INTRODUCCIÓN
El cáncer es una enfermedad que, a pesar de los avances científicos y del aumento de información, no deja de ser temida individual y socialmente1. Esta enfermedad ha sido tradicionalmente construida como mortal, que conlleva a la desintegración física, que corroe, carcome y transforma el aspecto del individuo; específicamente el cáncer de cuello uterino se presenta como una enfermedad tabú, en la que persiste su malignidad y fatalidad que provocan reacciones sociales negativas2. Tiene una gran repercusión en las mujeres, sus familias y comunidades, especialmente en los grupos de población prioritarios3; afecta en mayor proporción a las mujeres que, de diferentes maneras, siempre se hallan en nuestras sociedades en condiciones de vulnerabilidad1. Esto se evidencia en las grandes diferencias de tasas de cáncer de cuello uterino entre los países de ingresos menores y los de ingresos mayores. Estas desigualdades se han atribuido en gran parte a las variaciones de la distribución de los determinantes de la salud, en particular la situación socioeconómica, la educación y los ingresos3. En muchos países hay insuficiente capacidad para prestar esos servicios, o bien los servicios existentes no son accesibles o asequibles a la mayoría de las mujeres afectadas4.
El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604 000 nuevos casos y 342 000 muertes en 20205. El cáncer cérvico uterino según estimaciones de GLOBOCAN en el año 2018 presentó a nivel mundial un total de 569.847 casos y de 311.365 muertes6. En Paraguay la tasa de incidencia es ≥ 28,4 por 100.000 y la tasa de mortalidad oscila entre 11,0-19,9 por 100.000 mujeres7; ocupa el segundo lugar en incidencia y mortalidad con 1.033 nuevos casos y 519 muertes en el año 20185. Es prevenible y curable si se dispone de modelos de atención en salud pertinentes para su intervención. Los programas que poseen una red de servicios estructurada, acceso al tamizaje, diagnóstico, tratamiento y seguimiento; acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, impactan positivamente en la morbilidad y mortalidad por este cáncer8.
A diferencia de la situación con la mayoría de los demás tipos del cáncer, la causa del cáncer de cuello uterino se ha demostrado científicamente y se dispone de herramientas costo-eficaces para su prevención y control3. El principio central de un método integral de prevención y control del cáncer de cuello uterino consiste en actuar durante todo el ciclo vital utilizando la evolución natural de la enfermedad para identificar en los grupos de edad pertinentes las oportunidades de efectuar intervenciones eficaces4. Este desafío es considerado doble, ya que se debe instalar en la agenda sanitaria y pública una nueva tecnología para la prevención de una enfermedad sesgada de por sí por el miedo y la desinformación, y las desigualdades de género y de poder1.
El cáncer de cuello uterino es uno de los principales problemas de salud, la búsqueda de soluciones para disminuir su frecuencia y gravedad, así como para mejorar la calidad de vida de todas las personas que padecen la enfermedad, no sólo es una prioridad para todos los sistemas sanitarios, sino que constituye una de las preocupaciones más importantes de la sociedad; es una de las amenazas más graves para la vida de las mujeres9.
El cáncer de cuello uterino es en gran medida prevenible y la disponibilidad de la prueba del VPH, por su mayor sensibilidad, presenta una enorme oportunidad para estimular cambios que mejoren la efectividad de los programas de tamizaje10.
Un programa integral para combatir el cáncer de cuello uterino deberá incluir todos los componentes: la Educación para la Salud (EpS), el tamizaje, el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados paliativos, aun después de que se puedan introducir las vacunas según la asequibilidad, la sostenibilidad y todos los preparativos necesarios para la introducción de vacunas nuevas11.
En Paraguay, se cuenta con normas y procedimientos para la prevención y el control del cáncer de cuello uterino, existen normas establecidas que todas las mujeres que tengan o que han tenido relaciones sexuales, las que perciben molestias ginecológicas y las embarazadas, en cualquier etapa de ciclo, deben someterse a la prueba de Papanicolaou (PAP) para detectar a tiempo el cáncer de cuello uterino. Este examen es gratuito en todos los servicios del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, según resolución Nº 457/2001, las autoridades del ministerio afirman que es la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres del Paraguay12.
Esta investigación tuvo como objetivo general: determinar las características de la participación de las mujeres del área de influencia de un Hospital Público en la prevención del cáncer de cuello uterino durante los meses de enero a diciembre de los años 2020 al 2021
METODOLOGÍA
El diseño de la investigación fue observacional. Se desarrolló un estudio de tipo descriptivo retrospectivo, de corte transversal. La población objeto de estudio estuvo conformada por la totalidad de mujeres participantes en la prevención en los servicios de salud de área de influencia del Hospital General de Barrio Obrero (HGBO). Esta institución es de alta complejidad, corresponde al tercer nivel de atención y abarca un área de cobertura regional. Los establecimientos de salud integrantes de la micro red del HGBO, incluyen 21 unidades de salud de la familia, 2 hospitales básicos de mediana complejidad (N° 8 y N° 11), 1 policlínica de especialidades básicas (Clínica Capellanes del Chaco), todas distribuidas en un radio de 5 kilómetros. Está localizado sobre la Avenida Fulgencio Yegros casi Ita Pirú de la ciudad de Asunción. La muestra lo conformó la totalidad de la población, 904 mujeres que participaron de la prevención del cáncer del cuello uterino en los diferentes servicios de salud del área de influencia del Hospital en estudio. El tamaño de muestra no se estableció o calculó previamente debido a que se contó con la totalidad de datos de las 2904 mujeres que han participado, que corresponde al 100 %, según datos proporcionados por funcionarios de salud pública responsable del Hospital. El método de recolección de datos fue de fuente secundaria de la totalidad de mujeres participantes a partir de los registros del servicio que contiene los datos relacionados a las variables de estudio de enero a diciembre de los años 2020 al 2021. Los datos fueron cargados en una planilla electrónica Microsoft Excel año 2021 (versión 18.0) previamente preparada para el efecto, en la que cada columna correspondió a una variable de estudio y las filas a sujetos de estudio. La tabulación de los datos obtenidos se realizó en una planilla electrónica Microsoft Excel. El análisis de los datos con estadística descriptiva se realizó con el software gratuito Epi Info™ año 2016 (versión 7.2.0.1). Los resultados fueron presentados según tipo de variables en gráficos, tablas, o diagramas en frecuencia y porcentaje según fue el caso.
El protocolo cuenta con dictamen de evaluación de fecha 27/10/202 del Comité de Ética en Investigación de la Dirección de investigación de la Facultad de Enfermería Obstetricia de la Universidad Nacional de Asunción, código PINV-PG-CC-RJ.
RESULTADOS
El 31 % (889) de las mujeres que acudieron a centros de toma de muestra para la realización de Papanicolau tiene entre 20 y 29 años. El 24 % (686) de las mujeres tiene entre 30 y 39 años, 18 % (518) tiene entre 40 y 49 años, 12 % (351) 50 y 59 años, 8 % (221) entre 13 y 19 años, 5 % (148) 60 y 69 años y 2 % (52) 70 y más años. La mínima es de 13 años, la máxima de 83. El promedio de edad es 36 años y la desviación estándar es de ± 13. Del total de mujeres que acudieron a centros de toma de muestra para la realización de su Papanicolau, 83 % no estaban embarazadas y 17 % si lo estaban. Además, 53 % tiene antecedentes de PAP y 47 % habían acudido por primera vez a realizarse este estudio (Tabla 1).
Edad | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
13 a 19 años | 221 | 8 % |
20 a 29 años | 889 | 31 % |
30 a 39 años | 686 | 24 % |
40 a 49 años | 518 | 18 % |
50 a 59 años | 351 | 12 % |
60 a 69 años | 148 | 5% |
70 y más | 52 | 2 % |
Presencia de embarazo | ||
Embarazada | 487 | 17 % |
No embarazada | 2378 | 83 % |
Antecedentes de PAP | ||
Tiene | 1518 | 53 % |
Primer PAP | 1346 | 47 % |
Resultado de PAP | ||
Negativo para lesión | 2464 | 86 % |
Inflamatorio | 277 | 10 % |
Positivo | 124 | 4 % |
TOTAL | 2865 | 100 % |
Del total de mujeres que tuvo resultado positivo de lesión (124), 35 % (43) tuvo resultado de biopsia cervical de ASCUS, 27 % (33) CIN I - LSIL, 21 % (26) HSIL (CIN II-III) y 18 % (22) resultado de ASC-H. (Tabla 2).
Resultado de biopsia cervical | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
ASC-H | 22 | 18 % |
ASCUS | 43 | 35 % |
CIN I LSIL | 33 | 26 % |
HSIL (CIN II-III) | 26 | 21 % |
Total | 124 | 100 % |
Del total de mujeres que asistieron para la realización del estudio de Papanicolau, 1755 se encontraban en una edad de riesgo y 1110 no. De las mujeres que se encontraban en una edad de riesgo, 89 dieron resultados positivos para PAP y 1666 resultados negativos. De las mujeres que no se encontraban en edad de riesgo, 35 dieron resultados positivos y 1075 resultados negativos. Al realizar la significación estadística con chi cuadrado el resultado de la X2 p = 0,008 lo que expresa que hay asociación estadística significativa entre la edad de riesgo y el resultado positivo o negativo de PAP. Con respecto a las mujeres en estado de gravidez, 485 se encontraban embarazadas y 2380 no, del grupo de embarazadas, 7 dieron positivo al resultado de PAP y 478 no. Por otro lado, de las que no se encontraban embarazadas, 117 dieron positivo al PAP y 2263 negativo. Al realizar la diferencia entre la frecuencia observada y esperada el resultado del chi cuadrado es de X2 p = 0,0001 por lo que se interpreta que existe asociación entre las variables observadas, embarazo y resultado positivo. Sobre el antecedente de PAP, 1356 mujeres se habían realizado el estudio por primera vez y 1509 ya se habían realizado anteriormente. Del grupo de mujeres que se había realizado el PAP por primera vez, 50 tuvieron resultados positivos y 1306 resultados negativos. Por otro lado, de las mujeres que ya se habían realizado anteriormente algún estudio de PAP, 74 dieron resultados positivos y 1435 tiene resultados negativos. Al realizar la prueba de chi cuadrado el resultado es X2 p=0,11 por lo que se interpreta que no existe asociación significativa entre el antecedente de PAP y el resultado de estudio de Papanicolau (Tabla 3).
Al mirar la distribución de las mujeres participantes por grupo etáreo se observa que 221 mujeres tienen entre 13 a 19 años, de las cuales 11 tuvieron resultados positivos y 210 resultados negativos. En el grupo de mujeres de 20 a 29 años se visualiza un total de 889 participantes, de las cuales 24 tuvieron resultados positivos y 865 resultados negativos. En el grupo etáreo de 30 a 39 años se encuentra un total de 686 mujeres, de las cuales 23 han obtenido un resultado positivo y 663 resultados negativos. Con respecto al grupo de edades comprendidas entre 40 a 49 años se cuenta con un total de 516 mujeres, de las cuales 40 han obtenido un resultado positivo y 476 negativo. En cuanto al grupo de mujeres con edades comprendidas entre 50 a 59 años estuvieron participando 351 mujeres, de las cuales 15 han dado un resultado positivo y 336 negativo. Sobre el grupo de edades de 60 a 69 años se cuenta con 200 mujeres que participaron, de las cuales 11 obtuvieron resultados positivos y 189 negativos. Con respecto al grupo etáreo de 60 a 69 años representado por un total de 52 mujeres, 2 fueron las que obtuvieron un resultado positivo y 50 resultados negativos. Al realizar la prueba de chi cuadrado entre los grupos etáreos se obtuvo significación estadística entre pertenecer al grupo etáreo de entre 20 a 29 años y un resultado positivo o no de PAP (X2 p=0,003), además del rango etáreo que va de 40 a 49 años (X2 p= 0,0001) (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Con respecto a las características de las mujeres participantes de la prevención del cáncer de cuello uterino, específicamente lo relacionado al grupo etáreo de mayor participación, los resultados encontrados en el presente estudio son similares a lo reportado por Barrientos13 que al analizar por un periodo de 2 años la evolución y perfil sociodemográfico de las mujeres que se realizaron tamizaje citológico de cuello uterino en una institución reportó que el mayor porcentaje de mujeres correspondía al de 30 a 49 años. Lo anterior refleja que en ambas investigaciones se encontraron que la mayoría de mujeres participantes en la prevención del cáncer de cuello uterino (CCU) son aquellas que corresponden a la franja etárea de fertilidad y riesgo de padecer CCU.
Otro estudio realizado por Grandez14 denota que más de la mitad de las mujeres encuestadas en Perú se ha realizado Papanicolaou, presentando solo el 1,3 % Papanicolaou anormal. Así también, más de la mitad de las mujeres se realiza Papanicolaou una vez al año. El 98,8 % normal, 0,4 indeterminado y 0,8 anormal. Según la clasificación de Bethesda, el 1,2 % presentan células escamosas atípicas. Estos resultados difieren de lo descubierto en la presente investigación, ya que se tuvieron resultados negativos para lesión o normales mucho menor (86 %). Por otro lado, otra investigación en la que se analizaron 11.110 mujeres con una edad media de 41,5 ± 10,9 años y una prevalencia de citología positiva del 2,8 %15. En esta investigación se encontró un resultado de citología positiva del 4%, mucho mayor que el citado estudio. Lo que lleva a inferir que en Paraguay se presenta una prevalencia mucho más alta de citología positiva que en Perú.
Si bien este estudio incluyó casos de mujeres que participaron en el área de influencia del Hospital Público, futuras investigaciones deberían indagar en la cobertura que representan estos casos con respecto a la población total implicada. Un ejemplo de esto, es que en entre los resultados de la evaluación de un programa a nivel nacional del Ecuador, el 42 % de las áreas sanitarias presenta una cobertura de Papanicolaou inferior al promedio nacional16.
Con respecto a la asociación de las características de las mujeres que participaron de la prevención del cáncer de cuello uterino, este estudio encontró asociaciones entre el resultado de PAP y formar parte del grupo de edad de riesgo, además de la presencia de embarazo. Por otro lado, otro estudio realizado en Perú obtuvo como resultados que los factores socioculturales no influyen en la realización del PAP con una significancia de p > 0,05, excepto el miedo y la vergüenza17.Las últimas variables mencionadas no fueron incluidas en el presente estudio, pero se sugiere sean incluidas dentro de futuras investigaciones. Con respecto al mismo punto, Grandez reporta14 que existe una relación estadísticamente significativa entre las variables procedencia y se realiza Papanicolaou, entre las variables ocupación y se realiza Papanicolaou, se aprecia que existe una relación estadísticamente significativa entre la edad de inicio de relaciones sexuales y se realiza Papanicolau. Todas las variables mencionadas anteriormente deberían ser objeto de estudio de futuras investigaciones, incluso deberían agregarse a la base de datos del presente estudio.
CONCLUSIÓN
Finalmente, sobre las características de las mujeres participantes de la prevención del cáncer de cuello uterino del área de influencia del Hospital Público entre los años 2020 al 2021 se concluye que la mayoría tenían entre 20 y 39 años, se encuentran en edad de riesgo, asistieron al mismo Hospital a realizarse los estudios, tenían antecedentes de PAP y no se encontraban embarazadas. Sobre los resultados de los estudios realizados se concluye que la mayoría de las mujeres tuvieron un resultado de PAP negativo. Entre las mujeres con resultados positivos se tuvo preponderancia de diagnósticos de ASCUS y en segundo lugar CIN I LSIL. Las características que se encontraron significativamente asociadas al resultado de PAP fueron: formar parte del grupo de edad de riesgo y presencia de embarazo. Específicamente al verificar grupos de edades, fueron dos aquellos que se encontraron asociados a tener un resultado positivo o negativo: el de 20 a 29 años y el de 40 a 49 años.
Por los interesantes resultados que reporta la presente investigación, específicamente por la asociación significativa entre grupos etáreos menores al de 30 se sugiere indagar en futuros estudios la prevalencia de hallazgos anormales citológicos o de biopsia en el mencionado grupo de edad. Así también, se debe reconocer la limitación que denota la utilización del estadístico chi cuadrado que solo permite conocer la fuerza de la asociación, pero no la dirección de la misma, por lo que se sugiere proponer en el futuro estudios de diseño correlacional, con respecto a las edades menores de 30, para verificar la dirección de la asociación, positiva o negativa. Esto también se debe tener en cuenta para la condición de gravidez o embarazo.