Introducción
Actualmente, la tenencia de animales de compañía se ha incrementado considerablemente, debido a que ofrecen múltiples beneficios para los integrantes de una familia, tales como reducir la sensación de soledad. Además, genera obligaciones con las que se aprende a tener responsabilidad, proveen diversión, entretenimiento y representan una compañía incondicional. Los animales domésticos como perros y gatos representan el origen de enfermedades zoonóticas más cercanas en zonas urbanas (Peña G. et al., 2017). Debido a la convivencia y relación que existen entre dichos animales con el ser humano, los microorganismos en sangre generan implicaciones leves a mortales en la salud humana, principalmente a personas con sistemas inmunológicos inmaduros (Kolo et al., 2016).
Mascotas con enfermedades hematológicas se presentan constantemente en las clínicas veterinarias debido al deterioro en la salud de los animales (Yongjin et al., 2018). Comúnmente, las alteraciones son producidas por microorganismos trasmitidos por vectores (biológicos y mecánicos), especialmente en zonas tropicales y subtropicales, siendo muchos de estos microorganismos capaces de afectar a los animales domésticos y al ser humano (Salim et al., 2019).
A pesar de los enormes esfuerzos del hombre por eliminar a los parásitos de sus mascotas, estos continúan siendo un grave problema de salud en países desarrollados (Matos et al., 2015) y este impacto es mucho más notorio en países en vías de desarrollo (Encalada-Mena et al., 2011).
En términos biológicos un “vector” es todo organismo vivo con la capacidad de transportar (movilizar) y transmitir de forma activa y constante cualquier microorganismo desde un hospedero vertebrado e infectado hacia otro susceptible. Este proceso, que se define como “transmisión biológica” (Tercero Gutierrez y Olalla Herbosa, 2008) puede ocurrir desde personas hacia animales o desde animales hacia personas (OMS, 2017). Los distintos agentes patógenos (parásitos, virus o bacterias), transmitidos por vectores, necesitan multiplicarse o generar sus formas infectivas fuera o dentro de las células de los hospederos para completar su ciclo de vida. De esta manera, los patógenos son transmitidos hacia otro hospedero susceptible por alguno de los mecanismos mencionados posteriormente (Tercero Gutierrez y Olalla Herbosa, 2008).
El estrecho contacto entre humanos y animales domésticos, pone de relieve la importancia en el seguimiento que se haga de la salud animal, tanto por el valor afectivo respecto de las mascotas y su estado de salud, como por la posibilidad de constituirse en reservorios de entidades zoonóticas o ser hospederos de vectores con la capacidad de transmitir estas enfermedades, las cuales pueden ser diagnosticadas mediante extendidos sanguíneos y/o confirmadas mediante pruebas serológicas más específicas y sensibles o mediante técnicas moleculares como PCR (Costa Oliveira, 2010; Cordero del Campillo y Rojo Vázquez, 2000).
Los resultados de estudios basados en este tema, además de generar conciencia sobre la presencia de los hemoparásitos y microorganismo en los animales, evitará problemas subsecuentes que puedan afectar la salud general del animal, ya que los hábitos culturales y la forma que las personas actúan frente a las enfermedades muchas veces, no es la correcta favoreciendo de este modo la transmisión de agentes patógenos, así como su permanencia en las zonas de riesgo (Oscherov et al., 2008).
Teniendo en cuenta la importancia de la investigación, el propósito de esta investigación fue estimar los casos positivos de Ehrlichia spp., Anaplasma platys y Leishmania spp., en perros, tomando en cuenta sexo, raza, edad y tipo de muestras diagnosticados en el laboratorio de biotecnología de la FCV - UNA (primer semestre del año 2021).
Materiales y métodos
El trabajo fue realizado en la División de Laboratorio de Biotecnología del Departamento de Clínicas Veterinarias de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción, San Lorenzo, Paraguay, se recibieron y analizaron muestras de sangre entera, suero sanguíneo y aspirado medular provenientes tanto del Hospital Veterinario "Prof. Dr. José Vicente Núñez", así como de clínicas veterinarias externas a la institución.
Diseño y criterios del trabajo:
La investigación corresponde a un estudio de tipo descriptivo y retrospectivo.
Fueron seleccionados 300 registros de resultados de animales de la especie canina, sin distinción de raza, sexo y edad procedentes del área metropolitana de Asunción, los cuales fueron procesados durante el primer semestre del año 2021 empleando la técnica cPCR o reacción en cadena de la polimerasa convencional para la detección de los hemoparásitos Ehrlichia spp. y Anaplasma platys a partir de sangre entera y Leishmania spp. en sangre entera y aspirado medular; además, fueron analizadas muestras de suero sanguíneo para la detección de anticuerpos para Leishmania spp. y Ehrlichia spp. utilizando el test inmunocromatográfico. El tipo de muestra enviada, el microorganismo a ser identificado y la técnica empleada, varió según el criterio del médico veterinario solicitante.
Para la detección de los hemoparásitos por cPCR, el material genético fue extraído a partir de sangre entera o aspirado medular empleando el kit de extracción comercial basado en columnas de sílica Thermo Scientific™ GeneJET Viral DNA/RNA Purification Kit, siguiendo el protocolo indicado por el fabricante.
Las muestras de ADN obtenidas fueron sometidas a un protocolo convencional para la identificación de una región conservada del gen 18S para Ehrlichia spp., gen p44 de Anaplasma platys y k-ADN para la amplificación de Leishmania spp., descritas por (Murphy et al., 1998), (Breitschwerdt et al., 2014) y (Michalsky et al. 2002), respectivamente.
Todos los productos fueron sometidos a electroforesis en gel de agarosa (SeaKem®LE Agarose, Lonza) al 2 %, teñido con bromuro de etidio. Por último, los geles fueron observados en un transluminador (JY-025 UV Transluminator) con luz ultravioleta.
Se recibieron muestras de suero sanguíneo con el propósito de analizarlas mediante inmunocromatografía para la identificación rápida de anticuerpos para Leishmania spp. o Ehrlichia spp. Fueron utilizados los kits comerciales Anigen Rapid Leishmania Ab Test Kit y E. canis Ab rapid test para la detección cualitativa de anticuerpos para Leishmania spp. y Ehrlichia spp. respectivamente.
Finalmente, los resultados fueron tabulados en una hoja de cálculo Excel y evaluados estadísticamente a través del software R. Las variables analizadas fueron raza, sexo, edad (meses), hemopatógeno identificado, muestra biológica y técnica laboratorial empleada para la determinación de los microorganismos.
Resultados
En la Tabla 1, se exponen los resultados de casos positivos para Anaplasma platys, Leishmania spp. y Ehrlichia spp., empleando dos herramientas de diagnóstico: cPCR e inmunocromatografía. Es importante destacar que la elección de la técnica de diagnóstico empleada en cada caso particular dependió del médico veterinario solicitante. Esto significa que, algunos casos fueron analizados mediante cPCR mientras que otros por medio de inmunocromatografía.
La variación en las técnicas de diagnóstico empleadas, responde a que diferentes médicos veterinarios pueden tener preferencias o consideraciones específicas en función de la situación clínica de cada paciente o bien la disponibilidad de recursos del propietario en el momento del diagnóstico.
Técnica de Diagnóstico | Leishmania spp. | Ehrlichia spp. | Anaplasma Platys |
---|---|---|---|
cPCR | 20 | 25 | 0 |
Inmunocromatografía | 19 | 2 | 0 |
Total | 39 | 27 | 0 |
De forma más específica, los casos positivos hallados empleando la técnica cPCR o inmunocromatografía según el sexo fueron: 35 hembras positivas de las 300 muestras analizadas (12 % del total), hallándose 0 positivas a Anaplasma platys, 17 muestras positivas a Ehrlichia spp. y 18 a Leishmania spp.; en lo que respecta a resultados negativos, 119 hembras fueron negativas (40 % del total). En machos, fueron identificadas 31 muestras positivas de las 300 analizadas (10 % del total), 0 positivas a Anaplasma platys, 10 muestras positivas a Ehrlichia spp. y 21 a Leishmania spp. sin embargo, los resultados negativos en machos fueron 2 a Anaplasma platys, 17 a Ehrlichia spp. y 96 a Leishmania spp. (38 % del total). (Tabla 2)
Microorganismo | RESULTADO | TOTAL | |||
---|---|---|---|---|---|
POSITIVO | NEGATIVO | ||||
Hembra | Macho | Hembra | Macho | ||
Anaplasma platys | 0 | 0 | 0 | 2 | 2 |
Ehrlichia spp. | 17 | 10 | 16 | 17 | 60 |
Leishmania spp. | 18 | 21 | 103 | 96 | 238 |
Total | 35 | 31 | 119 | 115 | 300 |
FR | 12 % | 10 % | 40 % | 38 % | 100 % |
En relación al tipo de microorganismo, se registraron muestras positivas a Leishmania spp. del 13 %, Ehrlichia spp. del 9 % y Anaplasma platys del 0 %. Del total de las muestras analizadas, la solicitud de los clínicos veterinarios para la detección Leishmania spp., Ehrlichia spp. y Anaplasma platys mediante cPCR fue de 29,3 % 18,6 % y 0,66 %, más para la detección de estos microorganismos por inmunocromatografía fue del 50 %, 1,3 % y 0 % respectivamente (Figura 1).
En cuanto a las muestras biológicas analizadas, empleando cPCR o inmunocromatografía indistintamente, los casos positivos registrados fueron mayoritariamente a través de sangre entera 15 %, seguida por suero sanguíneo 6 % y finalmente aspirado medular 3 %; en cambio, los resultados negativos correspondieron al 35,6 %, 40,6 % y 1,66 % para tales muestras, como se visualiza en la Figura 2.
Según la Figura 3, los casos positivos a Ehrlichia spp. identificados por cPCR o inmunocromatografía teniendo en cuenta el rango etario, fue equivalente tanto en cachorros como en gerontes 2,6 % y para adultos del 3,6 %; en lo que respecta a Leishmania spp., fue, para los gerontes 2,6 %, adultos del 8,6 %, y cachorros 1,6%. Los perros fueron clasificados de acuerdo al rango etario como adultos (13 a 84 meses), cachorros (0-12 meses) y gerontes (mayores de 84 meses), comprendiendo 56 %, 24 % y 20 % de los positivos respectivamente.
Raza | Microorganismo detectado | |||
---|---|---|---|---|
Leishmania spp. | Ehrlichia spp. | |||
N= | % | N= | % | |
Beagle | 1 | 0,3 | 0 | 0 |
Caniche | 3 | 1 | 3 | 1 |
Chow chow | 1 | 0,3 | 0 | 0 |
Fila brasilero | 1 | 0,3 | 0 | 0 |
Labrador retriever | 3 | 1 | 1 | 0,3 |
Mestiza | 28 | 9,3 | 15 | 5 |
Pastor alemán | 1 | 0,3 | 0 | 0 |
Pinscher | 0 | 0 | 1 | 0,3 |
Pit bull | 0 | 0 | 4 | 1,3 |
Rottweiler | 1 | 0,3 | 0 | 0 |
Shar pei | 0 | 0 | 1 | 0,3 |
Teckel | 0 | 0 | 1 | 0,3 |
Total | 39 | 12,8 | 25 | 8,5 |
Fueron registradas 27 razas de perros, de las cuales 12 de ellas fueron positivas para al menos un microorganismo, donde los porcentajes se especifican en la Tabla 3.
Discusión
En los últimos años, los casos confirmados de hemopatógenos en perros han aumentado a nivel mundial; esto responde, en parte, por la falta de control de vectores, cambio climático, resistencia a los medicamentos, además del desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico (Reithinger y Dujardin,2006).
Se ha determinado que la presencia de aparición de hemopatógenos según sexo, fue mayor en hembras que en machos, esto discrepa con lo descrito por (Suh et al., 2017) el cual identificó mayor cantidad de casos positivos a enfermedades transmitidas por vectores en caninos machos; sin embargo, de acuerdo a (Luiz et al., 2019 y Dantas-Torres, 2008) no existe relación determinante entre el sexo del perro y la presentación de hemopatógenos, por tanto, es posible que la infección se presente de manera indiscriminada en ambos sexos.
Basados en la clasificación etaria elaborada por (Echeverri-De la Hoz, et al., 2022); la mayor cantidad de casos positivos identificados de hemopatógenos según rango etario ha sido en adultos, tanto para Leishmania spp. como Ehrlichia spp. Este hallazgo coincide con lo descrito por (Paternina Tuiran et al., 2015) los cuales describieron una mayor frecuencia de anticuerpos para Leishmania spp. en jóvenes y adultos (12 a 60 meses) y con (Cusicanqui y Zúñiga, 2020), donde registraron mayor presencia de anticuerpos para Ehrlichia spp. en perros adultos. Estos resultados podrían responder a que los dueños tienden a dejar fuera del hogar a sus canes una vez que éstos alcanzan la edad adulta, predisponiendo la exposición a vectores transmisores de hemopatógenos.
La relación entre la raza mestiza y la presencia de hemopatógenos hallada en este estudio (9,3 % para Leishmania spp. y 5 % para Ehrlichia spp.) coincide con lo descrito por (González-Britez et al., 2021) y (Cartagena Yarce, 2014) quienes también identificaron elevada frecuencia de Leishmania spp. y Ehrlichia spp. respectivamente en la raza mestiza; asimismo, la raza con mayor cantidad de resultados negativos también fue la mestiza (104/300). Esto podría deberse a que, tanto en este estudio como en los dos mencionados con anterioridad, existían mayor cantidad de individuos mestizos analizados que de otras razas (162/300), es probable que esto se deba a que la adopción de perros mestizos es relativamente más accesible para la mayoría de las personas.
En cuanto a las muestras biológicas analizadas y los resultados obtenidos a partir de las mismas, la sangre entera ha dado mayor cantidad de resultados positivos (45/300), esto responde a que, la extracción y manejo de este fluido es relativamente más sencilla que aspirado medular y suero sanguíneo para su posterior análisis por cPCR, técnica que permite identificar tanto Leishmania spp., Ehrlichia spp. y Anaplasma platys a partir de dicha muestra; para la extracción de médula ósea, se precisa de experiencia y buen manejo del paciente por parte del operario, asimismo para suero sanguíneo, ya que se requiere conocimientos para la obtener una correcta separación entre los componentes celulares de la sangre y suero para obtener resultados confiables. Según (Pedrosa Amado, 1999), la PCR es una herramienta de diagnóstico que se destaca por su gran sensibilidad y especificidad, ya que “solo las secuencias de ADN que se amplifican, son aquellas que se encuentran entre los dos fragmentos iniciadores que han hibridado”, siendo poco probable que se presenten falsos positivos o reacciones cruzadas con otros microorganismos.
Los resultados de este estudio indican que, comparando la técnica de detección rápida de anticuerpos o inmunocromatografía con la cPCR, la primera de ellas ha exhibido mayor cantidad de positivos para Leishmania spp., es posible que esto se deba a que existió mayor demanda de ésta técnica por parte de los médicos veterinarios solicitantes, ya que es una prueba rápida, económica y sencilla en comparación a la cPCR, sin embargo, carece de elevados porcentajes de especificidad y sensibilidad debido a que detecta los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico luego de la primoinfección y no la presencia del microorganismo en el suero sanguíneo. Según (Rodriguez y Irlene, 2009) los caninos, sean sintomáticos o no, desarrollan una respuesta específica a Leishmania spp., sin embargo, se ha demostrado que la producción de anticuerpos por el animal infectado presenta un patrón antigénico similar a uno sano, por lo que los resultados que se pueden obtener a través de esta técnica pueden considerarse ambiguos.
Conclusiones
De acuerdo a los resultados obtenidos, se determinó la presencia de tres hemopatógenos en perros, detectados en la División Laboratorio de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Veterinarias, UNA, siendo Leishmania spp. (13 %) la especie diagnosticada con más frecuencia, seguido de Ehrlichia spp. (9 %) entre los animales positivos y para Anaplasma platys (0 %); de igual manera es importante mencionar el uso de técnicas moleculares como la cPCR que ofrece mayor especificidad a la hora de dar resultados verdaderamente positivos y constituir una opción a las técnicas tradicionales de diagnóstico, confirmando la importancia de establecer programas de monitoreo y vigilancia epidemiológica en animales de compañía de manera a evaluar periódicamente las tendencias y establecer medidas para controlar la dinámica de comportamiento de los hemopatógenos, en beneficio de la calidad de vida de las mascotas y la salud pública. Respecto a las futuras investigaciones, se sugiere ampliar el número de individuos analizados, obtener aspectos clínicos relevantes y datos demográficos más específicos de los casos positivos, además de comparar la sensibilidad y especificidad de las técnicas empleadas.