechera Holando con una carga de 0,8 UA (Figura 9).
El análisis de las propiedades físicas del suelo lo describe como arenoso y franco arcillo arenoso de color marrón amarillento en todas las parcelas, presentando compactación del suelo solo la tercera parcela (1850 kg/m3). El pH del suelo se mostró entre ligeramente ácido a neutro (de 6,3 a 6,7). Los suelos de la parcela 1 presentaron un contenido de materia orgánica medio (1,6%), la parcela 2 con un alto contenido de materia orgánica (2,9%) y la parcela 3 niveles bajos (1,1%). El alto contenido de materia orgánica en la parcela 2 puede deberse a la presencia de animales al momento del monitoreo, considerando las incorporaciones de los purines y estiércol de los animales presentes. Todas las parcelas presentaron altos niveles de fósforo y potasio (mayores a 30 mg/kg y 0, 2 cmolc/kg, respectivamente), medio en sales de calcio (5,5 cmolc/kg) y magnesio (0,7 cmolc/kg). No se registró la presencia de aluminio intercambiable lo que confirma el pH del suelo.
Discusión
La práctica de tratamientos silviculturales es importante en individuos que serán aserrados, ya que las podas permiten mejorar el aspecto de la madera, aumentar su calidad comercial y su venta a mejores precios en el mercado, pues al eliminar ramas, vivas o muertas, se evita la presencia de nudos, que son los defectos más comunes que afectan la calidad de la madera. Sobre este punto, Díaz Lezcano et al. (2020a) recomiendan el distanciamiento adecuado entre árboles para el ingreso de animales y maquinarias en los potreros, así como también para la siembra de pastos, a lo que se suma la necesidad de podas sugeridas en el presente trabajo.
Con relación a la cantidad de individuos en potreros con manejo silvopastoril, en el Chaco Central paraguayo en promedio se mantienen 30 individuos de algarrobo por hectárea, tanto esta investigación como la de Díaz Lezcano et al., (2019) coinciden en esta tendencia.
Según Di Marco (2013) la especie Neltuma alba presenta diversos servicios ecosistémicos principalmente modelando temperaturas extremas disminución de la evapotranspiración, amortiguación y redistribución de la caída de precipitaciones. La región Chaco presenta poca distribución de la precipitación, con altas temperaturas, dando lugar a las condiciones de sequía que fueron observadas al momento de realizar las evaluaciones, lo cual generó estrés hídrico y variación de la dominancia en las pasturas que se encuentra de forma desuniforme.
Según Ocampo (2013) en relación al servicio ecosistémico de sombras, la especie Neltuma alba puede brindar la reducción de la temperatura bajo el dosel de copas reduciendo la carga calórica de los animales llegando así a aumentar la productividad animal.
Con relación al componente animal, los resultados registrados en la presente investigación son similares a los valores obtenidos por Alvarenga et al. (1998), quienes bajo similares condiciones en el Chaco Central paraguayo reportaron una carga animal de 0,70 UA/ha.
Respecto a las propiedades físicas y químicas de los suelos en los sistemas silvopastoriles estudiados, se puede afirmar que se encuentran en concordancia con lo manifestado por Díaz Lezcano et al., (2020b), quienes refieren que los suelos sujetos a manejo silvopastoril en el Chaco Central paraguayo tienen textura arenosa, franco arenosa y arcillo arenosa, con un valor de pH que va del neutro al ligeramente ácido con alto contenido en fósforo.
La parcela 3 presentó un estado de compactación que puede atribuirse al efecto del pastoreo el cual influye en aumento de la densidad aparente de los suelos por el pisoteo de los animales, y se debe tener muy en cuenta para la oportunidad de descanso al pasto para su recuperación (Kunst et al., 2015).
En este sentido, Gamarra et al. (2018) sostienen que los suelos bajo sistema silvopastoril en el área de influencia a las parcelas instaladas en la presente investigación no se encuentran compactados, considerando que en sus estudios han obtenido una densidad aparente promedio de 1250 kg/m3, coincidiendo parcialmente con los resultados de los análisis de las propiedades físicas de las parcelas monitoreadas en las que tampoco se verificó la compactación de los suelos en 2 de las 3 parcelas estudiadas.
Conclusiones
Los sistemas silvopastoriles asociados con Neltuma spp. como componente arbóreo constituyen un potencial forestal para la ecorregión chaqueña, además de beneficiar al bienestar animal por suministro de sombra, fuente alternativa de forraje, protección contra el viento y los efectos adversos de los extremos de temperatura, y mitigar los efectos del cambio climático por el almacenamiento de carbono tanto en la biomasa como el suelo, por lo que constituye un sistema integrado de producción sustentable para el Chaco paraguayo.
Esta investigación aporta los primeros resultados de crecimiento de algarrobos dentro de sistemas silvopastoriles. Para que esta actividad pueda ser implementada a mayor escala y se incrementen sus rendimientos físicos y resultados económicos hay algunas barreras a sortear entre las cuales se destacan: la necesidad de aprender a aprovechar y manejar mejor el recurso forrajero, trabajar en la comercialización de la producción forestal por su rendimiento en madera libre de nudos, y alcanzar un sistema de certificación de la producción por buenas prácticas y manejo sustentable.