DESARROLLO
En varias partes del mundo se están produciendo varios cambios culturales y tecnológicos, por tanto, es importante analizar los panoramas futuros que caracterizarán al mundo occidental, en especial en uno de los ámbitos que consideramos primordiales en la psicología: la formación de las relaciones de pareja.
En este artículo de actualidad hay nueve premisas que respaldan una tesis que afirma que en Occidente se generarán matrimonios concertados en las décadas próximas, y esto será una respuesta social ante las dificultades de la libre elección de parejas y los cambios tecnológicos recientes. Finalmente, este trabajo plantea ciertas recomendaciones dirigidas a la población general para reflexionar sobre el emparejamiento moderno.
Premisa Uno: Desde hace varias décadas, el número de gente soltera continúa en aumento en varios países, tanto de Oriente como de Occidente, a su vez, existen menores cantidades de matrimonios (Ortiz-Ospina & Roser, 2020). Por lo tanto, es razonable pensar que esta tendencia podría continuar a lo largo del tiempo, a menos que se produzcan circunstancias extraordinarias que modifiquen dichos datos.
Premisa Dos: según Ferrer (2020), durante la pandemia del COVID 19 se produjeron varias situaciones extraordinarias y estresantes (e.g., duelos, pérdidas de empleos, dificultades económicas, deterioro de la salud, restricciones sociales, etc.). A su vez, Ford (2021) identificó que aquel aislamiento social provocó varias consecuencias como: disminución del bienestar, estado de ánimo, autoeficacia ante el estrés, estilos de vida saludables, etc. Es decir, la soledad es una condición que deteriora la calidad de vida.
Premisa Tres: acerca de las relaciones interpersonales, la pandemia del COVID 19 afectó principalmente a los adolescentes, ya que tuvieron deterioro en el estado de ánimo, aumento de sentimientos de soledad, ansiedad y dificultad para establecer relaciones interpersonales y aislamiento social (Luján Pérez et al., 2022). Por tanto, en los siguientes años, los adolescentes de la pandemia se convertirán en adultos con las secuelas reportadas en sus interacciones sociales.
Premisa Cuatro: a medida que los adultos avanzan en edad presentan mayores dificultades para adaptarse, tal como plantearon Burke y Barnes (2006); es decir, identificaron que en el envejecimiento del cerebro se producen disminuciones de varias funciones cognitivas (e.g., aprendizaje, memoria, etc.) y estos cambios pueden explicarse por los cambios en la plasticidad neuronal o sus mecanismos adyacentes, como las alteraciones en las sinapsis o en la regulación del calcio. Cabe recordar que en las relaciones de pareja se requiere la capacidad de adaptación al estilo de vida del otro.
Premisa Cinco: las sociedades modernas presentan menor tolerancia a la espera y mayores necesidades de gratificaciones inmediatas; es decir, Lim (2020) identificó que a medida que la tecnología avanza y se vuelve más fácil su acceso, las personas se encuentran con mayores oportunidades para ser impacientes. Asimismo, Jankiraman (2011) planteo que el avance tecnológico ha aumentado la dependencia a la gratificación instantánea y ha fortalecido la impaciencia, ya que la tecnología ha evolucionado para estimular constantemente y recompensar de forma instantánea con contenidos, artículos y/o servicios. Estos datos inducen a pensar que dichas perspectivas inmediatistas podrían tener dificultades para construir sentimientos y vínculos estables, ya que las relaciones de pareja requieren un tiempo de desarrollo y esfuerzo constante.
Premisa Seis: El mundo está cambiando y, en parte, debido a la inserción de la mujer al mercado laboral; es decir, la modificación de los roles está fomentando: (a) la individuación (desarrollo de los aspectos individuales) en las mujeres y, (b) relaciones más simétricas, pero más inestables debido a la sobrevaloración del amor romántico (Pascual, 2001). En otras palabras, dicha autora plantea que al existir menores necesidades de que los hombres sean sustentadores de recursos y las mujeres sean menos cuidadoras del hogar, se está considerando al amor romántico como el principal “pegamento” de las relaciones de pareja y que, al terminarse, es justificable socialmente la disolución del vínculo. Este planteamiento es destacable si consideramos que según varios autores (e.g., Calixto, 2017; Cristobal, 2019; Rangel, 2016) el amor romántico usualmente dura dos años debido a ciertas limitaciones de los procesos neuronales que son la base del enamoramiento.
Premisa Siete: En Japón, existe el término “hikikomori” y se refiere al aislamiento social prolongado, dicha condición presenta comorbilidad con ciertas psicopatologías (Kato et al., 2012). Los mismos autores identificaron que los casos de aislamiento social prolongado son más frecuentes en adolescentes y en zonas urbanas, incluso plantean que el hikikomori no es una característica cultural japonesa, sino un síndrome de la sociedad actual, ya que se han encontrado casos en varios países asiáticos (Korea, Taiwan, Bangladesh, Iran, India y Tailandia), inclusive en países occidentales: Australia y EEUU.
Premisa Ocho: DiMaggio & Powell (1983) plantearon que los grupos humanos presentan una tendencia a volverse más parecidos entre sí, en un proceso llamado isomorfismo organizacional. Dicho isomorfismo puede darse mediante tres mecanismos: (a) coerción, cuando existe una presión formal o informal de parte de un grupo hacia otro mediante la fuerza, persuasión o coalición; (b) mimetismo, los grupos tienden a imitarse cuando el ambiente presenta situaciones de incertidumbre y ambigüedad (e.g., problemas económicos, riesgos a la salud colectiva, etc.); (c) presiones normativas como la educación formal (e.g., la universalización de la tecnología), las creencias y valores compartidos (e.g., fomento del individualismo, competitividad, estilos de vida acelerados, entre otros). Por tanto, es razonable pensar que los problemas que están presentando los países más desarrollados, como Japón, se están replicando en etapas iniciales en los países occidentales.
Premisa Nueve: La sociedad japonesa presenta un severo problema de soledad en sus adultos jóvenes e intermedios, a tal punto que se han originado formas diversas para solucionar ese problema como: aplicaciones de citas, alquiler de novios y novias temporales, parejas virtuales, entre otras (France 24 Español, 2024). La misma fuente destaca que incluso se han creado espacios en donde los padres de adultos solteros se juntan para intercambiar información con la finalidad de fomentar la selección de las parejas.
En definitiva, las nueve premisas permiten inducir que, en los siguientes años, las sociedades crearán formas de resolver los problemas de la soledad que tendrán los adultos. De esta manera, planteamos que las sociedades formaran dos grupos de soluciones: (a) la creación de dispositivos tecnológicos basados en inteligencia artificial permitirá cubrir parcialmente algunas necesidades de compañía o de estimulación física que tienen los adultos; y (b) el aparecimiento de rituales, modas o costumbres sociales que se asemejarán a los matrimonios concertados, comúnmente llamados matrimonios arreglados.
Cabe destacar que de los dos grupos de soluciones consideramos que la creación de tecnología para reemplazar las actividades humanas en las relaciones no pareja no funcionará a largo plazo, en primer lugar, por las dificultades en la creación de tecnología que tenga las mismas características sensoriales y la diversidad de la mente, incluyendo los conflictos, rasgos de la personalidad, fortalezas del carácter y otras características humanas. En segundo lugar, el acceso a la tecnología podría continuar teniendo limites en el acceso, es decir, que solo ciertas personas accederían a la tecnología moderna. Por tanto, el resto de la población generaría alternativas más accesibles para resolver el problema de la soledad.
Por esa razón, consideramos que los matrimonios concertados volverán a aparecer en Occidente, con ciertas variaciones culturales. Es decir, en las siguientes décadas se producirán cambios en los valores sociales, generando rituales sociales como que los padres de adultos solteros tengan comportamientos para inducir el emparejamiento de sus hijos a través de procesos de selección y negociaciones de recursos. Por ejemplo, habrá padres que induzcan la formación de parejas preseleccionadas mediante incentivos verbales o económicos (tácitos o explícitos), aumento de actividades de encuentro con las familias elegidas, aparecimiento de servicios informáticos o softwares que sirvan para emparejar grupos de familias/allegados u otros comportamientos que se alejan de la idea del matrimonio libre. En resumen, planteamos que los matrimonios concertados será el futuro de las relaciones de pareja de Occidente, pero con ciertas particularidades propias de cada cultura.
La idea de los matrimonios concertados en Occidente podría sonar extraña, pero si consideramos que los matrimonios arreglados tienen una historia evolutiva profunda que se remonta a las primeras migraciones de los humanos modernos fuera de África hace aproximadamente 50,000 años (Walker et al., 2011), vemos que esta ha sido la forma más común de formación de familias desde el origen de nuestra especie. De este modo, la existencia de dicha conducta por tanto tiempo induce a pensar que es funcional en la especie humana.
Además, si consideramos que la elección libre para formar matrimonios no es completa, ya que tiene ciertas limitaciones; por ejemplo, la libertad de elección está ampliamente reducida a la similitud de niveles educativos y/o de recursos. La tendencia a elegir parejas considerando la posición social similar en cuanto al nivel educativo y ocupacional se llama homogamia educativa y fue estudiada por Domański y Przybysz (2007) en 22 países europeos. Es decir, identificaron que en la elección de conyugues habría tendencias a priorizar a las personas del mismo estrato social; inclusive, en países más conservadores, se aumentan dichos mecanismos de apareamiento selectivo.
La idea de los matrimonios concertados en Occidente podría generar rechazo en los años de publicación de este artículo. Sin embargo, destacamos que son esperables las concepciones de incredulidad, ya que cambiar las creencias establecidas es un proceso complejo. De hecho, Rodríguez (2019) identificó que cuando las ideas de una persona son confrontadas, la química de su cerebro reacciona como si estuviera amenazado o en peligro; ya que el sistema límbico controla la parte racional del cerebro y sin importar cuan sólida sea la nueva idea y las evidencias que se puedan presentar en contra de la idea original, la persona ya se encuentra en modo defensivo por lo que es difícil cambiar las posturas aprendidas.
CONCLUSIÓN
Se enfatiza que esta tesis busca incentivar su verificación mediante estudios empíricos futuros, ya que solamente se han presentado argumentos lógicos que la sustentan. Finalmente, a la población general, planteamos que sería prudente reflexionar sobre las dificultades del emparejamiento moderno, ya que así se podrían generar cambios en los hábitos de relaciones interpersonales, consumo de contenidos en redes sociales, decisiones cotidianas y en las proyecciones a corto, mediano y largo plazo.