INTRODUCCIÓN
La formación superior universitaria, requiere y exige de mayor capacidad de análisis, reflexión y compresión. En este nivel académico, se espera que los alumnos adquieran y/o mejoren sus estrategias de estudios; que los lleve a aprender a aprender, en forma autónoma, crítica y autorregulada, con la finalidad de que estas habilidades se reflejen en el rendimiento académico, los prepare para la vida adulta, en la toma decisiones como futuros profesionales.
En la experiencia universitaria, las acciones formativas de los estudiantes son conscientes e intencionadas, dirigidas a un objetivo específico, definidas y proyectadas con anterioridad, generalmente para alcanzar un rendimiento académico deseable. Se basan en el uso de estrategias de estudios y aprendizaje que fueron adquiridos a lo largo de los ciclos académicos (García y Tejedor, 2017).
Además de ello, el control de los profesores es cada vez menor, se pretende que los propios alumnos controlen sus intenciones de aprendizaje, impongan sus propias metas, distribuyan su tiempo y su motivación, planifiquen y organicen sus propias actividades de aprendizaje. Sin embargo, en muchas ocasiones estas competencias, habilidades y/o estrategias esperadas, se ven frenadas e interrumpidas en su desarrollo, por factores externos ajenos a la voluntad del estudiante; uno de ellos y quizás el más preponderante es el factor sociodemográfico “ocupación laboral”.
La necesidad de los jóvenes estudiantes de obtener un trabajo remunerado siempre va en aumento. Las finalidades son varias: participar y colaborar en la economía familiar, cubrir los altos costos que implican cursar una carrera universitaria, adquirir conocimiento/experiencia, automantenerse, entre otras necesidades básicas e imprescindibles.
Al respecto, el reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sitúa a Paraguay con el mayor porcentaje de jóvenes que estudian y trabajan -casi un 40%-, en comparación a los demás países miembros. Asimismo, Paraguay Joven en su Informe sobre Juventud (2015) constató que: “sólo el 25% de los adolescentes y jóvenes tienen condiciones para dedicarse exclusivamente a estudiar”, también señala que, “La juventud trabaja en promedio más de las horas estipuladas legalmente”, por lo que, conciliar dicha actividad con los estudios podría afectar al tipo de estrategias de estudio y aprendizaje utilizado por los estudiantes.
Del mismo modo, en una investigación de enfoque cualitativo llevado a cabo en comunidades marginadas del Paraguay a estudiantes universitarios, Coppola, Collins y Andes (2015), describieron que, al momento de elegir qué estudiar y a qué universidad asistir, los factores más importantes fueron: el costo, la calidad de la educación y la perspectiva de empleo. Que los jóvenes a menudo se inscriben en carreras que puedan costear y los estudiantes que eligieron la UNA, citan, que es la mejor educación a bajo costo.
Por otro lado, en lo que respecta al análisis de la Encuesta de Seguimiento de Egresado, realizado por el equipo de la Dirección de Investigación de la Facultad de Economía UNA (2016), sobre la carrera de Administración y su situación ocupacional, se constató que el 72% de los egresados se encontraba ocupado en alguna actividad remunerada.
En el desarrollo de esta investigación se analizó el uso de las estrategias de aprendizaje y estudio de los estudiantes del 6to semestre de la carrera de Administración turno noche de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA, con y sin ocupación laboral.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación fue de carácter cuantitativo, basado en un enfoque descriptivo y de acuerdo con su desarrollo temporal es un estudio de corte trasversal, Hernández y Fernández (1991). Se presentaron las estrategias de aprendizaje y estudio de los estudiantes universitarios, así como la frecuencia de los puntajes considerando si los mismos se encuentran con o sin ocupación laboral. Además, el estudio describió las características sociodemográficas de la muestra seleccionada, variables como: edad, sexo, estado civil, semestre/año, tiempo de ocupación laboral, tiempo de ocupación al estudio. En cuanto al diseño, la investigación es no experimental de corte transversal, es decir, los datos obtenidos fueron recogidos en un solo momento del tiempo.
La población estaba conformada por 184 estudiantes universitarios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA- Sede Central, ubicada en el Campus de San Lorenzo, que se hallaban cursando el 6to semestre de la carrera de Administración, turno noche en el año 2019. Para el cálculo del tamaño de la muestra, se procedió a la estimación de la media para una población finita. Se conformó con 125 estudiantes universitarios.
El muestreo fue de tipo no probabilístico, por juicio o conveniencia, teniendo en cuenta que se evaluó a los alumnos universitarios que se encontraban disponibles en el horario de la recolección de los datos (Cozby, 2005). Para el criterio de inclusión, se consideró a estudiantes universitarios que se encontraban cursando el 6to semestre de la carrera de Administración turno noche de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA, considerando su estatus laboral.
El instrumento de recolección de datos, fue el test denominado Inventario de Estrategias de Estudio y Aprendizaje (IEAE) o por sus siglas en inglés LASSI, elaborado y construido, inicialmente en su primera versión en el año 1987 por Weinstein y Palmer. El mencionado instrumento consta de 77 ítems que posteriormente, en el año 2002, Weinstein, Schulte y Palmer, publicaron la segunda edición con el propósito de actualizar los ítems, de acuerdo con el formato tipo Likert para ser calificado en una escala de cinco puntos respecto a la frecuencia de su uso (Tabla 1).
DESCRIPCIÓN | |
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Escala de actitud, evalúa las actitudes y su interés por la universidad y el logro del éxito académico. | Escala de administración del tiempo, evalúa si los estudiantes utilizan principios para dirigir el tiempo asignado para las tareas académicas. |
Escala de ansiedad, mide el grado con que los estudiantes se preocupan por la universidad y su actuación académica. | Escala de concentración, evalúa la habilidad de estudiante para dirigir y mantener su atención en tares académicas. |
Escala de selección de ideas, mide la habilidad de los estudiantes para identificar, durante un estudio extenso, la información importante de aquella que no lo es, así como los detalles de apoyo. | Escala de estrategia para el examen, evalúa el uso por parte de los estudiantes, de la forma como se preparan para la prueba y las estrategias que utilizan para responder |
Escala de motivación, mide la diligencia de los estudiantes, la autodisciplina y la buena disposición para realizar el esfuerzo necesario para logar o superar los requisitos académicos. | Escala de procesamiento de la información, evalúa cómo los estudiantes utilizan su imaginación, las elaboraciones verbales, las estrategias de la organización y las habilidades para aprender las estrategias con el fin de ayudar al aprendizaje de una nueva información y las habilidades para construir relaciones entre ellas, de manera que el alumno pueda saber que está intentando aprender y recordar. |
Escala de ayuda para el estudio, mide el uso, por los estudiantes, de las técnicas de apoyo, materiales o recursos para ayudarles a aprender y recordar la nueva información | Escala de autoevaluación, mide el uso, por los estudiantes, del repaso y la comprensión para supervisar las técnicas, con el fin de determinar su nivel de entendimiento de la información o el tema que debe ser aprendido. |
Fuente: Extraído de Weinstein y Palmer, 2002, inventario de LASSI.
Para el análisis de los datos, se procedió primeramente a la caracterización de la muestra mediante el uso de la Estadística Descriptiva, utilizándose medidas o indicadores estadísticos, como las de tendencia central (la media, la mediana y la moda) y las de dispersión (la varianza y la desviación típica). Teniendo en cuenta que el instrumento no ha sido utilizado y/o validado en una muestra paraguaya, se realizaron análisis psicométricos básicos para garantizar el uso del instrumento en la población objeto de estudio. El análisis de la configuración factorial (análisis factorial exploratorio y confirmatorio) y la evaluación de la consistencia interna de las escalas del instrumento fue llevado a cabo a través de los softwares IBM SPSS® V22 y Mplus V8, respectivamente.
Para el estudio de la muestra se procedió a la construcción del baremo de cada una de las escalas. Una vez validado el instrumento, se procedió por medio de la Estadística Inferencial, a responder los objetivos establecidos en la investigación. Se compararon las medias de los grupos de estudiantes universitarios con y sin ocupación laboral y se corroboraron por medio de la Prueba de comparación de T de Student y el estadístico F de Leven para verificar si existe o no varianzas poblacionales en muestras independientes. Mediante la construcción de un baremo adaptado a la muestra, se buscó identificar en qué nivel de estrategias se encontraban los alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA. Para más detalles sobre la metodología, puede acceder aquí
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Caracterización de la muestra
La muestra final del estudio estuvo compuesta por 125 estudiantes. La edad mínima es de 20 años y la edad máxima es de 40 años (X ̅=23,58, SD=3,6). La muestra estuvo distribuida en 71 estudiantes del sexo femenino y 54 del sexo masculino. El estado civil de la mayoría de los estudiantes es soltero (93%) y no tiene hijos (84%).
El 83% del total se encuentra con ocupación laboral, mientras que el 17% indicó no estar en esta condición. Los estudiantes con ocupación laboral indicaron que trabajan en promedio 33 horas a la semana, con un máximo de 68 horas. Mientras que, el tiempo que se encuentran en la facultad es de un máximo de 3 horas diarias.
Los estudiantes trabajan para colaborar con ingresos monetarios a la subsistencia del hogar (36%), cubrir los costos relacionados con los estudios (12%), financiar actividades y gustos preferenciales (13%), para mejorar su futura inserción laboral (18%) y otros (21%). Un 72% de los estudiantes se encuentran con ocupación laboral relacionada a la carrera que estudia.
Distribución de puntuaciones por cada factor
En la Tabla 2, para los estudiantes sin ocupación laboral, se observa la distribución de las puntuaciones medidas para cada factor. Las tres estrategias que presentan mayores puntuaciones de medias son: procesamiento de la información (25,84), ayuda para el estudio (24,95), autoevaluación (24,05) y las tres estrategias con puntuaciones más bajas son: estrategias para el examen (20, 26), actitud (18,16) selección de ideas (15, 42).
Escala | N° | Media | Desviación | Error Estándar de la Media |
---|---|---|---|---|
Estándar | 23 | 25.84 | 4.694 | 1.077 |
Ayuda para el estudio | 23 | 24.95 | 6.843 | 1.570 |
Autoevaluación | 23 | 24.05 | 4.236 | .972 |
Motivación | 23 | 23.95 | 4.314 | .990 |
Administración del tiempo | 23 | 22.21 | 3.881 | .890 |
Ansiedad | 23 | 21.53 | 3.007 | .690 |
Concentración | 23 | 21.11 | 4.095 | .939 |
Estrategias para el examen | 23 | 20.26 | 4.433 | 1.017 |
Actitud | 23 | 18.16 | 5.220 | 1.198 |
Selección de ideas | 23 | 15.42 | 3.517 | .807 |
Fuente: Elaboración Propia.
Los estudiantes sin ocupación laboral, deberían potenciar las estrategias para el examen, actitud y selección de ideas. Es decir, primeramente, la forma de cómo se preparan para las pruebas y las estrategias que utilizan para responderla. En segundo orden, sus intereses por la universidad, su disponibilidad hacia el estudio y el logro del éxito académico y, finalmente en la habilidad de identificar durante el estudio extenso la información más importante de aquella que no lo es.
Lo que respecta a estudiantes con ocupación laboral, en la Tabla 3 se muestra la distribución de las puntuaciones medidas para cada factor. Las tres estrategias que presentan mayores puntuaciones en la media son: procesamiento de la información (29,12), ayuda para el estudio (25,22) y motivación (24,64). Las tres estrategias con puntuaciones más bajas son: estrategias para el examen (19,55), actitudes (17,46) y selección de ideas (14,48).
Escala | N° | Media | Deviación Estándar | Error Estándar de la Media |
---|---|---|---|---|
Procesamiento de la información | 102 | 29.12 | 6.548 | .661 |
Ayuda para el Estudio | 102 | 25.22 | 6.353 | .642 |
Motivación | 102 | 24.64 | 4.475 | .452 |
Administración del Tiempo | 102 | 24.35 | 5.449 | .550 |
Autoevaluación | 102 | 23.77 | 5.786 | .584 |
Concentración | 102 | 21.46 | 5.321 | .537 |
Ansiedad | 102 | 19.59 | 6.081 | .617 |
Estrategia para el Examen | 102 | 19.55 | 5.829 | .589 |
Actitud | 102 | 17.46 | 5.461 | .552 |
Selección de Ideas | 102 | 14.48 | 2.958 | .299 |
Fuente: Elaboración Propia.
Al igual que el grupo anterior -estudiantes sin ocupación laboral-, los estudiantes que cuentan con alguna ocupación también presentaron puntuaciones bajas en las estrategias para el examen, actitud y selección de ideas; además de ello, en este grupo de estudiantes la estrategia de ansiedad también obtuvo puntuaciones bajas. La ansiedad dentro del inventario de LASSI (Weinstein y Palmer, 2002), está dada por la preocupación cognitiva que se manifiesta en juicios negativos de valoración, por lo que, obtener puntuaciones bajas en esta estrategia resulta favorable para los estudiantes con ocupación laboral.
Diferencias y caracterización, según ocupación laboral
En la Tabla 4 de comparación de medias de cada factor analizado entre agrupaciones con y sin actividad laboral, se observa que, las medias obtenidas en cada una de las escalas presenta una ligera diferencia en las medias obtenidas por ambas agrupaciones.
En algunos casos las medias obtenidas son mayores para la agrupación de estudiantes con ocupación laboral (motivación, concentración, administración del tiempo, procesamiento de la in- formación, y ayudas para el estudio). Por tanto, al momento de caracterizar a los estudiantes con ocupación laboral, con base a sus puntajes obtenidos en el inventario de IEAE correspondiente al uso de las estrategias de aprendizaje y estudio, se puede describir a estudiantes que presentan diligenciamiento en sus actividades, capacidad para poder mantener y focalizar su atención, principios para dirigir y organizar su tiempo, predisposición y responsabilidad para realizar el esfuerzo necesario para cumplir con las tareas académicas, lograr los objetivos y requisitos establecidos, estudiar y conseguir un buen rendimiento (motivación, atención y administración del tiempo).
Asimismo, son estudiantes que, mediante las estrategias de elaboración y organización, tienen la capacidad de relacionar los conocimientos ya adquiridos con los que se está tratando de aprender y recordar, para dar sentido a la nueva información, es decir, relacionar los contenidos teóricos aprendidos con las experiencias personales y laborales (procesamiento de la información).
Son estudiantes que utilizan técnicas de apoyo, materiales o recursos para ayudarles a aprender y recordar la información. Estas ayudas para el estudio, pueden ser creadas por otras personas y/o también por los propios estudiantes, tales como: subrayar o señalar cuando se lee los textos, confección de esquemas, gráficos o dibujos, entre otros (ayudas para el estudio).
Mientras que en puntuaciones superiores se han observado en la agrupación de estudiante sin ocupación laboral para las escalas de actitud, ansiedad, selección de ideas, autoevaluación, y estrategias para el examen. A partir de los resultados obtenidos en el inventario de LASSI correspondiente al uso de las estrategias de aprendizaje y estudio, al momento de caracterizar a los estudiantes sin ocupación laboral, se describe que son estudiantes con disponibilidad hacia el estudio y motivación para tener éxito académico, un gran interés por la universidad y predisposición hacia el aprendizaje (actitud).
Del mismo modo, son estudiantes que presentan preocupación cognitiva, es decir, están preocupados por su rendimiento académico, exámenes, tareas y su actuación sobre las actividades educativas de la universidad. Sin embargo, esta valoración se manifiesta en juicios negativos, por ejemplo: preocupación porque le pueda ir mal, sentir pánico cuando tiene que rendir un examen, ponerse tenso en momentos de alta concentración (ansiedad). Además, se observó que son estudiantes que presentan capacidad para separar lo más relevante de lo que no lo es, identificar y seleccionar la información más importante de un texto extenso y seleccionar las ideas principales de la clase (selección de ideas).
Tienen revisión y control de sus propios niveles de intelección, es decir, la comprensión y repaso para supervisar las técnicas, con el fin de determinar su nivel y entendimiento sobre cierta información, es una manera de monitorear su propia comprensión del tema que debe ser aprendido. Se considera, que esta estrategia está estrechamente relacionada con el concepto de las estrategias metacognitivas (autoevaluación). Finalmente, se verifica que este grupo de estudiantes tiende a preparase para las pruebas de exámenes y utilizan las estrategias de aprendizaje y estudio para responder de la manera más adecuada posible.
En lo que respecta a la Tabla 5 de la comparación de medias de cada factor entre las agrupaciones de estudiantes con y sin ocupación laboral, muestra que, dos son las estrategias que presen- tan una diferencia en la media alcanzada por ambas agrupaciones. Es decir, los estudiantes sin ocupación laboral puntúan significativamente más alto (X̅ = 21.53), que los estudiantes con ocupación laboral (X̅ = 19,59) en el factor de ansiedad. La segunda diferencia observada se encuentra relacionada con el procesamiento de la información, estudiantes que pertenecen a la agrupación con ocupación laboral presentan una puntación significativamente más alta (X̅ =29,12) que los estudiantes que pertenecen a la agrupación sin ocupación laboral (X̅ =25,84).
Posicionamiento en el inventario de estrategias de aprendizaje y estudio.
Las puntuaciones de los estudiantes fueron observadas desde la escala de percentiles, mediante el baremo construido con la muestra. Los percentiles son una generalización de la mediana. La transformación en percentiles consiste en asignar a cada puntuación directa una puntuación, según la posición de las observaciones dentro de conjunto de datos, en donde el percentil 50 es la mediana. La mediana estadística es el valor que deja a la izquierda y a la derecha la mitad de los valores en un conjunto ordenado.
Cada puntaje final corresponde a una medida en perceptiles, por lo que, cada estudiante puede comparar sus respuestas con base al baremo construido según la siguiente valoración. Los percentiles 5 y 30 se corresponden con una deficiente utilización de las estrategias de estudio y aprendizaje, los valores entre los percentiles 35 y 70 indican una utilización suficiente de estas estrategias, los comprendidos entre los percentiles 75 y 85 indican una buena utilización y los que se encuentran entre los percentiles 90 y 100, una excelente utilización de las estrategias de aprendizaje y estudio.
Conforme al manual de LASSI, los estudiantes que obtienen puntajes por debajo del percentil 50 generalmente necesitan mejorar sus conocimientos y habilidades relevantes para aumentar sus posibilidades de tener éxito. Los que se enmarcan en los percentiles 50 y 75 se les deben facilitar el asesoramiento y la orientación, para mejorar sus habilidades de aprendizaje y estudio y optimizar su rendimiento académico y actuación. Finalmente, los superiores al percentil 75 a menudo no necesitan trabajar en las estrategias o habilidades para esa escala.
En lo que respecta específicamente a la muestra en estudio Tabla 6, se observó que en todas las escalas actitud, motivación, administración del tiempo, ansiedad, concentración, procesamiento de la información, selección de ideas, ayuda para el estudio, autoevaluación y estrategias para el examen, los estudiantes no llegan a superar ni la mediana estadística, los mismos obtuvieron puntajes por debajo del percentil 30.
En promedio en cada escala se posicionaron en el percentil 24, 8, que corresponden a una deficiente utilización de las estrategias de estudio y aprendizaje, por lo que, se verifica que los estudiantes necesitan mejorar sus conocimientos y habilidades, a fin de aumentar sus posibilidades de éxito y optimizar su rendimiento académico.
CONCLUSIONES
La ocupación laboral representa una necesidad en la vida de los estudiantes universitarios, como se ha observado en la muestra seleccionada. Los estudiantes con ocupación (78%) ineludiblemente a lo largo de su formación estudiantil, deben conciliar trabajo y estudio. La complejidad de los elementos que interfieren en el proceso permite definir el papel que juega el trabajo en sus vidas.
Gran parte de los estudiantes (72%) trabajan en cargos que se relacionan con la carrera de estudio, desde esta perspectiva se puede señalar que el trabajo estudiantil cumple un papel importante para la formación, en el mercado laboral y en el terreno material; además, de extraer y verificar satisfactores como el aprendizaje y el crecimiento humano que acompañan e interactúan positivamente en el fortalecimiento del conocimiento estratégico y su aplicación práctica en la vida diaria.
No obstante, no es una situación generalizadora, existe estudiantes que deben trabajar necesariamente para colaborar con ingresos monetarios a la subsistencia del hogar (36%); lo que hace suponer que viven el trabajo como una actividad rutinaria y poco significativa, la realizan más por inercia que por convicción, por dar cumplimiento a las necesidades de un ingreso monetario mensual; el trabajo está ligado más bien a un compromiso familiar antes que a un compromiso personal.
La carga horaria laboral y el tiempo que se dedica al estudio, corresponden a otras de las variables analizadas dentro de las características demográficas, y que según se observó, los estudiantes que trabajan, lo hacen en una media de 33 horas a la semana, con un máximo de 68 horas; trabajar en horarios prolongados genera una gran brecha de desventaja ante el grupo de estudiantes que tienen la posibilidad de dedicarse únicamente al estudio, el cual, se encuentra representado en apenas un quince (15%) del total.
En lo que respecta, al uso de las estrategias de aprendizaje y estudio, en estudiantes (1) con ocupación laboral y (2) sin ocupación laboral, se observó que conforme a los puntajes obtenidos en el inventario de LASSI, y en cada escala comparada y analizada existe una ligera diferencia en las medias obtenidas por cada agrupación de estudiantes. Sin embargo, la diferencia más significativa entre ambas agrupaciones de estudiantes, se comprobó concretamente en dos estrategias; los estudiantes sin ocupación laboral puntuaron significativamente más alto (X̅ =21.53), que los estudiantes con ocupación laboral (µ: 19,59) en el factor de ansiedad. Los estudiantes que pertenecen a las agrupaciones con ocupación laboral presentaron una puntación significativamente más alta (X̅ =29,12) que los estudiantes que pertenecen a la agrupación sin ocupación laboral (X̅ =25,84) en la escala de procesamiento de la información.
Otro dato significativo, corresponde al nivel en que encuentran los sujetos del estudio, al posicionarlos dentro del baremo construido, constatándose que en todas las escalas: actitud, motivación, administración del tiempo, ansiedad, concentración, procesamiento de la información, selección de ideas, ayuda para el estudio, autoevaluación y estrategias para el examen, los estudiantes no llegaron a superar ni la mediana estadística, es decir, el percentil 50. Los mismos, obtuvieron puntajes por debajo del percentil 30, en promedio en cada escala se posicionaron en el percentil 24,8; ambas puntuaciones corresponden a estudiantes con una deficiente utilización de las estrategias de aprendizaje y estudio, por lo que, se deduce que los estudiantes necesitarían mejorar sus conocimientos y habilidades, a fin de aumentar sus posibilidades de éxito y optimizar su rendimiento académico.
Cabe resaltar que los resultados obtenidos corresponden más bien a un diagnóstico prescriptivo de las debilidades y fortalezas de los estudiantes en las áreas cubiertas por las diez escalas, que permiten identificar en donde pueden estar débiles y qué estrategias necesitan ser mejoradas. Es significativo distinguir que los resultados presentados, afecta únicamente a una descripción puntual de la muestra de estudio, no se puede hablar de una generalización debido a la limitación del tamaño de la muestra, en comparación con la cantidad y la diversidad de estudiantes. Finalmente, estos hallazgos permiten realizar varias recomendaciones de ajustes prácticos para los diversos actores sociales de mundo universitario:
Para el sector estudiantil, los datos son relevantes para desarrollar mayor conciencia de su aprendizaje, estudiando sus fortalezas y debilidades, buscar ayuda e intervenciones educativas de expertos en las áreas que obtuvieron los puntajes menos alentadores, intensificar el análisis sobre cuándo, cómo y por qué se utiliza una determinada estrategia de aprendizaje y estudio. Para los tutores y entrenadores académicos, representa una herramienta valiosa, que permite vislumbrar e identificar las áreas que requieren de mejoras para diferentes cursos, decidir dónde colocar el mayor énfasis para las tareas, proyectos individuales, registros diarios, carteras y otras actividades de clase. Así también, permite implementar dentro de las aulas estrategias de enseñanzas (de parte del docente) que favorezcan el uso de las estrategias de aprendizaje y estudio (de parte del discente), conforme a las áreas de mayores debilidades observadas en el presente estudio, que fomenten y permitan lograr un proceso de aprendizaje activo, participativo, de cooperación y vivencial.
Para la institución educativa que probablemente deberá de replantearse sobre las metodologías de trabajo, el plan de estudio y los sistemas de enseñanzas-aprendizaje, reflexionando en los grupos de estudiantes que trabajan y en los que no. Una alternativa posible es la educación a dis tancia semipresencial, en especial para los alumnos que trabajan largas horas laborales durante el día, cuyo traslado a la facultad se dificulta y que generalmente llegan cansados y agobiados a las aulas.
Así también, la crear un “staff” de profesores calificados que formen un equipo de asesoría y consultoría, y que se encuentren disponibles para los alumnos que requieran orientaciones sobre las aplicaciones técnicas y prácticas de las estrategias, y que puedan brindar instrucciones básicas para mejorar la utilización en las actividades académicas y en su uso cotidiano.
Por último, se plantea ejecutar talleres, seminarios y/o estudio independiente, es decir, generar, crear y socializar espacios para el desarrollo, perfeccionamiento y formación de las estrategias de aprendizaje y estudio, en donde, los alumnos estudien a profundidad sobre sus debilidades y fortalezas en cuanto al uso de las estrategias, como mejorarlas para obtener un aprendizaje significativo, y cuál es su importancia para la vida diaria.