Introducción
La otitis externa es una afección frecuente suele tener una etiología multifactorial y formar parte de una dermatopatía generalizada o enfermedad sistémica subyacente (Patel & Forsythe, 2010).
Se estima que algunas formas de otitis externa afectan al 15% de los perros que se atienden en una consulta veterinaria, es un problema frecuente con una alta presentación de recidivas (40%) y procesos evolutivos largos. Por lo general estos animales presentan uno o varios síntomas como sacudidas de la cabeza, prurito, eritema, tumefacción y olor desagradable (Cowell et al., 2009).
En el año 2016 se realizó un estudio retrospectivo de los pacientes caninos cuyas muestras de hisopados óticos fueron procesados en el Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias - UNA entre los años 2013 al 2015, cuyo objetivo fue determinar los agentes causales más frecuentes. Se identificaron Malassezia (63,4%), el Staphylococcus spp. (53,9%) y Pseudomona spp. (15,7%), además de Streptococcus spp. (4,4%), E. coli (1,1%), Cocobacilos Gram (+), Bacilos Gram (-) y levaduras (Ibarra Ortiz, 2016). En otro estudio realizado en Ecuador, se evaluó la susceptibilidad antibiótica del Staphylococcus aureus aislado de otitis canina externa uni o bilateral de pacientes caninos, los resultados revelaron que de un total de 47 casos positivos a S. aureus, el 89,4% de sensibilidad fue para la amoxicilina con ácido clavulánico junto con la ciprofloxacina, mientras que la norfloxacina tuvo un 85,1%, cefalexina con el 80,9%, la gentamicina con el 53,2% y la neomicina con el 21,3% de sensibilidad (Arévalo & Arpi, 2015).
En el presente estudio se planteó como objetivo general: determinar la frecuencia de bacterias aisladas en otitis, su sensibilidad y resistencia a los antimicrobianos en pacientes caninos de una clínica veterinaria de la ciudad de Fernando de la Mora en el año 2020.
Materiales y Métodos
El estudio fue descriptivo, prospectivo y de corte transversal. Efectuado en una clínica veterinaria localizada en la ciudad de Fernando de la Mora durante el año 2020, las muestras fueron procesadas en el Laboratorio de Diagnóstico Veterinario ¨CEDIVET¨ ubicado en la ciudad de San Lorenzo. Para la selección de los participantes se tuvo en cuenta los siguientes criterios de inclusión; animales de la especie canina, sin distinción de raza, sexo ni edad con diagnóstico clínico de otitis. Se excluyeron aquellos animales con otras patologías en tratamiento como ehrlichiosis monocítica canina y leishmaniasis visceral canina. Animales que hayan recibido tratamiento con antimicrobianos 30 días antes de la toma del muestreo y aquellos cuyos propietarios no accedieron a la participación en el estudio. El tipo de muestreo fue de tipo no probabilístico de casos consecutivos.
Primeramente, se solicitó el permiso correspondiente para la realización del estudio en dicha clínica, como también se realizó el consentimiento informado a los propietarios de los pacientes.
Se realizó el plan de exploración que abarcó desde la reseña, anamnesis y el examen físico.
Se seleccionaron caninos que presentaron uno o más de los siguientes síntomas clínicos de otitis; sacudidas de la cabeza, prurito, eritema, olor desagradable y/o tumefacción del conducto auditivo.
Se tomaron todas las medidas de bioseguridad para la sujeción y posterior toma de muestra. Las cuales fueron extraídas de ambos conductos auditivos. Los hisopados se colocaron en tubos con medio de transporte Stuart, debidamente identificados. Posteriormente fueron transportadas al laboratorio de diagnóstico veterinario ¨CEDIVET¨ donde las muestras fueron procesadas. El cultivo se realizó a partir de la siembra de la muestra en agar Sangre y agar MacConkey, el cual se incubó a 37 °C por 24 h para obtener el crecimiento bacteriano.
Posterior a las 24 h de incubación, se realizó el análisis y observación de las colonias de las bacterias que hayan crecido para la identificación bacteriológica. Para la prueba de susceptibilidad a los antibióticos se procedió a la técnica de difusión por disco.
Se realizó frecuencia absoluta y porcentual de los agentes aislados en los cultivos y frecuencia porcentual de la sensibilidad y resistencia de los agentes ante los antimicrobianos.
Resultados y Discusión
Se realizaron hisopados óticos en 48 animales de la especie canina, que presentaron uno o más síntomas de otitis tales como: sacudidas de la cabeza o prurito, eritema, olor desagradable y/o tumefacción. Sin distinción de sexo ni raza.
De los cultivos realizados se aisló Staphylococcus spp en 19 (45%), Pseudomona spp., en 11 (26%), en 5 (12%) Streptococcus spp., en 4 (10%) Proteus spp., Escherichia coli en 2 (5%) y 1 (2%) en Citrobacter koseri.
En la Figura 1 se observa en números y porcentaje las especies de bacterias. El mayor porcentaje de Staphylococcus spp. podría deberse según lo mencionado por Greene (2008), es que este agente está presente en numerosas mucosas del perro (nasal, orofaríngea, anal), distribuyéndose a la piel mediante el lamido, pudiendo establecer una colonización o producir una infección cuando las condiciones son adecuadas.
Otro punto a destacar seria que las bacterias comensales de las patógenas aprovechan lesiones del tejido auricular, originando cambios en el pH y alteraciones de la microbiota normal del oído para colonizarlo predominando así su presencia en los cultivos (Thibaut, 1994).
Harvey y Mckeever (2001), sugiere la presencia frecuente de Pseudomonas spp. en orejas con una marcada inflamación, erosiones o úlceras que presentan cantidades copiosas de un exudado amarillo intenso, además de que es más probable que aparezca este organismo si el caso es crónico. Estas afirmaciones explicarían el elevado porcentaje de Pseudomonas spp. en este estudio.
Los resultados también son similares a los de Lozano y Bustamante (2010), donde: Staphylococcus spp. se aisló en un 52,1%, Pseudomonas spp. 21,1%, Proteus spp. 11,6% y Streptococcus spp. 6,2%.
En una investigación realizada por Ruiz Quispe (2021) en base a historias clínicas de los años 2012-2019, determinaron que Staphylococcus spp. fue la bacteria de mayor frecuencia en los aislamientos de otitis externa en caninos: 59,3%, seguido de Pseudomonas spp. 27,7%, Proteus spp. 7%, Escherichia coli 2,8%, y Streptococcus spp. 1,5%. Estos datos se asemejan a los resultados del presente estudio.
Comparando los porcentajes de la presente investigación con los de Jara y Manrique (2020), en el que Staphylococcus spp. fue la bacteria de mayor frecuencia 63,11%, seguida de Pseudomonas spp. con 23,79%, podríamos establecer que los datos concuerdan.
Los resultados encontrados por Berrios Fuentes y Martínez Payan (2018) difieren con los encontrados, siendo la bacteria más frecuente Proteus mirabilis 19%, seguido de Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus pseudintermedius ambos con un 15%.
Se realizo el análisis de los datos aportados por el antibiograma de los géneros bacterianos más encontrados. Para la presentación de los resultados de los antibiogramas fueron tomados los antimicrobianos que presentaron mayor frecuencia y que fueron probados en su mayoría.
En la Figura 2 se observan los resultados del antibiograma para la bacteria del género Staphylococcus spp. La misma fue sensible a: enrofloxacina en 100%, clindamicina en 94,7%, cefalexina en 94,4%, oxacilina en 89,4% y eritromicina en 76,4%. Además, su resistencia a la penicilina en un 56,4%.
Con respecto a Staphylococcus spp. y su comportamiento frente a los antimicrobianos, Werckenthin et al. (2001), mencionan que es frecuente la resistencia a penicilina y tetraciclina, esto es mayor en las cepas aisladas de caninos de diferentes orígenes geográficos, mientras que la resistencia a otros antibióticos, particularmente a agentes más recientes como las fluoroquinolonas, es aún baja.
En la investigación realizada por Ruiz Quispe (2021), los antimicrobianos más sensibles fueron oxacilina (81,9%), seguido de amoxicilina asociada a ácido clavulánico (81,7%), nitrofurantoína (81,0%), doxiciclina (76,1%) y cefalexina (75,3%). El perfil de resistencia más alto fue contra oxitetraciclina (65,0%) y enrofloxacina (56,5%), seguidos de sulfametoxazol asociado a trimetoprim (50,3%), neomicina (39,2%) y ciprofloxacina (30,7%). Con respecto a la sensibilidad de los antimicrobianos el comportamiento frente a oxacilina coincide con los encontrados en esta investigación, por otro lado, los hallazgos con respecto a la resistencia difieren a los encontrados.
En un estudio hecho por Hernández y Merletti et al. (2009), los antimicrobianos que mostraron mayor sensibilidad frente al Staphylococcus spp. fueron: eritromicina 100%, enrofloxacina 91,3%. La resistencia a penicilina 50%. Estos datos coinciden con lo hallado en la presente investigación.
Sumano (2006), cita que el 80% o más de los individuos de Staphylococcus spp. son resistente a las penicilinas. Estos datos se asemejan a los resultados del presente estudio.
En la Figura 3 se observa que la Pseudomonas spp. fue sensible a: gentamicina (81,8%) y ciprofloxacina (81,2%) y resistente a cotrimoxazol (100%).
La sensibilidad de este microorganismo podría deberse según mencionado por Shakil et al. (2008), los aminoglucósidos como la gentamicina matan a las bacterias mediante la inhibición de la síntesis de proteínas adhiriéndose al 16S rANR y mediante la interrupción de la integridad de la membrana celular bacteriana.
Además, es interesante acotar que la ciprofloxacina es un antibiótico con cobertura antipseudomónica. Y la Pseudomonas spp. es más susceptible a la ciprofloxacina y al Imipenem (Biswal et al., 2014).
Estos datos concuerdan con los presentados por Lozano y Bustamante (2010), donde la Pseudomonas spp. dio una mayor sensibilidad a la gentamicina en 88,1%. Por su parte, Hernández y Merletti (2009), hallaron un 100% de sensibilidad de la Pseudomonas spp. ante la enrofloxacina, ciprofloxacina y gentamicina. En cuanto a la resistencia hallaron 100% resistente a eritromicina, claritromicina y rifampicina; estos datos difieren con lo investigado. Esto podría deberse a la elección de los discos utilizados para el antibiograma, teniendo en cuenta que en el presente estudio no se probaron dichos antimicrobianos para las pruebas de susceptibilidad.
Es importante mencionar que los antimicrobianos que se utilizan en los antibiogramas están sujetos a estandarizaciones internacionales como las que brinda el Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio (CLSI) teniendo en cuenta el género y especie bacteriana.
En la sensibilidad y resistencia del Streptococcus spp. ante los antimicrobianos se observa sensibles a: ampicilina, penicilina, eritromicina, cloranfenicol, cefpodoxima y enrofloxacina en un 100%, y en el caso de resistencia no presentó ninguna resistencia a antimicrobianos.
Estos datos podrían deberse a que el Streptococcus spp., es una Gram (+), esta no posee una membrana externa, los antimicrobianos betalactámicos como la penicilina y ampicilina se difunden a través de la pared celular, provocando debilitamiento de la pared y lisis celular (Cavalieri,2005).
Müller et al. (2001), describieron la sensibilidad del Streptococcus spp.: 100% sensibles a penicilina, a cloranfenicol y ampicilina.
Por su parte Duque (2020), halló la resistencia de los antimicrobianos frente al Streptococcus spp., obteniendo los siguientes resultados: gentamicina (40%) y enrofloxacina (33,3%). Estos datos no concuerdan con los hallados en la investigación, pudiendo deberse a las variables de interés en donde los antimicrobianos fueron seleccionados de acuerdo con su espectro de actividad contra el patógeno considerado, su uso para tratar la otitis canina (antibióticos tópicos y sistémicos).
Se observa al Proteus spp. sensible a ampicilina y amoxicilina- ac. clavulánico en un100%, enrofloxacina en un 75% y resistente a enrofloxacina en un 25%.
Estos datos podrían deberse a que el Proteus spp. es una bacteria Gram (-), posee canales porínicos en membrana externa, siendo de esta forma sensibles ante los betalactámicos como ampicilina y amoxicilina (Cavalieri, 2005).
Comparando los porcentajes de la presente investigación con Duque (2020), el cual informa una resistencia a la gentamicina del 42,1%, difiriendo con lo hallado. Esta diferencia podría deberse a diferencias geográficas y políticas en el uso de medicamentos.
Conclusiones
En base a los resultados obtenidos en la investigación se pudo determinar que de 48 (100%) caninos examinados; en 34, que correspondió a un (78%) se aislaron a un agente bacteriano, en 4 (3%) muestras se aislaron dos agentes y en 10 (19%) presentaron otros agentes no bacterianos.
Con respecto a los géneros bacterianos hallados con mayor frecuencia en los cultivos de los hisopado óticos estos fueron Staphylococcus spp., Pseudomonas spp., Streptococcus spp., Proteus spp., E. coli y Citrobacter koseri.
Con respecto a la sensibilidad, el Staphylococcus spp. resulto sensible a: enrofloxacina, clindamicina, cefalexina, oxacilina, eritromicina. La Pseudomonas spp. sensible a: gentamicina y ciprofloxacina. El Streptococcus spp. resulto sensible a todos los antimicrobianos probados. Por último, se determinó la resistencia de los agentes, encontrando al Staphylococcus spp. resistente a penicilina en la totalidad de los casos, la Pseudomonas spp. resistente a cotrimoxazol (100%) y el Streptococcus spp. no presentó ninguna resistencia.
Para investigaciones futuras sería interesante incluir a la especie felina y así como realizar seguimiento a las bacterias más frecuentes a fin de evaluar la respuesta a los antimicrobianos a lo largo del tiempo.