INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica y degenerativa en la que se incrementa la resistencia de los vasos sanguíneos sistémicos (1. No suele presentar síntomas 2. Representa un factor de riesgo para vasculopatías como el accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico, coronariopatías, insuficiencia cardiaca congestiva, trastornos de la conducción eléctrica del corazón, vasculopatía ocular, renal, demencia vascular (3, representando mundialmente una de las principales causas de morbimortalidad 4. Se divide en primaria (90% a 95% de casos) y secundaria 5, siendo la primaria asociada a alteraciones genéticas, sedentarismo, dietas ricas en carbohidratos y grasas 6, hábitos nocivos como el fumar y el alcohol 7. La secundaria se asocia a causas identificables como las nefropatías 8, endocrinopatías, anticonceptivos, entre otros 9. Afecta a alrededor de 1000 millones de personas 10, 22% de la población mundial 11, siendo un poco más frecuente en hombres, niveles socioeconómicos bajos y en edades avanzadas 12. Causa una elevada carga económica: en Estados Unidos los costos directos e indirectos de la HTA se situaron en alrededor de 80.000 millones de dólares y en todo el mundo representa 10% de los gastos totales 13. En Perú la prevalencia de HTA se estimó en 20,60% en 2018 incrementándose esta prevalencia a 22,10% en 2022 14.
El consumo de alcohol tiene efectos negativos que se deben valorar desde un punto de vista bifásico: a corto plazo reduce la ansiedad y destrezas motrices, llegando, en altas dosis, a estados de estupor e intoxicación, amnesia y depresión nerviosa central. Estos efectos se deben a la alta permeabilidad de las membranas celulares al alcohol 15. A largo plazo, sus efectos incluyen la desnutrición, alteraciones cardiocirculatorias, arritmias, insuficiencia cardiaca, enfermedades gastrointestinales como pancreatitis, gastritis, úlceras, esteatohepatitis alcohólica, así como daños en el sistema nervioso llevando al desarrollo de algunos tipos de demencias y a ciertos tipos de cáncer como el de orofaringe, esofágico y gástrico. Dependiendo de la frecuencia del consumo en las mujeres que beben ligeramente presentan un riesgo 4% mayor de cáncer de mama, llegando a 23% cuando se da un consumo moderado 16. Anualmente mueren alrededor de 3.3 millones de personas en todo el mundo por consumo nocivo de alcohol, es causa del 5,10% de morbilidades y 25% de los decesos en adultos jóvenes fueron provocados directa o indirectamente por el consumo de alcohol. A nivel iberoamericano, Perú está en el sexto lugar de consumo de alcohol per cápita (8,1 litros de alcohol per cápita), siendo el tercer país con mayor ingesta en Sudamérica, con un consumo episódico fuerte en hombres que pasó de 18% a 30% y, en mujeres, de 4,6% a 13% 17.
Si bien estudios clínicos, preclínicos y epidemiológicos internacionales han establecido la relación entre el consumo de alcohol e hipertensión arterial, se precisa determinar si el consumo de bebidas alcohólicas afecta los niveles de presión arterial de forma similar a los adultos que nunca han bebido alcohol según sexo, ya que las características socioeconómicas y multiétnicas de la población peruana difieren de la de otros países. Por ello, el objetivo de esta investigación fue analizar la relación entre presión arterial y ser o no consumidor de bebidas alcohólicas en adultos de la población peruana.
METODOLOGIA
Diseño y población de estudio
Se realizó un estudio observacional, analítico y transversal en base a datos de la encuesta nacional de datos demográficos y de salud familiar peruana del año 2022 (ENDES-2022). La ENDES es una encuesta poblacional de muestreo complejo, probabilístico, bietápico e independiente 18. La población seleccionada estuvo conformada por adultos desde los 18 años de ambos sexos que hayan accedido a las mediciones de la presión arterial media (PAM) dos veces consecutivas en un intervalo de 10 minutos, considerándose para esta investigación la segunda medición y que hayan respondido a la pregunta sobre si consumen o no bebidas alcohólicas. En ese sentido, se contó con el total de la población registrada en la base de datos secundaria, por lo que no se precisó del desarrollo de procedimientos de selección de muestra, y, debido al alto número poblacional y variables a analizar, el número del universo de participantes fue diferente según el análisis, siendo de 30.854 en las tablas 1 y 2 debido a que estuvo basado en el número de consumidores de alcohol según sexo, 30.680 en las tablas 3, 4 y 5 referente a la variable relacionada a si el encuestado es o no consumidor de alcohol, y 27.949 adultos en la tabla 3 en el segmento correspondiente a la pregunta dirigida a consumidores de bebidas alcohólicas respecto a si habían bebido alcohol en los últimos 12 meses. Se excluyó de este estudio (a excepción de la tabla 1) a los adultos que hayan referido en la encuesta que padecen de diabetes mellitus tipo 2 debido a que esta enfermedad genera alteraciones macrovasculares y microvasculares que pueden afectar la presión arterial sistémica.
Variables y mediciones
Las variables fueron: sexo (mujer/hombre); PAM normal/alta, considerándose en base a la escala de normal, entre 60 a 89,90 milímetros de mercurio (mmHg), y alta, desde los 90 mmHg 19. Acorde a la ficha técnica de la encuesta, la medición de la PAM fue realizada 2 veces: primero, tras un reposo de 5 minutos, y otra medición después de 10 minutos, asimismo se incluyó la presión arterial sistólica y diastólica. El consumo de bebidas alcohólicas se refiere a si el encuestado consume o no bebidas alcohólicas, dicotomizado en sí y no, y el consumo de bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses, dicotomizado en si/no. Para el análisis multivariado se añadió la variable índice de masa corporal (dicotómica, elevado/normal), nivel educativo (dicotómica, hasta secundaria/superior), perímetro abdominal (dicotómica, elevado/normal).
Análisis estadístico
Se utilizaron tablas para la estadística descriptiva, obteniendo frecuencias y porcentajes. Se utilizó la prueba Ji-cuadrado de Pearson para evaluar la asociación estadística. Para la estadística analítica se utilizó la prueba de razón de prevalencias y Odds Ratio. Posteriormente se utilizó el modelo de regresión logística binaria usando el método de Wald, así como el exponencial de B, que representa la razón de probabilidades, permitiendo un análisis multivariado con un Odds Ratio ajustado con variables como: nivel educativo, consumo de alcohol, índice de masa corporal y PAM con el fin de obtener mayor precisión estadística para evitar posibles factores de confusión. Los hallazgos se midieron con un valor de p significativo menor del 0,05 con un intervalo de confianza al 95%
Consideraciones éticas
La base de datos abiertos es de libre acceso y no incluyó datos personales, provino de una fuente secundaria de libre acceso sin nombres, direcciones o cualquier otro dato que permitiera conocer la identidad de los participantes. Al ser proveniente de una plataforma de datos abiertos, no se requirió de un comité de ética según el pronunciamiento del memorando 001-2023-UDT-OTIC/INS solicitado al Ministerio de Salud Peruano (MINSA).
RESULTADOS
El consumo de bebidas alcohólicas es frecuente en ambos sexos, siendo mayor en hombres (94,90%) que en mujeres (88,20%) (p<0,001) observándose que los hombres tuvieron una probabilidad 2,46 veces mayor de consumir bebidas alcohólicas que las mujeres (IC 95% 2,251-2,692) y una prevalencia 1,07 veces mayor de consumo de alcohol (IC 95% 1,068-1,082) (tabla 1). Es preciso señalar que en la tabla 1 también se incluyó a adultos que refirieron padecer diabetes, debido a que el objetivo fue determinar la frecuencia, asociación y razón de prevalencias de consumo según sexo, mas no según niveles de presión arterial por lo que el número de encuestados fue mayor (n 30.854) al de las tablas 3, 4 y 5.
Consumo de alcohol | Si | No |
---|---|---|
Hombres | 12.651 | 686 |
(n 13.337) | (94,90%) | (5,10%) |
Mujeres | 15.454 | 2.063 |
(n 17.517) | (88,20%) | (11,60%) |
Total | 28.105 | 2.749 |
(n 30.854) | (91,10%) | (8,80%) |
Odds Ratio 2,462 (IC 95% 2,251-2,692); Razón de prevalencias 1,075 (IC 95% 1,068-1,082)
En el análisis multivariado se encontró que el sexo estuvo asociado al consumo de bebidas alcohólicas, donde los hombres tuvieron una probabilidad 2,57 veces mayor de ser consumidores que las mujeres (tabla 2)
B | Wald | Sig. | Exp (B) | IC 95% | |
---|---|---|---|---|---|
IMC | 0,550 | 142,518 | <0,001 | 1,733 | 1,583-1,896 |
Nivel educativo | -1,255 | 371,034 | <0,001 | 0,285 | 0,250-0,324 |
Sexo | 0,944 | 353,569 | <0,001 | 2,570 | 2,328-2,835 |
Edad | -0,039 | 447,861 | <0,001 | 0,961 | 0,957-0,965 |
IMC: índice de masa corporal; variables explicativas: IMC, nivel educativo, sexo, edad; variable de respuesta: consumidor o no consumidor de bebidas alcohólicas
Se encontró que el promedio de presión arterial en hombres y mujeres que consumen bebidas alcohólicas es mayor respecto a los adultos que nunca las han tomado, siendo el promedio con una diferencia más alta en hombres y pequeña en mujeres. Con fines comparativos, se incluyó datos de la encuesta concernientes a si los adultos que han consumido bebidas alcohólicas las han bebido en los últimos 12 meses, observándose que, tanto en adultos que han bebido en los últimos 12 meses como aquellos que no han bebido en los últimos 12 meses, los promedios de presión arterial presentan diferencias mínimas, o son similares, y en algunos casos no guardan relación estadística, mostrando que, independientemente de la frecuencia de consumo, el beber alcohol ejerce un efecto sobre la PAM respecto a quienes nunca han bebido (tabla 3).
Mujeres | ¿Es consumidor de bebida alcohólicas? | N | Promedio PA | Desviación | p |
---|---|---|---|---|---|
PAS | Si | 15.378 | 110,94 | 16,266 | <0,001 |
No | 2.049 | 109,38 | 15,882 | <0,001 | |
PAD | Si | 15.378 | 72,48 | 9,791 | <0,001 |
No | 2.049 | 70,86 | 9,924 | <0,001 | |
PAM | Si | 15.378 | 85,3023 | 11,01478 | <0,001 |
No | 2.049 | 83,7008 | 10,93084 | <0,001 | |
Mujeres que han bebido | ¿Ha tomado bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses? | N | Promedio PA | Desviación | p |
PAS | Si | 10.463 | 109,88 | 15,095 | <0,001 |
No | 4.913 | 113,18 | 18,303 | <0,001 | |
PAD | Si | 10.463 | 72,59 | 9,690 | 0,043 |
No | 4.913 | 72,25 | 9,996 | 0,045 | |
PAM | Si | 10.463 | 85,0212 | 10,66138 | <0,001 |
No | 4.913 | 85,8925 | 11,70380 | <0,001 | |
Hombres | ¿Es consumidor de bebida alcohólicas? | N | Promedio PA | Desviación | p |
PAS | Si | 12.574 | 122,55 | 15,337 | <0,001 |
No | 679 | 116,28 | 14,667 | <0,001 | |
PAD | Si | 12.574 | 76,92 | 10,637 | <0,001 |
No | 679 | 71,72 | 10,716 | <0,001 | |
PAM | Si | 12.574 | 92,1284 | 11,31585 | <0,001 |
No | 679 | 86,5773 | 11,11626 | <0,001 | |
Hombres que han bebido | ¿Ha tomado bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses? | N | Promedio PA | Desviación | p |
PAS | Si | 10.065 | 122,28 | 14,687 | <0,001 |
No | 2.508 | 123,60 | 17,672 | <0,001 | |
PAD | Si | 10.065 | 77,11 | 10,562 | <0,001 |
No | 2.508 | 76,16 | 10,902 | <0,001 | |
PAM | Si | 10.065 | 92,1660 | 11,113 | 0,478 |
No | 2.508 | 91,9742 | 12,095 | 0,471 |
PAM: presión arterial media; PAS: presión arterial sistólica; PAD: presión arterial diastólica; PA: presión arterial
En ambos sexos, la frecuencia de PAM elevada fue mayor en adultos consumidores de bebidas alcohólicas, donde las diferencias entre bebedores y no bebedores fueron pequeñas en mujeres y mayores en hombres. Las mujeres que consumen bebidas alcohólicas tuvieron prevalencia que fue 1,11 veces mayor de PAM elevada que las mujeres no consumidoras. Los hombres consumidores de bebidas alcohólicas tuvieron una prevalencia 1,66 veces mayor de PAM elevada que los no consumidores (tabla 4).
Mujeres | ||
---|---|---|
¿Es consumidor de bebidas alcohólicas? | PAM elevada | PAM normal |
Si (n 14.543) | 3.921(27%) | 10.622 (73%) |
No (n 1.960) | 448 (22,90%) | 1.512 (77,10%) |
Total (n 16.503) | 4.369 (26,50%) | 12.134 (73,50%) |
Hombres | ||
¿Es consumidor de bebidas alcohólicas? | PAM elevada | PAM normal |
Si (n 11.621) | 6.358 (54,70%) | 5.263 (45,30%) |
No (n 653) | 209 (32,90%) | 426 (67,10%) |
Total (n 12.256) | 6.567 (53,60%) | 5.689 (46,40%) |
*PAM: presión arterial media; OR: Odds Ratio: 1,246 (1.114-1,393); RP: razón de prevalencias: 1,118 (1.082-1,285); valor de p<0,001
En el análisis multivariado mediante regresión logística binaria, en presencia, además del consumo de bebidas alcohólicas, de variables como el IMC, nivel educativo y perímetro abdominal, no se halló asociación entre el consumo de bebidas alcohólicas y elevación de la PAM en mujeres. En hombres, se halló que los consumidores de bebidas alcohólicas tuvieron una probabilidad 1,74 veces mayor de tener hipertensión que los hombres que nunca han tomado bebidas alcohólicas (tabla 5).
Mujeres | B | Wald | Sig. | Exp (B) | IC 95% |
---|---|---|---|---|---|
IMC | 0,836 | 168,972 | <0,001 | 2,308 | 2,034-2,618 |
Nivel educativo | 0,168 | 15,544 | <0,001 | 1,183 | 1,088-1,287 |
Perímetro abdominal | 0,647 | 62,218 | <0,001 | 1,910 | 1,626-2,243 |
Hombres | B | Wald | Sig. | Exp (B) | IC 95% |
Consumo de alcohol | 0,559 | 32,556 | <0,001 | 1,748 | 1,443-2,118 |
IMC | 0,753 | 222,570 | <0,001 | 2,123 | 1,922-2,343 |
Perímetro abdominal | 0,959 | 332,642 | <0,001 | 2,610 | 2,354-2,893 |
IMC: perímetro abdominal; variables explicativas: consumo de bebidas alcohólicas, IMC, nivel educativo, perímetro abdominal; variable de respuesta: presión arterial media elevada y normal
DISCUSIÓN
El consumo de bebidas alcohólicas fue altamente frecuente en ambos sexos, lo que muestra una reducción en la brecha entre los mismos, hecho que se iniciado a nivel mundial desde la segunda mitad del siglo 20 20. Este incremento tiene diferentes porcentajes según cada país: en Estados Unidos el consumo de alcohol es de 70% en hombres y 64% en mujeres 21, mientras que, en Perú, un estudio del año 2017 que evaluó el consumo de bebidas alcohólicas en adultos jóvenes halló que 94,80% de hombres y 88,83% de mujeres bebían alcohol. En el continente, el Perú ocupa el tercer lugar en mayor consumo de bebidas alcohólicas en ambos sexos 22, las causas de estos altos porcentajes en mujeres pueden atribuirse a una reducción de los prejuicios relacionados a los roles de género, donde la masculinidad históricamente ha sido vinculada al consumo de alcohol, y las mujeres poco formadas y educadas respecto a los aspectos negativos de su consumo 23. Asimismo, estos cambios son alentados y estimulados por la influencia de entornos sociales y medios de comunicación respecto a los efectos psicosomáticos (según la cantidad) de relajación, euforia, confianza en sí mismo, entre otros, para evitar o rehuir transitoriamente de problemáticas socioeconómicas, familiares, laborales, etc, que, hasta la primera mitad del siglo 20 aquejaba principalmente al sexo masculino el cual era la principal fuerza laboral 24. Pero con el aumento de la expectativa de vida, los avances tecnológicos, las crisis económicas y el replanteamiento hacia la igualdad en los roles de género, permitió insertar a las mujeres en el ámbito laboral 25, con las consecuencias psicosomáticas que también aquejan a los hombres.
Respecto a las variaciones de presión arterial en bebedores y en quienes nunca han consumido alcohol, el efecto fue diferente en ambos sexos, ya que los hombres tuvieron una tendencia a una mayor diferencia en las PAM, dentro de los niveles de presión arterial elevada, mientras que los no bebedores tuvieron una media dentro de lo que se considera presión arterial normal. A su vez, en el análisis multivariado, en mujeres hubo otras variables que explicaron la elevación de PAM en lugar del consumir o no consumir alcohol, mientras que en hombres el tomar alcohol si fue un predictor para la aparición de hipertensión arterial. El hecho que en hombres el consumo o no de bebidas alcohólicas afecte la presión arterial y no en mujeres sugiere la importancia de factores hormonales: el estradiol, hallado en mayores concentraciones en mujeres tiene efectos protectores contra la hipertensión, generando vasodilatación arterial, disminuyendo el gasto cardiaco 26. Se ha observado que el tratamiento con estradiol en mujeres posmenopáusicas genera una retroalimentación negativa con la consiguiente supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona 27. El consumo de bebidas alcohólicas incrementa las concentraciones de estrógeno por medio de la disminución de su degradación hepática, así como la regulación positiva de la conversión de testosterona en estrógeno 28, lo que podría, junto a factores antropométricos y sociales, influir en un menor impacto del consumo del alcohol sobre la presión arterial, siendo los hombres, carentes de algún factor biológico protector, como los bajos niveles de estrógenos y altos de testosterona respecto a las mujeres 29. Sin embargo, en mujeres, este efecto tiene un costo-beneficio muy desfavorable ya que el aumento de la concentración circulante de estrógenos, junto al descenso de progesterona, incrementa, entre otros, el riesgo de cáncer de mama 30 y de accidentes cerebrovasculares 31.
Las limitaciones del estudio estuvieron relacionadas a la ausencia de aleatorización en la selección de la muestra ya que se realizó un muestreo intencional de los datos de la ENDES-2022, que es una fuente secundaria. Sin embargo, se seleccionó toda la población disponible que cumplió los criterios de inclusión para el estudio y, debido a las características y el tamaño del muestreo de la ENDES-2022, los resultados pueden ser extrapolables a la población peruana. Asimismo, no se profundizó aspectos relacionados a la frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas, que podría ser diaria, semanal, mensual, así como la cantidad consumida. Ello podría representar una dificultad para determinar si el consumo ocasional tendría el mismo impacto que el no consumo absoluto de alcohol. Sin embargo, en la tabla 3 se incluyó valores promedio de presión arterial en adultos que bebieron y no bebieron alcohol los últimos 12 meses, observándose que el consumo previo de alcohol, independientemente de su frecuencia, afecta a la presión arterial respecto a los adultos que nunca han bebido. A su vez, es factible la presencia de comorbilidades que pueden afectar la elevación de la PAM, como una hipertensión preexistente, enfermedades endocrino-metabólicas como hipertiroidismo, hipercortisolismo primario o secundario, estrés severo.
En conclusión, el consumo de bebidas alcohólicas incrementa la prevalencia de hipertensión en adultos de la población peruana, siendo un factor predictor de hipertensión en hombres. Los resultados de esta investigación ofrecen información para entender la problemática del consumo cada vez más extendido de bebidas alcohólicas en ambos sexos en la población peruana, así como mostrar información que pueda orientar a políticas preventivo-promocionales de salud modulados por las variables estudiadas según sexo, así como para la concientización de la influencia del consumo de bebidas alcohólicas en la salud cardiovascular en personas que aún no inician este hábito. Estos resultados demuestran unas de las muchas razones a considerar para desincentivar el consumo de alcohol, cada vez más extendido en la población peruana.