INTRODUCCIÓN
En los últimos años, se ha observado un preocupante incremento en un 26,2% en la prevalencia de la obesidad en niños y adolescentes en diferentes países de Latinoamérica, incluido Paraguay, lo que plantea serias implicaciones para su salud tanto a corto como a largo plazo1. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 340 millones de niños y adolescentes en todo el mundo presentan sobrepeso u obesidad, lo que representa un importante problema de salud a escala global2.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, aproximadamente el 7,5% de los niños y adolescentes en Latinoamérica presentan sobrepeso u obesidad3. En Paraguay, según datos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, más del 20% de los niños y adolescentes en Paraguay presentan sobrepeso u obesidad6.
Los factores que contribuyen a la obesidad infantil son diversos, entre ellos se encuentran los cambios en los patrones de alimentación, caracterizados por un aumento en el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y sal, así como una disminución en el consumo de frutas, verduras y alimentos nutritivos4. Otro factor de riesgo importante es el sedentarismo, debido al aumento de actividades sedentarias y la disminución de la actividad física en niños y adolescentes. Estos factores, combinados con factores genéticos y socioeconómicos, han llevado a un aumento significativo en los índices de obesidad infantil a nivel mundial5.
La obesidad infantil se ha convertido en un problema de salud pública preocupante, ya que los datos preliminares sugieren que la obesidad en niños y adolescentes ha aumentado significativamente en los últimos años. Sin embargo, existe una falta de investigaciones que enfoquen de manera específica esta cuestión en el contexto de Paraguay, por lo tanto, es crucial llevar a cabo investigaciones que permitan comprender mejor la magnitud del problema y sus consecuencias, para así poder desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento, proponer recomendaciones basadas en la evidencia para abordar este problema de salud pública7.
Ante esta problemática, es fundamental implementar medidas integrales para abordar la obesidad infantil. Entre las estrategias recomendadas se encuentran la promoción de una alimentación saludable, con énfasis en el consumo de frutas, verduras y alimentos no procesados, así como la reducción del consumo de alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas8. Asimismo, es importante fomentar la actividad física regular en niños y adolescentes, mediante la promoción de programas deportivos y recreativos, así como la inclusión de la educación física en el currículo escolar9.
A través de la recopilación y análisis de datos, así como la revisión de la literatura científica existente, se espera generar conocimiento que contribuya a la toma de decisiones informadas y a la implementación de intervenciones efectivas para prevenir y reducir la obesidad infantil en el país.
METODOLOGÍA
El diseño de la investigación fue observacional, descriptivo, de corte transversal, con muestreo no probabilístico de casos consecutivos. La población de estudio consistió en niños de 9 a 12 años de la Escuela Privada Madre Rosa Santaeugenia de la ciudad de Luque del departamento Central del Paraguay.
Una vez aprobado el protocolo se procedió a contactar con la escuela, enviando una nota pidiendo autorización de parte de los directivos para acceder a las aulas de estudio, como así también un permiso a cada padre o encargado de familia pidiendo la autorización para que el niño o niña participe del estudio.
Se tuvieron en cuenta como criterio de inclusión a niños de ambos sexos de 9 a 12 años de edad de la escuela de la ciudad de Luque que tuvieron el consentimiento de los padres para participar del estudio. Se consideraron variables como la edad, sexo, procedencia, IMC y hábitos alimenticios y actividad física. Se aplicó una encuesta utilizando un instrumento compuesto por 10 preguntas, de las cuales dos ítems eran de información demográfica, seis ítems sobre hábitos alimentarios y dos sobre frecuencia de actividad física. También se recolectaron los datos antropométricos de los mismos utilizando una balanza y un tallímetro.
Se utilizó una planilla de Excel para cargar los datos que luego fueron analizados con un paquete estadístico EpiInfo v7.1 (CDC, Atlanta). Las variables cualitativas son expresadas en frecuencia, mientras que las variables cuantitativas en medidas de tendencia central y medida de dispersión.
Consideraciones Éticas. Todos los padres de los participantes recibirán una hoja de consentimiento informado. Se mantuvo la confidencialidad de los datos y todos los participantes tuvieron la misma oportunidad de participar del estudio sin discriminación alguna.
RESULTADOS
Participaron del estudio 100 estudiantes entre 9 a 12 años, 55% entre 9 a 10 años, 50,00% (50) del sexo masculino. Tabla 1
En la Tabla 2 se muestra la prevalencia de sobrepeso u obesidad, así como también los hábitos de los participantes. El 16% de los participantes presentó sobrepeso u obesidad. En cuanto al consumo de alimentos ultra procesados, el 56% de los participantes refirió consumir de estos varias veces a la semana, así como también el 76% mencionó consumir comida rápida más de dos veces a la semana. El 18% no consume ninguna porción de fruta y verdura al día.
Características | n | % |
---|---|---|
IMC | ||
Peso normal | 56 | 56 |
Bajo peso | 28 | 28 |
Sobrepeso u obesidad | 16 | 16 |
Consumo de alimentos ricos en grasas, azúcares o alimentos ultra procesados | ||
Nunca | 2 | 2 |
Ocasionalmente | 20 | 20 |
Todos los días | 22 | 22 |
Varias veces a la semana | 56 | 56 |
Consumo de comida rápida | ||
1-2 veces por semana | 76 | 76 |
3-4 veces por semana | 7 | 7 |
Más de 4 veces por semana | 3 | 3 |
Nunca | 14 | 14 |
Porción diaria de frutas y verduras | ||
1-2 porciones | 54 | 54 |
3-4 porciones | 18 | 18 |
Más de 4 porciones | 10 | 10 |
Menos de 1 porción | 18 | 18 |
En la Tabla 3 se presenta el nivel de actividad física, así como también el de sedentarismo y educación sobre estilo de vida saludable de los participantes. El 58% de los participantes refirió realizar al menos de 1 a 2 hora de actividad física fuera de la escuela incluyendo opciones como danza, fútbol, hándbol, vóley, etc. El 11% refirió pasar más de 4 h frente a una pantalla, mientras que el 41% lo hace 1 a 2 h. El 38% confirmó nunca haber recibido en la escuela información sobre alimentación y estilo de vida saludable. Tabla 3
Características | n | % |
---|---|---|
Horas diarias de actividades físicas fuera de la escuela | ||
Menos de 1 hora | 18 | 18 |
1-2 horas | 58 | 58 |
3-4 horas | 19 | 19 |
Más de 4 horas | 5 | 5 |
Horas diarias frente a una pantalla (televisión, computadora, dispositivos móviles) | ||
Menos de 1 hora | 28 | 28 |
1-2 horas | 41 | 41 |
3-4 horas | 20 | 20 |
Más de 4 horas | 11 | 11 |
Educación sobre nutrición y alimentación saludable en la escuela | ||
No, nunca | 38 | 38 |
A veces | 41 | 41 |
Si, regularmente | 21 | 21 |
DISCUSIÓN
En este estudió se determinó la prevalencia de sobrepeso y obesidad en una escuela de la ciudad de Luque, encontrándose que alrededor del 20% de los estudiantes presentaba esta condición. Este hallazgo coincide con los datos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay que informa que más del 20% de los niños y adolescentes en el país presentan sobrepeso u obesidad6. La obesidad supone un problema serio que se debe abordar con urgencia10. Los riesgos asociados con el sobrepeso y obesidad en la infancia son significativos, incluyendo problemas de salud a corto y largo plazo, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y trastornos psicológicos. Esto debería resultar especialmente preocupante porque los niños obesos tienen muchas más probabilidades que los niños con peso normal de convertirse en adultos obesos11.
Si bien en este estudio se puede apreciar que la mayoría de los participantes, un 56% se encuentran en un peso adecuado para su talla, aun así, cuando más de la mitad de ellos han recibido muy poca o ninguna información sobre alimentación y estilo de vida saludable, las intervenciones realizadas en el ámbito escolar que combinan la nutrición adecuada y la promoción de la práctica de actividad física son efectivas en la prevención del sobrepeso y la obesidad infantil en escolares12.
El sedentarismo está atribuido como un factor importante para la obesidad. Cuando una persona pasa muchas horas inactiva, sin realizar actividad física constante, su gasto calórico disminuye, lo que puede llevar a un desequilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto energético, en el estudio los participantes refirieron en su mayoría realizar al menos 1 hora de actividad física fuera de la escuela, pero también llama la atención que varios de ellos se encuentran más de 2 horas al día frente a pantalla u aparatos tecnológicos. El ambiente en el que los niños se desarrollan puede condicionar los niveles de actividad física, de modo que la familia y la escuela pueden ser contextos favorables o desfavorables para la promoción de hábitos saludables13,14.
Los alimentos ultra procesados se consideran un factor de riesgo importante para la obesidad infantil. Cada vez más son numerosos los estudios que relacionan el consumo de alimentos ultra procesados con la prevalencia de la obesidad. Esta clase de alimentos se caracterizan porque aportan gran cantidad de azúcares libres y grasas saturadas, lo que contribuye a aumentar la ingesta energética15, pero bajos en nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. Su fácil disponibilidad y su promoción a menudo contribuyen a su consumo excesivo, lo que se evidencia en la tabla 2 del estudio donde una gran proporción de los participantes refieren consumir varias veces a la semana alimentos ultra procesados, así como también comida rápida o para llevar.
El entorno escolar es uno de los lugares donde se aprenden hábitos de salud, nutrición y actividad física, y por el tiempo que los niños y niñas pasan en la escuela, es un espacio acorde para promover el aprendizaje y la práctica de hábitos saludables. La escuela desempeña un papel importante en la prevención de la obesidad tanto así que puede promover hábitos alimenticios saludables y fomentar la actividad física a través de programas educativos y actividades extracurriculares y proporcionar comidas escolares nutritivas y enseñar a los estudiantes sobre la importancia de una dieta equilibrada serían medidas claves para abordar este problema de salud.
También es importante mencionar y no olvidar que la identificación temprana y el tratamiento de niños con sobrepeso u obesidad son esenciales. Los profesionales de la salud deben desempeñar un papel fundamental en la evaluación y el seguimiento de los niños en riesgo, proporcionando apoyo médico y nutricional. La atención primaria desempeña un papel crucial en la detección temprana y el manejo de la obesidad infantil para prevenir complicaciones a largo plazo18,19.
La situación de sobrepeso y la obesidad infantil es un grave problema de salud que requiere una atención continua e integral. Los mismos pueden tener efectos negativos a largo plazo en la salud de los niños, como un mayor riesgo de enfermedades crónicas, problemas psicológicos y dificultades sociales. Es importante abordar esta problemática mediante la promoción de una alimentación saludable, la actividad física regular y la concienciación de los padres y cuidadores sobre la importancia de mantener un estilo de vida equilibrado desde una edad temprana, fomentando así dejar atrás el sedentarismo y limitando el consumo de alimentos ultra procesados y uso prolongado de aparatos tecnológicos que llevan al sedentarismo. La colaboración entre la comunidad, las escuelas, los profesionales de la salud y el gobierno es fundamental para abordar este problema de manera efectiva y garantizar un futuro más saludable para los niños.
Por todo lo mencionado con anterioridad es importante promover la educación nutricional en la escuela y en la comunidad. Fomentar la actividad física a través de programas deportivos, así como también informar a la comunidad sobre los riesgos del sobrepeso y la obesidad.