INTRODUCCIÓN
La anemia infantil es un problema de salud pública e indicador de mala nutrición, principalmente en los países en desarrollo1. La Organización Mundial de la Salud considera que una prevalencia de anemia en niños entre 5 a 19,9 % constituye un problema leve, entre 20 a 39,9 % moderado y mayor al 40 % grave2. La prevalencia de anemia en Paraguay en el año 2004, en menores de 5 años de edad fue del 22 % 3.
La deficiencia de hierro y la anemia dejan una cicatriz en el desarrollo mental infantil, causando una disminución de 7 a 12 puntos en la escala de desarrollo en por lo menos tres estudios longitudinales en niños4. La anemia y la deficiencia de hierro (aún sin anemia) comprometen la atención y la concentración, teniendo consecuencias adversas en el periodo escolar5. Varios investigadores demostraron un incremento de la respuesta cognitiva en escolares y preescolares antes y después de mejorar la deficiencia de hierro6.
Los costos sociales asociados con la anemia en la primera infancia son altos y afectan en gran medida a los niños nacidos en grupos de bajos ingresos. Plessow et al. estimaron que más del uno por ciento del producto interno bruto (PIB) de la India se pierde cada año debido a la anemia por deficiencia de hierro entre los niños de 6 a 59 meses de edad7.
Es muy importante conocer la prevalencia de anemia para desarrollar estrategias de prevención de anemia en lactantes y escolares8.
Objetivo
Determinar la prevalencia de anemia en niños previamente sanos de 1 a 4 años que acuden a consultorios de servicios de salud y guarderías de Asunción y Central de Paraguay, durante el año 2017.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional prospectivo, descriptivo de corte transverso. Muestreo aleatorio, estratificado. Cálculo de tamaño muestral para un Nivel de confianza del 95% y Error de muestra del 5%. Efecto de diseño de 1,4. Nivel de significancia <0.05.
Se incluyeron 806 niños y niñas de 12 a 59 meses de edad que acudieron a guarderías y al ambulatorio de pediatría para control de crecimiento y vacunación de los hospitales públicos de Asunción y del Departamento Central durante el año 2017. Se excluyó a los niños y niñas con desnutrición o con enfermedades crónicas o congénitas.
Previo consentimiento informado de los padres o encargados se recolectaron los datos demográficos y el peso de nacimiento y se midió el peso y la talla según normativas del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Se determinaron los datos laboratoriales de hemoglobina, hematocrito, Volumen Corpuscular Medio VCM, Hemoglobina Corpuscular Media, Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media, ferritina, proteína C reactiva (PCR) y albuminemia.
La determinación de estos parámetros se realizó en un laboratorio de referencia con un Contador Hematológico (Huma Count 30TS, Human Diagnostics World wide). Se utilizó sangre total colectada en un tubo Vacutainer con EDTA como anticoagulante para 1 ml de sangre. Inmediatamente después de obtenida la muestra de sangre se agitó suavemente por inversión o en agitador mecánico suave, por al menos 5 minutos, hasta asegurar la mezcla sangre-anticoagulante. Luego de agitada la muestra se colocó directamente en la aguja de aspiración del equipo que toma 25uL de sangre y en forma automática se realizaron las distintas diluciones hasta entregar los resultados impresos en un formulario estándar. Se realizó control de la calidad de los parámetros hematológicos a través de un control externo (RIQAS).
Se clasificó la anemia según los criterios de OMS en: normal (Hb ≥11,0 g/dL); anemia leve (Hb entre 10,0 - 10,9 g/dL); anemia moderada (Hb entre 7,0-9,9 g/dL) y anemia severa (Hb
< 7,0 g/dL). Para la valoración de microcitosis se utilizó el volumen corpuscular medio <72 fL La ferritina se determinó por el método inmunoenzimático, con una detección final mediante fluorescencia (ELFA),en el equipo miniVidas de BioMérieux. Se consideró valores inferiores a 12 µg/L como indicador de depleción de reservas corporales de hierro para menores de cinco años de edad. Se ajustaron los valores de ferritina según niveles de PCR.
Se evaluó el estado nutricional por indicadores de puntaje z Peso para la Edad, z Talla para la Edad y z Peso para la Talla, según estándares de la Organización Mundial de la Salud.
Se utilizó el programa SPSS 16.0 y el programa Anthro v.3.22 de la Organización Mundial de la Salud.
Fue aprobado por Comité de Ética del Instituto de Medicina Tropical. Se mantuvieron los principios éticos tal como se establece en la Declaración de Helsinki.
RESULTADOS
En este estudio ingresaron 806 niños. Se determinó estudios laboratoriales y antropométricos en 706 pacientes (87,6 %).
El promedio de edad de los pacientes fue de 40 ±13,1 meses (12-59 meses). Fueron varones 327 (46.3%). El 14,9% correspondió al grupo de lactantes y el 46,5% fueron de Asunción. (Tabla 1).
Edad (meses) | Frecuencia (N=706) | % |
---|---|---|
12 a 23 | 105 | 14,9 |
24 a 35 | 161 | 22,8 |
36 a 47 | 194 | 27,5 |
48 a 59 | 246 | 34,8 |
Sexo | ||
Femenino | 379 | 53,7 |
Masculino | 327 | 46,3 |
Procedencia | ||
Asunción | 328 | 46,5 |
Central | 378 | 53,5 |
Se resume en la Tabla 2 los valores promedios y desviación estándar del peso al nacer, de los puntajes z de peso para la edad, peso para la talla, talla para la edad y niveles de albúmina.
Indicadores del estado nutricional | Promedio | ± Desviación estándar |
---|---|---|
Peso al nacer (gramos) | 3.290 | 456 |
z Peso para la edad | 0,29 | 1,33 |
z Peso para la talla | -0,38 | 1,52 |
z Talla para la edad | 0,92 | 1,64 |
Albúmina g/dL | 4,46 | 0,20 |
En la Tabla 3 se resumen el promedio y desviación estándar de los indicadores hematimétricos. La media de Hemoglobina fue de 11, 99 g/dL (rango 6-14,8 g/dL). Del grupo de niños con anemia, 44/83 (53%) fueron microcíticas (VMC<72 f).
El 11,8 % del grupo estudiado presentó valores de hemoglobina menores a 11 g/dL. La prevalencia de anemia grave fue de 0,28 % (n=2), anemia moderada del 3, 54 % (n=25) y de anemia leve fue del 8 % (n=56).
El 17,56 % (n=124) del grupo niños estudiados presentó una ferritina inferior a 12 ug/L. Tuvieron PCR negativa 640/706 (90,75%) pacientes.
Indicadores hematimétricos | Promedio | ± Desviación estándar |
---|---|---|
Hemoglobina g/dL (Hb g/dL) | 11,99 | 1,03 |
Hematocrito % | 37,02 | 2,51 |
Volumen Corpuscular Medio VCM | 77,87 | 9,25 |
Concentración Hb Corpuscular Media CHCM | 32,03 | 3,58 |
Hemoglobina Corpuscular Media MCH | 25,44 | 5,13 |
Ferritina µg/L | 32,87 | 34,76 |
En la Tabla 4 se resume la prevalencia de anemia por grupos de edad. Se observó una prevalencia de anemia del 11,7 % (83/706) en el grupo de niños de 1 a 4 años de edad.
Del grupo de niños con anemia (n=83), el 68,7 % fue leve, el 28,9% fue moderada y un 2,4 % fue severa.
Al analizar por grupos de edad se observó una mayor prevalencia de anemia en el grupo de lactantes, del 39 % (41/105) versus en el grupo de pre escolares que fue del 6,9 % (42/601). Esta diferencia fue estadísticamente significativa, con OR 5,2-14,1 (Test de χ2 p< 0,05). Tabla 4
DISCUSIÓN
Un estudio auspiciado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF en 2003, con 227 niños y niñas de entre 1 y 4 años de edad, procedentes de seis localidades (urbana y rural) de los departamentos de Concepción, Caaguazú, Central y Boquerón, encontró una prevalencia de anemia del 22%9. En la presente investigación la prevalencia de anemia en niños de igual grupo etario fue menor y esta diferencia podría atribuirse a que todos los niños eran del área urbana. Los lactantes presentaron un peor resultado. Casi la mitad de los niños entre el año y los dos años de edad presenta anemia. En el trabajo realizado por Echagüe et al, la prevalencia de anemia fue mayor, pero el grupo de estudio estuvo constituido por niños indígenas y niños pertenecientes al área rural10.
La alta prevalencia de anemia en los lactantes mayores amerita la implementación de políticas y programas. Se podría considerar el ejemplo del caso chileno, que lograron disminuir la prevalencia de anemia en lactantes y pre escolares a través de acciones tales como la suplementación con sulfato ferroso al grupo de lactantes, la fortificación de la leche con hierro, zinc y cobre y una amplia cobertura en agua potable y saneamiento básico11. La Sociedad Brasilera de Pediatría actualmente recomienda la suplementación con hierro hasta los dos años de edad12 y la Sociedad Argentina de Hematología hasta los 18 meses de edad13. Esto difiere de las normas actuales de AIEPI que recomiendan la suplementación con hierro hasta el año de edad. Considerando los trabajos de et al. (y la presente investigación, sería recomendable prolongar la suplementación de hierro en lactantes mayores hasta los dos años de edad, realizar capacitación de los recursos humanos en los servicios de atención primaria de salud y asegurar los insumos de suplementos de hierro en los consultorios de atención primaria.
Las bajas tasas de inflamación, evaluada por los valores de PCR fueron las esperadas y reportados por otros autores para este grupo de edad14-16. La PCR es un marcador bioquímico de inflamación y un valor negativo indica que no es necesario ajustar los valores de ferritina para casos de inflamación.
Sería importante continuar esta línea de investigación con otros diseños que permitan la determinación de la causalidad de las asociaciones de factores con anemia. La información sobre el ingreso familiar, el estado de la anemia materna prenatal, el tiempo de ligadura del cordón umbilical, el intervalo de nacimiento y el momento de la alimentación complementaria, son algunos de los factores que podrían integrar el análisis de los factores asociados con la anemia en niños de 6 a 59 meses de edad. En un estudio realizado en Ecuador encontraron que la anemia en niños de 1 a 4 años de edad estuvo asociada a déficit de micronutrientes, bajo peso al nacer y prematurez17. En Brasil analizaron relación de la prevalencia de anemia en niños de 6 a 59 meses con la educación materna, número de hijos menores de 5 años, disponibilidad de agua segura, edad materna, anemia materna y la edad del niño18.
Las estrategias encaminadas a la prevención de la anemia resultan de máxima importancia en los niños menores de cinco años de edad, sobre todo en el grupo de lactantes. Algunos de los pilares fundamentales para la prevención de la anemia ferropriva constituyen, por ejemplo, conductas perinatales destinadas a mejorar la reserva de hierro materna, ligadura oportuna del cordón umbilical, una adecuada orientación para fomentar la lactancia materna y una alimentación complementaria adecuada, la suplementación con hierro durante los primeros años de vida y fortalecer los programas alimentarios19,20.