INTRODUCCION
El índice de masa corporal (IMC) es un valor resultante de la medición del peso (mediante una báscula) y la talla (preferentemente mediante un estadiómetro)1, siendo la fórmula más frecuentemente utilizada, el cociente entre el peso (en kilos) sobre el cuadrado de la talla (en metros)2. Es utilizado ampliamente para categorizar a los individuos según la masa total de tejido y órganos, junto a la altura3. El IMC se ha clasificado en bajo peso (menos de 18,5 kg/m2), peso normal (18,5 a 24,9 kg/m2), sobrepeso (25 a 29,9 kg/m2) y obesidad (30 o más kg/m2)4. Este parámetro antropométrico, a pesar de presentar algunas limitaciones, principalmente en casos de pesos y alturas muy altas o bajas5, es frecuentemente utilizado debido a la fácil disponibilidad de los recursos para su medición. Asimismo, el obtener un IMC menor a 20 o mayor a 25 está asociado a una mayor mortalidad por múltiples causas6, observándose a su vez, que el riesgo va incrementándose paulatinamente mientras más se aleje el puntaje del valor de 207. La organización mundial de la salud (OMS) utiliza el IMC desde 1980 para registrar estadísticas de sobrepeso u obesidad8. Se estima que actualmente alrededor de 2600 millones tuvieron sobrepeso u obesidad9 y, para 2035, el número se incrementara a 4100 millones, 51 % de la población mundial10. El Perú es el tercer país de Latinoamérica en sobrepeso u obesidad; 53,80 % de peruanos mayores de 15 años padecen de exceso de peso11.
El perímetro abdominal es una medida antropométrica que ayuda a determinar la grasa acumulada, evaluando la obesidad central12. Se realiza midiendo, con una cinta métrica, la circunferencia horizontal en un punto intermedio entre el reborde costal inferior de la caja torácica, y la cresta iliaca (aproximado a la posición del ombligo)13. La determinación del perímetro o circunferencia es importante debido a que el exceso de grasa central está asociado a un mayor riesgo de muerte temprana, síndrome metabólico, trastornos cardiovasculares, diabetes mellitus, entre otros14, considerando que el tejido adiposo, más que un medio de almacenamiento de ácidos grasos, es una estructura endocrinológica de alta actividad, donde ocurre el metabolismo de lípidos y carbohidratos15, así como la liberación de citoquinas pro-inflamatorias y hormonas16. En ese sentido, es un predictor de riesgo cardio-metabólico más confiable que la medición de la grasa corporal total17.
El IMC es un parámetro antropométrico útil en la determinación del sobrepeso u obesidad, de alto valor en estudios epidemiológicos, pero no aconsejable para tomar decisiones clínicas individuales18. Por otra parte, la medición del perímetro abdominal, que posee una mejor precisión en la predicción del riesgo de muerte por enfermedades cardio-metabólicas19, podría ver afectada la estimación del sobrepeso u obesidad debido a la variabilidad antropométrica y socioeconómica de cada país y región20. En el Perú, país con uno de los índices de obesidad más altos de américa21, es necesario tomar medias de detección epidemiológicas más eficientes y con mayor periodicidad, por ello, el objetivo de esta investigación fue analizar el grado de correlación y concordancia entre el índice de masa corporal y el perímetro abdominal en adultos de la población peruana. Ello permitirá determinar el grado de asociación entre ambos parámetros antropométricos, permitiendo tomar decisiones respecto al uso de una o ambas pruebas para mejorar el cribado epidemiológico, emitiendo una conclusión en base a las ventajas que ofrece cada prueba antropométrica.
METODOLOGIA
Diseño y población de estudios
Estudio observacional, retrospectivo, analítico y transversal en base a datos de la encuesta nacional de la encuesta demográfica y de salud familiar peruana (ENDES-2022). La ENDES es una encuesta poblacional de muestreo complejo, probabilístico, bietápico e independiente22. La población seleccionada para el desarrollo de este estudio estuvo conformada por adultos a partir de los 18 años de edad que se hayan realizado las mediciones correspondientes al peso, talla y perímetro abdominal. No se consideró a los adultos que hayan referido haber sido diagnosticados de diabetes mellitus debido a que esta endocrinopatía genera alteraciones importantes en la distribución de la grasa corporal y del peso. Asimismo, al ser un estudio proveniente de una fuente secundaria, no hubo otro criterio de exclusión y no se precisó del desarrollo de procedimientos de selección de muestra, por lo que la muestra de estudio fue el total de la población objetivo, conformada por 16058 mujeres y 12349 hombres.
Variables y mediciones
Las variables fueron: sexo, (mujer/hombre). Perímetro abdominal, con valores según el sexo, siendo en hombres: normal (menor a 95 cm), riesgo elevado (95 a 101 cm) y mayor o igual a 102 cm como riesgo muy elevado; en mujeres, normal fue considerado como valores inferiores a 82 cm, de 82 a 87 cm riesgo elevado y mayor o igual a 88 cm riesgo muy elevado23. Los resultados fueron dicotomizados en dos variables con el fin de realizar la estimación del riesgo: perímetro normal y perímetro elevado. La medición del perímetro abdominal, según datos de la ficha técnica del ENDES-2022, fue reportada como realizada mediante el uso de una cinta métrica entre el reborde costal y la espina iliaca, con la cinta métrica perpendicular al eje longitudinal del cuerpo y la persona de pie24. Índice de masa corporal (IMC), obtenido mediante el peso y la talla consignados en datos de la ENDES-2022, calculado como el cociente del peso sobre el cuadrado de la talla25 donde se considera como: bajo peso (menos de 18,5 kg/m2), peso normal (18,5 a 24,9 kg/m2), sobrepeso (25 a 29,9 kg/m2) y obesidad (30 o más kg/m2)26 y dicotomizado en peso normal y sobrepeso u obesidad.
Análisis estadístico
Se utilizaron tablas para la estadística descriptiva, obteniendo frecuencias y porcentajes. Se utilizó la prueba Ji-cuadrado de Pearson para evaluar la asociación estadística, V de Cramer para determinar la fuerza de la asociación, la prueba Kappa de Cohen para evaluar la concordancia entre el IMC y el perímetro abdominal, así como la prueba t de student para muestras independientes. Para la estadística analítica se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman ya que la prueba de Kolmogorov-Smirnov mostró que la distribución de las variables no fue normal,
Consideraciones éticas
La base de datos provino de una fuente secundaria (https://www.datosabiertos.gob.pe/ ) proveniente de un organismo estatal (Instituto Nacional de Estadística e Informática), de acceso libre para público general e investigadores27, por lo que no hubo ningún dato que permitiera conocer la identidad de la unidad de análisis (los participantes de la encuesta), por lo que no se precisó de la autorización de un comité de ética.
RESULTADOS
El promedio de perímetro abdominal en mujeres con IMC elevado fue correspondiente a un perímetro muy elevado, ya que fue superior a los 88 centímetros de circunferencia mientras que, según perímetro abdominal, las mujeres estuvieron en promedio, en el rango de sobrepeso (29,28 kg/m2) pero muy cercano al rango de obesidad que es de 29,90 kg/m2. Los hombres con IMC elevado tuvieron un promedio de PA de 98,26, correspondiente al grupo de riesgo elevado (de 95 a 101 cm), mientras que, según tipo de perímetro abdominal, el promedio de IMC estuvo relacionado con la obesidad debido a que fue de 30,58 kg/m2. Además, se observó que, el único parámetro donde el número de casos afectados fue menor al de no afectados fue en el grupo de hombres con promedio de IMC según tipo de perímetro abdominal, donde el grupo con perímetro normal fue mayor (n = 7934) al de los hombres con perímetro elevado (n = 4818) (Tabla 1).
PA: perímetro abdominal; IMC: índice de masa corporal; N: recuento; cm=centímetros; kg/m2: kilogramo por metro cuadrado; DS desviación estándar
Se observó que, del 100 % de mujeres con IMC elevado, el 98,30 % tuvo también un perímetro abdominal de riesgo, mientras que del 100 % de mujeres que tuvo un IMC normal, un porcentaje relevante estuvo en el grupo de perímetro abdominal de riesgo (36,70 %). En hombres, del 100 % que estuvo en el grupo de IMC elevado, el 63,90 % también tuvo un perímetro abdominal de riesgo mientras que, del 100 % que tuvo un IMC normal, el 98,40 % también tuvo un perímetro abdominal normal (Tabla 2)
Mujeres | PA elevado | PA normal | Total |
IMC elevado | 11111 (98,30 %) | 197 (1,70 %) | 11308 (100 %) |
IMC normal | 1846 (36,70 %) | 3182 (63,30 %) | 5028 (100 %) |
Total | 12957 (79,30 %) | 3379 (20,70 %) | 16336 (100 %) |
Hombres | PA elevado | PA normal | Total |
IMC elevado | 4726 (63,90 %) | 2675 (36,10 %) | 7401 (100 %) |
IMC normal | 82 (1,60 %) | 5141 (98,40 %) | 5223 (100 %) |
Total | 4808 (38,10 %) | 7816 (61,90 %) | 12624 (100 %) |
IMC: índice de masa corporal; PA: perímetro abdominal; valor de p en ambos sexos <0,001
Las pruebas de asociación fueron estadísticamente significativas (p<0,001), siendo una asociación fuerte entre el tipo de IMC y el tipo de perímetro abdominal en mujeres (V=0,701) y moderada en hombres (V=0,632). En la prueba kappa de Cohen se encontró que las pruebas que evaluaron el tipo de IMC y el tipo de PA concordaron de forma sustancial en mujeres (kappa=0,677) y de forma moderada en hombres (kappa=0,580). Mediante el Odds Ratio, se determinó que las mujeres con IMC elevado tuvieron una probabilidad 97,22 veces mayor de tener un perímetro abdominal elevado, mientras que los hombres con IMC elevado tuvieron una probabilidad 110,76 veces mayor de un IMC alto. En lo concerniente a la prueba de correlación Rho de Spearman que valoro el IMC y el PA como variables numéricas, se halló que tanto los valores de IMC y los valores del perímetro abdominal, tienen una correlación muy alta y positiva, lo que implica que ambos parámetros antropométricos tienden a incrementarse de forma casi lineal en adultos de ambos sexos (Tabla 3)
Mujeres | N | p | V de cramer* | Kappa* | OR* | IC:95% | Rho** |
IMC-PA* | 16336 | <0,001 | 0,701 | 0,677 | 97,220 | 83,503-113,191 | 0,906 |
Hombres | |||||||
IMC-PA* | 12624 | <0,001 | 0,632 | 0,580 | 110,765 | 88,602-138,472 | 0,907 |
* Se contrasto el tipo de índice de masa corporal (IMC) con el tipo de perímetro abdominal (PA) de la tabla 2
** La correlación de Spearman contrastada fue el índice de masa corporal y el perímetro abdominal, ambos como variables numéricas
DISCUSIÓN
El índice de masa corporal y el perímetro abdominal tuvieron una asociación diferente cuando se evaluó en ambos sexos: en mujeres con IMC elevado, casi el 100 % tuvo a su vez un perímetro abdominal elevado, mientras que, del 100 % de mujeres con IMC normal, un 36,70 % tuvo un perímetro abdominal elevado. Esto contrasta con los datos hallados en el sexo masculino, donde el porcentaje con IMC elevado y al mismo tiempo perímetro abdominal alto estuvo muy por debajo (63,90 %) de lo hallado en mujeres, asimismo, otra diferencia respecto al sexo femenino fue que casi el 100 % de hombres con IMC normal también tuvo un perímetro abdominal normal, mientras que en el sexo femenino este porcentaje fue mucho menor (63,30 %). Estos resultados sugieren que la compatibilidad del IMC con el perímetro abdominal en valores anormales es mayor en mujeres que en hombres, mientras que la compatibilidad del IMC con el perímetro abdominal para valores normales es más alta en hombres. Estas diferencias pueden atribuirse a que el perímetro abdominal, a diferencia del IMC, ajusta los resultados en función del sexo, por lo que los valores del perímetro abdominal en hombres tendrían mayor dificultad para ajustarse a los del IMC alto debido a que el perímetro masculino tiene un umbral de sobrepeso u obesidad (a partir de 95 cm) más alto que el de las mujeres (a partir de 82 cm), lo que puede interferir con la concordancia con el IMC ya que es conocido que, independientemente de la raza o nacionalidad, los hombres tienden a ser más altos que las mujeres, por lo que es posible que muchos casos de sobrepeso u obesidad sean estadísticamente subestimados debido a las características bidimensionales del IMC.
Chinedu, en un estudio cuyo objetivo fue determinar la correlación entre el índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura en 485 adultos nigerianos, encontró una correlación de Pearson entre IMC y perímetro abdominal de 0,630, sugiriendo el uso simultáneo de ambos parámetros para la determinación del sobrepeso 28. Kamarudin, en un estudio que tuvo como objetivo determinar la relación entre el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, la masa grasa y el porcentaje de grasa como medida de la obesidad en 305 estudiantes de una universidad de Malasia, encontró una fuerte relación positiva entre el IMC y perímetro abdominal 29. Wilmet, en un estudio cuyo objetivo fue evaluar la correlación entre el índice de masa corporal y la circunferencia abdominal en 705 adultos belgas, encontró una muy fuerte correlación entre IMC y perímetro abdominal en hombres y mujeres, sugiriendo que, por ello, la medición del perímetro abdominal no está justificada en el reemplazo de la medición del IMC en dicha población 30. Cabe señalar que una diferencia entre las anteriores investigaciones con la presente es el número de las unidades de análisis, el cual fue de 28960 adultos peruanos. Por otro lado, si bien los estudios previamente mencionados sugieren que la medición del IMC y el perímetro abdominal tienen una relación suficientemente alta como para no hacer distinciones importantes en el tamizaje del sobrepeso u obesidad, en la presente investigación, se considera que la alta correlación o asociación estadística no implica que ambas pruebas sean lo suficientemente equivalentes como para descartar el perímetro abdominal como prueba principal.
Si bien el tipo de índice de masa corporal y el tipo de perímetro abdominal tuvieron una relación fuerte en mujeres y moderada en hombres, con un elevado Odds Ratio en ambos grupos, donde un IMC elevado incrementa enormemente la probabilidad de tener un perímetro abdominal alto en ambos sexos. Y en la prueba de correlación de Spearman, el perímetro abdominal y el IMC como variables numéricas tuvieron una correlación muy alta en ambos sexos, ello podría sugerir una lo suficientemente próxima como para no sugerir algún cambio de pruebas antropométricas. Sin embargo, el uso de la prueba de correlación de Spearman no valora las diferencias en los criterios de sobrepeso u obesidad según cada sexo en particular ya que se basó en variables numéricas continuas, lo que pudo observarse mediante la prueba kappa de Cohen, donde, usando variables categóricas dicotómicas, y considerando los criterios de perímetro según sexo, se observó que la concordancia entre ambas pruebas fue diferente: en mujeres se halló una concordancia sustancial entre ambas pruebas mientras que en hombres la concordancia fue moderada, considerándose que ambas pruebas no son lo suficientemente equivalentes para valorar el sobrepeso u obesidad en grandes grupos poblacionales. Sin embargo, la medición del perímetro abdominal podría ser más recomendable debido a que solo requiere de cinta métrica para medir la circunferencia de cintura, a diferencia de la determinación del IMC, que requiere bascula y tallímetro, así como la ejecución de la fórmula de Quetelet, por lo que, debido a su rápido uso, su aplicación también podría ser recomendable en los tamizajes de atención ambulatoria, de urgencias y emergencias.
Las limitaciones del estudio estuvieron relacionadas a la ausencia de aleatorización en la selección de la muestra ya que se realizó un muestreo intencional de los datos de la ENDES-2022, que es una fuente secundaria. Sin embargo, se seleccionó toda la población disponible que cumplió los criterios de inclusión para el estudio (28 960) y, debido a las características y el tamaño del muestreo de la ENDES-2022, los resultados pueden ser extrapolables a la población peruana.
CONCLUSIONES
El perímetro abdominal y el IMC están asociados y correlacionados significativamente en ambos sexos, principalmente en mujeres. Asimismo, Las pruebas de IMC y perímetro abdominal presentan una concordancia sustancial en mujeres y moderada en hombres. Debido a que el perímetro abdominal, a diferencia del IMC, determina el sobrepeso u obesidad en base a características antropométricas acorde al sexo, además de que requiere solo de cinta métrica, mientras que la determinación del IMC requiere de un tallímetro y bascula, se recomienda priorizar la medición del perímetro abdominal como instrumento de tamizaje de alteraciones del volumen corporal siendo necesario previamente un ajuste de punto de corte para mejorar el diagnóstico de sobrepeso adaptado a la población peruana.