INTRODUCCIÓN
La percepción social sobre los estilos de crianza de los hijos es un tema de gran importancia. Cuando los padres se relacionan con los hijos, ponen en práctica unas tácticas llamadas estrategias o estilos de crianzas con la finalidad de influir, educar y orientar a los hijos para su integración social (Ramírez, 2005). Estas prácticas se diferencian de unos padres a otros, al igual que sus efectos (Capano & Ubach, 2015).
La crianza es un factor determinante en el desarrollo del niño y puede adoptar varios estilos, entre los que destacan en general, el autoritario que se caracteriza por la imposición de reglas, la aplicación de castigos y con la disciplina; el permisivo, en el cual se establecen pocos o ningún límite para los niños, afectando negativamente el desarrollo, la capacidad de autorregulación, dificultando el desempeño social y académico; el estilo democrático o con autoridad, donde se establecen reglas claras por parte de los padres, pero donde también están abiertos al diálogo, siendo un estilo más equilibrado que combina la imposición de límites con la posibilidad de discutir y negociar; y, por último, el estilo negligente, en el cual los padres muestran desinterés y descuido hacia la crianza de sus hijos, delegando la responsabilidad de cuidado a terceros y produciendo sentimientos de abandono, lo que genera consecuencias negativas en la capacidad de interacción social (APA, 2017; Cordova Montiel et al., 2021; Maccoby & Martín, 1983).
Al considerar los antecedentes de investigaciones relacionadas al tema, resalta que la salud emocional y el desempeño en la vida de los hijos se ven influenciados por estos estilos, por ejemplo en la salud emocional, una forma de crianza autoritaria basada en prácticas de no razonamiento y hostilidad verbal aumentan el riesgo de padecer depresión, así como el castigo físico y el trato verbal hostil predisponen a problemas de autoestima, pudiendo incluso presentarse conductas suicidas (Aburto G. et al., 2017). Así también, en las conductas antisociales existe una vinculación significativa entre la dinámica familiar y la presencia de rasgos antisociales en los hijos, donde modelos castigadores, autoritarios o permisivos son los más influyentes, por otra parte, el estilo democrático presenta relación inversa (Chavarín-García Prieto & Gálvez-Hernández, 2020). En el rendimiento académico, los hijos provenientes de familias autoritarias y negligentes demuestran menos habilidades de adaptación, mayor pasividad, conductas poco efectivas y baja autoestima, en cambio en las familias democráticas se adaptan mejor a las situaciones académicas, presentan menores niveles de expectativa de fracaso, mejor desempeño conductual, mayor actividad y estima alta (Vega Ojeda, 2020). Otros riesgos, como la adicción a drogas y a la internet se han visto relacionados con estilos autoritarios o permisivos (Arias Gonzáles & Cáceres Chávez, 2021; Prieto-Montoya et al., 2016).
A nivel latinoamericano, estilos caracterizados por el autoritarismo son los más frecuentes (Freire Rodríguez, 2021), lo que se relaciona con pautas de crianza no eficientes, con problemas en la comunicación, poca atención a los problemas de los hijos, falta de empatía, así como la trasmisión equivocada de valores éticos y morales (Mebarak et al., 2016). En Paraguay, los datos mencionan que predominan tres estilos de crianzas: el autoritario, el democrático y el permisivo, es importante reconocer que la realidad multicultural del país influye en las prácticas de los tipos de crianza, y éstos a su vez; tienen directa relación en la formación de los niños y jóvenes (MSPYBS, 2017).
Teniendo en cuenta esta situación, se planteó la realización de esta investigación que se enfocó en identificar la percepción social sobre estilos de crianzas de los hijos en Paraguay, en el año 2023. A modo de contribuir con la descripción de la situación en el contexto nacional, siendo este tema de especial interés para padres, educadores, psicólogos y otros profesionales que tienen la responsabilidad de trabajar con niños y jóvenes, ya que permite entender la dinámica que se desarrolla en las familias paraguayas, a la vez de construir estrategias para fomentar un desarrollo adecuado y saludable para los hijos y jóvenes mediante la información proveída, siendo un tema de desarrollo incipiente en el contexto nacional, lo que amerita su estudio.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio fue de diseño cuantitativo, descriptivo, de corte trasversal, aplicado a una población de 313 personas adultas de la población general. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia, el método utilizado fue la encuesta, con la técnica del cuestionario. El instrumento fue diseñado por el equipo de investigación y consistió en 16 preguntas de opción cerrada, de las cuales 5 se relacionan con características sociodemográficas y 11 con las percepciones sobre los estilos de crianza, considerándose las siguientes variables:
Características sociodemográficas: corresponde al conjunto de aspectos propios de la población como la edad, sexo, procedencia, escolaridad y si cuenta con niños bajo su responsabilidad.
Percepción sobre el estilo de crianza predominante en Paraguay: se refiere a que estilo predomina en la crianza en el país, según la perspectiva de los participantes.
Experiencias y creencias sobre estilos de crianza: incluyen el padecimiento de prácticas de violencia en la crianza, el acuerdo con las prácticas y su uso, las percepciones generales sobre los estilos autoritario, democrático y permisivo con sus consecuencias.
Estrategias utilizadas: medidas aplicadas por los participantes para calmar a un niño que se encuentra con llanto intenso.
Crianza ideal: se relaciona con la percepción del estilo de crianza ideal para el contexto paraguayo, y por cuál de ellos optaría para educar a sus hijos.
El instrumento fue validado por expertos, así como se realizó una prueba piloto a 10 personas, con lo que logró una mejor interpretación y claridad de los ítems. La socialización fue realizada por parte del equipo investigador a través de las redes sociales (Facebook, Instagram) y aplicaciones de mensajería (WhatsApp). Los datos recolectados fueron consignados a una planilla electrónica en el programa Microsoft Excel y analizados mediante el Software SPSS versión 21. Presentando los resultados en forma de frecuencia absoluta y relativa. En relación con los aspectos éticos, la participación fue voluntaria, los datos fueron manejados en forma confidencial y se espera un beneficio importante a través de los resultados en lo referido a la contextualización de los estilos de crianza en Paraguay.
RESULTADOS
De encuesta digital con la participación de 313 personas.
Características Sociodemográficas
Del total de sujetos de estudio, la edad promedio fue 31.4 años, con un desvío estándar de ±12.5 años. El 69% (216) fueron del sexo femenino, 29.7% (93) masculino y el 1.3% (4) prefirió no decirlo. La procedencia se presentó en 48.2% (151) de Asunción, 41.9% (131) de Central y el 9.9% (31) del Interior del país. En cuanto a la escolaridad, 84% (263) fueron universitarios, 10.2% (32) de formación terciaria, y 5.8% (18) secundaria. El 39.6% (124) tienen bajo su responsabilidad un niño.
Estilos de crianza predominantes en Paraguay
El estilo de crianza predominante en Paraguay según los participantes es el autoritario con 39% (122). Ver Tabla 1.
Experiencias y creencias
De las experiencias, el 44.7% (140) de las personas encuestadas ha sufrido de alguna forma de violencia como método de educación.
De las creencias, el 91.7% (287) no está de acuerdo con la utilización de prácticas de violencia como parte de la crianza; aunque el 19.5% (61) las ha utilizado en alguna manera. El 68.1% (213) cree que el estilo de educación autoritario dónde la herramienta de enseñanza sea el castigo podría llegar a ocasionar algún tipo de trauma, a medida que el niño/a se desarrolla. Por otra parte, el 16.6% (52) manifestó que esto no es así, ya que de esa manera los niños tienden a aprender mejor, y no vuelven a cometer los mismos errores; y el 15.3% (48) no tienen una opinión sobre el tema. El 83.7% considera que, con el método autoritario, podría generarse miedo en lugar de respeto de parte de los hijos hacia sus padres o tutores.
El 24.3% (76) cree que, con el método democrático, el niño o la niña podría pasar por sobre la autoridad de los padres. Y 28.8% (90) opina que los padres/tutores permisivos, hacen lo correcto al estar en contra de los límites.
Estrategias utilizadas
Las estrategias utilizadas mayormente para calmar a un niño con llanto incontrolable referidas por la muestra fueron: 70.6% (221) tratar de cesar el llanto, y luego preguntar el motivo de este. El 27.2% (85) distraerlo con alguna especie de juego para cesar el llanto; 1.6% (5) le grita para que guarde silencio y 0.6% (2) le pega para que se calle.
Estilo de crianza ideal
En relación con el estilo de crianza ideal para el Paraguay según la muestra fue: 77.6% (243) Democrático; 14.4% (45) Autoritario; 7% (22) Permisivo; y 1% (3) Negligente. Y, por último, el estilo de crianza por el cual optaría a la hora de educar a su hijo/a, se presentó en: 78.9% (247) democrático; 14.7% (46) autoritario, el 6.1% (19) permisivo, y 0.3% (1) negligente.
DISCUSIÓN
Los estilos de crianza son modos con los que los padres educan a sus hijos, en ellos intervienen una serie de variables que se vinculadas al comportamiento del adulto y a la dimensión emocional, siendo influidos por componentes cognitivos, actitudinales y por creencias, estas determinan la manera como los progenitores deciden inculcar a sus descendientes las normas y estilos de vida de un grupo cultural de referencia y están influenciados por sus propias experiencias (García Méndez et al., 2014).
Según los datos obtenidos en esta investigación, 39% de las personas que participaron de la encuesta consideran que el estilo de crianza predominante en Paraguay es el autoritario, seguido del permisivo con 29.1% y el democrático con el 17.2%. Esto demuestra la percepción mayoritaria de estilos de crianza poco efectivos (autoritario y permisivos), según Rodríguez Góngora, Pérez-Fuentes y Gázquez Linares, estos contribuyen con la generación de conductas inadaptadas a nivel personal y social, así como insatisfacción familiar (Rodríguez Góngora et al., 2013). Por otra parte, en el estilo democrático, Gámez y colaboradores mencionan una mayor tolerancia y habilidades efectivas para manejar sus emociones, lo cual se refleja en un cambio de actitud hacia las situaciones y una resolución asertiva de posibles problemas en los hijos (Gámez et al., 2022).
En cuanto a las experiencias y creencias, en las prácticas autoritarias y basadas en el maltrato, el 44.7% han sufrido de alguna manera violencia como método de educación, este dato se relaciona con los resultados obtenidos en la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados del año 2016 de la Unicef, donde en Paraguay, en los métodos de disciplina infantil, el porcentaje de niños y niñas de 1 a 14 años que sufrió alguna forma de castigo físico fue de alrededor del 35,6% en niñas y 43,6% en niños, demostrándose una alta prevalencia (Instituto Nacional de Estadísticas Paraguay, 2023). También, coinciden con antecedentes de una investigación en Ecuador, donde se ha identificado que el 47% de los niños, niñas y adolescentes han recibido maltrato físico por parte de sus padres (Merchán Gavilánez et al., 2021). Sobre este punto, la crianza basada en la violencia causa sufrimiento en el desarrollo psicológico con la posibilidad de generar daño importante (Ramírez, 2005). Otro aspecto a tener en cuenta es que, si bien la mayoría de la población estudiada ha sufrido violencia, estas no están de acuerdo con dichas prácticas en un 91.7%, no obstante, 19.5% las utilizan en alguna manera. Comparando con datos de Argentina, según la Unicef en 2024, el 96.3% desaprueba el uso del castigo físico, pero 69,5% reconoce utilizarla en la crianza. Al respecto, Burela y colaboradores mencionan que las personas que han sufrido violencia física durante la etapa infantil tienen mayor probabilidad de validar o justificar dicha pauta de crianza en la adultez, lo que podría perpetuar estas prácticas a lo largo del tiempo (Burela et al., 2014); así también, las prácticas de castigo físico son predictoras de conductas como la hiperactividad, el oposicionismo, la inatención, la disrupción, las conductas agresivas y por ende trastornos de conducta (Díaz Díaz, 2020).
En la crianza democrática, el 24.3% cree que, con este método, el niño o la niña podría sobrepasar la autoridad de los padres. Esto contradice la evidencia, ya que este estilo ejerce una educación asertiva, respetuosa y fortalecedora durante el período vital, impartida desde su primer conector social, la familia; siempre y cuando sea mediante una comunicación asertiva de ambas partes (Velasquez Quispe, 2020). Este modo de educar tiene como puntos fuertes el dialogo, la independencia, las normas claras de comportamiento, así como expectativas realistas sobre los miembros del hogar, propicia que los padres tengan confianza en sí mismos, sean buenos comunicándose y demuestren empatía hacia los otros, estos tienen en cuenta las opiniones y sentimientos de los hijos y con ello la relación se fortalece (Vargas et al., 2021).
Por otra parte, en el estilo permisivo, el 28.8% opinaron que los padres/tutores, hacen lo correcto al estar en contra de los límites. La evidencia existente se sustenta en que esta modalidad propone una amplia libertad de acción de los niños/as, en el raramente se los reprende o limita, siendo negativo para el desarrollo emocional saludable (Pacheco et al., 2013), ya que no hay implicación afectiva con los hijos, ni inversión de tiempo, escasa motivación, lo que genera escasa competencia social e inmadurez (Caascango Delgado et al., 2020).
En esta investigación la mayoría de las personas que participaron han referido que optan por estrategias no violentas para calmar el llanto de los niños, lo que coincide con la recomendación de la Unicef, que enfatiza que ninguna forma de violencia contra los niños y niñas tiene justificación, y que esta debe desarraigarse de la mentalidad colectiva, no es manera de enseñar ni tampoco es atribución de los padres o cuidadores (UNICEF, 2024).
En cuanto al estilo de crianza ideal, si bien no hay un consenso absoluto en relación a cuál es la mejor manera de formar a los hijos por las influencias y diferencias culturales, tradicionalmente se acepta que aquel con características democráticas es el que mayores beneficios genera (Huamán Chura, 2016). En este estudio, resalta la percepción de que este estilo es el más adecuado para el contexto paraguayo según los participantes.
Finalmente, en lo referido a las limitaciones del estudio, al ser uno de los primeros trabajos relacionados al tema de crianza, se dificultó la comparación con datos previos a nivel nacional, así también, el análisis descriptivo ha limitado la capacidad de establecer asociaciones entre variables. No obstante, este trabajo sirve como evidencia y punto de partida para investigaciones que profundicen en esta línea, considerando la importancia que tiene este tema en el desarrollo de personas sanas emocionalmente.
CONCLUSIÓN
Los resultados de esta investigación revelan la percepción social sobre los estilos de crianza en Paraguay, mayoritariamente autoritario, que ha sido tradicionalmente asociado con la figura de los padres en el país. Sin embargo, también se evidencia una demanda de crianza democrática por parte de los participantes, que busca promover una educación basada en el respeto y la participación activa del niño.
Es preocupante el hecho de que un porcentaje importante de personas haya experimentado violencia como método de educación, lo cual plantea la necesidad de promover estrategias más saludables y respetuosas en la crianza de los hijos.
Los resultados también indican que la mayoría de los encuestados considera que el estilo autoritario puede ocasionar traumas en el desarrollo de los niños y generar miedo en lugar de respeto hacia los padres. Además, se observó una preferencia por el estilo democrático, que busca equilibrar el establecimiento de límites con la participación y el diálogo con los hijos.
En general, estos hallazgos sugieren la importancia de promover una crianza basada en el respeto, el diálogo y la participación activa de los niños, para fomentar su salud emocional y un desarrollo integral. Es necesario impulsar programas de educación y concientización que brinden herramientas a los padres para adoptar estilos de crianza más democráticos y evitar el uso de la violencia como método educativo.
Así también, se insta a investigadores nacionales a dar seguimiento a los resultados de este trabajo, a modo de lograr una comprensión más profunda de la forma en que los paraguayos crían a sus hijos, y fortalecer esta línea de investigación.