INTRODUCCIÓN
En 2013, la diabetes mellitus causó 5,1 millones de muertes a un costo de 548 billones de dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, y si la epidemia no se detiene antes de 25 años, en el mundo habitarán 592 millones de personas diabéticas, con todas sus complicaciones1,2. Como hecho alarmante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada 6 segundos fallece un paciente a consecuencias de la diabetes 3,4. Las cifras epidemiológicas señalan que la enfermedad se mantiene y avanza, a pesar de los esfuerzos de los servicios de salud de los países y las organizaciones antidiabéticas nacionales y regionales que la combaten5-7.
A inicios del 2018, en Paraguay unas 700 mil personas estaban diagnosticadas con diabetes, según datos el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS)8. El Programa Nacional de Diabetes (PND), pretende promover un estilo de vida saludable para la prevención de la Diabetes en la población general y en las personas susceptibles y lograr un manejo integral de las personas con diabetes a través de la capacitación del personal de salud, el empoderamiento de los pacientes por medio de la educación, facilitando la provisión de medicamentos e insumos necesarios para el tratamiento 9,10).
Las guías de ensayo clínico consideran la dieta, la actividad física y la adherencia al tratamiento como sostén principal para lograr el control de la enfermedad11; por ello el paciente con diabetes debe mantener un estilo de vida saludable, en el cual los miembros de la familia son un pilar fundamental para lograr estos hábitos de forma permanente12, la mitad de los pacientes con Diabetes mellitus Tipo II no siguen adecuadamente el tratamiento y aproximadamente menos del 30% cambian sus hábitos o estilos de vida13. El cumplimiento adecuado e intensivo del tratamiento se relaciona con el retardo en la aparición y progresión de las complicaciones crónicas de la enfermedad13.
Un probable problema a la hora de afrontar la enfermedad podría ser la falta de adherencia al tratamiento que en enfermedades crónicas es un tema multifactorial y complejo, agregándose factores psicológicos, demográficos y de comportamiento, así como aspectos propios debidos a la cronicidad de la afectación y otros que atañen al individuo como tal, miembro de una familia y sociedad14.
Los protocolos utilizados en práctica clínica consideran la dieta, la actividad física y la adherencia al tratamiento como indispensables para lograr el control de la enfermedad; por lo que el paciente diabético debe adoptar hábitos saludables de vida, para lo cual los miembros de la familia son los principales soportes para lograr este estilo de vida de forma permanente7.
Datos del MSPyBS revelan la alta prevalencia de diabetes en Paraguay, 340.000 personas aproximadamente, y sabiendo que el 70 % de estos pacientes acuden a entes sanitarias del estado para recibir de manera periódica, control metabólico y medicamentos gratuitos2, a fin de prevenir los efectos crónicos de la enfermedad que muchas veces no se logra y cuyas consecuencias también representa egresos al estado y años de vida útil perdidos, un porcentaje importante de estos pacientes acuden al Programa de Diabetes del Hospital Regional de Coronel Oviedo (de Nivel III), que ya desde hace varios años ofrecen un tratamiento integral a estos pacientes, además de su ubicación estratégica en el país que lo hace accesible a pobladores de ciudades vecinas.
Por todo lo expuesto el objetivo de este estudio fue determinar la relación entre el apoyo familiar y el control de la glucemia en pacientes diabéticos Tipo II que acuden a un Hospital de III Nivel de atención de Paraguay durante julio y agosto del 2019.
Los beneficiados fueron todos los pacientes diabéticos y sus familias a quienes fue dirigido el mensaje de modo concienciar a la sociedad y principalmente a todos los que cuenten con un familiar diabético.
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio observacional, analítico, de corte transversal, con muestreo probabilístico sistemático.
La población del estudio lo constituyó los familiares y/o cuidador y pacientes con diabetes mellitus Tipo II que acudieron al programa de diabetes del Hospital Regional de Coronel Oviedo en los meses de julio y agosto del 2019.
Se incluyeron los pacientes con diabetes mellitus Tipo II, de 27 a 82 años de edad, de ambos sexos con reporte de laboratorio de hemoglobina glicosilada (HbA1c) en los últimos 12 meses.
El criterio de inclusión para el familiar o cuidador de paciente diagnosticado con diabetes mellitus Tipo II fue haberlo acompañado durante el periodo de estudio.
Se eliminaron del estudio pacientes y/o familiares que no quisieron acceder al estudio.
Para determinar el tamaño de la muestra se utilizó la fórmula para cálculo de la muestra de poblaciones finitas. Tamaño poblacional: aproximadamente 1086 pacientes que acuden activamente al programa de diabetes según los datos de archivo del hospital, Precisión: 5 %, intervalo de confianza: 95 %. La proporción esperada se obtuvo de un estudio realizado: 50 %15, siendo el tamaño de la muestra: 284 sujetos.
Se envió nota a la Dirección de Enfermedades Crónicas no Trasmisibles del nosocomio, solicitando realizar el trabajo con los familiares y/o cuidador de pacientes inscriptos en el Programa Nacional de Diabetes que cumplan con los criterios de inclusión, el acceso a las fichas y toda la información necesaria para la realización del trabajo. Una vez aprobado, se presentó a los familiares y pacientes el trabajo y se inició el proceso de encuesta.
Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario de autollenado anónimo y de participación voluntaria de Valadez Figueroa et al16. Las áreas que explora el instrumento se divide en cuatro subescalas: 1) conocimiento sobre medidas de control; 2) conocimiento sobre complicaciones; 3) actitudes hacia el enfermo; 4) actitudes hacia las medidas de control. Se agregaron variables como edad, sexo, estado civil, escolaridad, procedencia del paciente diabético, tiempo de diagnóstico de diabetes mellitus Tipo II y cifra del ultimo control de Hemoglobina glicosilada. Se consideró mal control glucémico a aquellos que tenían un valor de la hemoglobina glicosilada menor a 5,6 % y mayor a 6,5 %.
El cuestionario contó con 24 items, el apoyo familiar global es clasificado en las categorías de alto, medio y bajo, de acuerdo con la puntuación obtenida en el instrumento. Los rangos para cada categoría se determinaron con base en el intervalo, que se calcula con el valor de la puntuación máxima 255 menos el valor de la puntuación mínima 51 entre las tres categorías (intervalo de 68). Se determinó de la siguiente manera: apoyo familiar bajo, puntuaciones entre 51 y 119; apoyo familiar medio, entre 120 y 187; y apoyo familiar alto, entre 188 y 25526.
Todo el proceso de realización de este trabajo fue evaluado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Caaguazú (Ref. D.C.E.I N°09/19). Toda la información recolectada fue confidencial. No se divulgará, repetirá o comentará la información proporcionada por los encuestados. Se llenó un formulario de consentimiento informado en donde los encuestados garantizaron su participación voluntaria en el estudio.
Los datos proporcionados fueron cargados inicialmente en una planilla Microsoft Office Excel 2016, luego del control de calidad de los datos y las variables, fueron exportados y analizados con el Programa Stata/SE 14.0, se realizó un análisis de cada variable y se presentó en tablas de frecuencia.
RESULTADOS
Ingresaron al estudio 284 familiares y pacientes diabéticos Tipo II que acudieron al Servicio de Diabetes del Hospital. En la Tabla 1, se observa que el 34,86 % (99) de los pacientes se encontró en el rango de 60 - 69 años, el sexo femenino representó el 71,13 % (202) del total, el 91 % (258) pertenecen al Departamento de Caaguazú. Se observó que el 76,41 % (217) de los pacientes son casados, y el 15,14 % (43) están solteros.
El 75,35 % (214) de los pacientes no tenían estudios, el 13,03 % (37) han realizado sus estudios hasta el nivel primario, y en tanto el 9,15 % (26) de los mismos llegaron al nivel secundario.
EDAD | FRECUENCIA ABSOLUTA | % |
---|---|---|
≤29 años | 2 | 0,70 |
30 a 39 años | 14 | 4,93 |
40 a 49 años | 40 | 14,08 |
50 - 59 años | 74 | 26,05 |
60 a 69 años | 99 | 34,85 |
70 a 79 años | 45 | 15,84 |
≥80 años | 10 | 3,52 |
Sexo | ||
Masculino | 82 | 28,87 |
Femenino | 202 | 71,13 |
Procedencia | ||
Caaguazú | 258 | 91 |
Otros departamentos | 26 | 9 |
Estado civil | ||
Soltero | 43 | 15,14 |
Casado | 217 | 76,41 |
Unión Libre | 3 | 1,06 |
Divorciado | 1 | 0,35 |
Viudo | 20 | 7,04 |
Grado académico | ||
Ninguno | 214 | 75,35 |
Primario | 37 | 13,03 |
Secundario | 26 | 9,15 |
Terciario | 0 | 0 |
Universitario | 7 | 2,46 |
En la Tabla 2, se aprecia que el 47,18 % (134) de los pacientes tenían menos de 5 años de diagnóstico de diabetes, el 23,59 % (67) se encuentra entre 5 - 9 años de diagnóstico y el 17,25 % (49) tienen entre 10 - 14 años de diagnóstico. El 66,90 % (190) de los pacientes tiene mal control glucémico.
AÑOS DE DIAGNÓSTICOS | FRECUENCIA ABSOLUTA | % |
---|---|---|
≤4 años | 134 | 47,18 |
5 a 9 años | 67 | 23,59 |
10 a 14 años | 49 | 17,25 |
15 a 19 años | 15 | 5,28 |
20 a 24 años | 10 | 3,52 |
≥25 años | 9 | 3,16 |
Control glucémico | ||
Buen control | 94 | 33,10 |
Mal control | 190 | 66,90 |
A continuación, en el Gráfico 1 es posible observar que el 82,04 % (233) de los pacientes tienen un apoyo familiar medio, el 11,27 % (32) tienen un apoyo familiar bajo y el 6,69 % (19) tienen un bajo apoyo familiar.
En la Tabla 3 es posible apreciar que el 81,05 % (233) de los pacientes con mal control glucémico tuvieron un apoyo familiar medio. Se encontró diferencias estadísticas significativas.
DISCUSIÓN
El control de la glicemia, no consiste en el solo hecho de consumir una medicación, depende de un grupo de conductas adoptadas frente a la enfermedad, en las que, el tomar los medicamentos, realizar ejercicio y adherirse a la dieta adquieren un papel igualmente importante 9.
En relación al análisis de las variables demográficas se pudo observar que la edad abarco entre 29 y 87 años similar al estudio Pérez A. et a.l17) en donde los pacientes tenían entre 20 y 84 años.
Llama la atención el rango de edades de los pacientes, que en su mayoría representa a una población económicamente activa lo que podría llevar a tener repercusión económica y social ya que en este estudio al igual que el estudio de Ávila L. et al9, la mayoría de los pacientes tenían entre 1 y 5 años de diagnóstico de diabetes.
En este estudio predominó el sexo femenino, al igual que en el estudio de Méndez DM. et al11, en donde el sexo femenino represento un 74 %, al igual que el estudio de Bosch X. et al18.
La mayor parte de los encuestados pertenecen al departamento de Caaguazú, dato que era de esperarse ya que el Hospital Regional de Coronel Oviedo es el centro de referencia del departamento.
En cuanto al estado civil de los pacientes se observó que al igual que en el estudio de Ávila L. et al9, en su mayoría están casados, y por el contrario con el mismo estudio en donde se observó que el 57 % tenían escolarización secundaria, en este trabajo fue superior la cantidad de personas con enseñanza primaria inconclusa. La OMS menciona que una gran mayoría de los pacientes diabéticos presentan una baja escolaridad19, esto se puede ver reflejada en otros estudios20-27.
En el estudio de García-Morales et al28, se determinó que el 50,7 % de los pacientes tenían buen control glucémico, lo que difiere de los resultados de este estudio en donde la mayoría tuvo mal control glucémico.
Y al contrario del estudio de García-Morales et al28, en donde el 74,2 % de los pacientes tenían un apoyo familiar alto, en este estudio en su mayoría los pacientes tenían un apoyo familiar medio.
Es sabido que los pacientes no siempre siguen las indicaciones acordadas en consultorio, por varias razones, muchas veces porque no logran interpretarlas, no reciben suficiente información acerca del riesgo que conlleva su enfermedad o simplemente no logran adoptar las indicaciones como un hábito cotidiano. Por esta razón la participación del personal sanitario para mejorar el control glucémico debería incluir el ejercicio asistencial y educativo enfocado en la prevención de las complicaciones y haciendo participe a los familiares (19,20.
Los resultados de este estudio demuestran que los pacientes con mal control glucémico en su mayoría tienen un apoyo familiar medio. Al igual que en el estudio de Ávila L. et al9, demostrando la importancia de la activa participación de los familiares en el tratamiento de esta enfermedad crónica.