INTRODUCCIÓN
La migraña se define como una cefalea episódica asociada a ciertas características, como la sensibilidad a la luz, al sonido o al movimiento o como un síndrome recurrente de cefalea asociado a otros síntomas de disfunción neurológica en grado variable1. Es uno de los trastornos neurológicos más frecuentes, con una prevalencia y una morbilidad elevadas, especialmente entre los adultos jóvenes y las mujeres2.
La migraña puede subdividirse en función de la existencia o no de aura y de la frecuencia de las cefaleas3. Alrededor de un tercio de los pacientes con migraña, especialmente mujeres, sufren de un síntoma neurológico focal transitorio (“aura”) que se presenta antes o durante la cefalea. El aura visual es el tipo más frecuente (90 %), seguida del aura sensorial (30-54 %) y del aura del lenguaje (31 %)4. El aura motora, del tronco encefálico y de la retina son atípicas y, por tanto, mucho menos frecuentes. El número de días de cefalea determina si el paciente padece migraña episódica (14 o menos días de cefalea al mes) o migraña crónica (más de 15 días de cefalea al mes)5.
La migraña es una de las enfermedades neurológicas más comunes en todo el mundo, estimándose su prevalencia mundial en 1100 millones (IC 95 % = 0,98-1,3) de casos en 20196. La prevalencia de la migraña en estudios de población oscila entre el 2,6 % y el 21,7 %, con una media del 12-14 %7. En España, por ejemplo, un reciente estudio la sitúa en torno al 8,6 %8.
En Paraguay, los trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y suicidio causan el 18 % de todos los años de vida ajustados en función de la discapacidad y el 36 % de todos los años vividos con discapacidad9.
Alrededor de los 20 años de edad aparece un patrón que se mantiene estable durante toda la juventud y la edad adulta: los trastornos comunes (ansiedad, depresión, autolesiones y trastorno de síntomas somáticos) representan el 44 %, las cefaleas el 19 %, los trastornos por consumo de sustancias el 17 % (el 13 % debido al alcohol) y los trastornos mentales graves (esquizofrenia y trastornos bipolares) el 9 %. Los tres principales trastornos en términos de años de vida ajustados por discapacidad que representan entre el 40 y el 55 % de la carga total de los trastornos mentales, neurológicos, por consumo de sustancias y suicidio, no son los mismos para hombres y mujeres. Los hombres se ven afectados sobre todo por trastornos relacionados con el consumo de alcohol, Alzheimer y otras demencias, y cefaleas; mientras que las mujeres se ven afectadas sobre todo por cefaleas, ansiedad y trastornos depresivos9.
Existen pruebas de que la migraña se da dos a tres veces más en mujeres que en hombres y afecta con mayor frecuencia a la población en edad laboral10, lo que conlleva mayor disfuncionalidad en diversas áreas de la vida cotidiana (laboral, social, personal, interpersonal y familiar)11.
La migraña está asociada a una amplia gama de factores de riesgo, desencadenantes y comorbilidades, tanto biológicos como psicológicos12, estudiados en mayor o menor medida. Entre los factores y comorbilidades biológicas se citan, entre otros, la edad, el sexo, la presencia de comorbilidades médicas (por ejemplo, diabetes mellitus e hipertensión arterial), el abuso de alcohol y las alteraciones del sueño12. Por su parte, entre los factores de riesgo y comorbilidades psicológicas se citan al estrés y a varios trastornos mentales, como la ansiedad13 y la depresión14. En los últimos años, la adicción a Internet también ha sido reconocida como un factor de riesgo para la migraña15. Aquí vale la pena destacar que la frecuencia de estrés relacionado al mundo virtual y la adicción a Internet han aumentado en Paraguay durante la pandemia de COVID-1916,17.
En Paraguay, hasta dónde llega nuestro conocimiento, sólo existe una investigación realizada sobre la frecuencia de migraña en una población de estudiantes de medicina18, no existiendo estudios epidemiológicos en población general. En este sentido, esta investigación se propuso determinar la frecuencia de migraña, y algunos de sus factores asociados, en una muestra de población general paraguaya.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y muestreo
Este fue un estudio observacional, descriptivo, de asociación cruzada y de corte transversal con un muestreo no probabilístico, de casos consecutivos. Se compartió una encuesta en línea, diseñada en Google Forms, a nivel nacional a través de redes sociales nacionales (Facebook, Twitter, Instagram) y aplicaciones de mensajería (WhatsApp, Telegram), del 1 al 31 de octubre de 2022. Todos los participantes recibieron información completa sobre el objetivo del estudio, la privacidad y el uso de los datos. Además, se les proporcionó datos de contacto del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción para consultas específicas. Al inicio de la encuesta en línea, se pidió a los participantes que confirmaran que eran mayores de edad y que aceptaban voluntariamente participar en la encuesta.
Desde un punto de vista metodológico, investigaciones recientes han demostrado que los datos recogidos a través de encuestas en línea pueden proporcionar resultados similares a los obtenidos mediante muestreos "en persona"19, con tasas de respuesta similares20. Además, se ha demostrado que las encuestas basadas en la web reducen los costes de recopilación de datos, lo que resulta útil en estudios poblacionales21.
Variables
Datos demográficos: se pidió a los participantes que facilitaran información sobre su sexo (hombre, mujer), edad (en años cumplidos), procedencia (Asunción, Departamento Central, resto del país).
Estado de salud física: los participantes respondieron si se les había diagnosticado hipertensión arterial o diabetes mellitus, y si recibían algún tratamiento.
Estado de salud mental: los participantes respondieron si se les había diagnosticado ansiedad o depresión previamente, y sí recibían algún tratamiento.
Hábitos: se pidió a los participantes que respondieran si consumían regularmente alcohol o si fumaban (cigarrillos o cigarrillos electrónicos).
Tamizaje de migraña
Para el tamizaje de migraña se utilizó el cuestionario ALCOI-95, diseñado y validado por Muñiz de la Fuente22 para el diagnóstico de migraña. Este es un corto cuestionario de autoreporte, respuesta cerrada de opción múltiple, en el cual se determina el tipo, duración, intensidad, naturaleza y agravantes/desencadenantes de la cefalea. Este instrumento tiene una sensibilidad, especificidad valor predictivo positivo y negativo e índice de concordancia kappa para migraña (100%, 100%, 100% y 1, respectivamente), migraña sin aura (75%, 100%, 100%, 86% y 0,79, respectivamente), y migraña con aura típica (100%, 88%, 63%, 100% y 0,71, respectivamente)22,23.
Las respuestas dadas por los participantes permitieron clasificar los casos en migraña sin aura común y migraña con aura (clásica), siguiendo los criterios de la Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS)24.
Tamizaje de adicción a Internet
Se realizó utilizando la subescala de adicción a Internet del Cuestionario de Detección de Trastornos de Control de Impulsos y Adicciones MULTICAGE CAD-425. Esta subescala mide la adicción a Internet a través de cuatro preguntas que reproducen el esquema del cuestionario CAGE para alcoholismo26: la autopercepción del problema, la percepción por parte de convivientes, sentimientos de culpa asociados y signos de abstinencia o incapacidad para controlar la conducta. El cuestionario es autoadministrado y se responde en una escala dicotómica Sí/No y se estima que ninguna o una respuesta afirmativa indican inexistencia de este problema; dos respuestas afirmativas indican posible existencia de ese problema; tres respuestas afirmativas sugieren una muy probable existencia de ese problema; y la respuesta afirmativa a las cuatro sugiere la segura existencia de la adicción a Internet. Atendiendo a la literatura disponible, se asumió como criterio de comportamiento problema dos o más respuestas afirmativas en la subescala25.
Análisis de datos
Los datos se recogieron en una hoja de cálculo, procesada con el paquete estadístico RStudio, versión 1.2.5033. Se realizó estadística descriptiva para todas las variables, informando de cualquier variable categórica con frecuencias y porcentajes, y de las variables numéricas con medidas de tendencia central y dispersión. Se utilizó la prueba de chi cuadrado para establecer las relaciones entre las variables y OR para cuantificar la fuerza de dicha asociación.
Asuntos éticos
El estudio fue aprobado por la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay). Los datos fueron tratados con confidencialidad, igualdad y justicia, respetando los principios de Helsinki. Los participantes que requirieron retroalimentación de la encuesta fueron invitados a escribir su dirección de correo electrónico y recibieron información o sugerencias útiles específicas.
RESULTADOS
Se encuestó a 846 sujetos, de los cuales el 70,9 % eran mujeres. Las edades estaban comprendidas entre los 18 y los 81 años, con una media de 28,62 ( 10,76 años. La edad más frecuente fue 21 años y el 51,8 % residía en el Departamento Central de Paraguay. Del total de participantes, el 14,5 % cumplía con criterios diagnósticos de migraña (5,2 % tenía migraña con aura y 9,3 % migraña sin aura). El promedio de edad de los sujetos con migraña fue de 27,48 ( 10,33 años (rango 18-80 años). Se encontró asociación entre sexo y migraña, (p<0,001). Este y otros datos están resumidos en la Tabla 1.
Con Migraña (n=123) | Sin Migraña (n=723) | Total (N=846) | OR (IC95%) | p-valor | ||||
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Características | n | % | n | % | n | % | ||
Mujer | 105 | 85,37 | 495 | 68,46 | 600 | 70,9 | 2,69(1,59-4,54) | p<0,001 |
Hombre | 18 | 14,63 | 228 | 31,54 | 246 | 29,1 | ||
Residencia | ||||||||
Asunción | 35 | 28,46 | 245 | 33,89 | 280 | 33,1 | NA | 0,0393 |
Central | 76 | 61,79 | 362 | 50,07 | 438 | 51,8 | ||
Interior | 12 | 9,76 | 116 | 16,04 | 128 | 15,1 | ||
NA: no aplica por ser variable politómica.
En cuanto al estado de salud física y mental de los participantes, el 21,39 % tenía diagnóstico de ansiedad, el 8,98 % de depresión, el 7,92 % de hipertensión arterial y el 2,36 % tenía diabetes mellitus. Consultados sobre si recibían tratamiento para sus diagnósticos, el 37,1 % dijo que no, el 25,2 % que sí y en el 37 ,7 % no aplicaba, puesto que no tenían ningún tipo de diagnóstico de base. El diagnóstico de migraña se relacionó con ansiedad y depresión ya que los participantes con estos diagnósticos tenían más de dos veces chances de sufrir migraña en comparación con quienes no poseían estos diagnósticos (Tabla 2).
Características | Con Migraña (n=123) | Sin Migraña (n=723) | Total (N=846) | OR (IC95%) | p-valor | |||
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n | % | n | % | n | % | |||
Ansiedad | 2,28(1,50-3,45) | p<0,001 | ||||||
Sí | 43 | 34,96 | 138 | 19,09 | 181 | 21,39 | ||
No | 80 | 65,04 | 585 | 80,91 | 665 | 78,61 | ||
Depresión | 2,69(1,58-4,63) | p<0,001 | ||||||
22 | 17,89 | 54 | 7,47 | 76 | 8,98 | |||
101 | 82,11 | 669 | 92,53 | 770 | 91,02 | |||
Hipertensión | 1,03(0,51-2,08) | 0,925 | ||||||
Sí | 10 | 8,13 | 57 | 7,88 | 67 | 7,92 | ||
No | 113 | 91,87 | 666 | 92,12 | 779 | 92,08 | ||
Diabetes | 1,48(0,49-4,52) | 0,483 | ||||||
Sí | 4 | 3,25 | 16 | 2,21 | 20 | 2,36 | ||
No | 119 | 96,75 | 707 | 97,79 | 826 | 97,64 | ||
Tratamiento* | 1,14(0,72-1,79) | 0,574 | ||||||
Sí | 40 | 32,52 | 173 | 23,93 | 213 | 25,18 | ||
No | 53 | 43,09 | 261 | 36,10 | 314 | 37,12 |
*Para aquellos participantes que declararon un diagnóstico de base.
Consultados sobre sus hábitos, el 39,6 % consumía alcohol, el 5,7 % fumaba tabaco y el 11,7 % fumaba cigarrillos electrónicos. De los participantes, el 63,8 % cumplía con criterios de tamizaje para adicción a Internet25. La Tabla 3 muestra estas características y su relación con sus hábitos. No se encontraron asociaciones significativas con la migraña.
Características | Con Migraña (n=123) | Sin Migraña (n=723) | Total (N=846) | OR (IC95%) | p-valor | |||
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Consume alcohol | 0,95(0,64-1,39) | 0,953 | ||||||
Sí | 49 | 39,84 | 286 | 39,56 | 335 | 39,6 | ||
No | 74 | 60,16 | 437 | 60,44 | 511 | 60,4 | ||
Fuma tabaco | 1,01(0,44-2,29) | 0,993 | ||||||
Sí | 7 | 5,69 | 41 | 5,67 | 48 | 5,7 | ||
No | 116 | 94,31 | 682 | 94,33 | 798 | 94,3 | ||
Cigarrillo electrónico | 1,05(0,59-1,89) | 0,854 | ||||||
Sí | 15 | 12,20 | 84 | 11,62 | 99 | 11,7 | ||
No | 108 | 87,80 | 639 | 88,38 | 747 | 88,3 | ||
Adicción a internet | 1,21(0,80-1,81) | 0,362 | ||||||
Sí | 83 | 67,48 | 457 | 63,21 | 540 | 63,8 | ||
No | 40 | 32,52 | 266 | 36,79 | 306 | 36,2 |
DISCUSIÓN
Como se mencionó previamente, estudios de población han encontrado una prevalencia de migraña de entre el 2,6 % y el 21,7 %7. Nuestra investigación encontró una frecuencia global de migraña de 14,5 %, en consonancia con las cifras esperadas para América Central y del Sur, que fluctúan entre 12,8 % y el 16,4 %27,28. En nuestro estudio, el promedio de edad de las personas con migraña se sitúo alrededor de los 30 años. Si bien la migraña puede desarrollarse a cualquier edad, su frecuencia aumenta a lo largo de los primeros años de la vida adulta, alcanza un máximo durante la mediana edad y luego disminuye gradualmente29.
En cuanto al sexo, diversos investigadores han encontrado diferencias significativas entre los sexos en la prevalencia de la migraña, con casi tres veces más mujeres afectadas que hombres30. La presente investigación encontró una asociación significativa entre el sexo femenino y el diagnóstico de migraña. La mayor prevalencia de migraña en las mujeres podría estar relacionada con variables biológicas y psicológicas, no obstante, son las fluctuaciones de las hormonas sexuales, especialmente de los estrógenos, las que desempeñan un papel fundamental en la mayor prevalencia de migrañas en el sexo femenino31.
Con respecto a la diabetes mellitus, su relación con la migraña es controvertida. Se ha reportado un efecto protector de la diabetes tipo 1 sobre la migraña, pero sin relación significativa entre la migraña y la diabetes tipo 232. Por otra parte, otros investigadores han informado que el desarrollo de diabetes tipo 2 se reduce en mujeres con migrañas activas33. Por su parte, la asociación entre migraña e hipertensión arterial sigue siendo un tema controvertido, y todavía no es posible llegar a una conclusión firme. Si bien los pacientes con migraña tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión, sigue sin ser concluyente si la hipertensión predice la migraña34. En nuestra investigación no se encontró asociación entre migraña y diabetes mellitus o hipertensión arterial, por lo que coincidimos en que se necesitan, por tanto, más estudios longitudinales para clarificar la relación entre estas enfermedades y la migraña.
No hemos encontrado asociación entre la utilización de alcohol, el tabaquismo o el uso de cigarrillos electrónicos con la migraña. Si bien algunas investigaciones han confirmado que el alcohol es uno de los 10 principales desencadenantes de la migraña, aumentando el riesgo de la misma hasta en un 51 %35, otros autores no han encontrado ninguna relación, con resultados todavía contradictorios36,37. Con respecto al tabaquismo, si bien pacientes con migraña de todo el mundo señalan el humo del tabaco entre los desencadenantes de la crisis dolorosa, este rara vez se encuentra entre los precipitantes de mayor frecuencia y abundan los sesgos con datos retrospectivos y auto reportados38. Algunas investigaciones de pequeña escala han informado que el tabaquismo puede ser un factor precipitante de los ataques de migraña, ya que la prevalencia del tabaquismo activo es un tercio mayor en los migrañosos y parece existir una relación entre el número de cigarrillos y el desarrollo de ataques de migraña39. No obstante, estudios epidemiológicos no apoyan que exista una relación causal fuerte entre el tabaquismo y cualquier tipo de cefalea40, por lo que todavía las conclusiones son contradictorias. Con respecto al uso de cigarrillos electrónicos, información preliminar reporta que el síntoma más frecuente en los consumidores es la cefalea41, aunque los datos son aún limitados.
Nuestros resultados informan una asociación significativa entre la presencia de ansiedad o depresión y migraña. Existe una demostrada relación entre la migraña y determinados factores psicológicos (tendencia al perfeccionismo, agresividad reprimida, melancolía, entre otros), así como con trastornos mentales42. Entre los trastornos mentales, la ansiedad es una comorbilidad frecuente en los pacientes con migraña43,44. Un metaanálisis reciente (que incluyó a más de 15000 pacientes con migraña y casi 80000 controles) reportó que las personas con migraña tenían tres veces más probabilidades de experimentar ansiedad que los no migrañosos43, principalmente en los grupos de edad más jóvenes. En el caso de los trastornos depresivos, se ha reportado una mayor prevalencia del trastorno depresivo mayor y un mayor riesgo de depresión actual en pacientes con migraña14, con frecuencias que varían entre 23,1 %45 y 36,3%46. Se ha encontrado una relación bidireccional entre la depresión y la migraña, en la que la migraña predice la aparición de depresión y la depresión predice la migraña14. Asimismo, se ha sugerido la migraña pueden causar depresión47 o puede ser una manifestación o resultado de la depresión48. La presencia de trastornos mentales es un factor de riesgo y comorbilidad que deben ser tenidos en cuenta, más aún en una época en que la pandemia de COVID-19 ha impactado seriamente en la salud mental en los niveles local, regional y mundial49.
En Paraguay, otra consecuencia de la pandemia fue la adicción a Internet, que se ha visto asociada con ansiedad y uso excesivo de teléfonos móviles16, así como con ansiedad y depresión17 en población joven. La asociación entre adicción a Internet y cefalea es controvertida50. Algunos investigadores han encontrado una asociación significativa entre la presencia de cefalea y el mayor nivel de adicción a Internet51, mientras que otros no han encontrado relación52. Si bien en el presente estudio no hemos encontrado asociación entre adicción a Internet y migraña, llama la atención el elevado porcentaje de personas que cumplen criterios de tamizaje, por lo que esto debería explorarse puntillosamente en nuevos estudios a realizarse en población general.
Las limitaciones del presente estudio son el pequeño tamaño de muestra, el muestreo de tipo no probabilístico, la sobre representación de mujeres en la muestra y la poca cantidad de factores de riesgo estudiados. Asimismo, hubiera sido conveniente preguntar acerca del tipo de medicación consumida regularmente por los participantes, pues es sabido que existen cefaleas ocasionadas por analgésicos y por anticonceptivos orales, entre otros. Más investigaciones son necesarias para realizar una estimación epidemiológica a nivel nacional que permita determinar la frecuencia de migraña y sus factores asociados en todos los rangos etarios, habida cuenta de la carga importante que representa este diagnóstico para el sistema de salud del país6,9.
Finalizando, podemos concluir que la frecuencia de migraña es de más del 14 % en población general paraguaya, afecta principalmente a personas de alrededor de 30 años de edad y está asociada significativamente al hecho de ser mujer y de tener un trastorno mental (depresión o ansiedad).