INTRODUCCION
La depresión es una condición de salud mental de preocupación para la salud pública, que afecta alrededor de 280 millones de personas en el mundo, representando al 5% de la población adulta, y con una importante brecha de atención, que en caso de los países de ingresos medios y bajos llega hasta el 75% 1,2. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), la llamada depresión posparto se define como “trastorno depresivo durante el período perinatal” 3,4. En general, alrededor del 10% al 15% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz la experimentan 5,6. Datos de la región mencionan que los síntomas depresivos se presentan en un elevado porcentaje de las mujeres latinas en México y Estados Unidos (cerca del 56%), especialmente durante los primeros 4 meses posteriores al nacimiento del niño/a 7; la tristeza posparto suele manifestarse en los primeros diez días postnatales y se calcula que afecta del 30% a 70% de las madres 8.
Lo grave de esta condición, es que además de afectar la calidad de vida de quien la padece, puede poner en riesgo la vida, no solo de la madre, sino también la del niño/a 9. El suicidio, es responsable de cerca del 20% de las muertes maternas en los primeros 12 meses del posparto y está altamente vinculado con la depresión 10. Así también, el filicidio es una posible consecuencia, los infantes mueren a consecuencia de acciones producidas por madres, y esto se observa más frecuentemente en mujeres con trastornos psiquiátricos, donde diversas condiciones de salud mental, y en especial las que cursan con síntomas depresivos, pueden derivar en este resultado. Existe evidencia que, la tasa de filicidio es elevada cuadros psicóticos depresivos (4,5%), lo que disminuye en episodios sin depresión manifiesta (˂1%), en ciertos casos aparentan ser accidentales, sin intención de matar 11,12.
En este contexto, es fundamental la detección oportuna y el tratamiento con enfoque multidisciplinario centrado en las necesidades de la madre, un correcto tamizaje en mujeres embarazadas y el seguimiento entre las 6 a 12 semanas posteriores al parto se vuelven intervenciones imprescindibles en la valoración y el abordaje del riesgo depresivo. De igual manera, la generación de estrategias de promoción y prevención enfocadas en dispositivos de atención primaria para el diagnóstico oportuno y la recuperación son necesarias 13.
Considerando esta situación, y la necesidad de ampliar la información acerca de esta condición en el contexto de los servicios de salud de Paraguay, se realizó esta investigación exploratoria que tuvo por objetivo caracterizar la depresión posparto en madres que acuden al consultorio ambulatorio de Gineco-obstetricia y Pediatría, del Hospital de Clínicas de San Lorenzo, en el año 2023. Con lo que se espera contribuir positivamente a través de los datos obtenidos y la posibilidad de utilizarlos como base para futuros planes de intervención sobre la problemática.
METODOLOGIA
El diseño de la investigación fue observacional, descriptivo, de corte transversal, con enfoque cuantitativo, y se llevó adelante con 61 mujeres que acudieron al Consultorio Ambulatorio de la Cátedra de Gineco-obstetricia y Pediatría del Hospital de Clínicas de la Ciudad de San Lorenzo, en Paraguay, entre los meses de octubre a diciembre del año 2023. El muestreo fue no probabilístico, por conveniencia. Los criterios de inclusión fueron: encontrarse en el periodo de puerperio, que haya tenido parto vaginal o por cesárea, entre 2 a 6 meses previos al momento de la aplicación del instrumento, que se encontraban como consultantes de forma ambulatoria en el servicio de salud mencionado, y cuyo hijo haya sido un recién nacido sano; se excluyeron de este trabajo, a mujeres menores de edad y aquellas que no aceptaron formar parte del estudio.
El método fue la observación, con la técnica de la entrevista y como instrumento un formulario.
Variables e instrumentos:
Datos sociodemográficos: Se solicitó a las participantes que proveyeran información sobre su edad, nivel educativo, la tenencia de un trabajo remunerado, su procedencia, estado civil, el acompañamiento de la pareja durante el proceso de embarazo/parto, y si es la responsable de los que haceres del hogar.
Antecedentes gineco obstétricos: Se midieron: la cantidad de gestaciones, número de abortos, característica del ultimo parto (normal/cesárea/complicaciones), y requerimiento de extensión de tiempo de internación.
Antecedentes de salud mental: Se consideró la referencia de las madres acerca de la presencia o ausencia de antecedentes de salud mental personales y familiares.
Escala de depresión posparto de Edimburgo (EDPS-9): La Escala de Depresión Posparto de Edimburgo (EPDS), es un instrumento de amplia utilización para la medición de los síntomas depresivos en el periodo de posparto. Este cuenta con 10 preguntas de tipo Likert, donde la mujer debe responder como se ha sentido en los últimos 7 días, con puntuaciones de 0, 1, 2 y 3 dependiendo de la gravedad del síntoma, en el caso de las preguntas 3, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 se califican en orden inverso (3, 2, 1, 0), con un punto de corte para tamizaje de depresión posparto de ≥ 10 puntos 14.
En esta investigación, se utilizó la versión de 9 ítems, donde se omite la última pregunta de autolesión, que según estudios previos, con la exclusión se obtuvieron valores de alfa de Cronbach de 0,830 y 0,831 para puérperas y embarazadas, respectivamente, lo que evidencia una buena consistencia interna 15.
En la comparación de las variables sociodemográficas, antecedentes gineco obstétricos y de salud mental, con la depresión posparto, se utilizó la prueba Chi cuadrado, donde valores iguales o inferiores a p=0,05 fueron considerados significativos.
Consideraciones éticas
En cuanto a los principios éticos, esta investigación se sustentó en la Declaración de Helsinki, se obtuvo consentimiento informado a las madres, donde se detallaron informaciones concernientes a la investigación y su propósito, siendo la participación libre y voluntaria, sin generarse ningún tipo de daño a las mujeres que conformaron la muestra. En todo momento se garantizó la confidencialidad de los datos obtenidos 16.
Para la recolección de los datos se solicitó autorización, a través de una nota firmada por la Encargada de despacho del Decanato de la FENOB-UNA dirigida a los jefes de las Cátedras de Gineco-obstetricia y Pediatría.
RESULTADOS
De las 61 mujeres que participaron de la investigación, de las variables sociodemográficas, la edad oscilo entre 18 a 39 años, promedio de 27 años ±5. El 49,2% tuvo nivel de formación secundario, el 60,7% no tiene trabajo remunerado, 39,3% fue de procedencia San Lorenzo, 47,6% de estado civil unión libre, 72,1% cuenta con acompañamiento de la pareja y 73,8% es la principal responsable por los quehaceres del hogar (tabla 1).
En cuanto a los antecedentes gineco obstétricos, en el 59% fue su primera gestación, 91,8% no tuvo abortos previos, 50,8% tuvo su último parto por cesárea, 68,9% no tuvo complicaciones durante el parto y 73,8% no requirió extensión de tiempo de internación (tabla 2).
De las mujeres que presentaron complicaciones, 11,5% (7) presentaron pre eclampsia, 9,8% (6) diabetes gestacional, 8,2% (5) Covid-19 y 1,6% (1) infección de las vías urinarias..
De las 61 mujeres participantes, el 52,5% puntuó con valores iguales o superiores a 10, lo que corresponde a la clasificación de sintomatología sugestiva para la depresión postparto. Tabla 3.
Comparando la depresión posparto con las demás variables de estudio, no se encontró asociación estadísticamente significativa con las características sociodemográficas. En cuanto a los antecedentes gineco obstétricos, se evidenció asociación entre el ultimo parto por cesárea o vaginal (p=0,015), así como con el requerimiento de extensión de tiempo de internación (p=0,001). De los antecedentes de problemas de salud mental, se encontró asociación con los antecedentes personales (p=0,005). Tabla 4
DISCUSIÓN
Teniendo en cuenta el punto de corte de la Escala de Depresión Posparto de Edimburgo (EPDS-9), el 52,5% de las mujeres puntuó ≥10, lo que se considera como sintomatología sugestiva para dicha condición de salud mental. Este resultado obtenido, coincide con datos disponibles en estudios de prevalencias en Estados Unidos y México en población latina, que hablan de cifras de hasta el 56%, especialmente en los primeros 4 meses después del parto 6, lo que se relaciona con el tiempo entre el parto y la aplicación del instrumento de las mujeres participantes del Hospital de Clínicas. Por otra parte, una investigación similar realizada en el Hospital Regional de Coronel Oviedo de Paraguay, en el año 2016, evidenció una prevalencia inferior a las obtenidas en este estudio con el 19%, siendo más prevalente entre las 17 y 24 semanas posteriores al parto 17.
Entre los factores asociados con la depresión, y por ende, con la desesperanza, referidos en la literatura, destacan la falta de redes de apoyo, el bajo nivel socioeconómico y el desempleo 18. En este estudio, se ha indagado en el estado civil de las madres, que fue 47,6% de unión libre, así como el acompañamiento de sus parejas, que fue respondido como positivo en el 72,1%. Con ello, se observó que cerca de la mitad de las participantes no cuenta con una unión legal, lo que incrementa el riesgo de abandono de la mujer 19. De igual manera, el acompañamiento paterno, que es fuente de apoyo afectivo, social, económico, y refuerzo del vínculo tanto con la madre como con el niño/a 20, no se ha presentado en alrededor de 3/10 mujeres.
El trabajo no remunerado, presente en el 60,7% de la muestra, es un factor de vulnerabilidad que coloca a la mujer en una posición desfavorable de dependencia económica, incrementando el riesgo a sufrir violencia física, psicológica, sexual y elevando la probabilidad de experimentar complicaciones obstétricas 21. Así también, la educación, factor vinculado con diversas dimensiones del bienestar subjetivo y la salud mental, en esta investigación fue del 49,2% en nivel secundario, con escasa expectativa de remuneración acorde con mejores condiciones de vida, que por ser considerado bajo, es más representativos de peores condiciones de salud mental 22.
Las complicaciones en esta investigación, se presentaron en el 31,1% de los casos, siendo las más frecuentes la pre eclampsia (11,5%), la diabetes gestacional (9,8%), el Covid-19 (8,2%) y, la infección de las vías urinarias (1,6%). Estos resultados difieren en los motivos de complicaciones reportados por Genchi en México, en el año 2021, donde el 21% sufrió hipertensión arterial y 5% complicaciones durante el parto 23.
De las condiciones previas de salud mental, 82% consideró que no tiene problemas y el 85% que no tiene familiares con estas dolencias. Estos resultados se asemejan a los obtenidos por Santiago-Sanabria donde la mayoría no tenía antecedentes de depresión (84%), ansiedad (85%), ni antecedentes de familiares de padecimientos psiquiátricos (88%) 24. Es importante recalcar que, si bien la mayoría no padecen condiciones previas personales o familiares, estas están presentes en alrededor de 2/10 mujeres, estas ponen en alteran el funcionamiento de la madre y complican el vínculo madre/hijo/a, siendo fundamental el tratamiento oportuno y el establecimiento de medidas preventivas tendientes a minimizan los riesgos 25.
En cuanto a la asociación entre variables, no se encontró asociación estadísticamente significativa entre las variables sociodemográficas y la depresión posparto. En los antecedentes gineco obstétricos, si se evidenció relación entre el tipo de parto (cesárea) (p=0,015), el requerimiento de un mayor tiempo de internación (p=0,001) y la depresión; así como con los antecedentes personales de salud mental (p=0,005). En relación a la vía de parto y la depresión, la literatura actual muestra controversia en cuanto al riesgo de padecer depresión, sin que los datos sean totalmente concluyentes a favor de la relación entre estas variables 26. Por otra parte, existen indicios que sustentan la influencia negativa de las internaciones prolongadas en la salud mental, incrementando el riesgo a padecer depresión y ansiedad en forma elevada 27. En lo referido a padecer problemas de salud mental previos, estos junto con la existencia de riesgo obstétrico constituyen factores de riesgo 28.
Limitaciones del estudio
Entre las principales limitaciones de este trabajo se encuentran el limitado tamaño de la muestra, que conjuntamente con el muestreo de tipo no probabilístico, no permiten la generalización de los resultados al resto de la población paraguaya. Así también, a nivel nacional, existe escasa evidencia de registros estadísticos que indiquen la prevalencia de la depresión posparto, lo que representó un problema a la hora de realizar una comparación de los resultados con otras investigaciones. Sin embargo, este estudio sirve de punto de partida para futuros proyectos que den seguimiento a los resultados.
CONCLUSIONES
El embarazo y el parto constituyen un acontecimiento vital en la vida de la mujer y de la familia y, por lo tanto, un factor de vulnerabilidad para la aparición de problemas de salud mental. Es fundamental que los profesionales sanitarios realicen un correcto tamizaje dirigido a la identificación oportuna de la depresión posparto considerando su frecuencia y sus graves consecuencias, incluso mortales, por lo que deben tomarse los recaudos necesarios para una identificación precoz, un tratamiento oportuno y con ello, el mejoramiento de la calidad de vida de la población de madres.
En este estudio ha resaltado que, la depresión posparto es una condición altamente frecuente; que la mayoría de las mujeres no cuentan con trabajo remunerado, tienen formación secundaria, viven en unión libre o solteras con riesgo de abandono, y que, si bien una proporción importante de las mismas recibe acompañamiento de sus parejas, esto no se da en un tercio de los casos.
También resaltan aspectos sociales culturales vinculados a las tareas del hogar, donde ellas son las principales responsables a pesar de la condición de puerperio y el cuidado de los hijos.
Se ha evidenciado que alrededor de 2/10 cuentan con antecedentes personales y familiares de salud mental, que 3/10 han sufrido complicaciones y 1/10 abortos y que el sufrir problemas de salud mental y el incremento en días de internación se asocia con mayor posibilidad de depresión posparto.
Este tipo de trabajos de investigación, brindan un aporte sustancial al conocimiento y visibilización de las condiciones de salud mental de poblaciones vulnerables, como lo constituyen las puérperas, y contribuyen con el posicionamiento de este tema tan importante dentro de la discusión profesional científica, ya que el cuidado de la salud va más allá de lo netamente físico, debiendo abordarse a las personas como un todo, pues no hay salud sin salud mental.